DAVID RODRÍGUEZ Pleno de títulos del Barça al margen, una noticia sobresale del resto en el año futbolístico nacional. Es el regreso de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid, que se oficializó el 1 de junio. Su segunda etapa empezó con dos semanas de antelación, tras la retirada del resto de candidaturas, y los mismos vicios del periodo 00/06.
Detrás del lema ´Vuelve la ilusión´, elegido por el dueño de ACS para regresar a la primera línea merengue, se esconde el aire galáctico de siempre. Poco tiempo hizo falta para que el común de los mortales se diera cuenta de la línea continuista de su discurso y sus actuaciones. Lo que primeramente fueron Figos, Beckams, Ronaldos y Zidanes, ahora se ha convertido en Cristiano Ronaldos, Kakás o Benzemás. ´Flo´ continúa mirando tanto por la aportación deportivacomo el glamour o el rendimiento económico de sus futbolistas. En pocas situaciones, por eso, se le ha visto tan a gusto como en las multitudinarias presentaciones de estos últimos.
El presidente madridista volvió con mucho dinero fresco en época de crisis mundial. Hasta 255 millones de euros desembolsó en verano para conformar un proyecto atractivo y competitivo en tiempo récord. El luso, el brasileño y el galo son los que aparecen en las vallas publicitarias, pero no hay que olvidar refuerzos como los de Xabi Alonso, Arbeloa, Granero —recomprado al Getafe— o Albiol, quien tuvo que dejar el Valencia muy a su pesar.
El problema con el que se ha encontrado Pérez es que no ha podido comprar todo lo que quería con dinero. Empezando por el delantero que realmente tenía en mente, David Villa, y acabando por Frank Ribery. El Bayern respondió a la prepotencia merengue negándose por completo a la venta de su principal estrella.
No sólo en los despachos se ha llevado ya algún chasco el máximo responsable madridista. Sólo dos meses hicieron falta para que se fuera al traste su objetivo de emular el triplete barcelonista. El ´Alcorconazo´ supuso un golpe en la línea de flotación del proyecto galáctico, ahora enfocado a la conquista del título liguero, y, sobre todo, de la final de la Liga de Campeones que se celebrará a finales de mayo en el Santiago Bernabéu.
La humillante eliminación copera ante un Segunda B expuso la cara menos galáctico del proyecto y las dudas que el entrenador genera a Florentino desde un primer momento. Si por él fuera, Manuel Pellegrini no estaría sentado en el banquillo del equipo. Sus dos primeras opciones eran Arsene Wenger y Carlo Ancelotti.
Son los resultados los que mantienen al entrenador chileno y ex del Villarreal al frente del cuadro merengue. Ni por esas se salvó su antecesor, Juande Ramos, cuya continuidad descartó Pérez nada más volver a la presidencia por el escaso tirón de su ideal futbolístico y su imagen. También derrotas como el 2-6 ante el Barça hicieron parte del trabajo de descrédito.
La goleada inflingida por los culés fue la guinda del pastel de desprósitos merengues de principios de año. Cosas como que Pepe fuera castigado con 10 partidos por pisotear a Casquero, que Boluda haya pasado a la posterioridad por sufrir en sus carnes el «chorreo» del Liverpool, o los mil y un problemas de Ramón Calderón, llevaron al madridismo a rendirse en brazos de su retornado ´ser superior´.
prepotencia ?
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