La Federación Internacional de Atletismo (IAAF), en un intento por restar publicidad al caso, ha retrasado hasta noviembre una resolución sobre la atleta sudafricana Caster Semenya, campeona del mundo de los 800 m., investigada por las dudas que genera su sexo. El retraso en la decisión, en cambio, no hace sino alimentar sospechas, más aún tras la revelación de una fuente próxima al proceso que confirma la condición hermafrodita de la corredora en una información publicada por el 'Daily Telegraph' de Australia.
La IAAF se encuentra estos días elaborando un informe para impedir a Semenya competir en próximos eventos y recomendarle una cirugía de manera urgente porque su situación puede ocasionarle graves problemas de salud, informa el mismo diario. Tampoco se descarta retirarle la medalla de oro conquistada el mes pasado en Berlín.
Las pruebas realizadas durante el pasado Mundial revelan una sexualidad hermafrodita, añade el 'Daily Telegraph'. La fuente anónima asegura que la atleta sudafricana posee testículos internos y carece de ovarios, que presenta un nivel de testosterona tres veces superior a la media femenina. La IAAF descartó en primera instancia manifestarse al respecto, aunque más tarde su secretario general, Pierre Weiss, declaró: "Está claro que Semenya es una mujer, pero es posible que no lo sea al 100%", cita 'The Times'.
El caso se ha convertido en una cuestión nacional en Sudáfrica. Semenya va camino de convertirse en heroína por cuestiones muy diferentes a su profesión. Por eso la IAAF trata de llevar el caso sin hacer más ruido del estrictamente necesario. No se trata de un caso común de dopaje, sino de una anomalía física en una joven de 18 años, que además es negra. Por todo esto, los responsables del atletismo mundial lo pensarán mucho antes de desposeerla de la medalla. La sociedad sudafricana y sus políticos localizan al enemigo en las oficinas de Montecarlo. El presidente de la Asamblea Nacional de Deportes, Butana Komphela, ha llevado el caso a la Comisión de Derechos Humanos, acusando a la IAAF de racista y sexista.
"Hay evidencias suficientes para considerar hermafrodita a Semenya, pero el problema es que la IAAF tiene ahora sobre su espalda a todo el Congreso Nacional de África y a todo Sudáfrica", añade la fuente, que también reconoce la complejidad del proceso. "Se hacen todo tipo de pruebas. En el pasado solía hacerse un examen ginecológico, un análisis de sangre y de los cromosomas. Ahora el control es más exhaustivo, incluso con un control psicológico, pero el problema para nosotros es la publicidad en un tema tan personal que establece si alguien es una mujer real o no. Me parece dramático". La IAAF espera obtener los resultados definitivos esta misma semana, afirma 'The Daily Telegraph'.
Semenya, salvo sorpresa, no competirá en el campeonato nacional de cross que se disputará el sábado en Pretoria. Una mayor exposición a los focos precipitaría todo el proceso y aumentaría la tensión entre la IAAF y la Federación Sudafricana de Atletismo (ASA). La primera asevera que las primeras pruebas de sexo fueron realizadas en Sudáfrica, en julio, tras comprobar los enormes progresos de la atleta en los Campeonatos de África en categoría júnior. La segunda lo niega y asegura que el único control realizado a la mediofondista ocurrió en Berlín, durante el Mundial.
Y aún hay más. La semana pasada, uno de los entrenadores más reconocidos de Sudáfrica, Wilfred Daniels, renunció a su cargo en la federación tras acusar a sus jefes de engañar a Semenya, a quien supuestamente ya sometieron a controles de sexo antes de los Campeonatos del Mundo. Según Daniels, a la corredora le dijeron que eran controles de dopaje rutinarios. La ASA vuelve a negarlo todo.
El jueves, el portavoz de la IAAF, Nick Davies, aseguró que su organización intentó contactar con Semenya, pero la ASA ignoró sus pedidos. "Las acciones de la ASA pueden tener graves consecuencias para Semenya si no logramos hablar pronto con ella", atacó Davies en el diario sudafricano 'Beeld'. El presidente de la ASA, Leonard Chuene, negó por tercera vez. "No es verdad. Absolutamente no", declaró Chuene a la agencia Dpa. Si nadie lo impide, Semenya tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa en Pretoria -organizada por la ASA- el sábado.
La IAAF se encuentra estos días elaborando un informe para impedir a Semenya competir en próximos eventos y recomendarle una cirugía de manera urgente porque su situación puede ocasionarle graves problemas de salud, informa el mismo diario. Tampoco se descarta retirarle la medalla de oro conquistada el mes pasado en Berlín.
Las pruebas realizadas durante el pasado Mundial revelan una sexualidad hermafrodita, añade el 'Daily Telegraph'. La fuente anónima asegura que la atleta sudafricana posee testículos internos y carece de ovarios, que presenta un nivel de testosterona tres veces superior a la media femenina. La IAAF descartó en primera instancia manifestarse al respecto, aunque más tarde su secretario general, Pierre Weiss, declaró: "Está claro que Semenya es una mujer, pero es posible que no lo sea al 100%", cita 'The Times'.
El caso se ha convertido en una cuestión nacional en Sudáfrica. Semenya va camino de convertirse en heroína por cuestiones muy diferentes a su profesión. Por eso la IAAF trata de llevar el caso sin hacer más ruido del estrictamente necesario. No se trata de un caso común de dopaje, sino de una anomalía física en una joven de 18 años, que además es negra. Por todo esto, los responsables del atletismo mundial lo pensarán mucho antes de desposeerla de la medalla. La sociedad sudafricana y sus políticos localizan al enemigo en las oficinas de Montecarlo. El presidente de la Asamblea Nacional de Deportes, Butana Komphela, ha llevado el caso a la Comisión de Derechos Humanos, acusando a la IAAF de racista y sexista.
"Hay evidencias suficientes para considerar hermafrodita a Semenya, pero el problema es que la IAAF tiene ahora sobre su espalda a todo el Congreso Nacional de África y a todo Sudáfrica", añade la fuente, que también reconoce la complejidad del proceso. "Se hacen todo tipo de pruebas. En el pasado solía hacerse un examen ginecológico, un análisis de sangre y de los cromosomas. Ahora el control es más exhaustivo, incluso con un control psicológico, pero el problema para nosotros es la publicidad en un tema tan personal que establece si alguien es una mujer real o no. Me parece dramático". La IAAF espera obtener los resultados definitivos esta misma semana, afirma 'The Daily Telegraph'.
Semenya, salvo sorpresa, no competirá en el campeonato nacional de cross que se disputará el sábado en Pretoria. Una mayor exposición a los focos precipitaría todo el proceso y aumentaría la tensión entre la IAAF y la Federación Sudafricana de Atletismo (ASA). La primera asevera que las primeras pruebas de sexo fueron realizadas en Sudáfrica, en julio, tras comprobar los enormes progresos de la atleta en los Campeonatos de África en categoría júnior. La segunda lo niega y asegura que el único control realizado a la mediofondista ocurrió en Berlín, durante el Mundial.
Y aún hay más. La semana pasada, uno de los entrenadores más reconocidos de Sudáfrica, Wilfred Daniels, renunció a su cargo en la federación tras acusar a sus jefes de engañar a Semenya, a quien supuestamente ya sometieron a controles de sexo antes de los Campeonatos del Mundo. Según Daniels, a la corredora le dijeron que eran controles de dopaje rutinarios. La ASA vuelve a negarlo todo.
El jueves, el portavoz de la IAAF, Nick Davies, aseguró que su organización intentó contactar con Semenya, pero la ASA ignoró sus pedidos. "Las acciones de la ASA pueden tener graves consecuencias para Semenya si no logramos hablar pronto con ella", atacó Davies en el diario sudafricano 'Beeld'. El presidente de la ASA, Leonard Chuene, negó por tercera vez. "No es verdad. Absolutamente no", declaró Chuene a la agencia Dpa. Si nadie lo impide, Semenya tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa en Pretoria -organizada por la ASA- el sábado.
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