He oído las declaraciones post simulacro del entrenador de la acera de enfrente. Me han parecido prepotentes, chulescas, descreídas, irrespetuososas, retadoras, humillantes, despectivas. Para mi J. Ramos pierde el crédito que tenía. Si yo fuera aficionado palangana, escondería la cabeza por tener un técnico así por muchos partidos que gane. La integridad y la dignidad están por encima de todo. Cuando le dieron el botellazo me dolió a mí también. Ahora, después de acabar de oír lo que ha dicho, y sobre todo cómo lo ha dicho, empiezo a pensar que es un provocador que aprende demasiado rápido de su jefe. Y que no vengan foreros béticos diciendo que que ha dicho la verdad como en el polígrafo ese y que esto es el lenguaje de la derrota. No voy por ahí. Hay que tener un mínimo de elegancia, educación. El señor Ramos me ha decepcionado.