La dación de pago ya existía en el momento de comenzar la burbuja hipotecaria. Lo que será un desastre para España es su aplicación retroactiva.

Si no se suscribieron hipotecas con dación en pago fue principalmente por dos motivos:

1º. La ignorancia de los hipotecados. Muchos de los que ahora solicitan la dación en pago o se piensan que con dar las llaves al banco es suficiente para saldar la deuda son lo mismo que eran en el momento de hipotecarse: unos "ignorantes financieros". Siempre estuvo a su alcance esta posibilidad y la dejaron pasar. Yo iré más allá y diré que, aunque hubiesen sabido de la existencia de esta figura jurídica, la habrían rechazado porque les imponía unas condiciones tan duras para su hipoteca que la hacían imposible.

2º. La codicia desmedida de banquitos y cajitas. Ora porque se habían creído que la vivienda nunca baja; ora porque estaban en una demencial carrera de locos para ver quién se llevaba la mayor parte de lo que por aquel entoces se consideraba un fabuloso negocio con ganancias seguras para todos, los banquitos y cajitas -muy especialmente estas últimas- estaban, como la experiencia ha demostrado, dispuestos a cometer todo tipo de tropelías, marrullerías, irregularidades, trampas, trapazas e incluso delitos con tal de atraer a todo tipo de kamikazes financieros. ¿Qué cajita iba a querer siquiera considerar la posibilidad de tasar los inmuebles de acuerdo con su valor real, pudiendo atribuirles un precio de mercado muy superior? ¿Qué aguerrido director de sucursal iba a arriesgar su empleo por negarse a aceptar potenciales clientes, aunque sus garantías de poder hacer frente siquiera a una ínfima parte del préstamo hipotecaria fuesen tan bajas que hubo que recurrir a ingeniosas soluciones como los avales cruzados para que pudiesen resultar creíbles como candidatos a la hipoteca?

Sólo hay un argumento realmente fuerte para negarse en redondo a la dación en pago retroactiva: que dinamitará todo el sistema bancario español, hundiendo con él a muchas empresas y particulares que no guardan ni han guardado jamás relación alguna con el delirio hipotecario. Como decía en otro hilo, las responsabilidades de las Cajas de Ahorros han de exigirse, pero individualmente: demostrando sus malas prácticas caso por caso. El sector bancario ha de ser purgado. Pero ha de hacerse de manera controlada y procurando salvar a quienes todavía no se han visto arruinados por la burbuja inmobiliaria.