A continuación se detallan las frases que nunca se cumplen, que son dichas por decir o que son completamente falsas:
-La primera, única, universal y conocida por todos es una que siempre va acompañada y que forma un conjunto de tres:”Este año voy a estudiar desde el primer día, me voy a apuntar al gimnasio y me voy a quitar de fumar”
Nunca, jamás de los jamases, en la vida, se ha hecho. Una ****** para quien lo haya dicho. Esa frase no se ha cumplido en la historia de la humanidad. Cuando Dios nos creó, lo hizo consciente de que íbamos a mentir en esos tres aspectos.
No vas a estudiar todos los días ni de coña, como mucho, con una gran fuerza de voluntad, lo vas a hacer durante tres o cuatro días máxime. Seguirás estudiando los exámenes fuertes (exámenes de evaluación con Olmedo, como ejemplo al azar) la noche antes y con los ******* de corbata porque no te da tiempo de comprenderlo todo.
No solo no vas a dejar de fumar, sino que vas a tener miles de nuevas excusas para aumentar tu cantidad de nicotina.
No te vas a apuntar al gimnasio: con ese dinero te vas a comprar una nueva tele súper chula, muy bonita y barata que has visto en la tienda de enfrente de tu casa, que te va a ayudar a definir esos abdominales (en este caso, michelines). También, gracias al zapping, mejorarán y se fortalecerán tus músculos del dedo gordo.
-Otra de las frases que nunca fueron cumplidas es frecuentemente usada por los padres.
Todos hemos hecho alguna trastada cuando éramos niños y, cuando nuestro padre o nuestra madre se han dado cuenta, éstos han salido corriendo detrás nuestra para darnos la colleja del siglo. Entonces, nosotros nos atrincheramos en nuestro cuarto, asustados, y papá o mamá dice esa frase totalmente engañosa y con mala idea: “Sal, que no te voy a pegar”.
Eso es completamente falso. En cuanto abres un poco la puerta, quedando una rendija mínima, te calzan una hostia que te cambia la voz para toda tu vida.
-También son los progenitores los culpables de la siguiente frase.
Para motivar a sus hijos, los padres emplean frases condicionales como ésta para un mayor éxito de sus descendientes: “Si me apruebas, te compro…”
Pongamos como ejemplo una moto. Con esta cosita tan simple, observamos la completa falsedad de la frase.
Si salimos a la calle y examinamos a los motoristas, veremos como el 90% son unos mini gangsters, con gorra a modo de peineta, con las caras llena de agujeros por tener innumerables piercings y con el casco perfectamente ubicado en el codo o debajo del asiento.
No hace falta ser muy inteligente para saber que semejantes personajes no han aprobado un examen en sus ***** vidas y, sin embargo, tienen la dichosa motito.
Por lo tanto, la frase de este apartado no se ha cumplido jamás. La oración correcta debería ser: “Te compraré lo que quieras…pero cuando yo quiera”
-En estos días de expansión tecnológica todos o casi todos tenemos un ordenador en casa. Hasta aquí bien, pero… ¿cuántas veces ha dejado de funcionar correctamente? Cientos, miles.
Es en este punto donde reflexionamos y decimos dos cosas:
-la primera es una reflexión filosófica: “Coño, esto se ha roto”. Muy inteligente por nuestra parte.
-la segunda es la frase equivocada, errónea: “Pues tendré que llevarlo a que lo arreglen”.
Eso es mentira, y lo sabemos. Cuando un ordenador se rompe, lo que hacemos es lo siguiente:
1º-Apagar y encender(o en su defecto reiniciar).
2º-Dar unos ligeros golpecitos en la torre. Si tenéis un portátil es más chungo porque no hay sitio definido para el golpe.
3º-Desenchufar y enchufar.
Tan sólo lo llevaremos si el ordenador no funciona verdaderamente y no se enciende. Pero pasarán los días y los días y al final lo dejarás para comprarte uno nuevo aprovechando que el anterior “era muy viejo”.
-Hablando de ordenadores, no podemos imaginar a éstos sin una conexión a internet.
Por culpa de ella, una persona muy cercana a nosotros, normalmente un colega, nos soltará unos de los mayores bulos de la historia: “Solo miro si tengo correo y nos vamos”.
Vamos a ver…engañar a las personas no está bien. Yo sé que es muy importante que hables con tu nueva novia australiana (que seguramente tendrá rabo, pero ese es otro tema) o que opines sobre la vestimenta de Frodo en la 3º entrega de “El señor de los anillos”, pero…¿eso no se puede hacer en otro momento?¿Tenemos que llegar siempre tarde por tu culpa?
En caso de amistades mentirosas, os recomiendo que os echéis amigos que por lo menos tengan consolas o teles de plasma. Más que nada para esperarlos.
-En los viajes de fin de curso se da, quizás, la secuencia de palabras más falsa del mundo.
Todos hemos ido a un viaje de éstos y siempre hay algún simpático que se le ocurre decir esto: “Ponerse todos en ese banco que os voy a echar una foto”. Es en ese momento, cuando el chaval deja de ser chaval para convertirse en un perchero. Me explico: justo es ese instante, todos los demás que se encuentran presentes le cuelgan sus cámaras en brazos, cuello…al “fotógrafo” inicial para que cada uno tenga la foto en su cámara.
Y es a partir de este punto cuando el fotógrafo suelta el embuste: “No, no, dejadlo. Ya hago las fotos con la mía, las imprimo y os las paso” .
NUNCA. JAMÁS. Eso no lo ha hecho ni Dios. Nadie ha ido a revelar las fotos para pasarlas a sus amigos ni familiares. No lo ha hecho ni el del estudio fotográfico, y eso que le valdría para hacer publicidad.
Por ello, tienes dos opciones:
-que no te gusten las fotos y pases olímpicamente del asunto.
-que sí te gusten las fotos, por lo que recomiendo que seas tú quien las eche. Ya las revelarás y pasarás…
Por último y como se decía al principio del texto, también hay varias frases o cuestiones que son dichas por decir, que no tienen sentido o que ya conocemos sus respuestas (algo así como las preguntas retóricas). Son las siguientes:
-En carnicerías, pescaderías, bancos o cualquier otro establecimiento en el que puedan producirse colas, lo normal al llegar sería decir: “Buenos días” o buenas tardes o buenas noches, según la hora en la que estemos.
Pues no. Lo primero que sale de nuestra boca es: “¿Quién es el último?” .
Vamos a ver…el último ERES TÚ, que para eso has sido el último en entrar. La pregunta es, a simple vista, bastante estúpida y carente de lógica. Es como la ley del estudiante: “si ya lo sabes pa qué preguntas”
Vamos a intentar ser un poquito más educados y demos los buenos días al entrar en cualquier lugar.
-En películas o quizás en algún caso real, se escuchan ruidos raros procedentes del interior de nuestra vivienda cuando estamos solos o no esperamos a nadie. Puede pasar, y nuestra primera reacción es, a parte de espabilarnos y acojonarnos, preguntar: “¿Hay alguien ahí?”. De acuerdo.
Si esperas a alguien que pueda entrar en tu casa por sus propios medios (que tenga una llave, por ejemplo) se puede producir esta escena, aunque la pregunta no sea muy acertada. Pero, si no esperamos a nadie o vivimos solos posiblemente haya entrado algún ladrón ¿Correcto? Bien.
Entonces… ¿verdaderamente crees que el ladrón te va a responder a tu ingeniosa pregunta?
-¿Hay alguien ahí?
-Sí, soy un ladrón. Vengo a robarte y a matarte.
-Ah, menos mal. Creía que era algo malo.
Digo yo que si alguien entra en tu casa con malas intenciones, lo mejor sería que el invasor no te viera, más que nada por tu propia seguridad, pero si haces esa chorrada de pregunta te delatas tú solo. Y te matan con razón.
Como los buenos americanos, aconsejo que tengáis un bate de béisbol cargado debajo de la cama.
-Otra de las preguntas más tontas del mundo la escucho yo todos los días al llegar a mi casa. Mi madre, al verme, lo primero que se le ocurre decir es:
-¿Ya has llegado?
Todos los días. 365 días al año. 365 preguntas.
Un día le contestaré:
-No. Soy un holograma del futuro y vengo para decirte que tu hijo vendrá en breve.
Una persona que hace la misma pregunta cada día cuando la respuesta es evidente se tiene que tragar lo del holograma seguro.
-Para terminar, os voy a enseñar un truco que vale para que todas las frases del mundo se conviertan en falsas. No hay más que usar la regla del “si eso”.
Tú puedes decir lo que quieras que, si al final de tu comentario dices “si eso”, esa frase carece de veracidad. Ejemplos:
-te llaman los amigos para ir a jugar al fútbol pero ese día no te apetece. Lo único que tienes que decir es: “Vale, sí. A las 6 donde siempre. Vale, vale. Yo iré…si eso” Y ya tus colegas deben de saber que no vas a ir ni de coña. No hay ganas, otro día será.
-ves por la calle a un primo tuyo súper coñazo al que hace mucho tiempo que no ves. Antes que quedarte con él prefieres hasta irte a estudiar. Pero charláis un rato por compromiso, y es por eso mismo por lo que le dices: “Bueno, pues ya nos llamamos. O mejor, déjalo, que ya te llamo yo…si eso”. A partir de ese momento los dos sabréis que volveréis a hablar la próxima vez que os veáis por la calle.
PD: gracias por leerlo, ya sé que puede resultar un coñazo
-La primera, única, universal y conocida por todos es una que siempre va acompañada y que forma un conjunto de tres:”Este año voy a estudiar desde el primer día, me voy a apuntar al gimnasio y me voy a quitar de fumar”
Nunca, jamás de los jamases, en la vida, se ha hecho. Una ****** para quien lo haya dicho. Esa frase no se ha cumplido en la historia de la humanidad. Cuando Dios nos creó, lo hizo consciente de que íbamos a mentir en esos tres aspectos.
No vas a estudiar todos los días ni de coña, como mucho, con una gran fuerza de voluntad, lo vas a hacer durante tres o cuatro días máxime. Seguirás estudiando los exámenes fuertes (exámenes de evaluación con Olmedo, como ejemplo al azar) la noche antes y con los ******* de corbata porque no te da tiempo de comprenderlo todo.
No solo no vas a dejar de fumar, sino que vas a tener miles de nuevas excusas para aumentar tu cantidad de nicotina.
No te vas a apuntar al gimnasio: con ese dinero te vas a comprar una nueva tele súper chula, muy bonita y barata que has visto en la tienda de enfrente de tu casa, que te va a ayudar a definir esos abdominales (en este caso, michelines). También, gracias al zapping, mejorarán y se fortalecerán tus músculos del dedo gordo.
-Otra de las frases que nunca fueron cumplidas es frecuentemente usada por los padres.
Todos hemos hecho alguna trastada cuando éramos niños y, cuando nuestro padre o nuestra madre se han dado cuenta, éstos han salido corriendo detrás nuestra para darnos la colleja del siglo. Entonces, nosotros nos atrincheramos en nuestro cuarto, asustados, y papá o mamá dice esa frase totalmente engañosa y con mala idea: “Sal, que no te voy a pegar”.
Eso es completamente falso. En cuanto abres un poco la puerta, quedando una rendija mínima, te calzan una hostia que te cambia la voz para toda tu vida.
-También son los progenitores los culpables de la siguiente frase.
Para motivar a sus hijos, los padres emplean frases condicionales como ésta para un mayor éxito de sus descendientes: “Si me apruebas, te compro…”
Pongamos como ejemplo una moto. Con esta cosita tan simple, observamos la completa falsedad de la frase.
Si salimos a la calle y examinamos a los motoristas, veremos como el 90% son unos mini gangsters, con gorra a modo de peineta, con las caras llena de agujeros por tener innumerables piercings y con el casco perfectamente ubicado en el codo o debajo del asiento.
No hace falta ser muy inteligente para saber que semejantes personajes no han aprobado un examen en sus ***** vidas y, sin embargo, tienen la dichosa motito.
Por lo tanto, la frase de este apartado no se ha cumplido jamás. La oración correcta debería ser: “Te compraré lo que quieras…pero cuando yo quiera”
-En estos días de expansión tecnológica todos o casi todos tenemos un ordenador en casa. Hasta aquí bien, pero… ¿cuántas veces ha dejado de funcionar correctamente? Cientos, miles.
Es en este punto donde reflexionamos y decimos dos cosas:
-la primera es una reflexión filosófica: “Coño, esto se ha roto”. Muy inteligente por nuestra parte.
-la segunda es la frase equivocada, errónea: “Pues tendré que llevarlo a que lo arreglen”.
Eso es mentira, y lo sabemos. Cuando un ordenador se rompe, lo que hacemos es lo siguiente:
1º-Apagar y encender(o en su defecto reiniciar).
2º-Dar unos ligeros golpecitos en la torre. Si tenéis un portátil es más chungo porque no hay sitio definido para el golpe.
3º-Desenchufar y enchufar.
Tan sólo lo llevaremos si el ordenador no funciona verdaderamente y no se enciende. Pero pasarán los días y los días y al final lo dejarás para comprarte uno nuevo aprovechando que el anterior “era muy viejo”.
-Hablando de ordenadores, no podemos imaginar a éstos sin una conexión a internet.
Por culpa de ella, una persona muy cercana a nosotros, normalmente un colega, nos soltará unos de los mayores bulos de la historia: “Solo miro si tengo correo y nos vamos”.
Vamos a ver…engañar a las personas no está bien. Yo sé que es muy importante que hables con tu nueva novia australiana (que seguramente tendrá rabo, pero ese es otro tema) o que opines sobre la vestimenta de Frodo en la 3º entrega de “El señor de los anillos”, pero…¿eso no se puede hacer en otro momento?¿Tenemos que llegar siempre tarde por tu culpa?
En caso de amistades mentirosas, os recomiendo que os echéis amigos que por lo menos tengan consolas o teles de plasma. Más que nada para esperarlos.
-En los viajes de fin de curso se da, quizás, la secuencia de palabras más falsa del mundo.
Todos hemos ido a un viaje de éstos y siempre hay algún simpático que se le ocurre decir esto: “Ponerse todos en ese banco que os voy a echar una foto”. Es en ese momento, cuando el chaval deja de ser chaval para convertirse en un perchero. Me explico: justo es ese instante, todos los demás que se encuentran presentes le cuelgan sus cámaras en brazos, cuello…al “fotógrafo” inicial para que cada uno tenga la foto en su cámara.
Y es a partir de este punto cuando el fotógrafo suelta el embuste: “No, no, dejadlo. Ya hago las fotos con la mía, las imprimo y os las paso” .
NUNCA. JAMÁS. Eso no lo ha hecho ni Dios. Nadie ha ido a revelar las fotos para pasarlas a sus amigos ni familiares. No lo ha hecho ni el del estudio fotográfico, y eso que le valdría para hacer publicidad.
Por ello, tienes dos opciones:
-que no te gusten las fotos y pases olímpicamente del asunto.
-que sí te gusten las fotos, por lo que recomiendo que seas tú quien las eche. Ya las revelarás y pasarás…
Por último y como se decía al principio del texto, también hay varias frases o cuestiones que son dichas por decir, que no tienen sentido o que ya conocemos sus respuestas (algo así como las preguntas retóricas). Son las siguientes:
-En carnicerías, pescaderías, bancos o cualquier otro establecimiento en el que puedan producirse colas, lo normal al llegar sería decir: “Buenos días” o buenas tardes o buenas noches, según la hora en la que estemos.
Pues no. Lo primero que sale de nuestra boca es: “¿Quién es el último?” .
Vamos a ver…el último ERES TÚ, que para eso has sido el último en entrar. La pregunta es, a simple vista, bastante estúpida y carente de lógica. Es como la ley del estudiante: “si ya lo sabes pa qué preguntas”
Vamos a intentar ser un poquito más educados y demos los buenos días al entrar en cualquier lugar.
-En películas o quizás en algún caso real, se escuchan ruidos raros procedentes del interior de nuestra vivienda cuando estamos solos o no esperamos a nadie. Puede pasar, y nuestra primera reacción es, a parte de espabilarnos y acojonarnos, preguntar: “¿Hay alguien ahí?”. De acuerdo.
Si esperas a alguien que pueda entrar en tu casa por sus propios medios (que tenga una llave, por ejemplo) se puede producir esta escena, aunque la pregunta no sea muy acertada. Pero, si no esperamos a nadie o vivimos solos posiblemente haya entrado algún ladrón ¿Correcto? Bien.
Entonces… ¿verdaderamente crees que el ladrón te va a responder a tu ingeniosa pregunta?
-¿Hay alguien ahí?
-Sí, soy un ladrón. Vengo a robarte y a matarte.
-Ah, menos mal. Creía que era algo malo.
Digo yo que si alguien entra en tu casa con malas intenciones, lo mejor sería que el invasor no te viera, más que nada por tu propia seguridad, pero si haces esa chorrada de pregunta te delatas tú solo. Y te matan con razón.
Como los buenos americanos, aconsejo que tengáis un bate de béisbol cargado debajo de la cama.
-Otra de las preguntas más tontas del mundo la escucho yo todos los días al llegar a mi casa. Mi madre, al verme, lo primero que se le ocurre decir es:
-¿Ya has llegado?
Todos los días. 365 días al año. 365 preguntas.
Un día le contestaré:
-No. Soy un holograma del futuro y vengo para decirte que tu hijo vendrá en breve.
Una persona que hace la misma pregunta cada día cuando la respuesta es evidente se tiene que tragar lo del holograma seguro.
-Para terminar, os voy a enseñar un truco que vale para que todas las frases del mundo se conviertan en falsas. No hay más que usar la regla del “si eso”.
Tú puedes decir lo que quieras que, si al final de tu comentario dices “si eso”, esa frase carece de veracidad. Ejemplos:
-te llaman los amigos para ir a jugar al fútbol pero ese día no te apetece. Lo único que tienes que decir es: “Vale, sí. A las 6 donde siempre. Vale, vale. Yo iré…si eso” Y ya tus colegas deben de saber que no vas a ir ni de coña. No hay ganas, otro día será.
-ves por la calle a un primo tuyo súper coñazo al que hace mucho tiempo que no ves. Antes que quedarte con él prefieres hasta irte a estudiar. Pero charláis un rato por compromiso, y es por eso mismo por lo que le dices: “Bueno, pues ya nos llamamos. O mejor, déjalo, que ya te llamo yo…si eso”. A partir de ese momento los dos sabréis que volveréis a hablar la próxima vez que os veáis por la calle.
PD: gracias por leerlo, ya sé que puede resultar un coñazo
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