Voy con otra pompa aunque en esta película hay varias, descubrí que un actor que era conocido, Lee Marvin, más por sus papeles de duro y violento, fue capaz de interpretar al genial Ben Rumson en Paint Your Wagon (en esta ocasión, el título en castellano es mucho mejor, La Leyenda de la ciudad sin nombre). Genial western, comedia, musical.
La escena deslumbrante es la subasta de la mujer del mormón una bella Jean Seberg, fallecida prematuramente.
La película está llena de diálogos que son tremendos para aquella época, pero pongo la escena y más adelante pondré algunos de ellos.... como prueba este:
dos mineros escuchando al predicador que ha llegado al pueblo-hablan entre ellos
-Que es un fornicador?-
-No lo sé, no soy religoso. https://youtu.be/6uuhkleL_vA
Saludos
Editado por última vez por Bético Fabié; https://www.betisweb.com/foro/member/31918-b%C3%A9tico-fabi%C3%A9 en 08/03/16, 12:38:41.
Guerra del consejo con Macià, guerra de la prensa con Macià y el consejo, guerra de la afición con la prensa, guerra del consejo contra tuiteros indeseables… ¡GUERRAAAA!
Inmersos en un ambiente tan bélico (sólo una letra dista entre "bético" y "bélico", ¿casualidad?), qué mejor que prepararse convenientemente con el mejor formador posible. Y ése no es otro que el dulce y entrañable sargento Hartman de La chaqueta metálica, curiosamente interpretado por un sargento real de marines (R. Lee Ermey), quien, contratado por Kubrick para instruir al actor que debía encarnar a Hartman en salvajadas verbales varias propias del cuerpo, convenció tanto al director que decidió darle el papel directamente a él.
Helo aquí en su salsa, pronunciando una de las frases más burras y transgresoras del cine americano (God has a hard-on for Marines because we kill everything we see) . Pompa tan abrupta como perfectamente hermosa en su animalidad:
Y por supuesto, no podemos olvidar el desfile indoor en gayumbos con un peculiar… “un dó, papa y arró”.
Un cacho pan, Hartman. ¿Quién no dejaría a sus retoños al cuidado de tan estimable educador?
Originalmente publicado por Pepe IsbertVer Mensaje
Guerra del consejo con Macià, guerra de la prensa con Macià y el consejo, guerra de la afición con la prensa, guerra del consejo contra tuiteros indeseables… ¡GUERRAAAA!
Inmersos en un ambiente tan bélico (sólo una letra dista entre "bético" y "bélico", ¿casualidad?), qué mejor que prepararse convenientemente con el mejor formador posible. Y ése no es otro que el dulce y entrañable sargento Hartman de La chaqueta metálica, curiosamente interpretado por un sargento real de marines (R. Lee Ermey), quien, contratado por Kubrick para instruir al actor que debía encarnar a Hartman en salvajadas verbales varias propias del cuerpo, convenció tanto al director que decidió darle el papel directamente a él.
Helo aquí en su salsa, pronunciando una de las frases más burras y transgresoras del cine americano (God has a hard-on for Marines because we kill everything we see) . Pompa tan abrupta como perfectamente hermosa en su animalidad:
Y por supuesto, no podemos olvidar el desfile indoor en gayumbos con un peculiar… “un dó, papa y arró”.
Un cacho pan, Hartman. ¿Quién no dejaría a sus retoños al cuidado de tan estimable educador?
Cuando hablamos de Hartman hay que hablar del sargento Highway. Un ejemplo a seguir...
"Había una morenita en Bangkok que tenía un chocho que era una maravilla".
Difícil decisión.
Aunque La Chaqueta Metálica es una maravillosa película, y El Sargento de hierro una peli pa gracia y alegría de Eastwood. Y gracias.
No he encontrado el vídeo de otra pompa de la película La Leyenda de la ciudad sin nombre, es esta.
Diálogo durante la cena con el matrimonio invitado, el hijo de esta pareja , se lo ha llevado Ben Rumson a probar las mieles de la mala vida, beber,fumar y for-nicar :
- Señor Rumson, ¿es que cree usted que todo lo que produce la tierra debe usarse para hacer licor? - Sí, siempre que sea posible. - Debería leer la Biblia, señor Rumson. - Ya he leído la Biblia, señora Fenty. - ¿Y no le animó a dejar la bebida? - No, pero frenó mi interés por la lectura.
Originalmente publicado por Bético FabiéVer Mensaje
No he encontrado el vídeo de otra pompa de la película La Leyenda de la ciudad sin nombre, es esta.
Diálogo durante la cena con el matrimonio invitado, el hijo de esta pareja , se lo ha llevado Ben Rumson a probar las mieles de la mala vida, beber,fumar y for-nicar :
- Señor Rumson, ¿es que cree usted que todo lo que produce la tierra debe usarse para hacer licor? - Sí, siempre que sea posible. - Debería leer la Biblia, señor Rumson. - Ya he leído la Biblia, señora Fenty. - ¿Y no le animó a dejar la bebida? - No, pero frenó mi interés por la lectura.
Veras Warte, la parte positiva es mucha, actores, música, recuerdas (perdón por el tuteo) que proviene de un musical, fotografía y sobre todo los diálogos. la parte negativa, se hace un pelín larga y pierde ritmo sobre todo en la parte central.
Para no perderse. Otra pompa. La asamblea para decidir si asaltar la diligencia que tiene destino en otro poblado y llega cargada de mujeres de salón. La cara de los mineros mientras el Socio /clint/ hace de abogado del diablo.....veala, veala.
A principios del siglo XXI, la Tyrell Corporation desarrolló un nuevo tipo de robot llamado Nexus, un ser virtualmente idéntico al hombre y conocido como Replicante. Los Replicantes Nexus-6 eran superiores en fuerza y agilidad, y al menos iguales en inteligencia, a los ingenieros de genética que los crearon.[...]
Ay, no, que es una foto real de Pekín hace pocos días.
Editado por última vez por Warte; https://www.betisweb.com/foro/member/2820-warte en 01/04/16, 12:05:48.
Hola compañeros, el hilo está un poco parado y aquí estoy para poner una buena pompa bética, al menos es mi opinión, de una de las mejores escenas finales de una película.
¿qué opináis?
Editado por última vez por Bético Fabié; https://www.betisweb.com/foro/member/31918-b%C3%A9tico-fabi%C3%A9 en 24/05/16, 13:28:56.
Originalmente publicado por Bético FabiéVer Mensaje
Hola compañeros, el hilo está un poco parado y aquí estoy para poner una buena pompa bética, al menos es mi opinión, de una de las mejores escenas finales de una película.
¿qué opináis?
Grandísimo final que no pillé la primera vez que la vi porque era un enano.
Al verlo me he acordado de una frase de una peli de Woody Allen hablando de la falta de sexo y decía algo así:
"La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visité la Estatua de la libertad".
Originalmente publicado por Bético FabiéVer Mensaje
Hola compañeros, el hilo está un poco parado y aquí estoy para poner una buena pompa bética, al menos es mi opinión, de una de las mejores escenas finales de una película.
y aquella de lee Marvin rodeado por la poli.
sale de la casa y hace como que saca la pistola y lo "balasean".
pero no lleva pistola, pero les apunta y dispara con la mano mientras cae.
estoy llorando solo de recordarlo.
a ver quien sabe que peli es que me tiene estertorao.
Originalmente publicado por paletoliticoVer Mensaje
y aquella de lee Marvin rodeado por la poli.
sale de la casa y hace como que saca la pistola y lo "balasean".
pero no lleva pistola, pero les apunta y dispara con la mano mientras cae.
estoy llorando solo de recordarlo.
a ver quien sabe que peli es que me tiene estertorao.
Tiene todo la pinta de ser The Killers. Creo recordar que sale de la casa mal herido con un maletin de dinero, cae al suelo y cuando se incorpora llega la policía y el hace el gesto de disparar con la mano y vuelve a caer. Otro de este monstruo no me suena.
Vuelvo al hilo, vuelvo a este refugio cinéfilo. No se me ha olvidado en todo este tiempo. Es más, tengo pensadas varias escenas desde hace semanas, pero entre la zozobra que nos ha regalado el Betis y mi en ocasiones molesta tendencia a extenderme en estos temas (para mí y, sobre todo, para los que tengan que leerlo) lo he ido dejando de lado. Pues bien, aquí vamos y espero que el verano sea propicio para nuevas aportaciones.
El sur (1983), dirigida por Víctor Erice.
Dentro del cine de Erice, tan especial y extraordinario como exiguo, las escenas de sensibilidad y belleza desbordada fácilmente se agolpan en la memoria de cualquier espectador. La elección es difícil, empezando por el marco general: aquí podían estar cualquiera de sus tres largometrajes. Pero tengo con El sur una relación especial, una conexión sentimental que la convierten en la elección primera y más evidente.
Los conocedores de la película ya sabrán que es fruto del trabajo conjunto y cercano de Erice y el productor Elías Querejeta, y que quedó inacabada respecto al plan inicial puesto que se pensaba rodar una segunda mitad en Andalucía. No me voy a extender en otras cuestiones, pero esto tiene su trascendencia porque ese sur del que se habla en todo momento pero que apenas intuimos por viejas postales, se convierte así en algo mítico, en un remoto lugar que no es físico sino sentimental.
Pues bien, hay varios momentos memorables, entre otros esos largos planos con iluminación naturalista, pero para mí el momento cumbre es el de la primera comunión de Estrella, la niña protagonista. Es toda una secuencia que se divide en varias escenas: la llegada de los familiares en la víspera de la comunión, la noche previa, el acto religioso, la celebración posterior y la partida de las dos mujeres.
El momento que quiero destacar es el que une la comunión y la celebración del banquete. La escena de la comunión, rodada con gran delicadeza, termina con las palabras que pronuncia Estrella tras descubrir que su padre ha acudido a la iglesia, a pesar de su rechazo ideológico: "Lo ha hecho por mí. Lo ha hecho por mí". Apenas un susurro pero lleno de felicidad. A continuación comienza a sonar la música, encabalgada antes de que arranque el plano del banquete, usando la cinta de flores y el velo como nexo de unión y con un magistral travelling que nos va descubriendo a todos los presentes. Y por encima de todo, el baile de padre e hija, el único momento de auténtica y verdadera cercanía entre ambos. Un momento breve pero de una intensidad emocional devastadora para los personajes, liberado el padre por un instante de sus tormentos y radiante la hija por el desacostumbrado cariño que le muestra su padre. Sonando de fondo, En er mundo, el pasodoble que hace la escena tan emotiva, tan natural y cotidiana para cualquiera que haya estado en una celebración familiar como esa. La escena se cierra con otro travelling en sentido contrario al inicial, subrayando con esta simetría la idea de este instante de felicidad como algo perfecto.
Aquí la escena del baile. No puedo verla sin emocionarme. Tan breve, tan intensa, tan llena de sentido.
Más adelante hay otro momento en que vuelve a sonar el mismo pasodoble, ya con la protagonista en su adolescencia, y que Erice utiliza como contrapunto al momento de plena felicidad de la primera comunión. Es también una escena magnífica, aunque en este caso marcada por su tristeza y desencanto.
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