Las recientes críticas a las designaciones de la sobrina de Luis De Guindos o la de hija del ministro Miguel Ángel Arias Cañete, o los "amiguetes" de Soria; los reproches del exministro Jordi Sevilla a aquellos que generalizan el buen retiro de los políticos, o las explicaciones dadas por el jefe de prensa de Diego Valderas, quien este lunes se apresuraba a desmentir que unos jamones sirvan para presionar a un político y encontrar así un trabajo, han despertado la criticas hacia un clásico de la política española: el enchufismo.
Una práctica que al parecer se despliega con familiares y la gente de partido en una lista que se antoja interminable. Ni PP ni PSOE se libran de ellos. El resto de partidos tampoco. El PP defiende que los funcionarios deben tener "el mismo trato" que el resto de trabajadores
El pasado mes de julio, investigadores y funcionarios denunciaban el enchufe familiar en el Estado. Lo que técnicamente se denomina endogamia, nepotismo, que no siempre ha sido bien interpretado cuando se trata de promociones internas que no tienen nada que ver con la 'dedocracia' o la libre asignación de cargos donde irrumpen en aluvión nombres de hijos, sobrinos, allegados a las familias, o simplemente personas que pertenecen a un partido.
El lunes, Jordi Sevilla, titular de Administraciones Públicas en tiempos de Zapatero, evidenciaba su enfado en Twitter contra aquellos que generalizan las buenas colocaciones de los exministros y de los expresidentes de Gobierno. El reproche apuntaba a una lista de nombres, cargos y fichajes de grandes empresas, muchas de ellas vinculadas no ha mucho al sector público. La contratación de este perfil de dirigentes ha sido y es una práctica generalizada. Y no solo en España.
Andalucía y las leyes
Lo que sucede en Andalucía "es sangrante". "El caso de los ERE de la Junta es el ejemplo de enchufismo más importante de la Historia de España", mantiene a EcoDiario.es, Nicolás Salas, un docto en la materia y autor del libro Funcionarios unidos contra la violencia. Libro blanco de la rebelión cívica. En esta región -abunda Salas- hay cuatro administraciones públicas: la oficial; la de los enchufados, que ha ido socavando a los funcionarios; la de las empresas públicas, y luego, esa etérea de las diputaciones y demás", determina.
"Los funcionarios sufren día a día el peso de los enchufados, que son los que deciden, los que están al mando de todo, los que cobran más, los que destrozan la confianza del ciudadano. Y mientras tanto, la política no se preocupa de articular leyes. Es más, evita defender a los jueces que actúan con independencia, como es el caso de la jueza Alaya. Y donde no hay independencia judicial, donde no hay justicia, no hay Estado de derecho, no ha democracia", matiza el que fuera director de ABC Sevilla entre los años 1976 y 1984.
El mal de Pisístrato
No son los casos de la sobrina de De Guindos y de la hija de Arias Cañete. Las dos son funcionarias de carrera, y sus nombramientos de la CNMC no dependen del Gobierno como recordó el titular de Economía el pasado viernes. Pero como la mujer del César, no solo basta con serlo, es necesario parecerlo.
Entre tanto, el mal de Pisístrato se extiende por las administraciones. Ministerios, comunidades, ayuntamientos y empresas públicas sirven de soporte y al tiempo de receptores de los enchufados. Estimaciones del sindicato de funcionarios CSI-F consideran que, solo en la administración central podría haber entre 11.000 y 17.000 "enchufados". En Andalucía se habla de hasta 35.000 personas.
En España, las administraciones tienen la opción de subcontratar o contratar de manera directa al personal. Son cargos de confianza que desembarcan en gran medida a las empresas públicas, que se han convertido en un coladero de contrataciones que en ocasiones duplican el trabajo que ya desempeña la función pública. La del asesor corre igual suerte, si bien, el Gobierno ya ha anunciado su interés por ahorrar con la futura Ley de la Administración Local 145 millones en asesores. Un ajuste que sí se notaría en pueblos y localidades pequeñas, pero que apenas se percibiría en las grandes ciudades.
Una lista interminable
Mientras, medios de todo corte ideológico, desde El País y a Libertad Digital, recogen algunas de las contrataciones más sonadas. En Madrid se habla de las de Cristina Aguirre, hermana de Esperanza Aguirre, como asesora del distrito de Hortaleza; la de de Gabriela González Castejón, hija de la diputada Beatriz Rodríguez Salmones, como consejera técnica del Retiro; el fichaje de John Medcalf, hijo de Elvira Rodríguez (CNMV), como asesor del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, o, el de Adela Ruiz, exmujer de Antonio Beteta. A estos, se suman otros nombres de 'hijos de', 'sobrinos de', que "ni siquiera han terminado sus estudios, y apenas saben que es el número de la Seguridad Social". "Sin embargo desempeñan cargos de confianza", aseguran fuentes de la administración autonómica a EcoDiario.es. A esta larga lista se añaden otros cuantos nombres de políticos que han sido desplazados de la Comunidad de Madrid a consistorios como el de Las Rozas desempeñando con cargos de confianza, cuyas funciones se erigen por encima de los técnicos de carrera, desvelan otras fuentes.
De la corte europea fueron sonoros otros casos, recuerda en una información Interviú, los enchufados del socialista Enrique Barón, donde la máxima parecía ser la familia es lo primero -hijos, sobrinos, allegados-. No en vano, los eurodiputados pueden elegir a dedo a sus asistentes -lo que se legisló para evitarlo-. Según esta información, Vidal Quadras, del PP tuvo como asistente a un hermano de su mujer. El hijo de Alfonso Guerra (PSOE) trabajó como asistente de Miguel Ángel Martínez en Bruselas. Además, un sobrino de Rodrigo Rato, otro de Javier Arenas y un sobrino de Aznar desempañaron funciones de asistentes.
De esta espiral de cuestionamientos, quizá de sombra de la sospecha, tampoco se han librado ni Soraya Sáenz de Santamaría ni María Dolores de Cospedal. El esposo de la primera fue fichado por Telefónica poco después de llegar ella a Moncloa. Entonces, su marido -que trabajaba en la Secretaría de Estado de Hacienda- fue contratado por "haber trabajado en la Comisión Europea como experto en temas comunitarios y de cooperación judicial internacional".
La llamada que hizo Red Eléctrica Española al marido de Cospedal no gozó de la misma acogida que la del cónyuge de la vicepresidenta del Gobierno. Entonces, Ignacio López del Hierro renunció a su cargo en el Consejo de la empresa -dependiente del Sepi- horas después de que se conociera la noticia. Meses más tarde ha aceptado otros nombramientos. Este miércoles, sin ir más lejos, Infolibre publica una información de este calado: El marido de Cospedal multiplicó sus ingresos por 14 al llegar ella a la Junta.
Sin precisar nombres, las Cajas de Ahorro también han constituido otro foco de enchufismo. "La entrada de los políticos ha supuesto la muerte de las cajas. Los políticos se han cepillado estas instituciones. Se las han liquidado", reprocha Nicolás Salas.
El reciclaje de políticos al mundo del asesoramiento a sus partidos resulta palmario en ayuntamientos como en el de Rivas Vaciamadrid, liderado por Izquierda Unida. Incluso la incorporación de exdirigentes de otras comunidades que han perdido su cuota de poder y ahora se han refugiado en instituciones como ésta donde la formación de Cayo Lara tiene serios enfrentamientos entre las distintas corrientes.
Frente a los funcionarios
Y en medio del ruido político... mientras los funcionarios tratan de ponderar su función y sus plazas, las recientes declaraciones de Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación de Aznar, siguen cosechando críticas estos días: "El 30% de los funcionarios no van a trabajar, hay que echarlos" (Vídeo)
Nicolás Salas contempla el vaso de otra manera. "Lo que sobran son enchufados. Este señor no sabe lo que dice. Quizás se refiera a los intrusos que los partidos han metido dactilarmente en las Admnistraciones Públicas en perjuicio de los funcionarios de carrera... Solo en Andalucía -precisa-, el 80% de esos funcionarios son como Susana Díaz. Es decir, personas de partido, gente que no tiene ninguna formación y que algunos de ellos acaban convirtiéndose en delegados provinciales. El otro problema, subraya, "es que entre los funcionarios no hay unidad. Hay muchos sindicatos, y es muy complejo que se pongan de acuerdo. Y eso hace que a la postre haya casos preocupantes como el de aquella funcionaria perseguida durante años como una ****".
http://www.elecodiario.mobi/interstitial/volver/acierto-agosto/politica/noticias/5207157/10/13/Grinan-Guerra-Cospedal-Aguirre-el-enchufismo-de-los-politicos-indigna-a-los-funcionarios.html
Una práctica que al parecer se despliega con familiares y la gente de partido en una lista que se antoja interminable. Ni PP ni PSOE se libran de ellos. El resto de partidos tampoco. El PP defiende que los funcionarios deben tener "el mismo trato" que el resto de trabajadores
El pasado mes de julio, investigadores y funcionarios denunciaban el enchufe familiar en el Estado. Lo que técnicamente se denomina endogamia, nepotismo, que no siempre ha sido bien interpretado cuando se trata de promociones internas que no tienen nada que ver con la 'dedocracia' o la libre asignación de cargos donde irrumpen en aluvión nombres de hijos, sobrinos, allegados a las familias, o simplemente personas que pertenecen a un partido.
El lunes, Jordi Sevilla, titular de Administraciones Públicas en tiempos de Zapatero, evidenciaba su enfado en Twitter contra aquellos que generalizan las buenas colocaciones de los exministros y de los expresidentes de Gobierno. El reproche apuntaba a una lista de nombres, cargos y fichajes de grandes empresas, muchas de ellas vinculadas no ha mucho al sector público. La contratación de este perfil de dirigentes ha sido y es una práctica generalizada. Y no solo en España.
Andalucía y las leyes
Lo que sucede en Andalucía "es sangrante". "El caso de los ERE de la Junta es el ejemplo de enchufismo más importante de la Historia de España", mantiene a EcoDiario.es, Nicolás Salas, un docto en la materia y autor del libro Funcionarios unidos contra la violencia. Libro blanco de la rebelión cívica. En esta región -abunda Salas- hay cuatro administraciones públicas: la oficial; la de los enchufados, que ha ido socavando a los funcionarios; la de las empresas públicas, y luego, esa etérea de las diputaciones y demás", determina.
"Los funcionarios sufren día a día el peso de los enchufados, que son los que deciden, los que están al mando de todo, los que cobran más, los que destrozan la confianza del ciudadano. Y mientras tanto, la política no se preocupa de articular leyes. Es más, evita defender a los jueces que actúan con independencia, como es el caso de la jueza Alaya. Y donde no hay independencia judicial, donde no hay justicia, no hay Estado de derecho, no ha democracia", matiza el que fuera director de ABC Sevilla entre los años 1976 y 1984.
El mal de Pisístrato
No son los casos de la sobrina de De Guindos y de la hija de Arias Cañete. Las dos son funcionarias de carrera, y sus nombramientos de la CNMC no dependen del Gobierno como recordó el titular de Economía el pasado viernes. Pero como la mujer del César, no solo basta con serlo, es necesario parecerlo.
Entre tanto, el mal de Pisístrato se extiende por las administraciones. Ministerios, comunidades, ayuntamientos y empresas públicas sirven de soporte y al tiempo de receptores de los enchufados. Estimaciones del sindicato de funcionarios CSI-F consideran que, solo en la administración central podría haber entre 11.000 y 17.000 "enchufados". En Andalucía se habla de hasta 35.000 personas.
En España, las administraciones tienen la opción de subcontratar o contratar de manera directa al personal. Son cargos de confianza que desembarcan en gran medida a las empresas públicas, que se han convertido en un coladero de contrataciones que en ocasiones duplican el trabajo que ya desempeña la función pública. La del asesor corre igual suerte, si bien, el Gobierno ya ha anunciado su interés por ahorrar con la futura Ley de la Administración Local 145 millones en asesores. Un ajuste que sí se notaría en pueblos y localidades pequeñas, pero que apenas se percibiría en las grandes ciudades.
Una lista interminable
Mientras, medios de todo corte ideológico, desde El País y a Libertad Digital, recogen algunas de las contrataciones más sonadas. En Madrid se habla de las de Cristina Aguirre, hermana de Esperanza Aguirre, como asesora del distrito de Hortaleza; la de de Gabriela González Castejón, hija de la diputada Beatriz Rodríguez Salmones, como consejera técnica del Retiro; el fichaje de John Medcalf, hijo de Elvira Rodríguez (CNMV), como asesor del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, o, el de Adela Ruiz, exmujer de Antonio Beteta. A estos, se suman otros nombres de 'hijos de', 'sobrinos de', que "ni siquiera han terminado sus estudios, y apenas saben que es el número de la Seguridad Social". "Sin embargo desempeñan cargos de confianza", aseguran fuentes de la administración autonómica a EcoDiario.es. A esta larga lista se añaden otros cuantos nombres de políticos que han sido desplazados de la Comunidad de Madrid a consistorios como el de Las Rozas desempeñando con cargos de confianza, cuyas funciones se erigen por encima de los técnicos de carrera, desvelan otras fuentes.
De la corte europea fueron sonoros otros casos, recuerda en una información Interviú, los enchufados del socialista Enrique Barón, donde la máxima parecía ser la familia es lo primero -hijos, sobrinos, allegados-. No en vano, los eurodiputados pueden elegir a dedo a sus asistentes -lo que se legisló para evitarlo-. Según esta información, Vidal Quadras, del PP tuvo como asistente a un hermano de su mujer. El hijo de Alfonso Guerra (PSOE) trabajó como asistente de Miguel Ángel Martínez en Bruselas. Además, un sobrino de Rodrigo Rato, otro de Javier Arenas y un sobrino de Aznar desempañaron funciones de asistentes.
De esta espiral de cuestionamientos, quizá de sombra de la sospecha, tampoco se han librado ni Soraya Sáenz de Santamaría ni María Dolores de Cospedal. El esposo de la primera fue fichado por Telefónica poco después de llegar ella a Moncloa. Entonces, su marido -que trabajaba en la Secretaría de Estado de Hacienda- fue contratado por "haber trabajado en la Comisión Europea como experto en temas comunitarios y de cooperación judicial internacional".
La llamada que hizo Red Eléctrica Española al marido de Cospedal no gozó de la misma acogida que la del cónyuge de la vicepresidenta del Gobierno. Entonces, Ignacio López del Hierro renunció a su cargo en el Consejo de la empresa -dependiente del Sepi- horas después de que se conociera la noticia. Meses más tarde ha aceptado otros nombramientos. Este miércoles, sin ir más lejos, Infolibre publica una información de este calado: El marido de Cospedal multiplicó sus ingresos por 14 al llegar ella a la Junta.
Sin precisar nombres, las Cajas de Ahorro también han constituido otro foco de enchufismo. "La entrada de los políticos ha supuesto la muerte de las cajas. Los políticos se han cepillado estas instituciones. Se las han liquidado", reprocha Nicolás Salas.
El reciclaje de políticos al mundo del asesoramiento a sus partidos resulta palmario en ayuntamientos como en el de Rivas Vaciamadrid, liderado por Izquierda Unida. Incluso la incorporación de exdirigentes de otras comunidades que han perdido su cuota de poder y ahora se han refugiado en instituciones como ésta donde la formación de Cayo Lara tiene serios enfrentamientos entre las distintas corrientes.
Frente a los funcionarios
Y en medio del ruido político... mientras los funcionarios tratan de ponderar su función y sus plazas, las recientes declaraciones de Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación de Aznar, siguen cosechando críticas estos días: "El 30% de los funcionarios no van a trabajar, hay que echarlos" (Vídeo)
Nicolás Salas contempla el vaso de otra manera. "Lo que sobran son enchufados. Este señor no sabe lo que dice. Quizás se refiera a los intrusos que los partidos han metido dactilarmente en las Admnistraciones Públicas en perjuicio de los funcionarios de carrera... Solo en Andalucía -precisa-, el 80% de esos funcionarios son como Susana Díaz. Es decir, personas de partido, gente que no tiene ninguna formación y que algunos de ellos acaban convirtiéndose en delegados provinciales. El otro problema, subraya, "es que entre los funcionarios no hay unidad. Hay muchos sindicatos, y es muy complejo que se pongan de acuerdo. Y eso hace que a la postre haya casos preocupantes como el de aquella funcionaria perseguida durante años como una ****".
http://www.elecodiario.mobi/interstitial/volver/acierto-agosto/politica/noticias/5207157/10/13/Grinan-Guerra-Cospedal-Aguirre-el-enchufismo-de-los-politicos-indigna-a-los-funcionarios.html
Comentario