Tom Hicks y Gerge Gillett, dueños del Liverpool, han apalabrado con Guus Hiddink el banquillo de los ‘red’. El técnico holandés está deseando ocupar el lugar que actualmente tiene Rafa Benítez aunque no lo tiene nada fácil, ya que su conciencia le obliga a pedir permiso a Roman Abramovic. El magnate, quien le contrató el pasado año para el Chelsea y le ha pagado –de su bolsillo- gran parte del sueldo como seleccionador ruso, tiene la última palabra. No es cuestión de romper un contrato o de dinero, sino de respeto por quien se ha portado fenomenal con él. El dueño del Chelsea, presumiblemente, dirá que no a algo que afecta negativamente a su club.
El técnico español, tras sus cinco peores meses con el Liverpool, está en la cuerda floja. Lejos de seguir el modelo continuista que reina en la Premier, los propietarios del conjunto de Anfield buscan aire fresco en el banco. Ayer se defendió nuevamente ante la prensa explicando los triunfos que ha cosechado como ‘red’ y el cambio que ha habido en la entidad desde que él la dirige deportivamente. Según ha podido saber El Confidencial, para Hicks y Gillett no hay excusas y ya han pensado en el relevo ideal: Hiddink. Para evitarlo, el Liverpool tiene hoy un importante compromiso frente al Tottenham que alejaría titulares negativos en la prensa y fantasmas para Benítez.
Lo cierto es que el holandés está deseando ‘agarrar’ el banquillo de un club tras su buena experiencia el pasado año con el Chelsea; y después de viajar a Corea del Sur, Australia y Rusia para ser el preparador nacional. Su periplo de seleccionador parece haber terminado aunque no es fácil rechazar un sueldo como el que cobra en Rusia, 7.1 millones de euros.
Abramovich dejó de pagar su sueldo este año pasado
Y es que en Moscú le habían tratado muy bien, hasta ahora. Tras el fracaso este pasado año (no logró clasificarse para Sudáfrica 2010), Abramovich dejó de dar dinero a la federación de fútbol de su país. Con esta donación de 4 millones de euros anuales, se pagaba más de la mitad de la ficha de Hiddink. Este ‘regalo’ decidió hacerlo efectivo después de que el entrenador estuviera dos meses sin cobrar tras su gran actuación en la Eurocopa de 2008.
Además, la Federación, en este mismo mes, había autorizado que compaginase su cargo de seleccionador con el entrenador de un club. La Juventus le quería -se hubiera hecho cargo de su ficha- pero Ferrara ha salvado su cabeza de momento.
Ahora, el futuro de Hiddink está en el aire pero no olvida los favores percibidos. Según su representante, Van Nieuwenhuizen, hablará de su situación con quien salga presidente de la Federación rusa en las próximas elecciones, que se celebrarán este 3 de febrero. Pero esto es sólo por respeto (y por no perder su salario) puesto que tiene una cláusula en su contrato por la cual podría abandonar el cargo cuando él quisiera. Su acuerdo expira el próximo 16 de julio, pero el Liverpool le quiere ya y Abramovich ‘sólo’ tiene que aceptar.
elconfidencial
Que mala pinta tiene todo esto.
El técnico español, tras sus cinco peores meses con el Liverpool, está en la cuerda floja. Lejos de seguir el modelo continuista que reina en la Premier, los propietarios del conjunto de Anfield buscan aire fresco en el banco. Ayer se defendió nuevamente ante la prensa explicando los triunfos que ha cosechado como ‘red’ y el cambio que ha habido en la entidad desde que él la dirige deportivamente. Según ha podido saber El Confidencial, para Hicks y Gillett no hay excusas y ya han pensado en el relevo ideal: Hiddink. Para evitarlo, el Liverpool tiene hoy un importante compromiso frente al Tottenham que alejaría titulares negativos en la prensa y fantasmas para Benítez.
Lo cierto es que el holandés está deseando ‘agarrar’ el banquillo de un club tras su buena experiencia el pasado año con el Chelsea; y después de viajar a Corea del Sur, Australia y Rusia para ser el preparador nacional. Su periplo de seleccionador parece haber terminado aunque no es fácil rechazar un sueldo como el que cobra en Rusia, 7.1 millones de euros.
Abramovich dejó de pagar su sueldo este año pasado
Y es que en Moscú le habían tratado muy bien, hasta ahora. Tras el fracaso este pasado año (no logró clasificarse para Sudáfrica 2010), Abramovich dejó de dar dinero a la federación de fútbol de su país. Con esta donación de 4 millones de euros anuales, se pagaba más de la mitad de la ficha de Hiddink. Este ‘regalo’ decidió hacerlo efectivo después de que el entrenador estuviera dos meses sin cobrar tras su gran actuación en la Eurocopa de 2008.
Además, la Federación, en este mismo mes, había autorizado que compaginase su cargo de seleccionador con el entrenador de un club. La Juventus le quería -se hubiera hecho cargo de su ficha- pero Ferrara ha salvado su cabeza de momento.
Ahora, el futuro de Hiddink está en el aire pero no olvida los favores percibidos. Según su representante, Van Nieuwenhuizen, hablará de su situación con quien salga presidente de la Federación rusa en las próximas elecciones, que se celebrarán este 3 de febrero. Pero esto es sólo por respeto (y por no perder su salario) puesto que tiene una cláusula en su contrato por la cual podría abandonar el cargo cuando él quisiera. Su acuerdo expira el próximo 16 de julio, pero el Liverpool le quiere ya y Abramovich ‘sólo’ tiene que aceptar.
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Que mala pinta tiene todo esto.
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