Capítulo 1: Al Principio.
Al principio la nada era todo lo que había mientras el gran Yeison dormía a pierna suelta. Pero un día el Yeison despertó y observó, con tristeza, el vacío que le rodeaba.
-Hostia, pero si no hay ná. Vaya plan.
Y el Yeison, que se había levantado animado, metió mano a hacer cosas e hizo la tierra, los mares, las plantas, los animales que caminan por la tierra, los pájaros y los peces. Y observó embobado su obra. Y asintió. Y descansó el domingo y espetó:
-Vaya muermo, joer. Me voy a crear un Yeison a mi imagen y semejanza pa hablar de nuestras cosas y echar unos FIFAS.
Dicho y hecho, el Yeison creo un Yeison y lo vio bien. Un poco pequeño, porque estaba lejos, pero bien, y clamó:
-Yeison, illo, te he creado y te cedo esta tierra de flores, pastos, cabras y bichos variaos que he llamao Yeisonlandia pa tu disfrute.
-¿Yeisonlandia, Yeison? Anda que te has matao. Pero te portas, crack, eres un tío grande.
-Porque ahora estoy cerca, Yeison. He ido viniendo...
Pero un día que andaban a sus cosas, el Yeison se dio cuenta de que el Yeison estaba triste y cuitado y le citó:
-Yeison, ven pacá. Me he dado cuanta de que te sientes solo, que tienes la mano en carne viva por no hablar de otras partes de tu cuerpo y que vas a descubrir el fuego antes de tiempo, tío guarro. Así que antes de que te líes con los bichos y tengamos un disgusto, te voy a crear una compañera.
Así el Yeison le creó una compañera a Yeison, a la que llamó Yeison.
-¿Yeison, Yeison? Vamos, no me jodas.
-Que sí, que sí, temas de copyright y tal. ¿Qué te parece Yeison, Yeison?
-Ah, mu bien, Yeison. Pero no es a mi imagen y semejanza, tiene cosas distintas.
-Pa que encaje, Yeison, que estás amamonao, hijo.
-Pero si ya...
-¡Shhhh! No sigas por ahí. Primero creced y multiplicaos y después ya vais viendo...
Ocurriría más tarde, que hartos de poblar, Yeison y Yeison fueron llamados por Yeison, que les advirtio:
-Yeison y Yeison, echarme cuenta. Os aviso de que en Yeisonlandia hay dos árboles mágicos.
-Flipa, Yeison, como en Valinor: A, Elbereth! Gilthoniel! Silivren penna mìriel o mener aglar elenath!
-Ehhh... sí, como si supiese lo que significa eso. En fin, que de ese árbol de allí podéis comer, que es buenísimo pa to. Pero del otro, ni pensarlo. Caca. No tocar. ¿Os queda claro?
-Meridiano, Yeison...
[RIGHT]
[/RIGHT]
Al principio la nada era todo lo que había mientras el gran Yeison dormía a pierna suelta. Pero un día el Yeison despertó y observó, con tristeza, el vacío que le rodeaba.
-Hostia, pero si no hay ná. Vaya plan.
Y el Yeison, que se había levantado animado, metió mano a hacer cosas e hizo la tierra, los mares, las plantas, los animales que caminan por la tierra, los pájaros y los peces. Y observó embobado su obra. Y asintió. Y descansó el domingo y espetó:
-Vaya muermo, joer. Me voy a crear un Yeison a mi imagen y semejanza pa hablar de nuestras cosas y echar unos FIFAS.
Dicho y hecho, el Yeison creo un Yeison y lo vio bien. Un poco pequeño, porque estaba lejos, pero bien, y clamó:
-Yeison, illo, te he creado y te cedo esta tierra de flores, pastos, cabras y bichos variaos que he llamao Yeisonlandia pa tu disfrute.
-¿Yeisonlandia, Yeison? Anda que te has matao. Pero te portas, crack, eres un tío grande.
-Porque ahora estoy cerca, Yeison. He ido viniendo...
Pero un día que andaban a sus cosas, el Yeison se dio cuenta de que el Yeison estaba triste y cuitado y le citó:
-Yeison, ven pacá. Me he dado cuanta de que te sientes solo, que tienes la mano en carne viva por no hablar de otras partes de tu cuerpo y que vas a descubrir el fuego antes de tiempo, tío guarro. Así que antes de que te líes con los bichos y tengamos un disgusto, te voy a crear una compañera.
Así el Yeison le creó una compañera a Yeison, a la que llamó Yeison.
-¿Yeison, Yeison? Vamos, no me jodas.
-Que sí, que sí, temas de copyright y tal. ¿Qué te parece Yeison, Yeison?
-Ah, mu bien, Yeison. Pero no es a mi imagen y semejanza, tiene cosas distintas.
-Pa que encaje, Yeison, que estás amamonao, hijo.
-Pero si ya...
-¡Shhhh! No sigas por ahí. Primero creced y multiplicaos y después ya vais viendo...
Ocurriría más tarde, que hartos de poblar, Yeison y Yeison fueron llamados por Yeison, que les advirtio:
-Yeison y Yeison, echarme cuenta. Os aviso de que en Yeisonlandia hay dos árboles mágicos.
-Flipa, Yeison, como en Valinor: A, Elbereth! Gilthoniel! Silivren penna mìriel o mener aglar elenath!
-Ehhh... sí, como si supiese lo que significa eso. En fin, que de ese árbol de allí podéis comer, que es buenísimo pa to. Pero del otro, ni pensarlo. Caca. No tocar. ¿Os queda claro?
-Meridiano, Yeison...
[RIGHT]
[/RIGHT]
Comentario