La terna arbitral del partido Lamadrid-Luján, de la Primera C del fútbol argentino decidió dirimir sus diferencias futbolísticas, económicas y gremiales a puñetazos en el vestuario durante el descanso del choque. Antonio Amato -árbitro principal-, Daniel Rebuscini -línea-, ambos pertenecientes a la Asociación Argentina de Árbitros se liaron a tortas con el otro asistente, Gastón Fernández Landa, perteneciente a otra agrupación de "referees" denominada SADRA.
Según testigos presenciales, antes del partido los jueces se mostraron nerviosos y contrariados ante la designación para el partido, ya que las diferencias entre ellos eran ostensibles debido a conflictos gremiales. En el descanso, las palabras pasaron a los hechos y los tres decidieron resolver sus discrepancias a golpes. Fernández Landa fue herido debajo del ojo y enviado al hospital, mientras que sus dos "compañeros" finalizaron de dirigir el partido. Al término del mismo, Daniel Rebuscini fue detenido por la policía.
Fuente: Diario Clarín.
Según testigos presenciales, antes del partido los jueces se mostraron nerviosos y contrariados ante la designación para el partido, ya que las diferencias entre ellos eran ostensibles debido a conflictos gremiales. En el descanso, las palabras pasaron a los hechos y los tres decidieron resolver sus discrepancias a golpes. Fernández Landa fue herido debajo del ojo y enviado al hospital, mientras que sus dos "compañeros" finalizaron de dirigir el partido. Al término del mismo, Daniel Rebuscini fue detenido por la policía.
Fuente: Diario Clarín.
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