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Feria de Abril 2.015.

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  • Feria de Abril 2.015.

    La cuenta atrás a empezado, pero, por favor, QUE NO SAQUEN VIDEOS COMO ESTE:

    D E N I G R A N T E ! ! !



  • #2
    Re: Feria de Abril 2.015.

    Los Cantadores... por dios.

    Comentario


    • #3
      Re: Feria de Abril 2.015.

      De lo mejor que he leído en mucho tiempo, por favor...

      21 de abril de 2015. Me llamo John y me he venido con mis dos amigos de la fraternidad Beta Gamma Alfa de la Wisconsin University a la Feria de Abril de Sevilla, una especie de fiestón en el que me han dicho que se liga muchísimo y se bebe hasta reventar. Después de 14 horas de avión Andy, Zack y yo esperamos pegarnos una buena fiesta.
      11.25 Nuestro avión llega al aeropuerto de Sevilla y nos recibe una especie de grupo scout que nos grita “¡We love people! ¡We love people!”. Como no sabemos si quieren vendernos algo y si podrían causarnos problemas, les damos cinco euros y les decimos que estamos con su causa, sea la que sea. Hay que empezar bien.
      11.32 Nos montamos en un taxi y le decimos al chófer que nos lleve a nuestro hostal, que está en el centro de la ciudad. El hombre no nos entiende, y parece hablar en un dialecto que no tiene nada que ver con el poco español que nos enseñaron en Wisconsin. Me temo que aquí hay que empezar de cero: nada de lo aprendido nos sirve.
      12.42 Aunque nos dijeron que Sevilla era pequeña, al parecer el aeropuerto no está tan cerca. Además nadie nos había avisado de la tarifa por ser estudiantes o del complemento por ser estadounidenses o por ser novatos en la Feria. El taxi nos ha salido por un pico. Nos extraña no ver gente a caballo por las calles del centro, como creíamos. Dejaremos las maletas y partiremos al Real.
      12.55 Llegamos a una caseta que está en el Prado de San Sebastián. Al entrar, pedimos al de la taquilla una de jamón y manzanilla para todos. El señor nos mira raro y nos dice que esto es para coger el autobús. Nos montamos en el autobús y empezamos a sentir cómo nos falta el aire en un mar de volantes. Menos mal que nos hemos puesto los pantalones cortos y soportamos el calor.
      13.21 Llegamos al fin a lo que llaman el Real y una horda de mujeres vestidas de colores nos arrastra fuera del autobús. Al principio nos crea un poco de confusión y buscamos a Bale y Cristiano entre la gente, pero parece que no es ese Real del que hablan. Seguimos a la gente, que se dirige a una gran puerta de colores.
      13.23 Hemos perdido a Andy. Por mucho que lo llamamos, debajo de esta puerta de colores no hay cobertura. Zack se acerca a acariciar a un caballo y se lleva un cabezazo del animal. El cochero grita cosas incomprensibles y dos chicas vestidas de volantes nos graban con sus móviles. Ya encontraremos a Andy después, esto no puede ser muy grande.
      13.40 Andy sigue sin aparecer. Caminamos por senderos de tierra: esperábamos que las aceras estuvieran asfaltadas, pero debe ser que están en obras. Hacemos fotos de las casitas de colores y las mandamos a casa, es como en la Feria de la Calabaza de Winselborough, solo que aquí hay flamenco muy fuerte en cada casita.
      13.44 Intentamos entrar en una caseta que pertenece a los Labradores. Siendo gente humilde, no creo que tengamos problema para entrar. El portero nos mira raro cuando le preguntamos cuánto cuesta la entrada a su discoteca y nos dice que es solo para socios. Le decimos que dónde podemos hacernos socios. Un señor muy gordo con traje de chaqueta que parece saberlo todo y que lleva un pin del Betis en la solapa nos llama “miarma” y nos manda a una caseta en la que si podemos entrar.
      13.52 Llegamos a la caseta el Distrito Nervión e intentamos alcanzar la barra para pedir lo típico de España: un buen plato de paella y una jarra de sangría. Nos flipa el vino con frutas flotando, es súperétnico. Parece que hay mucha gente, aunque intentaremos pedir por un hueco.
      15.02 Al fin hemos llegado a la barra y al parecer no tienen paella. Pedimos un montadito de lomo para cada uno y guardamos en una servilleta uno para Andy para que coma algo cuando lo encontremos. Como hace mucho calor, pedimos dos botellas de manzanilla fresquita y con el calor entra sola. Después de las borracheras en la fraternidad, esto no es nada para nosotros.
      20.05 No sabemos cómo, pero se nos ha subido un poco la manzanilla y llevamos cinco horas en la caseta. Han caído tres botellas más y Zack ha aprendido a bailar sevillanas, incluso la cuarta, que parece una compleja coreografía en la que el hombre torea a la mujer. Debe ser un guiño a los sanfermines. Yo llevo una hora hablando con una mujer mayor que me está diciendo que en Estados Unidos no sabemos comer. No entiendo la agresión gratuita, pero entre el puntillo y no querer incordiar, asiento y sonrío a todo. De la mitad de las cosas no me entero, pero parece que a la señora no le importa y sigue hablando.
      20.32 Salimos de la caseta y vemos en la puerta a un montón de chavales con trajes de chaqueta blancos y pelados al cuadrado como un marine. Llevan bolsas con botellas y parecen pasarlo bien. Uno de ellos nos pide “un sigarrito, premoh”. No sabemos qué puede querer decir. De repente, a su espalda, dos empiezan a gritarse y vemos un par de vasos y hielos volar. Debe ser un ritual de la fiesta. Embriagados por el espíritu festivo, nos ponemos a tirar hielos como si fueran bolas de nieve nosotros también. Zack es el pitcher del equipo de la universidad y le da a uno en la frente. Vuela una botella sobre mi hombro. No podemos parar de aplaudir y gritamos “¡Viva la Feria!”. La señora mayor de dentro de la caseta nos saca de allí y nos corta el rollo. Dice que es peligroso, aunque nosotros no lo vemos así.
      20.55 En un puesto ambulante, vemos a un hombre que vende en un cruce una especie de caña que suena como un instrumento de percusión. Nos compramos dos, dispuestos a triunfar en la próxima caseta.
      20.56 Se nos rompen las cañas. LAS DOS.
      20.57 Volvemos al puesto ambulante y le decimos al hombre que su material es defectuoso. Al final, el hombre acaba convenciéndonos de que la culpa es nuestra y nos compramos otras dos.
      20.58 Se nos vuelven a romper. Desistimos de intentar dominar un instrumento tan frágil y sofisticado y decidimos ir a otra caseta. Zack sigue a un grupo de chicas vestidas de gitana que parecen muy alegres. Les gritamos “ole, ole” como hemos visto hacer a la gente en la caseta anterior, pero las chicas aceleran el paso. Nosotros también. De repente las chicas se meten a toda prisa en una caseta con cara de miedo, y el portero nos dice que no podemos entrar por cómo vamos vestidos. No entendemos nada. Llevo la camiseta de Abercrombie. ¿Sabe usted cuánto cuesta esto? El portero nos manda a un lugar llamado “******”. A lo mejor en esa caseta sí podemos entrar.
      21.13 Conocemos por la calle a un grupo de chicas que dicen que son estudiantes. Van capitaneadas por una tal Maricarmen, que lleva una jarra en cada mano y un catavino en el escote. Necesitamos reponer fuerzas y Zack se compra un gofre en un puesto. Seguimos a Maricarmen, que nos promete “un ciego mu gordo”. Una de sus amigas me toca los pectorales y me dice que cuando acabe la noche me va a bailar la primera en el hostal. Ansioso estoy por este espectáculo de tablao flamenco privado.
      21.17 A Zack no le ha sentado muy bien el gofre y necesita ir al baño. Maricarmen nos conduce a una caseta y dice en la puerta que son amigos de Cayetano. El portero le dice que le coja nosequé con la mano, pero ella no parece muy dispuesta. Zack se va a la cola del baño. Tiene 36 personas delante. Los demás vamos a la barra a pedir.
      21.37 Zack no ha vuelto, pero me da igual. Maricarmen pide seis jarras de rebujito, una bebida que parece ser la típica aquí, y de repente se arma un revuelo en la caseta. Maricarmen me dice que acaba de llegar Ana Rosa, que parece ser la Oprah de aquí. La gente no para de hacerse selfies con ella y me siento afortunado de haber visto a una celebridad. Me hado un selfie y se lo envío a mis daddies.
      21.58 Al fin Zack vuelve del baño hablando con un chaval que dice que nos vamos a su caseta. Zack lleva una flor de papel en la cabeza y una cuerdecita en la muñeca que le han dicho que da suerte y que se llama guita. Dice que se ha bebido “dos guitas” mientras esperaba en la cola del baño y que quiere mucho al chaval con el que viene, que lleva una botella de manzanilla en el bolsillo de la chaqueta.
      22.20 De camino a la caseta, al fin encontramos a Andy. Lleva toda la tarde con el grupo folk más famoso de aquí: Cantores de Híspalis. Nos lo encontramos con un sombrero de ala ancha sentado en un caballito de cartón delante de una minicaseta. Por fin se une al grupo y seguimos nuestro camino.
      22.22 Andy intenta quitarle el catavinos a Maricarmen y le roza una teta. Maricarmen le mete un guantazo y Andy hace la croqueta por el albero. Intentamos sacudirlo pero no hay manera. Una amiga de Maricarmen le echa los hielos de una jarra por la cabeza para quitarle el polvo.
      22.48 Le compro una ramita de romero a una gitana.
      22.49 Dejo que la gitana me lea la mano.
      22.50 Le doy las gracias, pero me dice que son 20 euros.
      22.51 Me hago un selfie con la gitana.
      23.31 Después de una larga caminata, llegamos a una calle que se llama Pascual. Entramos en la caseta y la gente se agrupa en torno a unos chavales que cantan una música tribal que dice nosequé de un enano llamado Salerito. Nos animamos y empezamos a tocar las palmas. La gente nos anima mucho y se ríe, sorprendidos con nuestro arte. Andy, que ya tiene otra jarra de rebujito en la mano, dice que esto “no tiene nada que ver con Cantores de Híspalis, que son unas megastars”.
      23.42 Otro grupo empieza a cantar en cuanto los primeros terminan una sevillana. Esto es una battle band. La gente no parece tener claro al lado de quién posicionarse. Zack apoya claramente a los segundos, diciendo que tienen “más duende” y vocifera que “En Sevilla hay que morir”.
      0.05 Maricarmen, que ahora lleva las dos jarras de las manos llenas de nuevo, nos conduce a un lugar siniestro llamado “La calle del Infierno”. A pesar de la inquietud que siento por ese lugar, intento que no se den cuenta y les sigo la corriente. No quiero quedarme sin que la amiga de Maricarmen me baile la primera en el hostal.
      0.32 Según me dicen, esa calle infernal es el lugar de las atracciones. Me siento como en la graduación de nuestro instituto, aunque no encuentro manzanas de caramelo por ningún sitio. Una mujer de un quiosco me pregunta que “si tengo jama” y me hace comprar dos trozos de coco metidos en una fuente vanguardista. Me los como sin rechistar.
      0.40 Estamos ante una atracción que parece un barco vikingo y a Maricarmen no la dejan entrar con las jarras y el catavino. Decide no montarse mientras le grita al feriante “¡No sin mi rebujito!” en repetidas ocasiones. Además, le dice que seguro que es de Podemos, que es un partido político que según nos dicen no tiene caseta en la Feria. No debe ser muy importante, nos imaginamos.
      0.52 Nada más bajarse del barco vikingo, Andy vomita abundantemente junto a la entrada. Una flamenca que viene con Maricarmen hace lo propio también. Se nos acerca el labrador del inicio del día con el pin del Betis y nos dice que los jóvenes no sabemos beber mientras se va haciendo zigzag.
      02.44 Tras el fracaso de la calle del Infierno y llevar a Andy y a la amiga de Maricarmen a una especie de hospital de campaña, volvemos a las casetas y entramos en una en la que una mujer con minifalda canta desde el escenario una canción protesta que habla de una bomba con aires latinos. Creo que es de Marc Anthony. Luego enlazan con otra de un tal Paquito que vende chocolate y en la que todos parecen saberse su sensual coreografía de alto contenido erótico.
      02.50 Suena una versión flamenca de ‘My way’ de Sinatra y me dedico a decirle a nuestras amigas que esa canción es de mi país y que es un icono. Ellas me discuten y me dicen que la nuestra será una copia de la de Siempre Así, un grupo que lleva años cantándola en España.
      02.54 Sigo discutiendo sobre la canción, que parece haberse convertido en cuestión de Estado. Al debate se suman unos 15 desconocidos que parecen haber estudiado a fondo el folclore y que hablan con mucha autoridad. Mientras, Zack baila reguetón con una muchacha que parece bastante contenta.
      03.21 Llevamos tres botellas más de manzanilla y noto que Maricarmen se me arrima mucho. Yo bailo sevillanas ya como un autóctono y estoy que me salgo. Maricarmen creo que intenta meterme cuello, o no sé si se ha tropezado con tanto volante. Por si acaso me hago el loco.
      03.52 Me compro otra caña y esta vez dejo que la toque Maricarmen.
      03.53 Maricarmen ha roto la caña. Al parecer, ella es más de baile.
      03.54 Me doy cuenta de que me he gastado 20 euros en cañas y que debo parar.
      03.55 Me compro la última, pero la última de verdad.
      03.56 Le presto la caña a un japonés de la caseta y flipo con el manejo que tiene. Él sí que sabe. Nos llevan años de ventaja a los americanos.
      04.36 En el cambio de una caseta a otra, pierdo el iPhone y también a Zack y Andy. A Zack lo he dejado en la última caseta con la flamenca reguetonera y no parecía tener ganas de dejar lo que tenía entre manos.
      05.02 Entramos en una caseta más grande de lo habitual y Maricarmen soborna a un portero con un vaso de manzanilla a cambio de que la deje fumar dentro de la caseta, que por lo que dicen está prohibido. El portero acepta y Maricarmen fuma.
      05.04 Maricarmen se hace un boquete en un volante del traje. Llora desconsoladamente y sus amigas la consuelan diciéndole “que no se raye” y llamándola “gordi”. Teniendo en cuenta el momento que está viviendo, me parece insensible que las amigas de Maricarmen la juzguen por su sobrepeso.
      05.36 Cierran la caseta y una amiga de Maricarmen, que parece la más despierta, nos lleva a comer churros. No me niego, ya que he perdido a mis amigos. Deben ser churros gourmet, ya que la cola y los precios indican una alta calidad del producto.
      05.59 Dejo a Maricarmen cogiendo un taxi y me voy andando hacia el hotel. Muchos vuelven abrazados como echados uno encima de otros. Qué fraternal es todo en la Feria, cuánto se quieren.
      06.20 Llego al hostal y al fin recupero Internet y la cobertura. Tengo 24 peticiones de amigo en Facebook, un whatsapp de Zack que dice que se va con la chica del reguetón a Sevilla Este y Andy me ha etiquetado en una foto en Twitter en la que sale acompañado de un tal “Risitas” que es una estrella de la televisión. Sin dudar, escribo en el grupo de la fraternidad antes de caer rendido en la cama: “Camaradas, nuestras fiestas son una ******. Tengo mucho que enseñaros cuando vuelva”.
      [RIGHT]*Esto es un relato inventado. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero…[/RIGHT]

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      • #4
        Re: Feria de Abril 2.015.


        Tú no tienes el problema del autobús, tropiezas en la puerta y caes dentro. jajajajajaja

        Pues no se que es peó, por que aguantar tanta bulla, tantos días, tiene que cansá.

        Un abrazote

        Comentario


        • #5
          Re: Feria de Abril 2.015.

          Originalmente publicado por Caudetreba Ver Mensaje

          Tú no tienes el problema del autobús, tropiezas en la puerta y caes dentro. jajajajajaja

          Pues no se que es peó, por que aguantar tanta bulla, tantos días, tiene que cansá.

          Un abrazote
          Caude tienes un privado

          Comentario


          • #6
            Originalmente publicado por Caudetreba Ver Mensaje

            Tú no tienes el problema del autobús, tropiezas en la puerta y caes dentro. jajajajajaja

            Pues no se que es peó, por que aguantar tanta bulla, tantos días, tiene que cansá.

            Un abrazote
            Jajajaja, yo me siento en la caseta y veo cómo pasa la vida...

            Un abrazo mu fuerte, a ver si hablamos, que te tengo mu perdido!

            Comentario


            • #7
              Re: Feria de Abril 2.015.

              Originalmente publicado por Javiel Ver Mensaje
              De lo mejor que he leído en mucho tiempo, por favor...

              21 de abril de 2015. Me llamo John y me he venido con mis dos amigos de la fraternidad Beta Gamma Alfa de la Wisconsin University a la Feria de Abril de Sevilla, una especie de fiestón en el que me han dicho que se liga muchísimo y se bebe hasta reventar. Después de 14 horas de avión Andy, Zack y yo esperamos pegarnos una buena fiesta.
              11.25 Nuestro avión llega al aeropuerto de Sevilla y nos recibe una especie de grupo scout que nos grita “¡We love people! ¡We love people!”. Como no sabemos si quieren vendernos algo y si podrían causarnos problemas, les damos cinco euros y les decimos que estamos con su causa, sea la que sea. Hay que empezar bien.
              11.32 Nos montamos en un taxi y le decimos al chófer que nos lleve a nuestro hostal, que está en el centro de la ciudad. El hombre no nos entiende, y parece hablar en un dialecto que no tiene nada que ver con el poco español que nos enseñaron en Wisconsin. Me temo que aquí hay que empezar de cero: nada de lo aprendido nos sirve.
              12.42 Aunque nos dijeron que Sevilla era pequeña, al parecer el aeropuerto no está tan cerca. Además nadie nos había avisado de la tarifa por ser estudiantes o del complemento por ser estadounidenses o por ser novatos en la Feria. El taxi nos ha salido por un pico. Nos extraña no ver gente a caballo por las calles del centro, como creíamos. Dejaremos las maletas y partiremos al Real.
              12.55 Llegamos a una caseta que está en el Prado de San Sebastián. Al entrar, pedimos al de la taquilla una de jamón y manzanilla para todos. El señor nos mira raro y nos dice que esto es para coger el autobús. Nos montamos en el autobús y empezamos a sentir cómo nos falta el aire en un mar de volantes. Menos mal que nos hemos puesto los pantalones cortos y soportamos el calor.
              13.21 Llegamos al fin a lo que llaman el Real y una horda de mujeres vestidas de colores nos arrastra fuera del autobús. Al principio nos crea un poco de confusión y buscamos a Bale y Cristiano entre la gente, pero parece que no es ese Real del que hablan. Seguimos a la gente, que se dirige a una gran puerta de colores.
              13.23 Hemos perdido a Andy. Por mucho que lo llamamos, debajo de esta puerta de colores no hay cobertura. Zack se acerca a acariciar a un caballo y se lleva un cabezazo del animal. El cochero grita cosas incomprensibles y dos chicas vestidas de volantes nos graban con sus móviles. Ya encontraremos a Andy después, esto no puede ser muy grande.
              13.40 Andy sigue sin aparecer. Caminamos por senderos de tierra: esperábamos que las aceras estuvieran asfaltadas, pero debe ser que están en obras. Hacemos fotos de las casitas de colores y las mandamos a casa, es como en la Feria de la Calabaza de Winselborough, solo que aquí hay flamenco muy fuerte en cada casita.
              13.44 Intentamos entrar en una caseta que pertenece a los Labradores. Siendo gente humilde, no creo que tengamos problema para entrar. El portero nos mira raro cuando le preguntamos cuánto cuesta la entrada a su discoteca y nos dice que es solo para socios. Le decimos que dónde podemos hacernos socios. Un señor muy gordo con traje de chaqueta que parece saberlo todo y que lleva un pin del Betis en la solapa nos llama “miarma” y nos manda a una caseta en la que si podemos entrar.
              13.52 Llegamos a la caseta el Distrito Nervión e intentamos alcanzar la barra para pedir lo típico de España: un buen plato de paella y una jarra de sangría. Nos flipa el vino con frutas flotando, es súperétnico. Parece que hay mucha gente, aunque intentaremos pedir por un hueco.
              15.02 Al fin hemos llegado a la barra y al parecer no tienen paella. Pedimos un montadito de lomo para cada uno y guardamos en una servilleta uno para Andy para que coma algo cuando lo encontremos. Como hace mucho calor, pedimos dos botellas de manzanilla fresquita y con el calor entra sola. Después de las borracheras en la fraternidad, esto no es nada para nosotros.
              20.05 No sabemos cómo, pero se nos ha subido un poco la manzanilla y llevamos cinco horas en la caseta. Han caído tres botellas más y Zack ha aprendido a bailar sevillanas, incluso la cuarta, que parece una compleja coreografía en la que el hombre torea a la mujer. Debe ser un guiño a los sanfermines. Yo llevo una hora hablando con una mujer mayor que me está diciendo que en Estados Unidos no sabemos comer. No entiendo la agresión gratuita, pero entre el puntillo y no querer incordiar, asiento y sonrío a todo. De la mitad de las cosas no me entero, pero parece que a la señora no le importa y sigue hablando.
              20.32 Salimos de la caseta y vemos en la puerta a un montón de chavales con trajes de chaqueta blancos y pelados al cuadrado como un marine. Llevan bolsas con botellas y parecen pasarlo bien. Uno de ellos nos pide “un sigarrito, premoh”. No sabemos qué puede querer decir. De repente, a su espalda, dos empiezan a gritarse y vemos un par de vasos y hielos volar. Debe ser un ritual de la fiesta. Embriagados por el espíritu festivo, nos ponemos a tirar hielos como si fueran bolas de nieve nosotros también. Zack es el pitcher del equipo de la universidad y le da a uno en la frente. Vuela una botella sobre mi hombro. No podemos parar de aplaudir y gritamos “¡Viva la Feria!”. La señora mayor de dentro de la caseta nos saca de allí y nos corta el rollo. Dice que es peligroso, aunque nosotros no lo vemos así.
              20.55 En un puesto ambulante, vemos a un hombre que vende en un cruce una especie de caña que suena como un instrumento de percusión. Nos compramos dos, dispuestos a triunfar en la próxima caseta.
              20.56 Se nos rompen las cañas. LAS DOS.
              20.57 Volvemos al puesto ambulante y le decimos al hombre que su material es defectuoso. Al final, el hombre acaba convenciéndonos de que la culpa es nuestra y nos compramos otras dos.
              20.58 Se nos vuelven a romper. Desistimos de intentar dominar un instrumento tan frágil y sofisticado y decidimos ir a otra caseta. Zack sigue a un grupo de chicas vestidas de gitana que parecen muy alegres. Les gritamos “ole, ole” como hemos visto hacer a la gente en la caseta anterior, pero las chicas aceleran el paso. Nosotros también. De repente las chicas se meten a toda prisa en una caseta con cara de miedo, y el portero nos dice que no podemos entrar por cómo vamos vestidos. No entendemos nada. Llevo la camiseta de Abercrombie. ¿Sabe usted cuánto cuesta esto? El portero nos manda a un lugar llamado “******”. A lo mejor en esa caseta sí podemos entrar.
              21.13 Conocemos por la calle a un grupo de chicas que dicen que son estudiantes. Van capitaneadas por una tal Maricarmen, que lleva una jarra en cada mano y un catavino en el escote. Necesitamos reponer fuerzas y Zack se compra un gofre en un puesto. Seguimos a Maricarmen, que nos promete “un ciego mu gordo”. Una de sus amigas me toca los pectorales y me dice que cuando acabe la noche me va a bailar la primera en el hostal. Ansioso estoy por este espectáculo de tablao flamenco privado.
              21.17 A Zack no le ha sentado muy bien el gofre y necesita ir al baño. Maricarmen nos conduce a una caseta y dice en la puerta que son amigos de Cayetano. El portero le dice que le coja nosequé con la mano, pero ella no parece muy dispuesta. Zack se va a la cola del baño. Tiene 36 personas delante. Los demás vamos a la barra a pedir.
              21.37 Zack no ha vuelto, pero me da igual. Maricarmen pide seis jarras de rebujito, una bebida que parece ser la típica aquí, y de repente se arma un revuelo en la caseta. Maricarmen me dice que acaba de llegar Ana Rosa, que parece ser la Oprah de aquí. La gente no para de hacerse selfies con ella y me siento afortunado de haber visto a una celebridad. Me hado un selfie y se lo envío a mis daddies.
              21.58 Al fin Zack vuelve del baño hablando con un chaval que dice que nos vamos a su caseta. Zack lleva una flor de papel en la cabeza y una cuerdecita en la muñeca que le han dicho que da suerte y que se llama guita. Dice que se ha bebido “dos guitas” mientras esperaba en la cola del baño y que quiere mucho al chaval con el que viene, que lleva una botella de manzanilla en el bolsillo de la chaqueta.
              22.20 De camino a la caseta, al fin encontramos a Andy. Lleva toda la tarde con el grupo folk más famoso de aquí: Cantores de Híspalis. Nos lo encontramos con un sombrero de ala ancha sentado en un caballito de cartón delante de una minicaseta. Por fin se une al grupo y seguimos nuestro camino.
              22.22 Andy intenta quitarle el catavinos a Maricarmen y le roza una teta. Maricarmen le mete un guantazo y Andy hace la croqueta por el albero. Intentamos sacudirlo pero no hay manera. Una amiga de Maricarmen le echa los hielos de una jarra por la cabeza para quitarle el polvo.
              22.48 Le compro una ramita de romero a una gitana.
              22.49 Dejo que la gitana me lea la mano.
              22.50 Le doy las gracias, pero me dice que son 20 euros.
              22.51 Me hago un selfie con la gitana.
              23.31 Después de una larga caminata, llegamos a una calle que se llama Pascual. Entramos en la caseta y la gente se agrupa en torno a unos chavales que cantan una música tribal que dice nosequé de un enano llamado Salerito. Nos animamos y empezamos a tocar las palmas. La gente nos anima mucho y se ríe, sorprendidos con nuestro arte. Andy, que ya tiene otra jarra de rebujito en la mano, dice que esto “no tiene nada que ver con Cantores de Híspalis, que son unas megastars”.
              23.42 Otro grupo empieza a cantar en cuanto los primeros terminan una sevillana. Esto es una battle band. La gente no parece tener claro al lado de quién posicionarse. Zack apoya claramente a los segundos, diciendo que tienen “más duende” y vocifera que “En Sevilla hay que morir”.
              0.05 Maricarmen, que ahora lleva las dos jarras de las manos llenas de nuevo, nos conduce a un lugar siniestro llamado “La calle del Infierno”. A pesar de la inquietud que siento por ese lugar, intento que no se den cuenta y les sigo la corriente. No quiero quedarme sin que la amiga de Maricarmen me baile la primera en el hostal.
              0.32 Según me dicen, esa calle infernal es el lugar de las atracciones. Me siento como en la graduación de nuestro instituto, aunque no encuentro manzanas de caramelo por ningún sitio. Una mujer de un quiosco me pregunta que “si tengo jama” y me hace comprar dos trozos de coco metidos en una fuente vanguardista. Me los como sin rechistar.
              0.40 Estamos ante una atracción que parece un barco vikingo y a Maricarmen no la dejan entrar con las jarras y el catavino. Decide no montarse mientras le grita al feriante “¡No sin mi rebujito!” en repetidas ocasiones. Además, le dice que seguro que es de Podemos, que es un partido político que según nos dicen no tiene caseta en la Feria. No debe ser muy importante, nos imaginamos.
              0.52 Nada más bajarse del barco vikingo, Andy vomita abundantemente junto a la entrada. Una flamenca que viene con Maricarmen hace lo propio también. Se nos acerca el labrador del inicio del día con el pin del Betis y nos dice que los jóvenes no sabemos beber mientras se va haciendo zigzag.
              02.44 Tras el fracaso de la calle del Infierno y llevar a Andy y a la amiga de Maricarmen a una especie de hospital de campaña, volvemos a las casetas y entramos en una en la que una mujer con minifalda canta desde el escenario una canción protesta que habla de una bomba con aires latinos. Creo que es de Marc Anthony. Luego enlazan con otra de un tal Paquito que vende chocolate y en la que todos parecen saberse su sensual coreografía de alto contenido erótico.
              02.50 Suena una versión flamenca de ‘My way’ de Sinatra y me dedico a decirle a nuestras amigas que esa canción es de mi país y que es un icono. Ellas me discuten y me dicen que la nuestra será una copia de la de Siempre Así, un grupo que lleva años cantándola en España.
              02.54 Sigo discutiendo sobre la canción, que parece haberse convertido en cuestión de Estado. Al debate se suman unos 15 desconocidos que parecen haber estudiado a fondo el folclore y que hablan con mucha autoridad. Mientras, Zack baila reguetón con una muchacha que parece bastante contenta.
              03.21 Llevamos tres botellas más de manzanilla y noto que Maricarmen se me arrima mucho. Yo bailo sevillanas ya como un autóctono y estoy que me salgo. Maricarmen creo que intenta meterme cuello, o no sé si se ha tropezado con tanto volante. Por si acaso me hago el loco.
              03.52 Me compro otra caña y esta vez dejo que la toque Maricarmen.
              03.53 Maricarmen ha roto la caña. Al parecer, ella es más de baile.
              03.54 Me doy cuenta de que me he gastado 20 euros en cañas y que debo parar.
              03.55 Me compro la última, pero la última de verdad.
              03.56 Le presto la caña a un japonés de la caseta y flipo con el manejo que tiene. Él sí que sabe. Nos llevan años de ventaja a los americanos.
              04.36 En el cambio de una caseta a otra, pierdo el iPhone y también a Zack y Andy. A Zack lo he dejado en la última caseta con la flamenca reguetonera y no parecía tener ganas de dejar lo que tenía entre manos.
              05.02 Entramos en una caseta más grande de lo habitual y Maricarmen soborna a un portero con un vaso de manzanilla a cambio de que la deje fumar dentro de la caseta, que por lo que dicen está prohibido. El portero acepta y Maricarmen fuma.
              05.04 Maricarmen se hace un boquete en un volante del traje. Llora desconsoladamente y sus amigas la consuelan diciéndole “que no se raye” y llamándola “gordi”. Teniendo en cuenta el momento que está viviendo, me parece insensible que las amigas de Maricarmen la juzguen por su sobrepeso.
              05.36 Cierran la caseta y una amiga de Maricarmen, que parece la más despierta, nos lleva a comer churros. No me niego, ya que he perdido a mis amigos. Deben ser churros gourmet, ya que la cola y los precios indican una alta calidad del producto.
              05.59 Dejo a Maricarmen cogiendo un taxi y me voy andando hacia el hotel. Muchos vuelven abrazados como echados uno encima de otros. Qué fraternal es todo en la Feria, cuánto se quieren.
              06.20 Llego al hostal y al fin recupero Internet y la cobertura. Tengo 24 peticiones de amigo en Facebook, un whatsapp de Zack que dice que se va con la chica del reguetón a Sevilla Este y Andy me ha etiquetado en una foto en Twitter en la que sale acompañado de un tal “Risitas” que es una estrella de la televisión. Sin dudar, escribo en el grupo de la fraternidad antes de caer rendido en la cama: “Camaradas, nuestras fiestas son una ******. Tengo mucho que enseñaros cuando vuelva”.
              [RIGHT]*Esto es un relato inventado. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero…[/RIGHT]
              eso es verdad al cien por cien pero no para un extranjero si no para un andaluz igual jajaajaaj

              Comentario


              • #8
                Re: Feria de Abril 2.015.

                Originalmente publicado por Javiel Ver Mensaje
                De lo mejor que he leído en mucho tiempo, por favor...

                21 de abril de 2015. Me llamo John y me he venido con mis dos amigos de la fraternidad Beta Gamma Alfa de la Wisconsin University a la Feria de Abril de Sevilla, una especie de fiestón en el que me han dicho que se liga muchísimo y se bebe hasta reventar. Después de 14 horas de avión Andy, Zack y yo esperamos pegarnos una buena fiesta.
                11.25 Nuestro avión llega al aeropuerto de Sevilla y nos recibe una especie de grupo scout que nos grita “¡We love people! ¡We love people!”. Como no sabemos si quieren vendernos algo y si podrían causarnos problemas, les damos cinco euros y les decimos que estamos con su causa, sea la que sea. Hay que empezar bien.
                11.32 Nos montamos en un taxi y le decimos al chófer que nos lleve a nuestro hostal, que está en el centro de la ciudad. El hombre no nos entiende, y parece hablar en un dialecto que no tiene nada que ver con el poco español que nos enseñaron en Wisconsin. Me temo que aquí hay que empezar de cero: nada de lo aprendido nos sirve.
                12.42 Aunque nos dijeron que Sevilla era pequeña, al parecer el aeropuerto no está tan cerca. Además nadie nos había avisado de la tarifa por ser estudiantes o del complemento por ser estadounidenses o por ser novatos en la Feria. El taxi nos ha salido por un pico. Nos extraña no ver gente a caballo por las calles del centro, como creíamos. Dejaremos las maletas y partiremos al Real.
                12.55 Llegamos a una caseta que está en el Prado de San Sebastián. Al entrar, pedimos al de la taquilla una de jamón y manzanilla para todos. El señor nos mira raro y nos dice que esto es para coger el autobús. Nos montamos en el autobús y empezamos a sentir cómo nos falta el aire en un mar de volantes. Menos mal que nos hemos puesto los pantalones cortos y soportamos el calor.
                13.21 Llegamos al fin a lo que llaman el Real y una horda de mujeres vestidas de colores nos arrastra fuera del autobús. Al principio nos crea un poco de confusión y buscamos a Bale y Cristiano entre la gente, pero parece que no es ese Real del que hablan. Seguimos a la gente, que se dirige a una gran puerta de colores.
                13.23 Hemos perdido a Andy. Por mucho que lo llamamos, debajo de esta puerta de colores no hay cobertura. Zack se acerca a acariciar a un caballo y se lleva un cabezazo del animal. El cochero grita cosas incomprensibles y dos chicas vestidas de volantes nos graban con sus móviles. Ya encontraremos a Andy después, esto no puede ser muy grande.
                13.40 Andy sigue sin aparecer. Caminamos por senderos de tierra: esperábamos que las aceras estuvieran asfaltadas, pero debe ser que están en obras. Hacemos fotos de las casitas de colores y las mandamos a casa, es como en la Feria de la Calabaza de Winselborough, solo que aquí hay flamenco muy fuerte en cada casita.
                13.44 Intentamos entrar en una caseta que pertenece a los Labradores. Siendo gente humilde, no creo que tengamos problema para entrar. El portero nos mira raro cuando le preguntamos cuánto cuesta la entrada a su discoteca y nos dice que es solo para socios. Le decimos que dónde podemos hacernos socios. Un señor muy gordo con traje de chaqueta que parece saberlo todo y que lleva un pin del Betis en la solapa nos llama “miarma” y nos manda a una caseta en la que si podemos entrar.
                13.52 Llegamos a la caseta el Distrito Nervión e intentamos alcanzar la barra para pedir lo típico de España: un buen plato de paella y una jarra de sangría. Nos flipa el vino con frutas flotando, es súperétnico. Parece que hay mucha gente, aunque intentaremos pedir por un hueco.
                15.02 Al fin hemos llegado a la barra y al parecer no tienen paella. Pedimos un montadito de lomo para cada uno y guardamos en una servilleta uno para Andy para que coma algo cuando lo encontremos. Como hace mucho calor, pedimos dos botellas de manzanilla fresquita y con el calor entra sola. Después de las borracheras en la fraternidad, esto no es nada para nosotros.
                20.05 No sabemos cómo, pero se nos ha subido un poco la manzanilla y llevamos cinco horas en la caseta. Han caído tres botellas más y Zack ha aprendido a bailar sevillanas, incluso la cuarta, que parece una compleja coreografía en la que el hombre torea a la mujer. Debe ser un guiño a los sanfermines. Yo llevo una hora hablando con una mujer mayor que me está diciendo que en Estados Unidos no sabemos comer. No entiendo la agresión gratuita, pero entre el puntillo y no querer incordiar, asiento y sonrío a todo. De la mitad de las cosas no me entero, pero parece que a la señora no le importa y sigue hablando.
                20.32 Salimos de la caseta y vemos en la puerta a un montón de chavales con trajes de chaqueta blancos y pelados al cuadrado como un marine. Llevan bolsas con botellas y parecen pasarlo bien. Uno de ellos nos pide “un sigarrito, premoh”. No sabemos qué puede querer decir. De repente, a su espalda, dos empiezan a gritarse y vemos un par de vasos y hielos volar. Debe ser un ritual de la fiesta. Embriagados por el espíritu festivo, nos ponemos a tirar hielos como si fueran bolas de nieve nosotros también. Zack es el pitcher del equipo de la universidad y le da a uno en la frente. Vuela una botella sobre mi hombro. No podemos parar de aplaudir y gritamos “¡Viva la Feria!”. La señora mayor de dentro de la caseta nos saca de allí y nos corta el rollo. Dice que es peligroso, aunque nosotros no lo vemos así.
                20.55 En un puesto ambulante, vemos a un hombre que vende en un cruce una especie de caña que suena como un instrumento de percusión. Nos compramos dos, dispuestos a triunfar en la próxima caseta.
                20.56 Se nos rompen las cañas. LAS DOS.
                20.57 Volvemos al puesto ambulante y le decimos al hombre que su material es defectuoso. Al final, el hombre acaba convenciéndonos de que la culpa es nuestra y nos compramos otras dos.
                20.58 Se nos vuelven a romper. Desistimos de intentar dominar un instrumento tan frágil y sofisticado y decidimos ir a otra caseta. Zack sigue a un grupo de chicas vestidas de gitana que parecen muy alegres. Les gritamos “ole, ole” como hemos visto hacer a la gente en la caseta anterior, pero las chicas aceleran el paso. Nosotros también. De repente las chicas se meten a toda prisa en una caseta con cara de miedo, y el portero nos dice que no podemos entrar por cómo vamos vestidos. No entendemos nada. Llevo la camiseta de Abercrombie. ¿Sabe usted cuánto cuesta esto? El portero nos manda a un lugar llamado “******”. A lo mejor en esa caseta sí podemos entrar.
                21.13 Conocemos por la calle a un grupo de chicas que dicen que son estudiantes. Van capitaneadas por una tal Maricarmen, que lleva una jarra en cada mano y un catavino en el escote. Necesitamos reponer fuerzas y Zack se compra un gofre en un puesto. Seguimos a Maricarmen, que nos promete “un ciego mu gordo”. Una de sus amigas me toca los pectorales y me dice que cuando acabe la noche me va a bailar la primera en el hostal. Ansioso estoy por este espectáculo de tablao flamenco privado.
                21.17 A Zack no le ha sentado muy bien el gofre y necesita ir al baño. Maricarmen nos conduce a una caseta y dice en la puerta que son amigos de Cayetano. El portero le dice que le coja nosequé con la mano, pero ella no parece muy dispuesta. Zack se va a la cola del baño. Tiene 36 personas delante. Los demás vamos a la barra a pedir.
                21.37 Zack no ha vuelto, pero me da igual. Maricarmen pide seis jarras de rebujito, una bebida que parece ser la típica aquí, y de repente se arma un revuelo en la caseta. Maricarmen me dice que acaba de llegar Ana Rosa, que parece ser la Oprah de aquí. La gente no para de hacerse selfies con ella y me siento afortunado de haber visto a una celebridad. Me hado un selfie y se lo envío a mis daddies.
                21.58 Al fin Zack vuelve del baño hablando con un chaval que dice que nos vamos a su caseta. Zack lleva una flor de papel en la cabeza y una cuerdecita en la muñeca que le han dicho que da suerte y que se llama guita. Dice que se ha bebido “dos guitas” mientras esperaba en la cola del baño y que quiere mucho al chaval con el que viene, que lleva una botella de manzanilla en el bolsillo de la chaqueta.
                22.20 De camino a la caseta, al fin encontramos a Andy. Lleva toda la tarde con el grupo folk más famoso de aquí: Cantores de Híspalis. Nos lo encontramos con un sombrero de ala ancha sentado en un caballito de cartón delante de una minicaseta. Por fin se une al grupo y seguimos nuestro camino.
                22.22 Andy intenta quitarle el catavinos a Maricarmen y le roza una teta. Maricarmen le mete un guantazo y Andy hace la croqueta por el albero. Intentamos sacudirlo pero no hay manera. Una amiga de Maricarmen le echa los hielos de una jarra por la cabeza para quitarle el polvo.
                22.48 Le compro una ramita de romero a una gitana.
                22.49 Dejo que la gitana me lea la mano.
                22.50 Le doy las gracias, pero me dice que son 20 euros.
                22.51 Me hago un selfie con la gitana.
                23.31 Después de una larga caminata, llegamos a una calle que se llama Pascual. Entramos en la caseta y la gente se agrupa en torno a unos chavales que cantan una música tribal que dice nosequé de un enano llamado Salerito. Nos animamos y empezamos a tocar las palmas. La gente nos anima mucho y se ríe, sorprendidos con nuestro arte. Andy, que ya tiene otra jarra de rebujito en la mano, dice que esto “no tiene nada que ver con Cantores de Híspalis, que son unas megastars”.
                23.42 Otro grupo empieza a cantar en cuanto los primeros terminan una sevillana. Esto es una battle band. La gente no parece tener claro al lado de quién posicionarse. Zack apoya claramente a los segundos, diciendo que tienen “más duende” y vocifera que “En Sevilla hay que morir”.
                0.05 Maricarmen, que ahora lleva las dos jarras de las manos llenas de nuevo, nos conduce a un lugar siniestro llamado “La calle del Infierno”. A pesar de la inquietud que siento por ese lugar, intento que no se den cuenta y les sigo la corriente. No quiero quedarme sin que la amiga de Maricarmen me baile la primera en el hostal.
                0.32 Según me dicen, esa calle infernal es el lugar de las atracciones. Me siento como en la graduación de nuestro instituto, aunque no encuentro manzanas de caramelo por ningún sitio. Una mujer de un quiosco me pregunta que “si tengo jama” y me hace comprar dos trozos de coco metidos en una fuente vanguardista. Me los como sin rechistar.
                0.40 Estamos ante una atracción que parece un barco vikingo y a Maricarmen no la dejan entrar con las jarras y el catavino. Decide no montarse mientras le grita al feriante “¡No sin mi rebujito!” en repetidas ocasiones. Además, le dice que seguro que es de Podemos, que es un partido político que según nos dicen no tiene caseta en la Feria. No debe ser muy importante, nos imaginamos.
                0.52 Nada más bajarse del barco vikingo, Andy vomita abundantemente junto a la entrada. Una flamenca que viene con Maricarmen hace lo propio también. Se nos acerca el labrador del inicio del día con el pin del Betis y nos dice que los jóvenes no sabemos beber mientras se va haciendo zigzag.
                02.44 Tras el fracaso de la calle del Infierno y llevar a Andy y a la amiga de Maricarmen a una especie de hospital de campaña, volvemos a las casetas y entramos en una en la que una mujer con minifalda canta desde el escenario una canción protesta que habla de una bomba con aires latinos. Creo que es de Marc Anthony. Luego enlazan con otra de un tal Paquito que vende chocolate y en la que todos parecen saberse su sensual coreografía de alto contenido erótico.
                02.50 Suena una versión flamenca de ‘My way’ de Sinatra y me dedico a decirle a nuestras amigas que esa canción es de mi país y que es un icono. Ellas me discuten y me dicen que la nuestra será una copia de la de Siempre Así, un grupo que lleva años cantándola en España.
                02.54 Sigo discutiendo sobre la canción, que parece haberse convertido en cuestión de Estado. Al debate se suman unos 15 desconocidos que parecen haber estudiado a fondo el folclore y que hablan con mucha autoridad. Mientras, Zack baila reguetón con una muchacha que parece bastante contenta.
                03.21 Llevamos tres botellas más de manzanilla y noto que Maricarmen se me arrima mucho. Yo bailo sevillanas ya como un autóctono y estoy que me salgo. Maricarmen creo que intenta meterme cuello, o no sé si se ha tropezado con tanto volante. Por si acaso me hago el loco.
                03.52 Me compro otra caña y esta vez dejo que la toque Maricarmen.
                03.53 Maricarmen ha roto la caña. Al parecer, ella es más de baile.
                03.54 Me doy cuenta de que me he gastado 20 euros en cañas y que debo parar.
                03.55 Me compro la última, pero la última de verdad.
                03.56 Le presto la caña a un japonés de la caseta y flipo con el manejo que tiene. Él sí que sabe. Nos llevan años de ventaja a los americanos.
                04.36 En el cambio de una caseta a otra, pierdo el iPhone y también a Zack y Andy. A Zack lo he dejado en la última caseta con la flamenca reguetonera y no parecía tener ganas de dejar lo que tenía entre manos.
                05.02 Entramos en una caseta más grande de lo habitual y Maricarmen soborna a un portero con un vaso de manzanilla a cambio de que la deje fumar dentro de la caseta, que por lo que dicen está prohibido. El portero acepta y Maricarmen fuma.
                05.04 Maricarmen se hace un boquete en un volante del traje. Llora desconsoladamente y sus amigas la consuelan diciéndole “que no se raye” y llamándola “gordi”. Teniendo en cuenta el momento que está viviendo, me parece insensible que las amigas de Maricarmen la juzguen por su sobrepeso.
                05.36 Cierran la caseta y una amiga de Maricarmen, que parece la más despierta, nos lleva a comer churros. No me niego, ya que he perdido a mis amigos. Deben ser churros gourmet, ya que la cola y los precios indican una alta calidad del producto.
                05.59 Dejo a Maricarmen cogiendo un taxi y me voy andando hacia el hotel. Muchos vuelven abrazados como echados uno encima de otros. Qué fraternal es todo en la Feria, cuánto se quieren.
                06.20 Llego al hostal y al fin recupero Internet y la cobertura. Tengo 24 peticiones de amigo en Facebook, un whatsapp de Zack que dice que se va con la chica del reguetón a Sevilla Este y Andy me ha etiquetado en una foto en Twitter en la que sale acompañado de un tal “Risitas” que es una estrella de la televisión. Sin dudar, escribo en el grupo de la fraternidad antes de caer rendido en la cama: “Camaradas, nuestras fiestas son una ******. Tengo mucho que enseñaros cuando vuelva”.
                [RIGHT]*Esto es un relato inventado. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero…[/RIGHT]
                eso es verdad al cien por cien pero no para un extranjero si no para un andaluz igual jajaajaaj

                Comentario


                • #9
                  Re: Feria de Abril 2.015.

                  ¡Feliz Feria sres!

                  Comentario


                  • #10
                    Re: Feria de Abril 2.015.

                    Originalmente publicado por Javiel Ver Mensaje
                    De lo mejor que he leído en mucho tiempo, por favor...


                    [RIGHT]*Esto es un relato inventado. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero…[/RIGHT]
                    Real como la vida real misma.

                    Comentario


                    • #11
                      Re: Feria de Abril 2.015.

                      Cada vez que me hago más mayor tengo menos ganas de Feria,curioso.

                      Afortunadamente no es por falta de caseta/s o tiesura...me pasa desde hace años.

                      Que lo paseis bien.
                      Editado por última vez por Balompédico; https://www.betisweb.com/foro/member/20665-balomp%C3%A9dico en 22/04/15, 20:48:50.

                      Comentario


                      • #12
                        Re: Feria de Abril 2.015.


                        Otro detalle de otro extranjero, pero creo que este tiene mas arte, o mas tablas.

                        Flamenco en el autobs al volver de la Feria de Abril - ABC de Sevilla

                        Comentario

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