Manuel Pellegrini ya tiene fecha de caducidad. El técnico chileno será fulminantemente destituido si el próximo sábado el equipo blanco no consigue derrotar al Getafe en el Santiago Bernabéu. Y aun así, en el caso de que los blancos lograran imponerse, Pellegrini se sometería a una nueva reválida, sólo tres días después, en San Siro. Una derrota ante el Milan rubricaría el finiquito de Pellegrini, además de poner en gravísimas dificultades el futuro blanco en la Champions.
Recambios
Llegados a este punto empiezan a correr quinielas sobre los posibles sustitutos del chileno. La 'opción Valdano', adelantada por Mundo Deportivo en su edición del pasado 7 de octubre, no es descartable. Sí lo es la de Michael Laudrup, que circuló por Madrid en cuanto el danés dio calabazas, la pasada semana, al Atleti.
En estos momentos, la principal opción que baraja Florentino es la del ex seleccionador nacional Luis Aragonés. En la cúpula blanca valoran que fue de su mano cuando la roja se convirtió en el gran referente del fútbol mundial a nivel de selecciones. Saben que jugadores como Iker, Arbeloa, Xabi Alonso o Albiol le tienen auténtica adoración.
Y también tienen muy presente que fue Luis quien puso punto final a la etapa de Raúl en la selección española. El 'sabio', en este sentido, sería la mano ejecutora de los deseos de un Florentino Pérez que pierde los estribos cada vez que ve cómo Raúl se erige en el salvador de su equipo. Y en este sentido ve en Luis, un hombre con carácter, capaz de enfrentarse a la figura más consagrada, al hombre que podría poner punto final a la carrera del '7' en el equipo blanco.
Florentino está harto
Pase lo que pase en los dos próximos encuentros, Florentino está harto del chileno y no quiere darle más crédito. Sólo Jorge Valdano, el hombre que avaló su fichaje, lo defiende. Pero el presidente dijo 'basta' la noche del martes, tras la vergüenza sufrida en Alcorcón, y no piensa ir más allá de los dos próximos partidos: si no los gana, Pellegrini se irá a la calle.
Si Pérez no ha tomado ya la decisión de echarlo es porque la medida traicionaría el mensaje que transmitió en la campaña electoral que le llevó de nuevo al sillón presidencial y del que ayer presumió en una conferencia –'Modelo de gestión del Real Madrid'– que protagonizó en Alicante: el de la moderación, el del trabajo bien hecho, el de la planificación a largo plazo. Echar a Pellegrini antes de la décima jornada significaría violar todos estos principios.
Pero los acontecimientos, en forma de resultados negativos, se han precipitado y han abocado al mandamás blanco a una situación límite, en la que deberá tomar una determinación en firme. Y como siempre, la cuerda se romperá por el lado más débil, el del técnico
do al Getafe y el martes al Milan. La principal opción de Florentino para sustituirle, una bomba: ¡Luis Aragonés!.