El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, ha rechazado pedir disculpas por sus viajes a Marbella, ha asegurado que en todo momento distinguió los gastos privados de los oficiales y ha lamentado el daño que el asunto de sus desplazamientos ha generado al Consejo y al Tribunal Supremo.
Un Dívar circunspecto, tenso y arropado por la portavoz del Consejo Gabriela Bravo, ha comparecido al mediodía, en un receso del pleno que celebró el Poder Judicial, para explicar y refutar las acusaciones de despilfarro y malversación de caudales públicos lanzadas por el vocal José Manuel Gómez Benítez. Acorralado, y ante una autentica maraña de periodistas y funcionarios del Consejo que llenaban el salón de actos, no le quedaban a Dívar demasiadas opciones después de que muchos de los vocales, en privado, supeditaran apoyarle a que compareciese ante la opinión pública y explicase sus 20 viajes de larguísimos fines de semana caribeños, de hasta seis días, a un lujoso hotel de Puerto Banús (Málaga) por importe de casi 13.000 euros.
Dívar empezó así: “Al inicio de la sesión plenaria de hoy he informado a los vocales de mi decisión de comparecer ante ustedes (la prensa) para expresar a la opinión pública en genera y a los jueces en particular que lamento profundamente que los acontecimientos de las últimas semanas han producido en la imagen de la justicia y las instituciones que representamos en este Consejo. Me produce amargura y preocupación este asunto, porque añade en el Poder Judicial desconfianza en unos momentos en que nuestro país afronta una de las más graves crisis económicas, por lo que es preciso la fortaleza de sus instituciones democráticas”.
Dívar ha añadido: “Señalar con rotundidad que no existe irregularidad alguna en los viajes cuestionados, y que han obedecido a actividades relacionadas con mi cargo de presidente. Ninguno de esos desplazamientos han inhibido las normas de fiscalización. No obstante, ante las dudas que se hayan podido suscitar, siempre he disociado aquella parte de los mismos que tuvieran un contenido particular o los de la parte privada”.
El presidente agregó: “Sobre la habitualidad de mi presencia en Marbella, he de decir que viajo con carácter oficial a todos los lugares de España. Y que cuando es a Andalucía intento conciliar la actividad pública con mi presencia en la provincia donde nací. Lamento profundamente que se haya cuestionado la probidad, profesionalidad e integridad moral de algún miembro de este Consejo, como Miguel Collado”, denunciado junto con Dívar ante el Tribunal Supremo por un abogado de Murcia.
Ante de someterse a las preguntas de los periodistas, Dívar concluyó: “Hemos acordado en este pleno la necesidad de afrontar un plan de austeridad y transparencia que coincide con el compromiso de este Consejo con la transparencia, y vamos a mejorar los aspectos que no s hagan más responsable ante los ciudadanos.
¿Se ha planteado dimitir en estos 22 días? Preguntó un periodista “No, no me lo he planteado el problema de la dimisión, aunque lo propusieron cinco vocales, el resto, uno por uno, me dijeron que no pensaban pedir mi dimisión. Es un acto de responsabilidad continuar al frente de la institución en este momento, ya que, además, dimitir sería como reconocer una culpabilidad en las cuestiones que se me achacan y esto no es así. Mi conciencia está absolutamente tranquila, no he cometido irregularidad ni jurídica ni moral”.
¿No le parece irresponsable en los tiempos que hay que se aloje en hoteles de lujo en Marbella?, pregunto otro informador. “No han sido de lujo, han sido de cuatro estrellas, y han estado bastante económicos en general. Yo he disociado, diferenciado con total claridad gastos personales de lo que son gastos oficiales. En aquellos sitios en que he tenido gastos oficiales, ha sido abonado por el Consejo, siempre después de la fiscalización de los gastos por parte de la intervención del Estado. ¿Por qué? (se autopreguntó Dívar) Cuando voy a Málaga, el viaje afecta tanto a mi privada como la oficial, y puedo tener tiempo de descanso descanso. Durante cerca de cuatro años, aproximadamente, tres años y siete meses, los viajes han sido uno cada dos meses, y están desde 2008 a 2012”.
El presidente del Consejo dijo también a la pregunta de por qué no había dado antes explicaciones: “Viajo con mucha frecuencia los fines de semana, soy presidente del Consejo durante las 24 horas del día. Tengo que aprovechar muchos viajes en fines de semana (…) y los gastos protocolarios que ha habido, como otro cualquiera de los presidentes de los poderes del Estado, tienen en algunos caso el carácter de reservado y por ello es necesaria la discreción, y no debe dársele publicidad para no involucrar a las personas”.
Dívar insistió en el plan de austeridad y transparencia que prepara el Consejo: “De todas formas, en las nuevas normas que se aplicarán a partir del proyecto que nos presente comisión de presupuestos del Consejo, en el próximo mes, ya hay fecha concreta, me voy a someter exactamente igual que todos los altos cargos y vocales a una transparencia absoluta, de gastos, de presupuestos, etcétera. Y si hay alguna actividad reservada, siguiendo el ejemplo del presidente de las Cortes, que tiene comisión de servicios secretos, antes de marcharme apuntaría al vicepresidente del Poder Judicial, como al presidente que estaría en funciones, el lugar donde estoy y las personas con las que voy a estar, todo para una mayor transparencia. La normativa en vigor estaba desfasada, es cierto. No es lógico que no rijamos por normativa de 1996”, reflexionó. Esta normativa es la que permite a los vocales del Poder Judicial no tener que dar explicaciones de sus gastos y viajes.
Dice usted que tiene la conciencia tranquila. ¿Por qué entonces ha tardado tanto en comparecer y explicar los viajes? – preguntó otro periodista. “¿Considera que tiene toda la autoridad o cree que está mermada tras este asunto? “Al día siguiente de la denuncia (de Gómez Benítez, ante la Fiscalía General del Estado) publiqué una nota. Posteriormente, y de acuerdo con la mayor parte de los vocales, lo que yo compartí, decidimos que había que guardar silencio mientras la denuncia se tramitada ante la fiscalía. ¿No estamos criticando los procesos paralelos, que si las filtraciones, que si las declaraciones inadecuadas, lo prudente era guardar silencio, de acuerdo con el Consejo. Cuando se produjo el decreto de la fiscalía”, ha añadido Dívar, “en cuestión de horas se convoco el pleno, y al día siguiente la sala de gobierno. Y hoy comparezco por mi propia voluntad. No he sido forzado por nadie, era el momento que consideraba oportuno. Me pregunta si en estos m omentos me considero mermado o disminuido para seguir con mis función o dar explicaciones al Parlamento, que es donde se exigen responsabilidades políticas. Que duda cabe que el ambiente que ha rodeado esto, la difusión, ha producido un malestar muy grave y un quebranto a mi persona. Si me pregunta si mi persona esta quebrantada moralmente por estos actos, la respuesta es sí; si me dice que si voy a ir al Parlamento, aparte de las comparecencias que tengo y que este año vamos a ampliar, dos comparecencias, cuando lo pidan compareceré, sí”.
Otro informador preguntó por las 40 cenas en hoteles de lujo en Marbella y su opinión por el hecho de que los vocales respalden a Collado y no a él. “No sé la opinión de los otros vocales, yo también he respaldado a Collado, porque se ha visto involucrado en un asunto basado en declaraciones que no he hecho. Respecto a restaurantes de lujo, dire que una cosa es que el restaurante pueda ser más o menos lujoso, y otra el precio del servicio. Se ve en las facturas. De esas 40 cenas, hay una pluralidad muy grande que he pagado en 2011, 2008. Y los gastos no eran excesivamente cuantiosos para la personas que estábamos”.
Dívar:
Un Dívar circunspecto, tenso y arropado por la portavoz del Consejo Gabriela Bravo, ha comparecido al mediodía, en un receso del pleno que celebró el Poder Judicial, para explicar y refutar las acusaciones de despilfarro y malversación de caudales públicos lanzadas por el vocal José Manuel Gómez Benítez. Acorralado, y ante una autentica maraña de periodistas y funcionarios del Consejo que llenaban el salón de actos, no le quedaban a Dívar demasiadas opciones después de que muchos de los vocales, en privado, supeditaran apoyarle a que compareciese ante la opinión pública y explicase sus 20 viajes de larguísimos fines de semana caribeños, de hasta seis días, a un lujoso hotel de Puerto Banús (Málaga) por importe de casi 13.000 euros.
Dívar empezó así: “Al inicio de la sesión plenaria de hoy he informado a los vocales de mi decisión de comparecer ante ustedes (la prensa) para expresar a la opinión pública en genera y a los jueces en particular que lamento profundamente que los acontecimientos de las últimas semanas han producido en la imagen de la justicia y las instituciones que representamos en este Consejo. Me produce amargura y preocupación este asunto, porque añade en el Poder Judicial desconfianza en unos momentos en que nuestro país afronta una de las más graves crisis económicas, por lo que es preciso la fortaleza de sus instituciones democráticas”.
Dívar ha añadido: “Señalar con rotundidad que no existe irregularidad alguna en los viajes cuestionados, y que han obedecido a actividades relacionadas con mi cargo de presidente. Ninguno de esos desplazamientos han inhibido las normas de fiscalización. No obstante, ante las dudas que se hayan podido suscitar, siempre he disociado aquella parte de los mismos que tuvieran un contenido particular o los de la parte privada”.
El presidente agregó: “Sobre la habitualidad de mi presencia en Marbella, he de decir que viajo con carácter oficial a todos los lugares de España. Y que cuando es a Andalucía intento conciliar la actividad pública con mi presencia en la provincia donde nací. Lamento profundamente que se haya cuestionado la probidad, profesionalidad e integridad moral de algún miembro de este Consejo, como Miguel Collado”, denunciado junto con Dívar ante el Tribunal Supremo por un abogado de Murcia.
Ante de someterse a las preguntas de los periodistas, Dívar concluyó: “Hemos acordado en este pleno la necesidad de afrontar un plan de austeridad y transparencia que coincide con el compromiso de este Consejo con la transparencia, y vamos a mejorar los aspectos que no s hagan más responsable ante los ciudadanos.
¿Se ha planteado dimitir en estos 22 días? Preguntó un periodista “No, no me lo he planteado el problema de la dimisión, aunque lo propusieron cinco vocales, el resto, uno por uno, me dijeron que no pensaban pedir mi dimisión. Es un acto de responsabilidad continuar al frente de la institución en este momento, ya que, además, dimitir sería como reconocer una culpabilidad en las cuestiones que se me achacan y esto no es así. Mi conciencia está absolutamente tranquila, no he cometido irregularidad ni jurídica ni moral”.
¿No le parece irresponsable en los tiempos que hay que se aloje en hoteles de lujo en Marbella?, pregunto otro informador. “No han sido de lujo, han sido de cuatro estrellas, y han estado bastante económicos en general. Yo he disociado, diferenciado con total claridad gastos personales de lo que son gastos oficiales. En aquellos sitios en que he tenido gastos oficiales, ha sido abonado por el Consejo, siempre después de la fiscalización de los gastos por parte de la intervención del Estado. ¿Por qué? (se autopreguntó Dívar) Cuando voy a Málaga, el viaje afecta tanto a mi privada como la oficial, y puedo tener tiempo de descanso descanso. Durante cerca de cuatro años, aproximadamente, tres años y siete meses, los viajes han sido uno cada dos meses, y están desde 2008 a 2012”.
El presidente del Consejo dijo también a la pregunta de por qué no había dado antes explicaciones: “Viajo con mucha frecuencia los fines de semana, soy presidente del Consejo durante las 24 horas del día. Tengo que aprovechar muchos viajes en fines de semana (…) y los gastos protocolarios que ha habido, como otro cualquiera de los presidentes de los poderes del Estado, tienen en algunos caso el carácter de reservado y por ello es necesaria la discreción, y no debe dársele publicidad para no involucrar a las personas”.
Dívar insistió en el plan de austeridad y transparencia que prepara el Consejo: “De todas formas, en las nuevas normas que se aplicarán a partir del proyecto que nos presente comisión de presupuestos del Consejo, en el próximo mes, ya hay fecha concreta, me voy a someter exactamente igual que todos los altos cargos y vocales a una transparencia absoluta, de gastos, de presupuestos, etcétera. Y si hay alguna actividad reservada, siguiendo el ejemplo del presidente de las Cortes, que tiene comisión de servicios secretos, antes de marcharme apuntaría al vicepresidente del Poder Judicial, como al presidente que estaría en funciones, el lugar donde estoy y las personas con las que voy a estar, todo para una mayor transparencia. La normativa en vigor estaba desfasada, es cierto. No es lógico que no rijamos por normativa de 1996”, reflexionó. Esta normativa es la que permite a los vocales del Poder Judicial no tener que dar explicaciones de sus gastos y viajes.
Dice usted que tiene la conciencia tranquila. ¿Por qué entonces ha tardado tanto en comparecer y explicar los viajes? – preguntó otro periodista. “¿Considera que tiene toda la autoridad o cree que está mermada tras este asunto? “Al día siguiente de la denuncia (de Gómez Benítez, ante la Fiscalía General del Estado) publiqué una nota. Posteriormente, y de acuerdo con la mayor parte de los vocales, lo que yo compartí, decidimos que había que guardar silencio mientras la denuncia se tramitada ante la fiscalía. ¿No estamos criticando los procesos paralelos, que si las filtraciones, que si las declaraciones inadecuadas, lo prudente era guardar silencio, de acuerdo con el Consejo. Cuando se produjo el decreto de la fiscalía”, ha añadido Dívar, “en cuestión de horas se convoco el pleno, y al día siguiente la sala de gobierno. Y hoy comparezco por mi propia voluntad. No he sido forzado por nadie, era el momento que consideraba oportuno. Me pregunta si en estos m omentos me considero mermado o disminuido para seguir con mis función o dar explicaciones al Parlamento, que es donde se exigen responsabilidades políticas. Que duda cabe que el ambiente que ha rodeado esto, la difusión, ha producido un malestar muy grave y un quebranto a mi persona. Si me pregunta si mi persona esta quebrantada moralmente por estos actos, la respuesta es sí; si me dice que si voy a ir al Parlamento, aparte de las comparecencias que tengo y que este año vamos a ampliar, dos comparecencias, cuando lo pidan compareceré, sí”.
Otro informador preguntó por las 40 cenas en hoteles de lujo en Marbella y su opinión por el hecho de que los vocales respalden a Collado y no a él. “No sé la opinión de los otros vocales, yo también he respaldado a Collado, porque se ha visto involucrado en un asunto basado en declaraciones que no he hecho. Respecto a restaurantes de lujo, dire que una cosa es que el restaurante pueda ser más o menos lujoso, y otra el precio del servicio. Se ve en las facturas. De esas 40 cenas, hay una pluralidad muy grande que he pagado en 2011, 2008. Y los gastos no eran excesivamente cuantiosos para la personas que estábamos”.
Dívar:
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