Re: Conociendo Sevilla a través de videos caseros hechos con reportajes fotográficos.
La puerta de Jerez no existe ya, estaba en la famosa fuente donde la palanganada celebra sus festejos.
Por cierto, las murallas son romanas y musulmanas, ya que los musulmanes lo que hicieron es construir en las murallas romanas.
Originalmente publicado por Attila Ladinszky
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Lo cierto es que esta hermosa puerta aún se conserva...:
Por cierto, lo hemos comentado, pero me permito recordarlo, la ciudad amurallada no es de la época romana
Maqueta de la conquista de Sevilla, en el Museo Histórico Militar
Detalle del sector norte, donde acamparon las órdenes de Calatrava y Alcántara.
Se aprecia en el centro la puerta de la Macarena, abierta al Cardo Máximus,
y más a la izquierda la puerta de Córdoba...
Maqueta de la conquista de Sevilla, en el Museo Histórico Militar
Detalle del sector sureste, con el campamento real.
Se aprecian las murallas del alcázar, el alminar de la mezquita, la puerta de la Judería (actual de la Carne),
con el puente sobre el Tagarete ante ella, y acueducto de los Caños de Carmona.
Maqueta de la conquista de Sevilla, del Museo Histórico Militar
Detalle del sector suroeste, con la Torre del Oro y
las naves de Bonifaz dirigiéndose al puente de barcas,
frente a la puerta de Triana. Se aprecian también
las atarazanas, la mezquita y su alminar, y el alcázar.
Fue a raíz de ganarse sorprendentemente Córdoba cuando Fernando III reunió a sus capitanes y a los maestres de las órdenes, decidiéndose dirigirse a la conquista de Sevilla, posiblemente la ciudad de mayor población de Europa, considerada un objetivo clave: una vez conquistada Sevilla, las demás poblaciones se conquistarían sin mayor esfuerzo y la cruzada del sur podría darse prácticamente por finalizada. El papa Inocencio IV ordenó en una bula que un tercio de los impuestos se dedicara a financiar la campaña, lo que no solo era muestra del poderío de la Iglesia sino también de la importancia del proyecto de la cruzada hispana.
En 1246, el rey mandó a Jerez una embajada con el maestre de Calatrava, el rey de Granada y el infante Enrique.
En la primavera de 1247, un contingente cristiano con presencia de los reinos hispanos y una importante participación extranjera –como la cruzada que era– se concentró en Córdoba, mientras la primera flota naval española, integrada por quince naos y cinco galeras construidas en Cantabria, al mando del almirante Ramón de Bonifaz y Camargo, rodeaba Portugal hacia la desembocadura del Guadalquivir.
El contingente de tierra, con las órdenes militares en vanguardia, avanzó por las localidades ribereñas (Lora del Río, Alcolea del Río, Reina, Constantina, Setefilla, Tocina, Guillena, Gerena y Cantillana), hasta conquistar Alcalá del Río.La opulenta Isbiliya almohade estaba al alcance de la mano, con su formidable nuevo trazado de murallas, de más de siete kilómetros, que habían dado morfología fija a una ciudad castigada por las riadas del Guadalquivir, el Tagarete y el Tamarguillo; con sus Caños de Carmona recuperados para traer el agua de las fuentes de Santa Lucía, en Alcalá de Guadaíra; con su castillo de Triana y su puente de barcas que permitía el abastecimiento desde la vega y el Aljarafe; con su palacio de la Buhaira; con su mezquita y su alminar; con su alcázar; con su Torre del Oro… Era la capital de Al Ándalus. Pero estaba en decadencia, con luchas intestinas desde varias décadas antes, sumida en el caos, tributaria de Castilla. El gobernante Ibn al-Yadd, que había firmado un pacto de no agresión con los cristianos, había sido asesinado, y el nuevo rey Axataf había puesto la ciudad bajo la influencia de Túnez por segunda vez.
El 15 de agosto de 1247 partió Fernando III de Alcalá del Río, para llegar por la noche a Alcalá de Guadaíra. El 20 de agosto, el ejército acampó en Tablada, al sur de la ciudad, a la orilla izquierda del río, frente a Aznalfarache. En ese verano Bonifaz comenzó, no sin lucha, a remontar el Guadalquivir, llegando hasta Coria. Cuando Fernando tuvo noticia de la remontada le salió al encuentro en la torre vigía almohade llamada del Caño, luego rehecha y llamada de los Herberos, en la antigua Orippo.10 Hoy, la torre, perdida en un polígono industrial, está en grave riesgo de ruina, pese a su importancia histórica y a su emblemática presencia en el escudo de Dos Hermanas.
El asedio a Isbiliya fue la primera guerra combinada, terrestre y naval, con un único objetivo territorial. A primeros de 1248, tras la toma del castillo de Aznalfarache por la Orden de Santiago, con Pelay Correa al frente, los cristianos dominaban la margen derecha del río, quedando así cubierta la vía fluvial. Aún resistía, sin embargo, el castillo de Triana, al otro lado del puente de barcas.
En el sector norte, cerca de la puerta de la Macarena, junto con las tropas del infante don Enrique y las huestes de Diego López de Haro y Rodrigo Gómez de Galicia, se situaron las órdenes de las cruces floreteadas: Calatrava (incluida la rama aragonesa de Alcañiz), con su maestre Fernando Ordóñez y doscientos caballeros de hábito gris con la cruz de gules, en el Machar del Wazir, donde hoy está el hospital de San Lázaro;11 Alcántara, con su maestre Pero Yáñez (Periáñez) y doscientos caballeros con su cruz de sinople, probablemente cerca de la Puerta de Córdoba, y quizás también con los caballeros de Avis con su maestre Martín Fernández. De enero de 1248 es la carta de otorgamiento a Alcántara con la promesa de una renta de 2.300 maravedíes chicos.
Fernando III había reclamado la presencia de su hijo el infante Alfonso en el cerco a Isbiliya. En primavera llegó el futuro Alfonso X con un numeroso contingente en el que había un grupo de hidalgos portugueses y otro de aragoneses y catalanes enviados por Jaime I, instalándose en la zona palaciega de Buhaira, al este de la ciudad, y controlando desde allí el abastecimiento de agua.13
El rey santo estrechó el cerco de la ciudad, instalando su campamento en el actual barrio de San Bernardo, cuyas calles tienen nombres que guardan memoria de su acción.
oda Sevilla estaba cercada en el verano de 1248. Solo faltaba dominar el puerto fluvial para precipitar la rendición. Y esa fue la hazaña de Bonifaz, el 3 de mayo de 1248, día de la Cruz, con viento favorable, con dos naves con cruces templarias, con proas de sierras de acero y lastradas con piedras, que rompieron las cadenas de la torre del Oro y el puente de barcas.
Isbiliya se rindió por inanición el 23 de noviembre de ese año. Fernando dio un mes para desalojar la ciudad, y el maestre de Calatrava tuvo a su cargo la seguridad de los musulmanes en su retirada. La mayoría de ellos, tres cuartas partes de la población, fueron a Jerez, y para los que prefirieron ir a África, se dispusieron cinco barcos y ocho galeras que los llevaron a Ceuta.
Un mes después de la rendición, transcurrido el plazo, Axataf, el último en salir, entregó a san Fernando en el Arenal las llaves de la ciudad.
Fuente:Sevilla para iniciados: SEVILLA Y LAS CRUCES DE CALATRAVA (3: A LAS PUERTAS DE LA NUEVA JERUSALÉN)
Tocaba TOCHO, lo siento....
La cuestion es explicar que la ciudad amurallada no es ni muchos menos de la época romana.....
Por cierto, lo hemos comentado, pero me permito recordarlo, la ciudad amurallada no es de la época romana
Maqueta de la conquista de Sevilla, en el Museo Histórico Militar
Detalle del sector norte, donde acamparon las órdenes de Calatrava y Alcántara.
Se aprecia en el centro la puerta de la Macarena, abierta al Cardo Máximus,
y más a la izquierda la puerta de Córdoba...
Maqueta de la conquista de Sevilla, en el Museo Histórico Militar
Detalle del sector sureste, con el campamento real.
Se aprecian las murallas del alcázar, el alminar de la mezquita, la puerta de la Judería (actual de la Carne),
con el puente sobre el Tagarete ante ella, y acueducto de los Caños de Carmona.
Maqueta de la conquista de Sevilla, del Museo Histórico Militar
Detalle del sector suroeste, con la Torre del Oro y
las naves de Bonifaz dirigiéndose al puente de barcas,
frente a la puerta de Triana. Se aprecian también
las atarazanas, la mezquita y su alminar, y el alcázar.
Fue a raíz de ganarse sorprendentemente Córdoba cuando Fernando III reunió a sus capitanes y a los maestres de las órdenes, decidiéndose dirigirse a la conquista de Sevilla, posiblemente la ciudad de mayor población de Europa, considerada un objetivo clave: una vez conquistada Sevilla, las demás poblaciones se conquistarían sin mayor esfuerzo y la cruzada del sur podría darse prácticamente por finalizada. El papa Inocencio IV ordenó en una bula que un tercio de los impuestos se dedicara a financiar la campaña, lo que no solo era muestra del poderío de la Iglesia sino también de la importancia del proyecto de la cruzada hispana.
En 1246, el rey mandó a Jerez una embajada con el maestre de Calatrava, el rey de Granada y el infante Enrique.
En la primavera de 1247, un contingente cristiano con presencia de los reinos hispanos y una importante participación extranjera –como la cruzada que era– se concentró en Córdoba, mientras la primera flota naval española, integrada por quince naos y cinco galeras construidas en Cantabria, al mando del almirante Ramón de Bonifaz y Camargo, rodeaba Portugal hacia la desembocadura del Guadalquivir.
El contingente de tierra, con las órdenes militares en vanguardia, avanzó por las localidades ribereñas (Lora del Río, Alcolea del Río, Reina, Constantina, Setefilla, Tocina, Guillena, Gerena y Cantillana), hasta conquistar Alcalá del Río.La opulenta Isbiliya almohade estaba al alcance de la mano, con su formidable nuevo trazado de murallas, de más de siete kilómetros, que habían dado morfología fija a una ciudad castigada por las riadas del Guadalquivir, el Tagarete y el Tamarguillo; con sus Caños de Carmona recuperados para traer el agua de las fuentes de Santa Lucía, en Alcalá de Guadaíra; con su castillo de Triana y su puente de barcas que permitía el abastecimiento desde la vega y el Aljarafe; con su palacio de la Buhaira; con su mezquita y su alminar; con su alcázar; con su Torre del Oro… Era la capital de Al Ándalus. Pero estaba en decadencia, con luchas intestinas desde varias décadas antes, sumida en el caos, tributaria de Castilla. El gobernante Ibn al-Yadd, que había firmado un pacto de no agresión con los cristianos, había sido asesinado, y el nuevo rey Axataf había puesto la ciudad bajo la influencia de Túnez por segunda vez.
El 15 de agosto de 1247 partió Fernando III de Alcalá del Río, para llegar por la noche a Alcalá de Guadaíra. El 20 de agosto, el ejército acampó en Tablada, al sur de la ciudad, a la orilla izquierda del río, frente a Aznalfarache. En ese verano Bonifaz comenzó, no sin lucha, a remontar el Guadalquivir, llegando hasta Coria. Cuando Fernando tuvo noticia de la remontada le salió al encuentro en la torre vigía almohade llamada del Caño, luego rehecha y llamada de los Herberos, en la antigua Orippo.10 Hoy, la torre, perdida en un polígono industrial, está en grave riesgo de ruina, pese a su importancia histórica y a su emblemática presencia en el escudo de Dos Hermanas.
El asedio a Isbiliya fue la primera guerra combinada, terrestre y naval, con un único objetivo territorial. A primeros de 1248, tras la toma del castillo de Aznalfarache por la Orden de Santiago, con Pelay Correa al frente, los cristianos dominaban la margen derecha del río, quedando así cubierta la vía fluvial. Aún resistía, sin embargo, el castillo de Triana, al otro lado del puente de barcas.
En el sector norte, cerca de la puerta de la Macarena, junto con las tropas del infante don Enrique y las huestes de Diego López de Haro y Rodrigo Gómez de Galicia, se situaron las órdenes de las cruces floreteadas: Calatrava (incluida la rama aragonesa de Alcañiz), con su maestre Fernando Ordóñez y doscientos caballeros de hábito gris con la cruz de gules, en el Machar del Wazir, donde hoy está el hospital de San Lázaro;11 Alcántara, con su maestre Pero Yáñez (Periáñez) y doscientos caballeros con su cruz de sinople, probablemente cerca de la Puerta de Córdoba, y quizás también con los caballeros de Avis con su maestre Martín Fernández. De enero de 1248 es la carta de otorgamiento a Alcántara con la promesa de una renta de 2.300 maravedíes chicos.
Fernando III había reclamado la presencia de su hijo el infante Alfonso en el cerco a Isbiliya. En primavera llegó el futuro Alfonso X con un numeroso contingente en el que había un grupo de hidalgos portugueses y otro de aragoneses y catalanes enviados por Jaime I, instalándose en la zona palaciega de Buhaira, al este de la ciudad, y controlando desde allí el abastecimiento de agua.13
El rey santo estrechó el cerco de la ciudad, instalando su campamento en el actual barrio de San Bernardo, cuyas calles tienen nombres que guardan memoria de su acción.
oda Sevilla estaba cercada en el verano de 1248. Solo faltaba dominar el puerto fluvial para precipitar la rendición. Y esa fue la hazaña de Bonifaz, el 3 de mayo de 1248, día de la Cruz, con viento favorable, con dos naves con cruces templarias, con proas de sierras de acero y lastradas con piedras, que rompieron las cadenas de la torre del Oro y el puente de barcas.
Isbiliya se rindió por inanición el 23 de noviembre de ese año. Fernando dio un mes para desalojar la ciudad, y el maestre de Calatrava tuvo a su cargo la seguridad de los musulmanes en su retirada. La mayoría de ellos, tres cuartas partes de la población, fueron a Jerez, y para los que prefirieron ir a África, se dispusieron cinco barcos y ocho galeras que los llevaron a Ceuta.
Un mes después de la rendición, transcurrido el plazo, Axataf, el último en salir, entregó a san Fernando en el Arenal las llaves de la ciudad.
Fuente:Sevilla para iniciados: SEVILLA Y LAS CRUCES DE CALATRAVA (3: A LAS PUERTAS DE LA NUEVA JERUSALÉN)
Tocaba TOCHO, lo siento....
La cuestion es explicar que la ciudad amurallada no es ni muchos menos de la época romana.....
Por cierto, las murallas son romanas y musulmanas, ya que los musulmanes lo que hicieron es construir en las murallas romanas.
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