Re: Reino Unido se va de la Union Europea
Chapeau!!muy de acuerdo
Originalmente publicado por campogibraltareño
Ver Mensaje
El resultado del referéndum británico tiene muchas lecturas, causas y por supuesto tendrá consecuencias (de hecho ya las tiene, basta ver el estado de los mercados financieros, la prima de riesgo en países vulnerables, y la volatidad de la libra esterlina).
Lecturas, variadas: es un resultado ajustado, que divide al país (Inglaterra y Gales por un lado y Escocia e Irlanda del Norte por otro).
En el caso escocés puede suponer un resurgimiento con más fuerza de los sentimientos nacionalistas, aplacados por el miedo (paradojas de la vida) provocado desde Londres hasta Bruselas en los movimientos separatistas ante una posible salida de la UE en caso de secesión. Un año después la salida de la UE británica deja en fuera de juego y enrabietados a los líderes políticos escoceses que, en su día, apostaron por quedarse dentro del Reino Unido ante el riesgo de salir de la Unión.
El asunto norirlandés es peliagudo, porque las ansias de reunificación de la mitad católica de la región con la República de Irlanda cogen aire ante este resultado. Gana la opción preferida, y con 12 puntos de ventaja, de los irlandeses que no se sienten británicos, un duro golpe para el unionismo por mucho que su líder, que hizo campaña a favor del Brexit, salga a celebrar. Es posible que el equilibrio social que permitió los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 y la desintegración del IRA se haya roto a favor de los republicanos irlandeses.
Causas, muchas: el tradicional desapego británico al Viejo Continente, el apoyo masivo de las personas de avanzadas edad a la salida de la UE, el triunfo del discurso xenófobo, racista, totalitario y populista que se aprovecha de los tiempos de zozobra económica para ganar adeptos en forma de demagogos con discurso fácil, el uso falsario de la inmigración y de los refugiados como cabezas de turco, el miedo, el desinterés laborista (escandaloso), y sobre todo la torpeza suprema de un líder político atractivo pero poco cualificado que ha fracasado estrepitosamente, y que ha llevado a cabo una gestión indigna en un puesto de la categoría de Premier británico. David Cameron es, por méritos propios, uno de los peores políticos que ha dado Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Su legado es tan calamitoso como el de Berlusconi en Italia o el de Andreas Papandreu (padre) en Grecia.
Lecturas, variadas: es un resultado ajustado, que divide al país (Inglaterra y Gales por un lado y Escocia e Irlanda del Norte por otro).
En el caso escocés puede suponer un resurgimiento con más fuerza de los sentimientos nacionalistas, aplacados por el miedo (paradojas de la vida) provocado desde Londres hasta Bruselas en los movimientos separatistas ante una posible salida de la UE en caso de secesión. Un año después la salida de la UE británica deja en fuera de juego y enrabietados a los líderes políticos escoceses que, en su día, apostaron por quedarse dentro del Reino Unido ante el riesgo de salir de la Unión.
El asunto norirlandés es peliagudo, porque las ansias de reunificación de la mitad católica de la región con la República de Irlanda cogen aire ante este resultado. Gana la opción preferida, y con 12 puntos de ventaja, de los irlandeses que no se sienten británicos, un duro golpe para el unionismo por mucho que su líder, que hizo campaña a favor del Brexit, salga a celebrar. Es posible que el equilibrio social que permitió los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 y la desintegración del IRA se haya roto a favor de los republicanos irlandeses.
Causas, muchas: el tradicional desapego británico al Viejo Continente, el apoyo masivo de las personas de avanzadas edad a la salida de la UE, el triunfo del discurso xenófobo, racista, totalitario y populista que se aprovecha de los tiempos de zozobra económica para ganar adeptos en forma de demagogos con discurso fácil, el uso falsario de la inmigración y de los refugiados como cabezas de turco, el miedo, el desinterés laborista (escandaloso), y sobre todo la torpeza suprema de un líder político atractivo pero poco cualificado que ha fracasado estrepitosamente, y que ha llevado a cabo una gestión indigna en un puesto de la categoría de Premier británico. David Cameron es, por méritos propios, uno de los peores políticos que ha dado Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Su legado es tan calamitoso como el de Berlusconi en Italia o el de Andreas Papandreu (padre) en Grecia.
Comentario