El roce dialéctico de la periodista Ana Pastor con su invitada de este viernes, la diputada y líder de UPyD Rosa Díez, no ha pasado desapercibido. Esta vez, la culpa la tuvieron las insistentes preguntas de la presentadora de 'Los desayunos' de TVE sobre las críticas vertidas a Díez por parte del líder del PP guipuzcoano, Borja Sémper, en relación al plan del Gobierno sobre la inserción de los presos. Pero no ha sido ni será la única. Bono, Cospedal, Esperanza Aguirre o Rubalcaba han protagonizado sonadas 'broncas' en el plató de TVE.
Díez terminó diciéndole dos veces a Pastor que no realizaría ninguna declaración en lo referente al tema, y desde UPyD enseguida se sintió el malestar: el portavoz adjunto del partido, Carlos Martínez Gorriarán, publicó tras la entrevista en su Twitter: "Tanto cuesta que el entrevistado acabe su respuesta sin interrumpirle?".
No es la primera vez que la periodista se ve en una situación parecida. Con críticos y defensores a partes iguales, ningún político ve con buenos ojos a una presentadora que no duda en interrumpirles cuando lo considera necesario.
Los líos de Pastor en directo
Otras de las broncas más comentadas de Ana Pastor en directo fueron compartidas con invitados políticos de la talla de María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre o José Bono, entonces presidente del Congreso. Este último criticó a Pastor que no le dejase terminar sus respuestas, y hasta le aconsejó que se pasase a las tertulias. Además, también la llamó, con sorna, 'señorita Rottenmeier', como el famoso y desagradable personaje de Heidi, la serie de dibujos animados.
Cospedal tampoco traga a la presentadora desde que la puso contra la espada y la pared en el plató de TVE. Incluso Mercedes Milá se ha visto obligada a defender a Pastor de la ira reprimida desde aquella entrevista de la actual secretaria general del PP, cuyo peso en las decisiones podría hacer rodar la cabeza de la presentadora.
Con Esperanza Aguirre como entrevistada, Pastor se vio obligada a bajar a la presidenta de la Comunidad de Madrid de su 'trono político' para recordarle que, en su programa, era la periodista quien hacía las preguntas y decidía los temas.
Sin miedo a Ahmadineyad
Los colores políticos no parecen importarle a Pastor, si seguimos haciendo memoria. Las críticas que suele recibir sobre que no deja contestar a sus entrevistados, a los que somete a continuas interrupciones, también las comparte Alfredo Pérez Rubalcaba. El actual secretario general del PSOE, tuvo que pedirle a la presentadora en pleno directo que "no le liara" y que le dejara contestar a sus preguntas.
Otra entrevista tensa donde las haya y recordada por el público español fue la que realizó desde el Palacio Presidencial de Teherán al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. A Pastor se le resbaló el velo que le obligaron a lucir durante la entrevista, y el presidente iraní, a quien le entró la risa al principio, se vio obligado a continuar respondiendo al ver que a Pastor no le quitaba el sueño lo sucedido y que tampoco se preocupaba en volver a recolocarse la prenda que debía cubrir su cabeza. También interrrumpió a Ahmadineyad y le puso caras incrédulas sin temblarle el pulso.
¿Quién protagonizará la siguiente bronca con Pastor?
Díez terminó diciéndole dos veces a Pastor que no realizaría ninguna declaración en lo referente al tema, y desde UPyD enseguida se sintió el malestar: el portavoz adjunto del partido, Carlos Martínez Gorriarán, publicó tras la entrevista en su Twitter: "Tanto cuesta que el entrevistado acabe su respuesta sin interrumpirle?".
No es la primera vez que la periodista se ve en una situación parecida. Con críticos y defensores a partes iguales, ningún político ve con buenos ojos a una presentadora que no duda en interrumpirles cuando lo considera necesario.
Los líos de Pastor en directo
Otras de las broncas más comentadas de Ana Pastor en directo fueron compartidas con invitados políticos de la talla de María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre o José Bono, entonces presidente del Congreso. Este último criticó a Pastor que no le dejase terminar sus respuestas, y hasta le aconsejó que se pasase a las tertulias. Además, también la llamó, con sorna, 'señorita Rottenmeier', como el famoso y desagradable personaje de Heidi, la serie de dibujos animados.
Cospedal tampoco traga a la presentadora desde que la puso contra la espada y la pared en el plató de TVE. Incluso Mercedes Milá se ha visto obligada a defender a Pastor de la ira reprimida desde aquella entrevista de la actual secretaria general del PP, cuyo peso en las decisiones podría hacer rodar la cabeza de la presentadora.
Con Esperanza Aguirre como entrevistada, Pastor se vio obligada a bajar a la presidenta de la Comunidad de Madrid de su 'trono político' para recordarle que, en su programa, era la periodista quien hacía las preguntas y decidía los temas.
Sin miedo a Ahmadineyad
Los colores políticos no parecen importarle a Pastor, si seguimos haciendo memoria. Las críticas que suele recibir sobre que no deja contestar a sus entrevistados, a los que somete a continuas interrupciones, también las comparte Alfredo Pérez Rubalcaba. El actual secretario general del PSOE, tuvo que pedirle a la presentadora en pleno directo que "no le liara" y que le dejara contestar a sus preguntas.
Otra entrevista tensa donde las haya y recordada por el público español fue la que realizó desde el Palacio Presidencial de Teherán al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. A Pastor se le resbaló el velo que le obligaron a lucir durante la entrevista, y el presidente iraní, a quien le entró la risa al principio, se vio obligado a continuar respondiendo al ver que a Pastor no le quitaba el sueño lo sucedido y que tampoco se preocupaba en volver a recolocarse la prenda que debía cubrir su cabeza. También interrrumpió a Ahmadineyad y le puso caras incrédulas sin temblarle el pulso.
¿Quién protagonizará la siguiente bronca con Pastor?
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