A. Gabilondo | 24/01/2009
Hicks y Gillet, los dueños americanos del Liverpool, están planeando vender el club como consecuencia de la fuerte deuda que arrastra y enseguida les han salido pretendientes. Además de un empresario europeo del que se desconoce el nombre, el último interesado en trascender ha sido Al-Kharafi, un multimillonario de Kuwait que ha mostrado interés por la entidad de Anfield, según publicaron ayer la mayoría de los tabloides ingleses. La familia Al-Kharafi tiene una fortuna estimada de nueve billones de euros y cuenta con varias empresas dedicadas a negocios de la construcción.
En las reuniones sobre la creación de un nuevo estadio para el Liverpool surgió el interés por la compra de la entidad. La intención de los americanos es traspasar el club a cambio de 550 millones de euros, una cantidad que duplicaría lo invertido por ellos a su llegada al club, en febrero de 2007. Entonces, Hicks y Gillet tuvieron que desembolsar 218 millones en una operación que fue muy criticada por la afición red.
Reuniones.
Las primeras conversaciones han tenido continuidad durante los últimos días con otras reuniones, en las que también han intervenido el director comercial, Ian Ayre, y el director financiero, Philip Nash. Pese a ello, Al-Kharafi ha declarado en su país que, de momento, no tiene un interés concreto por comprar el Liverpool.
Otra posibilidad que existe es que el empresario kuwaiti adquiera tan sólo el 50%, por lo que la otra mitad continuaría en manos de los americanos. La intención de éstos últimos, sin embargo, sigue siendo deshacerse del club, sobre todo por los 350 millones que les reclama el banco Merry Linch en concepto de deudas.
La relación entre ambos dueños se ha tensado a causa de la mala gestión económica e incluso Rafa Benítez ha mostrado públicamente sus discrepancias con ellos. Eso ha hecho que hayan comenzado a sonar nombres de posibles sustitutos para el banquillo como el alemán Jurgen Klinsmann. La llegada de Al-Kharafi serviría para revolucionar aún más el fútbol inglés.
As
Hicks y Gillet, los dueños americanos del Liverpool, están planeando vender el club como consecuencia de la fuerte deuda que arrastra y enseguida les han salido pretendientes. Además de un empresario europeo del que se desconoce el nombre, el último interesado en trascender ha sido Al-Kharafi, un multimillonario de Kuwait que ha mostrado interés por la entidad de Anfield, según publicaron ayer la mayoría de los tabloides ingleses. La familia Al-Kharafi tiene una fortuna estimada de nueve billones de euros y cuenta con varias empresas dedicadas a negocios de la construcción.
En las reuniones sobre la creación de un nuevo estadio para el Liverpool surgió el interés por la compra de la entidad. La intención de los americanos es traspasar el club a cambio de 550 millones de euros, una cantidad que duplicaría lo invertido por ellos a su llegada al club, en febrero de 2007. Entonces, Hicks y Gillet tuvieron que desembolsar 218 millones en una operación que fue muy criticada por la afición red.
Reuniones.
Las primeras conversaciones han tenido continuidad durante los últimos días con otras reuniones, en las que también han intervenido el director comercial, Ian Ayre, y el director financiero, Philip Nash. Pese a ello, Al-Kharafi ha declarado en su país que, de momento, no tiene un interés concreto por comprar el Liverpool.
Otra posibilidad que existe es que el empresario kuwaiti adquiera tan sólo el 50%, por lo que la otra mitad continuaría en manos de los americanos. La intención de éstos últimos, sin embargo, sigue siendo deshacerse del club, sobre todo por los 350 millones que les reclama el banco Merry Linch en concepto de deudas.
La relación entre ambos dueños se ha tensado a causa de la mala gestión económica e incluso Rafa Benítez ha mostrado públicamente sus discrepancias con ellos. Eso ha hecho que hayan comenzado a sonar nombres de posibles sustitutos para el banquillo como el alemán Jurgen Klinsmann. La llegada de Al-Kharafi serviría para revolucionar aún más el fútbol inglés.
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