Abro este post porque estoy segura de que muchos foreros de BW están en contra de esta crueldad.
Subí fotos y opiniones en el post de" Animales de compañía", pero creo que este asunto tiene peso suficiente para abrir post nuevo.
Hasta el mismo Sánchez Dragó, de personalidad un tanto peculiar, piensa que esto es una salvajada.
Y la misma Juana la Loca, encerrada en aquella torre, abominaría de esta barbarie y demostraría mucha más cordura que el Consistorio actual.
EL LOBO FEROZ Hidalguía
FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ Actualizado: 07/09/2014 20:19 horas
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NO SOY buenista. No soy multiculturalista. No soy progresista. No soy europeísta. No soy pacifista. Soy aficionado a los toros. Soy torista. Soy torerista. Me emocionan los encierros. Me gusta el boxeo. Me gustan las peleas de gallos. Me gustó hacer la mili y creo que sería conveniente rescatarla por razones de pedagogía. Estoy a favor del derecho universal a poseer armas de fuego. Admito la defensa propia. Si de mí dependiese, los duelos volverían a ser legales y habría torneos en los palenques. De niño vibré con Ivanhoe. Creo que el adolescente masai tiene el deber y el derecho, ahora prescrito, de alancear a cuerpo limpio un león en la noche de la sabana. Mi visión del ser humano es más épica que lírica. Siempre me ha tentado la vita pericolosa...
Menciono todo esto, que suena a excusatio non petita, para que en función de lo que ahora diga no me tome el lector por lo que no soy ni me adjudique militancias que no comparto, ideologías que no suscribo y etiquetas que no me incumben.
La próxima semana volverá a celebrarse (es un decir) la fiesta del Toro de la Vega. Reconozco que nunca la he visto, tengo por norma la de no opinar sobre asuntos que no he verificado y doy por hecho que ese sacrificio no carece de apostura, pues siempre la hay cuando los toros y los caballos se mezclan a la naturaleza. Hechas estas salvedades uno mi firma a la de las decenas de miles de personas que denuncian la fiesta así puesta en cuestión calificándola de salvajada. A mí me lo parece. El artículo decimonono del Reglamento Taurino prohíbe pinchar y herir a los animales en los encierros. La tauromaquia debe ser en todas sus manifestaciones una actividad sujeta a las leyes de la andante caballería. Al toro se le cita a solas, nunca en el campo y siempre sin ventajas por parte de quien lo hace. El torero es un hidalgo, es Ivanhoe, es Aquiles frente a Héctor... El torero, digo, no así el rejoneador, que va a lomos de un corcel y se enfrenta a un animal con los pitones recortados. Ya sé que el toro de la Vega tiene su testuz íntegra, pero de nada sirven dos astas ni dos ******* frente a la acometida de una tropa de lanceros no precisamente bengalíes. La suerte de tan noble espécimen está echada de antemano. La crueldad y el abuso son incompatibles con el valor y la hidalguía. ¡Si hasta Franco prohibió ese linchamiento, autorizado luego y convertido en Fiesta de Interés Turístico! ¿Turístico? ¿Fiesta? Ya vale, ¿no?
Subí fotos y opiniones en el post de" Animales de compañía", pero creo que este asunto tiene peso suficiente para abrir post nuevo.
Hasta el mismo Sánchez Dragó, de personalidad un tanto peculiar, piensa que esto es una salvajada.
Y la misma Juana la Loca, encerrada en aquella torre, abominaría de esta barbarie y demostraría mucha más cordura que el Consistorio actual.
EL LOBO FEROZ Hidalguía
FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ Actualizado: 07/09/2014 20:19 horas
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NO SOY buenista. No soy multiculturalista. No soy progresista. No soy europeísta. No soy pacifista. Soy aficionado a los toros. Soy torista. Soy torerista. Me emocionan los encierros. Me gusta el boxeo. Me gustan las peleas de gallos. Me gustó hacer la mili y creo que sería conveniente rescatarla por razones de pedagogía. Estoy a favor del derecho universal a poseer armas de fuego. Admito la defensa propia. Si de mí dependiese, los duelos volverían a ser legales y habría torneos en los palenques. De niño vibré con Ivanhoe. Creo que el adolescente masai tiene el deber y el derecho, ahora prescrito, de alancear a cuerpo limpio un león en la noche de la sabana. Mi visión del ser humano es más épica que lírica. Siempre me ha tentado la vita pericolosa...
Menciono todo esto, que suena a excusatio non petita, para que en función de lo que ahora diga no me tome el lector por lo que no soy ni me adjudique militancias que no comparto, ideologías que no suscribo y etiquetas que no me incumben.
La próxima semana volverá a celebrarse (es un decir) la fiesta del Toro de la Vega. Reconozco que nunca la he visto, tengo por norma la de no opinar sobre asuntos que no he verificado y doy por hecho que ese sacrificio no carece de apostura, pues siempre la hay cuando los toros y los caballos se mezclan a la naturaleza. Hechas estas salvedades uno mi firma a la de las decenas de miles de personas que denuncian la fiesta así puesta en cuestión calificándola de salvajada. A mí me lo parece. El artículo decimonono del Reglamento Taurino prohíbe pinchar y herir a los animales en los encierros. La tauromaquia debe ser en todas sus manifestaciones una actividad sujeta a las leyes de la andante caballería. Al toro se le cita a solas, nunca en el campo y siempre sin ventajas por parte de quien lo hace. El torero es un hidalgo, es Ivanhoe, es Aquiles frente a Héctor... El torero, digo, no así el rejoneador, que va a lomos de un corcel y se enfrenta a un animal con los pitones recortados. Ya sé que el toro de la Vega tiene su testuz íntegra, pero de nada sirven dos astas ni dos ******* frente a la acometida de una tropa de lanceros no precisamente bengalíes. La suerte de tan noble espécimen está echada de antemano. La crueldad y el abuso son incompatibles con el valor y la hidalguía. ¡Si hasta Franco prohibió ese linchamiento, autorizado luego y convertido en Fiesta de Interés Turístico! ¿Turístico? ¿Fiesta? Ya vale, ¿no?
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