La demanda de Miguel Lopes por incumplimiento de contrato sigue adelante después de que el club y los abogados del jugador no se pusieran de acuerdo en el acto de conciliación que tuvo lugar a finales de la semana pasada. Así las cosas, será un juez quien decida si ha habido ese incumplimiento por parte del Zaragoza, que se niega a reconocer como válido el contrato que ambas partes suscribieron el 31 de agosto y también con el Oporto, por el que el jugador llegaba cedido por un año al cuadro aragonés, que asumía su ficha --300.000 euros--. «No ha habido acuerdo en la conciliación y la demanda del jugador sigue adelante con los trámites normales de este tipo de procesos», se limitó a confirmar a este diario Emanuel Calzada, uno de los abogados del futbolista.
Aunque el Zaragoza y el Oporto llegaron a un acuerdo para su cesión una hora antes del cierre del mercado de fichajes el pasado 31 de agosto y los contratos fueron rubricados por las partes, la inscripción de Miguel Lopes en la Liga se hizo con cinco minutos de retraso, por lo que no fue válida. Y tampoco la reconoció como tal la FIFA ante el recurso que presentaron los agentes del lateral derecho portugués, el Oporto y el Zaragoza.
LAS TENSIONES / Miguel Lopes pidió entonces entrenarse con el equipo aragonés, algo a lo que no se accedió en La Romareda aduciendo que los contratos no eran válidos. El lateral portugués esperó a no cobrar la primera de sus nóminas para presentar una demanda a mediados de octubre contra el club zaragocista y el acto de conciliación no ha traído ningún acercamiento. El Zaragoza podría inscribir a Lopes para jugar a partir del 1 de enero, pero el problema se ha enquistado tanto que se antoja casi una quimera pensarlo. De momento, el club aragonés debe responder ante el juez por esa demanda de incumplimiento de contrato.
Aunque el Zaragoza y el Oporto llegaron a un acuerdo para su cesión una hora antes del cierre del mercado de fichajes el pasado 31 de agosto y los contratos fueron rubricados por las partes, la inscripción de Miguel Lopes en la Liga se hizo con cinco minutos de retraso, por lo que no fue válida. Y tampoco la reconoció como tal la FIFA ante el recurso que presentaron los agentes del lateral derecho portugués, el Oporto y el Zaragoza.
LAS TENSIONES / Miguel Lopes pidió entonces entrenarse con el equipo aragonés, algo a lo que no se accedió en La Romareda aduciendo que los contratos no eran válidos. El lateral portugués esperó a no cobrar la primera de sus nóminas para presentar una demanda a mediados de octubre contra el club zaragocista y el acto de conciliación no ha traído ningún acercamiento. El Zaragoza podría inscribir a Lopes para jugar a partir del 1 de enero, pero el problema se ha enquistado tanto que se antoja casi una quimera pensarlo. De momento, el club aragonés debe responder ante el juez por esa demanda de incumplimiento de contrato.
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