El pasado lunes, a la salida del entrenamiento del equipo Almirante Brown (Primera B del fútbol argentino), el jugador local Román Díaz se enfrentó pistola en mano con un grupo de 7 barras de La Fragata (hinchas radicales de la barra de Almirante Brown), quienes le esperaban tras haber agredido el jugador a uno de sus miembros a la salida del estadio de Defensores de Belgrano, unos días antes, cuando el agredido interpeló de esta manera al futbolista: "Vos, Díaz, dejá la joda (fiesta) y poné más hue-vos si no la querés pasar mal".
Directivos, compañeros del equipo y periodistas partidarios del histórico equipo bonaerense fueron testigos de cómo a la salida del entrenamiento del lunes, no menos de 7 barras se abalanzaron sobre el jugador cuando éste se acercaba a su coche. Al grito de "A mí no me van a patotear (agredir en grupo)", Díaz sacó su arma para amedrentar a sus agresores; sólo la rapidísima actuación de otros futbolistas evitó que la cosa acabara en tragedia. Al día siguiente el equipo se entrenó bajo una fuerte custodia policial; al finalizar el entreno, el barra brava que inició la trifulca se entrevistó a solas con el jugador durante 15 minutos, con el consentimiento del entrenador y de la directiva del club, para "aclarar" lo sucedido.
Según el diario deportivo "Olé", tanto el jugador como el miembro de la barra brava protagonistas del triste suceso, compartían no hace mucho salidas nocturnas en una conocida discoteca de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.....
De terror.
Directivos, compañeros del equipo y periodistas partidarios del histórico equipo bonaerense fueron testigos de cómo a la salida del entrenamiento del lunes, no menos de 7 barras se abalanzaron sobre el jugador cuando éste se acercaba a su coche. Al grito de "A mí no me van a patotear (agredir en grupo)", Díaz sacó su arma para amedrentar a sus agresores; sólo la rapidísima actuación de otros futbolistas evitó que la cosa acabara en tragedia. Al día siguiente el equipo se entrenó bajo una fuerte custodia policial; al finalizar el entreno, el barra brava que inició la trifulca se entrevistó a solas con el jugador durante 15 minutos, con el consentimiento del entrenador y de la directiva del club, para "aclarar" lo sucedido.
Según el diario deportivo "Olé", tanto el jugador como el miembro de la barra brava protagonistas del triste suceso, compartían no hace mucho salidas nocturnas en una conocida discoteca de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.....
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