La noche había tomado tintes inolvidables para una afición entregada a la causa de uno de sus jugadores. Martins había marcado el gol, se había emocionado y había recordado a Gustavo, su hijo enfermo. El tanto remontaba una mala primera parte del Granada ante el Mallorca. Minutos después, a falta de media hora para el final, un espectador lanzó un paraguas e hirió a un asistente. El partido quedó interrumpido y el agresor detenido después de que lo señalase con el dedo el público que lo rodeaba.
El presidente del Granada, Quique Pina, explicó al confirmarse la suspensión del encuentro que la policía se había hecho cargo del aficionado que lanzó un paraguas desde el graderío. "Pedimos comprension. No nos lo merecemos. El culpable no era socio, era menor de edad, marroquí y de un centro de menores", explicó.
Pina no escatimó adjetivos a la hora de mostrar su repulsa ante lo sucedido. "Lamentamos este acto violento que mancha la imagen del club y de la ciudad. Es el acto de un impresentable dentro del estadio", concluyó.
Se cumplía el minuto 60 en Los Cármenes. La grada estaba excitada, tanto como los jugadores locales. Martins cometió una falta bastante dura y fue amonestado. El menor se lo tomó como algo personal y agredió a Xabier Aguilar, uno de los linieres del colegiado Clos Gómez. Acto seguido, el trío arbitral abandonó el campo para que el asistente pudiese sanar la brecha que se le abrió en el pómulo.
Fuente: Marca
En dias como estos digo QUE ASCO DE FUTBOL
El presidente del Granada, Quique Pina, explicó al confirmarse la suspensión del encuentro que la policía se había hecho cargo del aficionado que lanzó un paraguas desde el graderío. "Pedimos comprension. No nos lo merecemos. El culpable no era socio, era menor de edad, marroquí y de un centro de menores", explicó.
Pina no escatimó adjetivos a la hora de mostrar su repulsa ante lo sucedido. "Lamentamos este acto violento que mancha la imagen del club y de la ciudad. Es el acto de un impresentable dentro del estadio", concluyó.
Se cumplía el minuto 60 en Los Cármenes. La grada estaba excitada, tanto como los jugadores locales. Martins cometió una falta bastante dura y fue amonestado. El menor se lo tomó como algo personal y agredió a Xabier Aguilar, uno de los linieres del colegiado Clos Gómez. Acto seguido, el trío arbitral abandonó el campo para que el asistente pudiese sanar la brecha que se le abrió en el pómulo.
Fuente: Marca
En dias como estos digo QUE ASCO DE FUTBOL
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