Sevilla está a 169 habitantes de poner en riesgo su condición de gran capital
La capital está cerca de bajar de los 700.000 sevillanos, lo que supondría perder peso político y económico. Zaragoza le recorta 4.566 habitantes a la ciudad en la batalla por ser la cuarta capital más poblada del país.
Sevilla capital sufre su tercer traspiés demográfico y, con ello, pone en riesgo su peso como gran ciudad. El padrón actualizado a 1 de enero de 2013 constata la caída de la, hoy por hoy, cuarta ciudad del país, en 2.186 habitantes, la más acusada del último lustro –dentro de una ciudad, como la de Sevilla, cuya población lleva años de estancamiento demográfico–. Este tercer descenso consecutivo hace que la capital tenga una población de 700.169 habitantes, un hecho anecdótico si no llega a ser por un detalle: si el año que viene se sitúa por debajo de la frontera fijada en 700.000 empadronados, eso acarreará la pérdida de peso político y económico. En primer lugar, porque contar con menos población supone que el Ayuntamiento pase a tener dos concejales menos –de 33 a 31, según está reflejado en la legislación vigente–. En el segundo de los aspectos, porque ese descenso tiene su efecto en los tributos que se perciben del Estado.
La capital se encontró en situación similar hace un lustro. El padrón de 2007 –que se publicó en diciembre, después de las elecciones municipales–, arrojó una población de 699.145 habitantes, idéntica a la que tenía en el año 1996. En aquel momento, elConsistorio, por entonces gobernado por PSOE-IU, tenía cierto margen de maniobra (tres años), lo que le permitió iniciar una intensa campaña de empadronamiento.Esa iniciativa se centró en captar a los inmigrantes, ya que había estudios municipales que constataban que la mitad de la población extranjera residente en Sevilla no estaba empadronada –en torno a unas 30.000 personas en 2010–. La campaña surtió efecto y permitió que la capital aumentara en 5.000 empadronados en tres años.
El pico se alcanzó en 2010, con 704.198 sevillanos. Pero, a partir de ese padrón, Sevilla desanduvo lo caminado hasta ahora, con un descenso no acusado pero continuado: primero de 1.177 personas en 2011 y, un año después, de 666. El último padrón de 2013 mantiene una caída de 2.186 habitantes. Y, además, se produce en un escenario demográfico nuevo, ya que es la primera vez que las estadísticas del INE detectan una pérdida de población en el conjunto de España, con 47,1 millones, un 0,29% menos que hace un año. El descenso en la capital está por encima de la media (0,31%), pero no es la que más sufre el desgaste poblacional de las grandes capitales. Madrid pierde un 0,8%, Barcelona un 0,56% y Valencia cae un 0,59%.
¿Cuarta ciudad? // La capital hispalense, además de amarrar este peso político y económico, tiene otro reto: el de mantener su condición como la cuarta capital más poblada del país. Un año más, se corrobora que va perdiendo esta pelea en favor de Zaragoza, erigida en una de las 13 capitales que crecieron en población en el último padrón. De hecho, es la tercera que experimentó un incremento mayor (2.380 personas y +0,35%), sólo por detrás de Almería y Ávila.
Zaragoza se sitúa, por tanto, en 682.004 habitantes, a 18.165 de Sevilla. La diferencia, a priori parece holgada, si no se acude a la hemeroteca: la capital aragonesa le ha recortado 65.729 habitantes en la última década. Ese año, 2003, la capital hispalense tocó su techo demográfico (709.975 sevillanos). Una quimera en la situación actual de crisis que empuja a la marcha de jóvenes, pero también de los inmigrantes, una de las bazas para intentar aumentar la población.
La capital está cerca de bajar de los 700.000 sevillanos, lo que supondría perder peso político y económico. Zaragoza le recorta 4.566 habitantes a la ciudad en la batalla por ser la cuarta capital más poblada del país.
Sevilla capital sufre su tercer traspiés demográfico y, con ello, pone en riesgo su peso como gran ciudad. El padrón actualizado a 1 de enero de 2013 constata la caída de la, hoy por hoy, cuarta ciudad del país, en 2.186 habitantes, la más acusada del último lustro –dentro de una ciudad, como la de Sevilla, cuya población lleva años de estancamiento demográfico–. Este tercer descenso consecutivo hace que la capital tenga una población de 700.169 habitantes, un hecho anecdótico si no llega a ser por un detalle: si el año que viene se sitúa por debajo de la frontera fijada en 700.000 empadronados, eso acarreará la pérdida de peso político y económico. En primer lugar, porque contar con menos población supone que el Ayuntamiento pase a tener dos concejales menos –de 33 a 31, según está reflejado en la legislación vigente–. En el segundo de los aspectos, porque ese descenso tiene su efecto en los tributos que se perciben del Estado.
La capital se encontró en situación similar hace un lustro. El padrón de 2007 –que se publicó en diciembre, después de las elecciones municipales–, arrojó una población de 699.145 habitantes, idéntica a la que tenía en el año 1996. En aquel momento, elConsistorio, por entonces gobernado por PSOE-IU, tenía cierto margen de maniobra (tres años), lo que le permitió iniciar una intensa campaña de empadronamiento.Esa iniciativa se centró en captar a los inmigrantes, ya que había estudios municipales que constataban que la mitad de la población extranjera residente en Sevilla no estaba empadronada –en torno a unas 30.000 personas en 2010–. La campaña surtió efecto y permitió que la capital aumentara en 5.000 empadronados en tres años.
El pico se alcanzó en 2010, con 704.198 sevillanos. Pero, a partir de ese padrón, Sevilla desanduvo lo caminado hasta ahora, con un descenso no acusado pero continuado: primero de 1.177 personas en 2011 y, un año después, de 666. El último padrón de 2013 mantiene una caída de 2.186 habitantes. Y, además, se produce en un escenario demográfico nuevo, ya que es la primera vez que las estadísticas del INE detectan una pérdida de población en el conjunto de España, con 47,1 millones, un 0,29% menos que hace un año. El descenso en la capital está por encima de la media (0,31%), pero no es la que más sufre el desgaste poblacional de las grandes capitales. Madrid pierde un 0,8%, Barcelona un 0,56% y Valencia cae un 0,59%.
¿Cuarta ciudad? // La capital hispalense, además de amarrar este peso político y económico, tiene otro reto: el de mantener su condición como la cuarta capital más poblada del país. Un año más, se corrobora que va perdiendo esta pelea en favor de Zaragoza, erigida en una de las 13 capitales que crecieron en población en el último padrón. De hecho, es la tercera que experimentó un incremento mayor (2.380 personas y +0,35%), sólo por detrás de Almería y Ávila.
Zaragoza se sitúa, por tanto, en 682.004 habitantes, a 18.165 de Sevilla. La diferencia, a priori parece holgada, si no se acude a la hemeroteca: la capital aragonesa le ha recortado 65.729 habitantes en la última década. Ese año, 2003, la capital hispalense tocó su techo demográfico (709.975 sevillanos). Una quimera en la situación actual de crisis que empuja a la marcha de jóvenes, pero también de los inmigrantes, una de las bazas para intentar aumentar la población.
Comentario