ORFEO SUÁREZ
MADRID.- Al atravesar la bocana en dirección opuesta, hacia la sentina del estadio, David Belenguer no puede reprimir la expresión: "Huele a fútbol". Al aroma que desprenden la máquina cortacésped y los cubos de cal que se utiliza para marcar las líneas del campo, fresco y agrio al mismo tiempo. A ese fútbol que no traspasa los muros mediáticos y del que tanto sabe este capitán Alatriste del Getafe. Cuando ya en la madurez, la pelota ha decidio corresponderle, el jugador tiene un pensamiento para todos los compañeros de tercio que se quedaron en el camino, para esos futbolistas de fortuna amotinados en Algeciras o para aquéllos con los que compartió encierro, también por no cobrar, hace más de una década, en Palamós. [Escuche los audios de la entrevista]
–De la cantera del Madrid, pasó usted al Palamós, luego Leganés, Lleida, Albacete, Extremadura... Tiempos duros.
–"Me encontré con el fútbol de verdad, con la jerarquía de los veteranos, con equipos donde los jóvenes apenas cuentan. Con 19 años fue complicado, pero ahora creo que enriquecedor. Me enseñó que mañana tienes que ser mejor que hoy. Muchas familias viven al día del fútbol, sólo un uno por ciento lo hacemos como privilegiados".
–¿Es en ese fútbol donde se aprende a sacar ventaja de cualquier situación, como hizo usted en el Bernabéu mientras sus rivales celebraban un gol invalidado?
Sonríe y contesta: "Eso es la experiencia, haberlo probado muchas veces. La diferencia es que esta vez acabó en gol y fue en el Bernabéu. Lo demás es mística, en España ya no hay futbolistas de la calle".
Villarreal. Lo que en Belenguer fue un detalle de atrevimiento, en el Getafe es un principio colectivo y en la Liga, una nueva tendencia. "Sevilla y Villarreal rompieron un muro, al llegar desde Segunda a la élite en poco tiempo. Son nuestro espejo, sobre todo el Villarreal, porque el Sevilla tiene una dimensión institucional mayor. Nos hemos aprovechado de su trabajo y nos han servido hasta sus errores. Otros siguen ese camino, como Almería o Espanyol. Los modestos estamos desacomplejados, vamos al Camp Nou o al Bernabéu a ganar, porque el fútbol ya no es sólo Barça y Madrid", explica mientras espera, "tranquilo pero atento", la vuelta europea, ante el Benfica.
Como la autoestima del modesto no puede depender del dinero, Belenguer cree que sólo la puede elevar el juego. Como tampoco hay estrellas, la alternativa es el equipo. "En el fútbol pasa un poco como en el baloncesto. La NBA y sus estrellas parecen a años luz, pero el trabajo europeo de equipo le hace estar cerca de su nivel. En la Liga, por ejemplo, lo colectivo se impone muchas veces a la calidad individual. La suma de estrellas sin más no te garantiza títulos. A los grandes les cuesta hacer equipo porque hay muchos egos. En el Getafe es más fácil", añade Belenguer, con un discurso preñado de sentido común, parejo al que Ángel Torres ha empleado en el crecimiento de este club del sur madrileño.
Al presidente se remite el capitán: "Sobre la planificación deberías preguntarle a él. Lo nuestro es el día a día, porque para el futbolista no hay futuro. Pensar demasiado en ello puede ser hasta negativo. Pero está claro que en el Getafe se perciben unas bases. Quique puso unos buenos cimientos defensivos, que era lo que hacía falta para mantener al equipo en Primera. Con Schuster se dio un salto de calidad, un paso hacia adelante, y Laudrup está dando pinceladas. ¡El próximo que llegue tendrá que ser Maradona o Don Alfredo!", bromea el defensa.
–Tiene usted buena relación con Schuster. Incluso estuvo en su último cumpleaños. ¿Qué piensa de sus polémicas declaraciones? ¿Es la presión que no padecía en Getafe?
–"Yo preguntaría si no es ésa la imagen que le interesa transmitir. Es una persona muy lista y un entrenador de fuerte personalidad. No le supone el más mínimo esfuerzo soportar la presión. Si él cree que es beneficioso crear esa dinámica para que algunos de sus jugadores trabajen mejor, no tienen ningún problema en provocarla. Veo al Madrid en periodo de relevo generacional, por lo que si él es capaz de dispersar la presión para otro sitio, algunos jugadores lo agradecerán".
"Es una impresión subjetiva", se apresura a matizar Belenguer, que insiste en que nunca habla de fútbol cuando se encuentra con Schuster, en una relación solidificada, asimismo, por la buena sintonía de sus respectivas parejas. También al Madrid llegó Belenguer, aunque cuando se debatía entre el fútbol y el tenis. Fue descubierto por un ojeador de Paco de Gracia, cuando jugaba en la Unió Sportiva Sants, en Barcelona, y fichó después de recibir el beneplácito de Rafa Benítez y Vicente del Bosque. "Aprendí muchos valores en ese club", recuerda agradecido.
–¿Es ahí donde le dijeron que además de jugar estudiara?
–"He estudiado muchas cosas, algunas casi sin sentido, pero eran necesarias para mí, para entrenar la mente. En el fútbol se hace poco, pero es el músculo que mejor te hace jugar. Lo último ha sido un Master en Dirección de Empresas. Quiero seguir ligado al deporte, pero en la gestión. He visto tanto cómo no se deben hacer las cosas...".
Análisis. Son muchas las que echa de menos, como la tecnificación, el análisis o la apuesta por el futbolista español. "Siempre he dicho que, como defensa, me habría gustado jugar en Italia para que me echaran flores. Creo que ahora en España se valora algo más el puesto, y es que de fútbol se sabe muy poco. El aficionado es fan de su club, ve resultados y poco más, pero falta análisis imparcial. Siempre lo encontré extraño, porque en otros deportes existe", reprocha. "A nivel técnico –continúa–, también el fútbol está retrasado con respecto al baloncesto, balonmano, waterpolo... Va por delante el dinero y la repercusión mediática a la evolución deportiva".
La materia prima, el futbolista, está pagado pero no cuidado, en opinión de Belenguer: "Se dice que trabajamos dos horas, pero eres futbolista las 24. A nivel psicológico es duro, porque dependes de un entrenador y cada uno tiene una verdad. Nos lo hacen todo, pero nadie te forma ni te enseña cómo desconectar, cómo aprovechar el tiempo".
El futbolista español ha sido una de las víctimas principales, siempre al final del pelotón, "ninguneado". "Necesitamos que el jugador nacional soporte la presión del liderazgo, que salga fuera, que gente como Cesc o Torres sean emblemas en sus equipos", concluye. Al salir por la bocana, Belenguer dice que cuando los jugadores se retiran tienen mono del tintineo de los tacos sobre el asfalto del túnel, ese claqué que evoca la excitación de los toriles. "Si no trabajas, eres carne de cañón", advierte Belenguer, otro catalán que ha hecho profesión en castellano y al que el fútbol, como a Serrat su amor de interior, le sabe a hierba.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte...9&t=1205326242
Qué falta nos haría este hombre. Además de clase, tiene una cabeza bien amueblada. Yo no me lo traía ya de central (que también) sino de secretario técnico o algo similar cuando decida retirarse.
MADRID.- Al atravesar la bocana en dirección opuesta, hacia la sentina del estadio, David Belenguer no puede reprimir la expresión: "Huele a fútbol". Al aroma que desprenden la máquina cortacésped y los cubos de cal que se utiliza para marcar las líneas del campo, fresco y agrio al mismo tiempo. A ese fútbol que no traspasa los muros mediáticos y del que tanto sabe este capitán Alatriste del Getafe. Cuando ya en la madurez, la pelota ha decidio corresponderle, el jugador tiene un pensamiento para todos los compañeros de tercio que se quedaron en el camino, para esos futbolistas de fortuna amotinados en Algeciras o para aquéllos con los que compartió encierro, también por no cobrar, hace más de una década, en Palamós. [Escuche los audios de la entrevista]
–De la cantera del Madrid, pasó usted al Palamós, luego Leganés, Lleida, Albacete, Extremadura... Tiempos duros.
–"Me encontré con el fútbol de verdad, con la jerarquía de los veteranos, con equipos donde los jóvenes apenas cuentan. Con 19 años fue complicado, pero ahora creo que enriquecedor. Me enseñó que mañana tienes que ser mejor que hoy. Muchas familias viven al día del fútbol, sólo un uno por ciento lo hacemos como privilegiados".
–¿Es en ese fútbol donde se aprende a sacar ventaja de cualquier situación, como hizo usted en el Bernabéu mientras sus rivales celebraban un gol invalidado?
Sonríe y contesta: "Eso es la experiencia, haberlo probado muchas veces. La diferencia es que esta vez acabó en gol y fue en el Bernabéu. Lo demás es mística, en España ya no hay futbolistas de la calle".
Villarreal. Lo que en Belenguer fue un detalle de atrevimiento, en el Getafe es un principio colectivo y en la Liga, una nueva tendencia. "Sevilla y Villarreal rompieron un muro, al llegar desde Segunda a la élite en poco tiempo. Son nuestro espejo, sobre todo el Villarreal, porque el Sevilla tiene una dimensión institucional mayor. Nos hemos aprovechado de su trabajo y nos han servido hasta sus errores. Otros siguen ese camino, como Almería o Espanyol. Los modestos estamos desacomplejados, vamos al Camp Nou o al Bernabéu a ganar, porque el fútbol ya no es sólo Barça y Madrid", explica mientras espera, "tranquilo pero atento", la vuelta europea, ante el Benfica.
Como la autoestima del modesto no puede depender del dinero, Belenguer cree que sólo la puede elevar el juego. Como tampoco hay estrellas, la alternativa es el equipo. "En el fútbol pasa un poco como en el baloncesto. La NBA y sus estrellas parecen a años luz, pero el trabajo europeo de equipo le hace estar cerca de su nivel. En la Liga, por ejemplo, lo colectivo se impone muchas veces a la calidad individual. La suma de estrellas sin más no te garantiza títulos. A los grandes les cuesta hacer equipo porque hay muchos egos. En el Getafe es más fácil", añade Belenguer, con un discurso preñado de sentido común, parejo al que Ángel Torres ha empleado en el crecimiento de este club del sur madrileño.
Al presidente se remite el capitán: "Sobre la planificación deberías preguntarle a él. Lo nuestro es el día a día, porque para el futbolista no hay futuro. Pensar demasiado en ello puede ser hasta negativo. Pero está claro que en el Getafe se perciben unas bases. Quique puso unos buenos cimientos defensivos, que era lo que hacía falta para mantener al equipo en Primera. Con Schuster se dio un salto de calidad, un paso hacia adelante, y Laudrup está dando pinceladas. ¡El próximo que llegue tendrá que ser Maradona o Don Alfredo!", bromea el defensa.
–Tiene usted buena relación con Schuster. Incluso estuvo en su último cumpleaños. ¿Qué piensa de sus polémicas declaraciones? ¿Es la presión que no padecía en Getafe?
–"Yo preguntaría si no es ésa la imagen que le interesa transmitir. Es una persona muy lista y un entrenador de fuerte personalidad. No le supone el más mínimo esfuerzo soportar la presión. Si él cree que es beneficioso crear esa dinámica para que algunos de sus jugadores trabajen mejor, no tienen ningún problema en provocarla. Veo al Madrid en periodo de relevo generacional, por lo que si él es capaz de dispersar la presión para otro sitio, algunos jugadores lo agradecerán".
"Es una impresión subjetiva", se apresura a matizar Belenguer, que insiste en que nunca habla de fútbol cuando se encuentra con Schuster, en una relación solidificada, asimismo, por la buena sintonía de sus respectivas parejas. También al Madrid llegó Belenguer, aunque cuando se debatía entre el fútbol y el tenis. Fue descubierto por un ojeador de Paco de Gracia, cuando jugaba en la Unió Sportiva Sants, en Barcelona, y fichó después de recibir el beneplácito de Rafa Benítez y Vicente del Bosque. "Aprendí muchos valores en ese club", recuerda agradecido.
–¿Es ahí donde le dijeron que además de jugar estudiara?
–"He estudiado muchas cosas, algunas casi sin sentido, pero eran necesarias para mí, para entrenar la mente. En el fútbol se hace poco, pero es el músculo que mejor te hace jugar. Lo último ha sido un Master en Dirección de Empresas. Quiero seguir ligado al deporte, pero en la gestión. He visto tanto cómo no se deben hacer las cosas...".
Análisis. Son muchas las que echa de menos, como la tecnificación, el análisis o la apuesta por el futbolista español. "Siempre he dicho que, como defensa, me habría gustado jugar en Italia para que me echaran flores. Creo que ahora en España se valora algo más el puesto, y es que de fútbol se sabe muy poco. El aficionado es fan de su club, ve resultados y poco más, pero falta análisis imparcial. Siempre lo encontré extraño, porque en otros deportes existe", reprocha. "A nivel técnico –continúa–, también el fútbol está retrasado con respecto al baloncesto, balonmano, waterpolo... Va por delante el dinero y la repercusión mediática a la evolución deportiva".
La materia prima, el futbolista, está pagado pero no cuidado, en opinión de Belenguer: "Se dice que trabajamos dos horas, pero eres futbolista las 24. A nivel psicológico es duro, porque dependes de un entrenador y cada uno tiene una verdad. Nos lo hacen todo, pero nadie te forma ni te enseña cómo desconectar, cómo aprovechar el tiempo".
El futbolista español ha sido una de las víctimas principales, siempre al final del pelotón, "ninguneado". "Necesitamos que el jugador nacional soporte la presión del liderazgo, que salga fuera, que gente como Cesc o Torres sean emblemas en sus equipos", concluye. Al salir por la bocana, Belenguer dice que cuando los jugadores se retiran tienen mono del tintineo de los tacos sobre el asfalto del túnel, ese claqué que evoca la excitación de los toriles. "Si no trabajas, eres carne de cañón", advierte Belenguer, otro catalán que ha hecho profesión en castellano y al que el fútbol, como a Serrat su amor de interior, le sabe a hierba.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte...9&t=1205326242
Qué falta nos haría este hombre. Además de clase, tiene una cabeza bien amueblada. Yo no me lo traía ya de central (que también) sino de secretario técnico o algo similar cuando decida retirarse.
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