Condenado un empresario por perseguir, apedrear y cortar el paso a una inspectora de
Condenado un empresario por perseguir, apedrear y cortar el paso en la A-12 a una inspectora de Trabajo
PAMPLONA. Un empresario, responsable de la mercantil Lanalekom S. y cuyo nombre es Larbi E.H., ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona a dos años de cárcel después de que persiguiera, arrojara piedras y cortara el paso en mitad de la Autovía del Camino (A-12) a una inspectora de Trabajo que había comprobado previamente si el acusado y sus obreros estaban sustituyendo a trabajadores en huelga. Los hechos datan del 26 de junio de 2009, fecha en la que la firma Ekilore, dedicada a la jardinería, se encontraba en huelga indefinida. Sobre las 14.30 horas de ese día, una inspectora de Trabajo se desplazó hasta unas obras que se estaban ejecutando en la A-12 en Mañeru para comprobar una denuncia interpuesta por los trabajadores de Ekilore y que decía que les estaban sustituyendo en sus labores mientras estaban en huelga.
Según la sentencia, la inspectora se identificó tanto verbalmente como con su tarjeta al llegar a las obras y ante el acusado, responsable de la empresa subcontratada por Ekilore. Luego pidió que se identificaran a todos los obreros. En ese momento, uno de los operarios, que no portaba el documento oficial, intentó escapar del lugar y la inspectora les apercibió de que avisaría a la Guardia Civil en caso de que no colaboraran para identificarse. Finalmente lo hicieron y ella abandonó el lugar en su coche.
O PARABA O LES ARROLLABA Entonces fue cuando el empresario decidió telefonear al propietario de Ekilore y, tras conversar con este, salió en persecución de la inspectora en compañía de otra persona que no ha podido ser identificada. Ambos, el empresario acusado y el desconocido, "le hicieron señas a la funcionaria para que se detuviera y llegaron a arrojarle piedras. Ante la negativa de pararse, la rebasaron con el vehículo y usaron material que portaban en el coche, como señales de stop o conos de delimitación, para cortar uno de los dos carriles de la autovía, obligando a la denunciante a detener su vehículo ya que si no les hubiera atropellado". Esta maniobra, recoge el juez, "provocó un importante caos en la circulación con serio riesgo para los usuarios de la vía, que alertaron al 112". Al acudir la Policía Foral al lugar, el acusado y su acompañante se largaron.
El magistrado condena al empresario por un delito de atentado, puesto que la inspectora de Trabajo fue amenazada en su calidad de funcionaria pública. El juez relata que esta es "a todas luces una acción de la suficiente gravedad para intimidar de forma extrema a la persona a la que se ha perseguido y alcanzado, pues revistió un peligro mucho mayor para la vida e integridad de la denunciante que si la hubieran golpeado puntualmente".
¿Y SI ES SINDICALISTA? El procesado explicó en la vista que la inspectora le dijo "verbalmente que era inspectora de Trabajo pero no enseñó ningún documento" y que cuando ella se fue de la obra y al llamar por teléfono "al jefe de Ekilore", este le comentó que "si no se había identificado y no llevaba coche oficial quizás no sería inspectora sino sindicalista". El acusado dijo que por ese motivo "fue detrás de la inspectora" y que cuando la paró con las señales "pensaba que no era inspectora", pero que al final "le enseñó su carnet y él le pidió disculpas". Pero el juez no cree que la inspectora no se identificara como tal, ya que dice que de no haber sido así el empresario no hubiera ordenado a sus trabajadores que se identificaran. Además, el fallo recoge que "si la buena fe del acusado le llevó incluso disculparse, nada le hubiera costado esperar a que llegara la Policía" y no huir.
La funcionaria testificó que ella se identificó en todo momento y que al solicitar a los trabajadores que también lo hicieran "uno amagó con escapar" por lo que "les dije que iba a llamar a la Guardia Civil". Luego "todos se identificaron", ella se fue y tras ser perseguida y apedreada en plena autovía, "con un stop la obligaron a pasar al otro carril", abandonó corriendo el coche y salió chillando que la "iban a matar". Los agentes de la Policía Foral que acudieron en su auxilio declararon que "había riesgo de accidente ya que había obstáculos en la vía (las señales usadas para cortarle el paso). Larbi E.H. indemnizará a la funcionaria que sufrió un trastorno de ansiedad durante 45 días con 2.250 euros.
Condenado un empresario por perseguir, apedrear y cortar el paso en la A-12 a una inspectora de Trabajo. Diario de Noticias de Navarra
PAMPLONA. Un empresario, responsable de la mercantil Lanalekom S. y cuyo nombre es Larbi E.H., ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona a dos años de cárcel después de que persiguiera, arrojara piedras y cortara el paso en mitad de la Autovía del Camino (A-12) a una inspectora de Trabajo que había comprobado previamente si el acusado y sus obreros estaban sustituyendo a trabajadores en huelga. Los hechos datan del 26 de junio de 2009, fecha en la que la firma Ekilore, dedicada a la jardinería, se encontraba en huelga indefinida. Sobre las 14.30 horas de ese día, una inspectora de Trabajo se desplazó hasta unas obras que se estaban ejecutando en la A-12 en Mañeru para comprobar una denuncia interpuesta por los trabajadores de Ekilore y que decía que les estaban sustituyendo en sus labores mientras estaban en huelga.
Según la sentencia, la inspectora se identificó tanto verbalmente como con su tarjeta al llegar a las obras y ante el acusado, responsable de la empresa subcontratada por Ekilore. Luego pidió que se identificaran a todos los obreros. En ese momento, uno de los operarios, que no portaba el documento oficial, intentó escapar del lugar y la inspectora les apercibió de que avisaría a la Guardia Civil en caso de que no colaboraran para identificarse. Finalmente lo hicieron y ella abandonó el lugar en su coche.
O PARABA O LES ARROLLABA Entonces fue cuando el empresario decidió telefonear al propietario de Ekilore y, tras conversar con este, salió en persecución de la inspectora en compañía de otra persona que no ha podido ser identificada. Ambos, el empresario acusado y el desconocido, "le hicieron señas a la funcionaria para que se detuviera y llegaron a arrojarle piedras. Ante la negativa de pararse, la rebasaron con el vehículo y usaron material que portaban en el coche, como señales de stop o conos de delimitación, para cortar uno de los dos carriles de la autovía, obligando a la denunciante a detener su vehículo ya que si no les hubiera atropellado". Esta maniobra, recoge el juez, "provocó un importante caos en la circulación con serio riesgo para los usuarios de la vía, que alertaron al 112". Al acudir la Policía Foral al lugar, el acusado y su acompañante se largaron.
El magistrado condena al empresario por un delito de atentado, puesto que la inspectora de Trabajo fue amenazada en su calidad de funcionaria pública. El juez relata que esta es "a todas luces una acción de la suficiente gravedad para intimidar de forma extrema a la persona a la que se ha perseguido y alcanzado, pues revistió un peligro mucho mayor para la vida e integridad de la denunciante que si la hubieran golpeado puntualmente".
¿Y SI ES SINDICALISTA? El procesado explicó en la vista que la inspectora le dijo "verbalmente que era inspectora de Trabajo pero no enseñó ningún documento" y que cuando ella se fue de la obra y al llamar por teléfono "al jefe de Ekilore", este le comentó que "si no se había identificado y no llevaba coche oficial quizás no sería inspectora sino sindicalista". El acusado dijo que por ese motivo "fue detrás de la inspectora" y que cuando la paró con las señales "pensaba que no era inspectora", pero que al final "le enseñó su carnet y él le pidió disculpas". Pero el juez no cree que la inspectora no se identificara como tal, ya que dice que de no haber sido así el empresario no hubiera ordenado a sus trabajadores que se identificaran. Además, el fallo recoge que "si la buena fe del acusado le llevó incluso disculparse, nada le hubiera costado esperar a que llegara la Policía" y no huir.
La funcionaria testificó que ella se identificó en todo momento y que al solicitar a los trabajadores que también lo hicieran "uno amagó con escapar" por lo que "les dije que iba a llamar a la Guardia Civil". Luego "todos se identificaron", ella se fue y tras ser perseguida y apedreada en plena autovía, "con un stop la obligaron a pasar al otro carril", abandonó corriendo el coche y salió chillando que la "iban a matar". Los agentes de la Policía Foral que acudieron en su auxilio declararon que "había riesgo de accidente ya que había obstáculos en la vía (las señales usadas para cortarle el paso). Larbi E.H. indemnizará a la funcionaria que sufrió un trastorno de ansiedad durante 45 días con 2.250 euros.
Condenado un empresario por perseguir, apedrear y cortar el paso en la A-12 a una inspectora de Trabajo. Diario de Noticias de Navarra