avier Oms | Víctor Mondelo | Germán González | Barcelona Actualizado martes 11/09/2012 17:24 horas
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Una oleada de ciudadanos colapsa el centro de Barcelona por la gran manifestación convocada con motivo de la Diada nacional de Cataluña y cuyo mensaje, sin aristas, es el de reclamar la independencia. La única cifra de asistentes comunicada por el momento es la de los organizadores, que hablan de dos millones de personas. De hecho, la Assemblea Nacional Catalana (ANC)se ha visto obligada a que la marcha no prosiga su recorrido previsto hasta el Parlament, sino que muera en plaza Urquinaona ante la imposibilidad de que la marea humana haya podido avanzar más de dos manzanas. "Hemos convertido una manifestación en una concentración", ha dicho una portavoz del organismo convocante, que ha enviado una pequeña comitiva de 15 personas a la cámara catalana para hacer entrega del manifiesto a su presidenta, Núria de Gispert.
El flujo imparable de personas concentrado bajo el lema 'Cataluña, un nuevo Estado de Europa' promete aniquilar todas las previsiones realizadas pese a que, desde hace semanas, promotores y analistas la dibujaban como una cita histórica que podría romper todos los precedentes conocidos. Los gritos de "in-inde-independecia", invaden por momentos el corazón de la capital catalana.
Las principales vías de la capital catalana son prácticamente intransitables, incluyendo las arterias Passeig de Gràcia y Gran Via, punto desde el que ha partido la marcha. La ausencia del presidente de la Generalitat, que ha declarado asistir "en espíritu", se ha visto mitigada con la presencia a título personal de la vicepresidenta del Govern Joana Ortega y varios consellers del Ejecutivo catalán como Lluís Recoder, Irene Rigau, Ferran Mascarell, Josep Lluís Cleries, Francesc Xavier Mena, Josep Maria Pelegrí o Boi Ruiz.
A nivel de partidos, por parte de CDC está presente el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su hijo el secretario general de la formación, Oriol Pujol o el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Unió está representada por su líder Josep Antoni Duran i Lleida y el que le disputara el mando de la formación, el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal. Los presidentes de Esquerra e ICV, Oriol Junqueras y Joan Herrera, y los principales líderes sindicales tampoco han faltado a la cita.
Además, representantes del sector catalanista del PSC han dado apoyo a una expresión social de consecuencias aún por desvelar y muchos de sus miembros destacados como Marina Geli, Ángel Ros y Montserrat Tura han cumplido con su anuncio de asistencia.
Otros cargos presentes son el vicepresidente primero del Parlament, Lluís Corominas; el secretario del Govern, Germà Gordó, y el secretario tercero de la Mesa del Parlament, Josep Rull o la esposa del propio Artur Mas, Helena Rakosnik. Así como los expresidentes del Parlament, Joan Rigol y Ernest Benach.
Entre los lemas se han inmiscuido declaraciones políticas como la de Joana Ortega, máxima representante política presente en la marcha, que ha vaticinado que a partir de hoy "el mundo enteró leerá lo que dice Cataluña en sus calles" porque "nadie hace callar al pueblo catalán". En igual sintonía, el ex 'president' Pujol ha considerado la concentración una "declaración de rechazo al trato" recibido desde el conjunto del país y augurado que el Estado "tiene que tener respuesta a esto y no puede dar la sensación de que en Catalua no pasa nada".
Sin embargo, la clase política ha visto arrebatado su protagonismo por el mar de ciudadanos que copan cada rincón con banderas 'estelades' y 'senyeres'. Una sensación abrumadora de apoyo a una marcha para la que se han fletado un millar de autocares procedentes de todos los puntos de Cataluña y que han sido estacionados a cientos de metros, cuando no kilómetros, del epicentro de la manifestación. Muchos de los carriles reservados para la circulación de autobuses de vías tan importantes como Lepant, paseo Sant Joan o València han quedado inutilizados para dar cobijo a la ingente flota encargada de transportar a la masa de independentistas que, llegada desde todos los puntos de Cataluña, colapsa su capital.
Fuente: elmundo.es. Líder de información en español
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Una oleada de ciudadanos colapsa el centro de Barcelona por la gran manifestación convocada con motivo de la Diada nacional de Cataluña y cuyo mensaje, sin aristas, es el de reclamar la independencia. La única cifra de asistentes comunicada por el momento es la de los organizadores, que hablan de dos millones de personas. De hecho, la Assemblea Nacional Catalana (ANC)se ha visto obligada a que la marcha no prosiga su recorrido previsto hasta el Parlament, sino que muera en plaza Urquinaona ante la imposibilidad de que la marea humana haya podido avanzar más de dos manzanas. "Hemos convertido una manifestación en una concentración", ha dicho una portavoz del organismo convocante, que ha enviado una pequeña comitiva de 15 personas a la cámara catalana para hacer entrega del manifiesto a su presidenta, Núria de Gispert.
El flujo imparable de personas concentrado bajo el lema 'Cataluña, un nuevo Estado de Europa' promete aniquilar todas las previsiones realizadas pese a que, desde hace semanas, promotores y analistas la dibujaban como una cita histórica que podría romper todos los precedentes conocidos. Los gritos de "in-inde-independecia", invaden por momentos el corazón de la capital catalana.
Las principales vías de la capital catalana son prácticamente intransitables, incluyendo las arterias Passeig de Gràcia y Gran Via, punto desde el que ha partido la marcha. La ausencia del presidente de la Generalitat, que ha declarado asistir "en espíritu", se ha visto mitigada con la presencia a título personal de la vicepresidenta del Govern Joana Ortega y varios consellers del Ejecutivo catalán como Lluís Recoder, Irene Rigau, Ferran Mascarell, Josep Lluís Cleries, Francesc Xavier Mena, Josep Maria Pelegrí o Boi Ruiz.
A nivel de partidos, por parte de CDC está presente el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su hijo el secretario general de la formación, Oriol Pujol o el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Unió está representada por su líder Josep Antoni Duran i Lleida y el que le disputara el mando de la formación, el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal. Los presidentes de Esquerra e ICV, Oriol Junqueras y Joan Herrera, y los principales líderes sindicales tampoco han faltado a la cita.
Además, representantes del sector catalanista del PSC han dado apoyo a una expresión social de consecuencias aún por desvelar y muchos de sus miembros destacados como Marina Geli, Ángel Ros y Montserrat Tura han cumplido con su anuncio de asistencia.
Otros cargos presentes son el vicepresidente primero del Parlament, Lluís Corominas; el secretario del Govern, Germà Gordó, y el secretario tercero de la Mesa del Parlament, Josep Rull o la esposa del propio Artur Mas, Helena Rakosnik. Así como los expresidentes del Parlament, Joan Rigol y Ernest Benach.
Entre los lemas se han inmiscuido declaraciones políticas como la de Joana Ortega, máxima representante política presente en la marcha, que ha vaticinado que a partir de hoy "el mundo enteró leerá lo que dice Cataluña en sus calles" porque "nadie hace callar al pueblo catalán". En igual sintonía, el ex 'president' Pujol ha considerado la concentración una "declaración de rechazo al trato" recibido desde el conjunto del país y augurado que el Estado "tiene que tener respuesta a esto y no puede dar la sensación de que en Catalua no pasa nada".
Sin embargo, la clase política ha visto arrebatado su protagonismo por el mar de ciudadanos que copan cada rincón con banderas 'estelades' y 'senyeres'. Una sensación abrumadora de apoyo a una marcha para la que se han fletado un millar de autocares procedentes de todos los puntos de Cataluña y que han sido estacionados a cientos de metros, cuando no kilómetros, del epicentro de la manifestación. Muchos de los carriles reservados para la circulación de autobuses de vías tan importantes como Lepant, paseo Sant Joan o València han quedado inutilizados para dar cobijo a la ingente flota encargada de transportar a la masa de independentistas que, llegada desde todos los puntos de Cataluña, colapsa su capital.
Fuente: elmundo.es. Líder de información en español
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