-Dejará fuera a la cerveza y al vino para evitar un golpe mayor a la hostelería
-El Ministerio de Hacienda baraja también elevar el gravamen del tabaco
El Gobierno está preparando una fuerte subida de los impuestos especiales que gravan las bebidas alcohólicas para aumentar la recaudación del Estado. Según han confirmado a elEconomista fuentes de toda solvencia, Hacienda está barajando en este momento una subida de entre el 8 y el 10 por ciento de las tasas que gravan a los espirituosos, dejando en principio fuera tanto a la cerveza, que tiene una presión fiscal menor, como al vino, que no paga impuestos especiales.
Con ello, trataría de no hacer más daño a la hostelería, uno de los sectores más castigados por la crisis económica, que suma ya casi 40 meses de caída consecutiva de las ventas. El impuesto especial a las bebidas alcohólicas equivale a un 28,9% del precio, pero si se suma el IVA esa presión fiscal se eleva hasta el 39,79%.
La subida del gravamen podría incrementar la presión en el primer caso hasta más allá del 31%. En cuanto a la cerveza, el impuesto especial es del 8% y la tasa impositiva se eleva en conjunto al 22,16%, sumando el IVA.
Las fuentes consultadas aseguran que se está perfilando también un cambio de la fiscalidad del tabaco -actualmente hay un impuesto específico y otro porcentual sobre el precio, además de una tasa mínima-, que muy probablemente supondrá también una subida, aunque en este caso está todavía pendiente de definir.
En juego, 35.000 empleos
Tanto la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe) como la Federación Española de Hostelería (Fehr) dieron ayer la voz de alerta ante esta posible subida fiscal, advirtiendo que si se lleva a cabo supondrá la desaparición de un mínimo de 35.000 empleos.
El director general de la patronal de las bebida alcohólicas, Bosco Torremocha, se mostró ayer muy crítico con esta posible decisión. "Según nos han trasladado, el Gobierno cree que una subida del 10 por ciento es moderada, pero eso es absurdo, no está teniendo en cuenta la situación del sector y va improvisando sobre la marcha. Además, subir los impuestos a las espirituosas y no hacerlo a la cerveza es como aumentar los impuestos al tabaco rubio y no al negro".
Febe ha defendido siempre que un grado de alcohol es un grado y que por lo tanto debe pagar lo mismo, independientemente del producto del que se trate. Fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda negaron ayer, por su lado, que haya ya ninguna decisión tomada en relación a los impuestos especiales.
Deducciones en Sociedades
Aseguraron que en estos momentos se está trabajando en las medidas para limitar las deducciones en Sociedades y que se están estudiando las distintas opciones, sin precisar más. Añadieron que Hacienda aún no ha comenzado a trabajar en los impuestos especiales y que será en unos días cuando empiece a hacerlo.
En conjunto, la industria de las bebidas espirituosas acumula una caída del 38% desde el 2008, mientras que la facturación de bares y restaurantes ha disminuido un 20 por ciento. Según datos de la Agencia Tributaria, la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas se redujo en 28 millones en 2012, un 3,5% menos que en 2011. La recaudación total alcanzó los 744 millones, por debajo de los niveles del año 2000 (755 millones) cuando la tasa impositiva era sensiblemente inferior.
El tabaco, más complicado
Más complicada parece la subida de los impuestos al tabaco, sobre todo porque los cigarrillos soportan ya una presión fiscal superior al 80 por ciento. En 2012, las ventas de tabaco se situaron en mínimos históricos, al comercializarse 2.671 millones de cajetillas, lo que supone una caída del 11 por ciento respecto al año anterior y el cuarto descenso anual consecutivo.
El Estado recaudó 9.384 millones de euros a través de impuestos especiales e IVA del tabaco en 2012, lo que representa un aumento del 2,8% respecto a lo embolsado en 2011. Del total recaudado, un total de 7.475 millones correspondieron al Impuesto especial sobre las Labores del Tabaco, un 3,94% menos, y los 1.909 millones restantes al IVA, lo que supone un aumento del 1,52%. En los cuatro últimos años, coincidiendo con la crisis, el sector ha perdido terreno en el mercado, al pasar de 4.514 millones de cajetillas comercializadas en 2008 a 2.671 millones el pasado año. Se trata de la cifra más baja de ventas registrada desde 1989, año en el que este organismo inicia la serie estadística.
El principal problema en España es que la caída de las ventas no se corresponde con un descenso del consumo, sino con un alza del contrabando. El tráfico ilegal alcanza ya el 12% de las ventas.
El Gobierno planea subir los impuestos especiales al alcohol hasta un 10% - elEconomista.es
-El Ministerio de Hacienda baraja también elevar el gravamen del tabaco
El Gobierno está preparando una fuerte subida de los impuestos especiales que gravan las bebidas alcohólicas para aumentar la recaudación del Estado. Según han confirmado a elEconomista fuentes de toda solvencia, Hacienda está barajando en este momento una subida de entre el 8 y el 10 por ciento de las tasas que gravan a los espirituosos, dejando en principio fuera tanto a la cerveza, que tiene una presión fiscal menor, como al vino, que no paga impuestos especiales.
Con ello, trataría de no hacer más daño a la hostelería, uno de los sectores más castigados por la crisis económica, que suma ya casi 40 meses de caída consecutiva de las ventas. El impuesto especial a las bebidas alcohólicas equivale a un 28,9% del precio, pero si se suma el IVA esa presión fiscal se eleva hasta el 39,79%.
La subida del gravamen podría incrementar la presión en el primer caso hasta más allá del 31%. En cuanto a la cerveza, el impuesto especial es del 8% y la tasa impositiva se eleva en conjunto al 22,16%, sumando el IVA.
Las fuentes consultadas aseguran que se está perfilando también un cambio de la fiscalidad del tabaco -actualmente hay un impuesto específico y otro porcentual sobre el precio, además de una tasa mínima-, que muy probablemente supondrá también una subida, aunque en este caso está todavía pendiente de definir.
En juego, 35.000 empleos
Tanto la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe) como la Federación Española de Hostelería (Fehr) dieron ayer la voz de alerta ante esta posible subida fiscal, advirtiendo que si se lleva a cabo supondrá la desaparición de un mínimo de 35.000 empleos.
El director general de la patronal de las bebida alcohólicas, Bosco Torremocha, se mostró ayer muy crítico con esta posible decisión. "Según nos han trasladado, el Gobierno cree que una subida del 10 por ciento es moderada, pero eso es absurdo, no está teniendo en cuenta la situación del sector y va improvisando sobre la marcha. Además, subir los impuestos a las espirituosas y no hacerlo a la cerveza es como aumentar los impuestos al tabaco rubio y no al negro".
Febe ha defendido siempre que un grado de alcohol es un grado y que por lo tanto debe pagar lo mismo, independientemente del producto del que se trate. Fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda negaron ayer, por su lado, que haya ya ninguna decisión tomada en relación a los impuestos especiales.
Deducciones en Sociedades
Aseguraron que en estos momentos se está trabajando en las medidas para limitar las deducciones en Sociedades y que se están estudiando las distintas opciones, sin precisar más. Añadieron que Hacienda aún no ha comenzado a trabajar en los impuestos especiales y que será en unos días cuando empiece a hacerlo.
En conjunto, la industria de las bebidas espirituosas acumula una caída del 38% desde el 2008, mientras que la facturación de bares y restaurantes ha disminuido un 20 por ciento. Según datos de la Agencia Tributaria, la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas se redujo en 28 millones en 2012, un 3,5% menos que en 2011. La recaudación total alcanzó los 744 millones, por debajo de los niveles del año 2000 (755 millones) cuando la tasa impositiva era sensiblemente inferior.
El tabaco, más complicado
Más complicada parece la subida de los impuestos al tabaco, sobre todo porque los cigarrillos soportan ya una presión fiscal superior al 80 por ciento. En 2012, las ventas de tabaco se situaron en mínimos históricos, al comercializarse 2.671 millones de cajetillas, lo que supone una caída del 11 por ciento respecto al año anterior y el cuarto descenso anual consecutivo.
El Estado recaudó 9.384 millones de euros a través de impuestos especiales e IVA del tabaco en 2012, lo que representa un aumento del 2,8% respecto a lo embolsado en 2011. Del total recaudado, un total de 7.475 millones correspondieron al Impuesto especial sobre las Labores del Tabaco, un 3,94% menos, y los 1.909 millones restantes al IVA, lo que supone un aumento del 1,52%. En los cuatro últimos años, coincidiendo con la crisis, el sector ha perdido terreno en el mercado, al pasar de 4.514 millones de cajetillas comercializadas en 2008 a 2.671 millones el pasado año. Se trata de la cifra más baja de ventas registrada desde 1989, año en el que este organismo inicia la serie estadística.
El principal problema en España es que la caída de las ventas no se corresponde con un descenso del consumo, sino con un alza del contrabando. El tráfico ilegal alcanza ya el 12% de las ventas.
El Gobierno planea subir los impuestos especiales al alcohol hasta un 10% - elEconomista.es
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