Primera sentencia condenatoria
Condenan a Novagalicia Banco a devolver a un cliente el dinero invertido en preferentes
Un juzgado de Galicia ha dictado la primera sentencia contra las participaciones preferentes al estimar la demanda interpuesta por un afectado, J.L.C.M., frente a Novagalicia Banco, declarando "nulo" el contrato de compra de valores realizado en 2008. La entidad financiera deberá abonar 7.560 euros más los intereses al denunciante.
El Juzgado número 1 de Cambados ha dictado la primera sentencia favorable a un cliente que adquirió participaciones preferentes de Novagalicia Banco, en este caso de Caixanova, una de las cajas cuya fusión dio lugar a la entidad presidida por José María Castellano, a la que condena a devolver al demandante 7.560 euros y le impone las costas procesales.
El argumento principal de la sentencia, para declarar nulo el contrato "por error del consentimiento" es que la entidad aportó al cliente una información "inadecuada, falsa e insuficiente" en el momento de adquirir un producto cuyo "alto riesgo" y falta de liquidez no le fueron comunicados.
La titular del juzgado, Olga Martín, considera queda probado que el demandante "no fue debidamente informado de las características de riesgo alto y posible iliquidez que presentaba el producto en cuestión". Además, considera que "en ningún momento se le manifestó que el contrato suscrito tenía un vencimiento a 31 de diciembre del 2050, y que si lo hubiera sabido nunca lo hubiera firmado".
El demandante, un empleado de almacén que según consta en la sentencia "carece de profundos conocimientos en materia financiera", era desde hacía años cliente de la antigua Caixanova y que acudió a su oficina bancaria para constituir un depósito de 10.000 euros que tenía ahorrados.
José Luis Castro Méndez, un dependiente de almacén de 54 años de edad, según la jueza "carece por completo de conocimientos mínimos" en materia financiera, que el contrato que rubricó en 2008 vencía el 31 de diciembre de 2050.
Este fallo judicial se produce a los pocos días de la presentación, por parte de la Fiscalía Superior de Galicia, de una demanda civil colectiva contra Novagalicia Banco, en la que solicita que se la condene por "prácticas abusivas" en la venta de preferentes y obligaciones subordinadas perpetuas, y solicita como medida cautelar el depósito de 1.108.760.000 euros.
Analfabetos, entre los clientes no fueron informados
El ministerio fiscal considera que "un indeterminado número de clientes" de la entidad gallega considerados como "ahorradores ordinarios caracterizados por su aversión al riesgo" no fueron "debidamente informados" conforme dispone la normativa sectorial de inversiones en la contratación de este tipo de productos.
Respecto a los casos en que se vendieron preferentes a personas analfabetas, discapacitadas y menores de edad, a través de sus tutores, se han derivado a la vía penal por si se produjo falsedad documental.
El primer cliente de Novagalicia Banco al que los tribunales le dan la razón ha manifestado a EFE que de saber el riesgo que comportaba este producto "no habría puesto un duro", y que si firmó "tantos papeles" que le "pusieron delante" y que no leyó fue porque "confiaba" en el director la de la sucursal de Dena, Meaño (Pontevedra), de la que es cliente desde hace más de tres décadas.
La entidad financiera argumentó que este cliente había superado el denominado "test de conveniencia", pero la juez de Cambados califica este trámite de "mero test de cinco preguntas estereotipadas" que no acreditan que fuera realmente consciente del tipo de producto que estaba adquiriendo.
Orden de venta que no firmó
El demandante decidió recurrir a la justicia ordinaria cuando en octubre de 2011 acudió a su oficina bancaria para retirar los 7.560 euros que le quedaban de lo invertido en las preferentes para realizar unas obras en su casa y en el banco le dijeron que "debido a la situación del mercado" no podía amortizar las participaciones.
Dos años antes había extraído otros 2.400 euros para comprar un coche, para lo que fue necesaria una supuesta orden de venta que, según afirma este cliente a EFE, él no firmó.
José Luis Castro Méndez ha relatado que fue él quien pidió que le abrieran una cuenta a plazo fijo para ahorrarse gastos de mantenimiento y no por obtener "altos intereses", a seis meses o un año como máximo, porque quería tener disponibilidad de su dinero por si surgía "una urgencia".
En Caixanova -que tras fusionarse con Caixa Galicia daría lugar a Novacaixagalicia, hoy Novagalicia Banco- le ofrecieron las preferentes garantizándole incluso por escrito que tendría "disponibilidad inmediata" de los 10.000 euros que invirtió, y sin comentarle "nada de plazos" de más de 50 años, ya que a su edad "difícilmente llegaría" a cumplirlos.
"Que acabe la agonía"
Este cliente espera que una vez que la justicia le ha dado la razón "acabe la agonía de una vez por todas", tras "muchas noches sin poder dormir", y que Novagalicia Banco "no recurra -la sentencia ante la Audiencia Provincial de Pontevedra- ni ande dándole vueltas al asunto".
Confía en que su caso abra una vía para que la totalidad de los afectados por las preferentes de la entidad gallega, unos 43.000, recuperen todo su dinero, pues está seguro de que "la mayoría fueron engañados y abusaron de su buena fe, como a mí".
Sobre las disculpas públicas de esta semana de los máximos dirigentes de Novagalicia Banco, José María Castellano y César González Bueno, por determinadas prácticas del pasado, indica que no le "valen", porque "es como si mi médico intenta envenenarme y luego me pide que le perdone", argumenta.
Condenan a Novagalicia Banco a devolver a un cliente el dinero invertido en preferentes
Un juzgado de Galicia ha dictado la primera sentencia contra las participaciones preferentes al estimar la demanda interpuesta por un afectado, J.L.C.M., frente a Novagalicia Banco, declarando "nulo" el contrato de compra de valores realizado en 2008. La entidad financiera deberá abonar 7.560 euros más los intereses al denunciante.
El Juzgado número 1 de Cambados ha dictado la primera sentencia favorable a un cliente que adquirió participaciones preferentes de Novagalicia Banco, en este caso de Caixanova, una de las cajas cuya fusión dio lugar a la entidad presidida por José María Castellano, a la que condena a devolver al demandante 7.560 euros y le impone las costas procesales.
El argumento principal de la sentencia, para declarar nulo el contrato "por error del consentimiento" es que la entidad aportó al cliente una información "inadecuada, falsa e insuficiente" en el momento de adquirir un producto cuyo "alto riesgo" y falta de liquidez no le fueron comunicados.
La titular del juzgado, Olga Martín, considera queda probado que el demandante "no fue debidamente informado de las características de riesgo alto y posible iliquidez que presentaba el producto en cuestión". Además, considera que "en ningún momento se le manifestó que el contrato suscrito tenía un vencimiento a 31 de diciembre del 2050, y que si lo hubiera sabido nunca lo hubiera firmado".
El demandante, un empleado de almacén que según consta en la sentencia "carece de profundos conocimientos en materia financiera", era desde hacía años cliente de la antigua Caixanova y que acudió a su oficina bancaria para constituir un depósito de 10.000 euros que tenía ahorrados.
José Luis Castro Méndez, un dependiente de almacén de 54 años de edad, según la jueza "carece por completo de conocimientos mínimos" en materia financiera, que el contrato que rubricó en 2008 vencía el 31 de diciembre de 2050.
Este fallo judicial se produce a los pocos días de la presentación, por parte de la Fiscalía Superior de Galicia, de una demanda civil colectiva contra Novagalicia Banco, en la que solicita que se la condene por "prácticas abusivas" en la venta de preferentes y obligaciones subordinadas perpetuas, y solicita como medida cautelar el depósito de 1.108.760.000 euros.
Analfabetos, entre los clientes no fueron informados
El ministerio fiscal considera que "un indeterminado número de clientes" de la entidad gallega considerados como "ahorradores ordinarios caracterizados por su aversión al riesgo" no fueron "debidamente informados" conforme dispone la normativa sectorial de inversiones en la contratación de este tipo de productos.
Respecto a los casos en que se vendieron preferentes a personas analfabetas, discapacitadas y menores de edad, a través de sus tutores, se han derivado a la vía penal por si se produjo falsedad documental.
El primer cliente de Novagalicia Banco al que los tribunales le dan la razón ha manifestado a EFE que de saber el riesgo que comportaba este producto "no habría puesto un duro", y que si firmó "tantos papeles" que le "pusieron delante" y que no leyó fue porque "confiaba" en el director la de la sucursal de Dena, Meaño (Pontevedra), de la que es cliente desde hace más de tres décadas.
La entidad financiera argumentó que este cliente había superado el denominado "test de conveniencia", pero la juez de Cambados califica este trámite de "mero test de cinco preguntas estereotipadas" que no acreditan que fuera realmente consciente del tipo de producto que estaba adquiriendo.
Orden de venta que no firmó
El demandante decidió recurrir a la justicia ordinaria cuando en octubre de 2011 acudió a su oficina bancaria para retirar los 7.560 euros que le quedaban de lo invertido en las preferentes para realizar unas obras en su casa y en el banco le dijeron que "debido a la situación del mercado" no podía amortizar las participaciones.
Dos años antes había extraído otros 2.400 euros para comprar un coche, para lo que fue necesaria una supuesta orden de venta que, según afirma este cliente a EFE, él no firmó.
José Luis Castro Méndez ha relatado que fue él quien pidió que le abrieran una cuenta a plazo fijo para ahorrarse gastos de mantenimiento y no por obtener "altos intereses", a seis meses o un año como máximo, porque quería tener disponibilidad de su dinero por si surgía "una urgencia".
En Caixanova -que tras fusionarse con Caixa Galicia daría lugar a Novacaixagalicia, hoy Novagalicia Banco- le ofrecieron las preferentes garantizándole incluso por escrito que tendría "disponibilidad inmediata" de los 10.000 euros que invirtió, y sin comentarle "nada de plazos" de más de 50 años, ya que a su edad "difícilmente llegaría" a cumplirlos.
"Que acabe la agonía"
Este cliente espera que una vez que la justicia le ha dado la razón "acabe la agonía de una vez por todas", tras "muchas noches sin poder dormir", y que Novagalicia Banco "no recurra -la sentencia ante la Audiencia Provincial de Pontevedra- ni ande dándole vueltas al asunto".
Confía en que su caso abra una vía para que la totalidad de los afectados por las preferentes de la entidad gallega, unos 43.000, recuperen todo su dinero, pues está seguro de que "la mayoría fueron engañados y abusaron de su buena fe, como a mí".
Sobre las disculpas públicas de esta semana de los máximos dirigentes de Novagalicia Banco, José María Castellano y César González Bueno, por determinadas prácticas del pasado, indica que no le "valen", porque "es como si mi médico intenta envenenarme y luego me pide que le perdone", argumenta.
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