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Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

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  • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

    Si la actitud de Sánchez Gordillo e imitadores no deja de parecerme un mero brindis al sol en momentos en los que está más que demostrado que las acciones simbólicas sirven para lo que sirven, me resulta ciertamente chocante -o no- observar el nerviosismo instalado en la ultraderecha mediática, que no escatima insultos y vejaciones por doquier, y de la derecha política que, en boca del titular de Interior ha llegado a acusar al dueño de la finca "ocupada" -meterse un ratito para pegarse un bañito en la pileta tiene de "ocupación para el pueblo" lo que yo de devoto seguidor de las tesis de la Escuela de Chicago- de autoasaltarse.

    Como ustedes saben, el "autoasalto" es una nueva figura jurídica tipificada en el Código Penal que se ha inventado el señor Fernández Díaz -que hoy se mete con un dueño de una finca "ocupada", y ayer con sus propios compañeros de partido que le acusan de blandito frente a ETA (cómo cambian las cosas, bendita hemeroteca)- con el objetico de justificar lo injustificable.

    No es una tontería señores/as, el dueño del establecimiento ha asegurado que le amenazaron con retirar la custodia de la Guardia Civil si no denunciaba al SAT por esa acción.....

    Yo le pido al señor Gordillo que haga el favor de dejarse de acciones simbólicas para ocupar espacios en Tele5 a la hora del late night; si va a ocupar un espacio privado porque quiere hacerlo público, que lo haga bien, con todas las consecuencias; pero eso sí, que renuncie primero a su acta de parlamentario. Un representante elegido democráticamente por el pueblo no puede incumplir la ley, aunque sea "simbólicamente".

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    • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

      Pues yo que quereis que os diga. El día que pase hambre de verdad que tiemblen los carrefoures. No se me da muy bien pedir limosna.

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      • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

        Lo de Sánchez Gordillo es sacar a pasear el populismo y la demagogia con tal de rebañar votos en tiempo de crisis (tiempos en los que siempre los extremismos afloran), a través de la mayor repercusión mediática que pueda.

        Como bien apunta el compañero Félix y coincido en ésto con él:

        ...Yo le pido al señor Gordillo que haga el favor de dejarse de acciones simbólicas para ocupar espacios en Tele5 a la hora del late night; si va a ocupar un espacio privado porque quiere hacerlo público, que lo haga bien, con todas las consecuencias; pero eso sí, que renuncie primero a su acta de parlamentario. Un representante elegido democráticamente por el pueblo no puede incumplir la ley, aunque sea "simbólicamente"...
        Lo "gracioso" es que si quería que lo detuvieran como a sus "compañeros" no renuncie a su acta de parlamentario y haga el paripé diciendo que pedirá asesoramiento a los Servicios Jurídicos de la Junta para ver si pueden encontrar el mecanismo de que él voluntariamente pueda solicitar que lo metan en la cárcel por lo del Mercadona: como si no lo supiera él bien.

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        • a mi me hace gracia lo contenta y feliz que salia la gente dandose un bañito en la piscina de la finca que ocuoaron.
          cuando van vendiendo que su vida es un drama

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          • tambien podriamos debatir el nivel de vida de jornaleros cuando habia vacas gordas
            mansiones, cochazos, etc.. derroche y mas derroche
            y como iban a currar cuando les daba la gana

            como el otro dia una mujer con unos pocos de niños sale en la Noria comentando que tiene una hipoteca de 900 pavos... !!!!900 pavos!!!!!!

            y ahora que a asaltar a los bancos? anda ya ome

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            • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

              Nunca acabaré de entender porque tiene mas repercusión mediática un alcalde que roba garbanzos que un/os ministro/s que dejaron un agujero de 26.000 millones de euros en la caja que asesoraron.

              26.000 millones de euros mas o menos equivaldría a asaltar el carrefour 365 dias al año durante un periodo de 40.000 años.

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              • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                Originalmente publicado por TRiaNeR0 Ver Mensaje
                tambien podriamos debatir el nivel de vida de jornaleros cuando habia vacas gordas
                mansiones, cochazos, etc.. derroche y mas derroche
                y como iban a currar cuando les daba la gana

                como el otro dia una mujer con unos pocos de niños sale en la Noria comentando que tiene una hipoteca de 900 pavos... !!!!900 pavos!!!!!!

                y ahora que a asaltar a los bancos? anda ya ome
                Creo que estas equivocado. Al menos, generalizas muchisimo. Vivo en un pueblo en el que la mayoria del trabajo que hay es en el campo. Y te digo yo que el nivel de vida que tu describes a pocos o ningun jornalero se lo he visto. A no ser que por mansion entiendas una casa en un pueblo, que comparado con un piso en Sevilla, cualquier casa es una "mansion".

                Y eso de que iban a currar cuando les daba la gana, otra equivocacion. En el campo no hay trabajo todo el año. Durante la recoleccion si, pero el resto del año hace falta muy poco personal trabajando.

                Y con esto no quiero decir que no haya habido familias que se hayan endeudado hasta mas no poder. Pero eso ha pasado con trabajadores de todos los sectores, no solo de la agricultura

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                • Como te ha dicho el otro compañero, estas.muy equivocado.
                  Si en el campo fallas dos o tres veces sin.justificación estas en la calle como en cualquier trabajo.
                  Y el nivel de vida de los jornaleros en su gran mayoría ha sido como el de cualquier otro trabajador, incluso menor, porque hay muchas fases del año que no hay trabajo, y con la ayuda no da para mucho.
                  Y por supuesto, que ha habido gente que se ha endeudado por encima de sus posibilidades, pero como en cualquier sector.

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                  • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                    Yo tampoco estoy de acuerdo en esto que dice TRiaNeR0, en lo que sí lo estoy es en que hay mucha gente que se metieron en hipotecas altísimas, en grandes casas y ahora lloran... pero ese derroche, cochazos, etc., no se corresponde con este sector en concreto.
                    Editado por última vez por Seagreen; https://www.betisweb.com/foro/member/9861-seagreen en 28/08/12, 16:25:11.

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                    • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                      Originalmente publicado por Seagreen Ver Mensaje
                      Yo tampoco estoy de acuerdo en esto que dice TRiaNeR0, en lo que sí lo estoy es en que hay mucha gente que se metieron en hipotecas altísimas, en grandes casas y ahora lloran... pero ese derroche, cochazos, etc., no se corresponde con este sector en concreto.

                      El RBS, un banco

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                      • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                        Originalmente publicado por Seagreen Ver Mensaje
                        Yo tampoco estoy de acuerdo en esto que dice TRiaNeR0, en lo que sí lo estoy es en que hay mucha gente que se metieron en hipotecas altísimas, en grandes casas y ahora lloran... pero ese derroche, cochazos, etc., no se corresponde con este sector en concreto.
                        En todos los sectores se metieron gente en hipotecas. Si tienes buenas expectativas es normal que te metas, y para nada despreciable ésta actitud. El que no tenía que haber dado dichas hipotecas eran los bancos, que con su afán de ganar y ganar, no han controlado lo más mínimo de si se trataba de un jornalero o si tenía una multinacional...

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                        • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                          Originalmente publicado por alfonsopm11 Ver Mensaje
                          En todos los sectores se metieron gente en hipotecas. Si tienes buenas expectativas es normal que te metas, y para nada despreciable ésta actitud. El que no tenía que haber dado dichas hipotecas eran los bancos, que con su afán de ganar y ganar, no han controlado lo más mínimo de si se trataba de un jornalero o si tenía una multinacional...
                          Es normal hasta cierto punto porque meterse en hipotecas de más de 1000€, a no ser que tengas el trabajo 100% asegurado para toda la vida, que es lo que hizo mucha gente que no sólo era la casa, también el mejor coche, etc., y para los que la palabra ahorrar les suena a chino, no me parece lo más más inteligente, hay que decir que hay casos y casos. Y, por supuesto, los bancos y/o los que fomentaban el consumismo desenfrenado a gran escala, no te ponían una pistola en la cabeza para que firmaras.

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                          • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                            Hemos vivido un sueño

                            Hoy, en el vertiginoso salto atrás a la pobreza, paro y ladronería bancaria, cuando los españoles vuelven a emigrar, dependemos enteramente de la Dama de Acero alemana
                            Juan Goytisolo 22 JUL 2012
                            Hace poco más de un decenio, el llamado milagro español nos exaltaba y provocaba la admiración del mundo entero. Nuestro presidente del Gobierno, el héroe de la reconquista del islote de Perejil y miembro del famoso trío de las Azores que emprendió la noble y fructuosa (¡cifras cantan!) cruzada de liberación de Irak y la neutralización de sus armas mortíferas, aseguraba a quien quisiera oírle que España se había zafado de la funesta influencia francesa y había recuperado la grandeza perdida desde la época del emperador Carlos V. Los hechos o, por mejor decir, la información de los hechos, le daban la razón. España era la octava potencia mundial en términos económicos, los mercados alentaban nuestro imparable crecimiento y la marca España no era solo, como hoy, la de Nadal, el Real y el Barça, sino la de todo un país que caminaba con paso firme y resuelto por la recta vía del progreso y de la prosperidad.

                            Eran los tiempos del ladrillo y del crédito fácil, de la feliz llegada del euro, de la culminación gloriosa de una transición democrática que servía de modelo urbi et orbi, de proyectos y obras faraónicas y de dinero derramado a espuertas.

                            Pero los milagros —con excepción de los científicamente demostrables por cámaras ultrasensibles en Lourdes y Fátima, según su Santidad Benedicto— no existen y en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, inesperada para los accionistas crédulos, pero no para sus directores ni para las hoy célebres agencias de notación, aquellos apresuraron a privatizar los beneficios de la venta de sus activos tóxicos en favor de los responsables de la bancarrota y a “socializar” las ingentes pérdidas a costa de los estafados. Después de una sarta de noticias funestas a los largo de 2009 y 2010, abrimos finalmente los ojos y, como dicen en Cuba, “caímos del altarito”. El sueño se había desvanecido y el despertar fue amargo.

                            Lo de un país rico pero pueblo pobre es una constante de nuestra historia. En la época imperial evocada por José María Aznar, el oro de las Indias recalaba en España. No obstante, lo que no era invertido en la construcción de palacios e iglesias y en gastos suntuarios pasaba directamente a manos de los negociantes y banqueros de Génova y Ámsterdam. A diferencia del pragmatismo luterano, calvinista o anglicano forjador del moderno capitalismo según señaló Werner Sombart, el catolicismo hispano acumulaba sin medida fincas rústicas y heredades inmobiliarias y rechazaba por razones de hidalguía el comercio y la fabricación de bienes útiles. España, pese a los esfuerzos de los ilustrados y regeneracionistas y las actividades productivas de los llamados indianos, se descolgó del progreso europeo y quedó rezagada en su furgón de cola. A fines de los cincuenta y comienzos de los sesenta del pasado siglo, la conjunción de la salida masiva de emigrantes a una Europa a la que política y económicamente aun no pertenecíamos, con la entrada igualmente masiva de turistas procedentes del todo el Viejo Continente, y la llegada al Gobierno de los ministros tecnócratas del Opus Dei, cambiaron las cosas. Estos últimos fueron nuestros calvinistas: desculpabilizaron al catolicismo de sus siempre ambiguas relaciones con el sistema de producción y espíritu de empresa del capitalismo, y asumieron el lema de “por el dinero hacia Dios”. Como previmos algunos en fecha tan temprana como 1964, el régimen franquista se desplomaría a la muerte del Caudillo no por la acción de una izquierda aferrada al recuerdo de su lucha heroica durante la Guerra civil, sino por la transformación de una sociedad que nada tenía que ver con la que se había alzado a poder por la fuerza de las armas 25 antes.

                            Estamos al cabo de un ciclo histórico y una crisis de civilización. Habrá que exigir responsabilidades

                            Los logros de la transición que acabó con el ciclo de revoluciones, guerras civiles y dictaduras de espadones están a la vista de todos y recibieron el aplauso unánime de una Unión Europea que no tardaría en acogernos con los brazos abiertos y favorecernos con sus fondos de ayuda para el desarrollo. Pero sus limitaciones no tardarían en manifestarse mientras los sueños de grandeza se nos subían a la cabeza. Hubo una transición política de “borrón y cuento nuevo”, pero no educativa ni cultural. Los hábitos mentales creados por la rutina y el temor a las ideas frescas pero desestabilizadoras de las verdades consagradas se perpetuaron. Los sucesivos gobiernos de las tres últimas décadas no tuvieron unos la voluntad y otros el valor de denunciar el Concordato, de abolir las exorbitantes partidas presupuestarias y privilegios fiscales eclesiásticos y de crear un Estado verdaderamente laico, liberándose así de las recurrentes presiones y chantajes de una jerarquía ideológicamente retrógrada. Convertidos ya en nuevos ricos, nuevos libres y nuevos europeos, nuestra clase política, surgida al socaire de la bonanza económica y de un optimismo sin mácula, fundó sus criterios de la gestión pública en el clientelismo con el aplauso de unos ciudadanos que, confortados por el acceso a un crédito fácil, asumieron que este era un pozo sin fondo. El paso de una pobreza real a una riqueza ficticia no se produjo gradualmente sino con una brusquedad que no permitió la creación de una cultura amortiguadora de tan vertiginosa mutación. De ser un país de emigrantes en busca del pan que no ganaban en casa nos convertimos en otro que acogía a millones de fugitivos de la pobreza oriundos de Iberoamérica, Magreb y África subsahariana.

                            El ejemplo más extremo pero sintomático de lo que ocurría en nuestras “enladrilladas” costas mediterráneas, lo hallé en El Ejido. El país misérrimo que visité hace poco más de medio siglo saltó de un brinco a ser uno de los municipios más ricos de Europa. En medio del mar refulgente del plástico de los invernaderos bajo el que se apiñaban en condiciones indignas millares de magrebíes y subsaharianos, la ciudad improvisada sin planificación alguna albergaba según un informe del Foro Cívico Europeo que cito de memoria, una cuarentena de agencias bancarias, ciento y pico prostíbulos y una librería a todas luces superflua a ojos de una comunidad para la que la educación era algo inútil de cara al logro y al manejo del dinero. ¿Quién iba a decir en 1997 que esta sociedad derrochadora y caciquil, fruto de la megalomanía de especuladores de toda laya a cargo de las Autonomías y Diputaciones —verdaderos reinos de Taifa— iba a convertirse de pronto en el nuevo “hombre enfermo de Europa”, como lo fue hace un siglo el imperio otomano?

                            Los ciudadanos no distinguen ya entre el partido que originó la ruina y el que la tapó

                            Al despilfarro y delirio de grandeza de la época de Aznar —el de la boda principesca en El Escorial, con un yernísimo que a diferencia del esposo de la infanta Cristina ha dejado misteriosamente de ser noticia— sucedió para alivio de muchos la llegada al poder de un joven y prometedor José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Sabía este en marzo 2004 la envenenada herencia que recibía en manos? Quienes creíamos que no, dado su tenaz optimismo y negación obstinada de la crisis que se nos venía encima después de la quiebra fatídica de Lehman Brothers, nos equivocamos de medio a medio. Un reciente artículo de Francesc de Carreras (La razón moral del indignado, La Vanguardia, 29-5-2012) me puso sobre la pista del libro de Mariano Guindal, El declive de los dioses, cuya lectura aconsejo vivamente, en la que su autor entrevista a quien pronto sería ministro de Industria de Zapatero en vísperas de las elecciones de 2004, y en la que Miguel Sebastián declara: “Menos mal que no vamos a ganar porque la que viene sobre España es gorda […]Tenemos una burbuja inmobiliaria y es inevitable que estalle y cuando esto ocurra se lo va a llevar todo por delante incluyendo los bancos”. Si, como admite el entrevistado, Zapatero y su equipo no estaban preparados para empuñar el timón en la tempestad que se avecinaba, cabía esperar al menos que dieran a conocer la “tremenda” situación que heredaban. La culpa no era suya, y lo razonable hubiera sido coger el toro por los cuernos y afrontar con urgencia la previsible catástrofe.

                            Por desgracia no lo hicieron y al desmadre especulativo y saqueo del erario público sucedió su incomprensible ocultación. Todo iba bien, seguíamos en el mejor de los mundos, hasta el momento (abril 2011) en el que ya resultó imposible negar la vorágine en la que nos anegábamos y, con dicho reconocimiento tardío, Zapatero cavó su propia tumba.

                            Hoy, en el vertiginoso salto atrás a la pobreza, paro y ladronería bancaria, cuando los españoles vuelven a emigrar a Inglaterra, Norteamérica, Suiza o Alemania y másters en mano se ven obligados a asirse al empleo que sea en medio del naufragio; cuando liberados de la influencia francesa (¡ah, el sublime Aznar!) dependemos enteramente de la Dama de acero alemana y de las voraces agencias de notación; cuando los mineros de Asturias en huelga marchan a pie hasta Madrid y sacuden con sus justas reclamaciones los fundamentos éticos de un Estado presuntamente democrático, ¿que hacen Rajoy y su flamante Gobierno? Negar ya no la crisis sino el rescate hasta el último momento y presentar luego la capitulación como una victoria; aclarar que “donde digo digo, digo Diego”; sostener que si accedió a agarrarse al salvavidas fue cediendo a las súplicas de quienes se lo arrojaban; imponer los recortes brutales a la educación y asistencia sanitaria y dejar impunes a los causantes de la ruina y a quienes se aprovecharon desvergonzadamente de ella.

                            El rechazo casi general a la clase política e instituciones estatales, incluido el Poder judicial encarnado por el Dívar de los fines de semana marbellenses —por cierto, ¿por qué y por quién fue nombrado a tan alto cargo en tiempos de Zapatero?— traduce la perplejidad de unos ciudadanos que, desbordados por la magnitud de los problemas que les acucian, no distinguen ya entre los dos partidos políticos, el que originó la ruina y el que la tapó y, a falta de expresar su cólera a gritos, se refugian en la fatalista resignación. Estamos al cabo de un ciclo histórico y una crisis de civilización, y habrá que exigir responsabilidades como claman los indignados. Como se pregunta Josep Ramoneda en un reciente artículo en estas mismas páginas (Poco pan y peor circo, EL PAÍS, 14-6-12), “¿hasta cuando aguantarán los ciudadanos que nadie defienda sus intereses?”

                            Juan Goytisolo es escritor.


                            SALu

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                            • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                              Originalmente publicado por Seagreen Ver Mensaje
                              Es normal hasta cierto punto porque meterse en hipotecas de más de 1000€, a no ser que tengas el trabajo 100% asegurado para toda la vida, que es lo que hizo mucha gente que no sólo era la casa, también el mejor coche, etc., y para los que la palabra ahorrar les suena a chino, no me parece lo más más inteligente, hay que decir que hay casos y casos. Y, por supuesto, los bancos y/o los que fomentaban el consumismo desenfrenado a gran escala, no te ponían una pistola en la cabeza para que firmaras.
                              Los bancos daban numerosas facilidades para que ésto se diera... Nadie previó una crisis, y ésta se llevo a todos por delante... Seguramente si alguien se tuviera que ir de su casa para vivir con su futura mujer, pareja de hecho o algo similar, y por ejemplo, estaba trabajando de asesor en una empresa o algo así, no iba a prever que ésto sucedería y que a él lo acabarían echando...

                              En cuanto a obreros de la construcción y demás, yo soy de pueblo, y no he visto a muchos pedir préstamos para casas. Sin embargo, chavales para coches sí que han pedido y los bancos se los han dado sin suficientes garantías. Se supone que los bancos debieron de frenar todo esto, pero siempre quisieron más... Hay por ahí documentales buenísimos que muestran como en EEUU se le daba dinero a cualquier inmigrante o que incluso le decían que le hicieran un contrato falso o cosas similares para poder prestarles el dinero (no soy racista, me refiero a los que no tienen trabajos estables)

                              Esto debió de estar controlado, la paparrucha que nos llevan soltando por parte de las dos últimas legislaturas es que la culpa de la crisis es de nosotros por derrochar, cuando todo esto ha sido debido a las ansias de conseguir más dinero por parte de los bancos/empresas de distintos sectores... Todo lo que dicen es para que quede bien la frase de "tenemos que pagar por habernos pasado antes"
                              Editado por última vez por alfonsopm11; https://www.betisweb.com/foro/member/14208-alfonsopm11 en 28/08/12, 23:38:46.

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                              • Re: Sánchez Gordillo asalta dos supermecados para repartir comida a los necesitados

                                Sanchez Gordillo denuncia que le han robado un Iphone, ​¿Esto si es un robo y lo del Mercadona no?

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