Peligro de desbandada
Los futbolistas importantes huelen el fracaso de la temporada y preparan su marcha ante la imposibilidad del club de retenerlos si no hay Champions · Poulsen, Daniel, Fabiano, Kanoute, Capel y Keita pueden irse
Jesús Alba / Sevilla | Actualizado 08.03.2008 - 05:02 La primera plantilla de la entidad nervionense, junto a Jiménez, abandona el campo de entrenamiento en la sesión de ayer.
El fútbol es así de cruel y los sentimentalismos se olvidan en cuanto se secan los laureles. En el Sevilla hay un puñado de futbolistas con el caché muy alto que desde hace tiempo tienen claro que no van a permanecer la temporada que viene en Nervión si no está asegurado el escaparate de la Champions League. Algunos, incluso con esa premisa cumplida, pues el club ya asistió el verano pasado al comportamiento incorformista de Daniel Alves, seducido por ofertas mucho más jugosas de lo que le podía prometer Del Nido y que todavía no se ha sacado de la cabeza la idea de emprender el vuelo. Con muchos más argumentos si el Sevilla no logra clasificarse entre los cuatro primeros y en sus mismas circunstancias se encuentran, al menos, dos futbolistas más, Luis Fabiano y Poulsen, y hasta un cuarto que puede ser Kanoute, aunque éste, igualmente cotizado en la élite europea, se topa con su edad, 30 años.
Después todo dependerá de que haya ofertas o no -algo que no será difícil en ninguno de los casos-, pero la intención parte de ese hándicap que para la entidad sevillista va a ser que los tiempos gloriosos y el ciclo de los títulos se esté cerrando. Muchas de estas estrellas huelen que la temporada está llamada al fracaso fuera ya de competiciones como la Champions y la Copa del Rey y muy lejos de la cabeza en la Liga mientras aún está vigente su alta cotización en el mercado.
Del Nido ya ha reconocido, en privado y públicamente, que si el Sevilla no logra entrar en la próxima edición de la máxima competición continental tendrá que vender a alguna de sus estrellas y no le ha importado aceptar que Daniel será el primero en salir por la insistencia del brasileño y las promesas que en varias ocasiones ha tenido que hacerle. En este sentido, ya no es el único que públicamente reconoce que desea cambiar de aires. Con la de ayer, ya son dos veces las que Luis Fabiano ha manifestado en rueda de prensa -declaraciones en su país aparte- que su continuidad está complicada. Poulsen, de momento, niega este extremo con micrófonos por delante, aunque sí matiza que habrá que esperar a este verano a pesar de que tiene un año más de contrato. El danés negó ayer que, como se ha informado desde Barcelona, tenga ya un acuerdo con la entidad culé. Por segunda vez desacreditó a Bayram Tutumlu, intermediario que lo trajo a Sevilla y que siempre anda revoloteando alrededor de él, aunque es otro de los futbolistas que está muy pendiente del futuro deportivo que tome el club sevillista en los meses que quedan hasta el final de la temporada. Sin Champions será muy difícil retenerlo e incluso en el Sevilla ya se hacen a la idea de que la temporada que viene no estará. Su cláusula, además, es muy apetec ible para cualquier club potente, 10 millones de euros.
Pero aparte de estos cuatro pesos pesados, consagrados ya en el equipo y en la élite europea, hay otros dos que también pueden salir. El Barcelona ha saltado esta semana a la palestra por el interés por Poulsen, pero su deseo va más allá. Daniel siempre ha sido un sueño para Laporta, pero Keita y Capel también están en el objetivo del club catalán. Estos dos hombres tienen menos apetencias por salir, pero no le hacen ascos a una oferta. En el caso del malí, ha llegado a oídos del Barça que su cláusula no es demasiado alta, pues llegó en una condiciones parecidas a las de Poulsen, y con Capel se han disparado las alarmas. Juande comenta en privado que ha sido el único jugador del Sevilla con el que lo ha intentado y, de hecho, estuvo cerca da dar el salto en enero. Ahora, el Barça se empieza a plantear la inversión mientras en el Sevilla están locos por que juegue los partidos que le faltan para que caduque su cláusula de 12 millones de euros.
Los futbolistas importantes huelen el fracaso de la temporada y preparan su marcha ante la imposibilidad del club de retenerlos si no hay Champions · Poulsen, Daniel, Fabiano, Kanoute, Capel y Keita pueden irse
Jesús Alba / Sevilla | Actualizado 08.03.2008 - 05:02 La primera plantilla de la entidad nervionense, junto a Jiménez, abandona el campo de entrenamiento en la sesión de ayer.
El fútbol es así de cruel y los sentimentalismos se olvidan en cuanto se secan los laureles. En el Sevilla hay un puñado de futbolistas con el caché muy alto que desde hace tiempo tienen claro que no van a permanecer la temporada que viene en Nervión si no está asegurado el escaparate de la Champions League. Algunos, incluso con esa premisa cumplida, pues el club ya asistió el verano pasado al comportamiento incorformista de Daniel Alves, seducido por ofertas mucho más jugosas de lo que le podía prometer Del Nido y que todavía no se ha sacado de la cabeza la idea de emprender el vuelo. Con muchos más argumentos si el Sevilla no logra clasificarse entre los cuatro primeros y en sus mismas circunstancias se encuentran, al menos, dos futbolistas más, Luis Fabiano y Poulsen, y hasta un cuarto que puede ser Kanoute, aunque éste, igualmente cotizado en la élite europea, se topa con su edad, 30 años.
Después todo dependerá de que haya ofertas o no -algo que no será difícil en ninguno de los casos-, pero la intención parte de ese hándicap que para la entidad sevillista va a ser que los tiempos gloriosos y el ciclo de los títulos se esté cerrando. Muchas de estas estrellas huelen que la temporada está llamada al fracaso fuera ya de competiciones como la Champions y la Copa del Rey y muy lejos de la cabeza en la Liga mientras aún está vigente su alta cotización en el mercado.
Del Nido ya ha reconocido, en privado y públicamente, que si el Sevilla no logra entrar en la próxima edición de la máxima competición continental tendrá que vender a alguna de sus estrellas y no le ha importado aceptar que Daniel será el primero en salir por la insistencia del brasileño y las promesas que en varias ocasiones ha tenido que hacerle. En este sentido, ya no es el único que públicamente reconoce que desea cambiar de aires. Con la de ayer, ya son dos veces las que Luis Fabiano ha manifestado en rueda de prensa -declaraciones en su país aparte- que su continuidad está complicada. Poulsen, de momento, niega este extremo con micrófonos por delante, aunque sí matiza que habrá que esperar a este verano a pesar de que tiene un año más de contrato. El danés negó ayer que, como se ha informado desde Barcelona, tenga ya un acuerdo con la entidad culé. Por segunda vez desacreditó a Bayram Tutumlu, intermediario que lo trajo a Sevilla y que siempre anda revoloteando alrededor de él, aunque es otro de los futbolistas que está muy pendiente del futuro deportivo que tome el club sevillista en los meses que quedan hasta el final de la temporada. Sin Champions será muy difícil retenerlo e incluso en el Sevilla ya se hacen a la idea de que la temporada que viene no estará. Su cláusula, además, es muy apetec ible para cualquier club potente, 10 millones de euros.
Pero aparte de estos cuatro pesos pesados, consagrados ya en el equipo y en la élite europea, hay otros dos que también pueden salir. El Barcelona ha saltado esta semana a la palestra por el interés por Poulsen, pero su deseo va más allá. Daniel siempre ha sido un sueño para Laporta, pero Keita y Capel también están en el objetivo del club catalán. Estos dos hombres tienen menos apetencias por salir, pero no le hacen ascos a una oferta. En el caso del malí, ha llegado a oídos del Barça que su cláusula no es demasiado alta, pues llegó en una condiciones parecidas a las de Poulsen, y con Capel se han disparado las alarmas. Juande comenta en privado que ha sido el único jugador del Sevilla con el que lo ha intentado y, de hecho, estuvo cerca da dar el salto en enero. Ahora, el Barça se empieza a plantear la inversión mientras en el Sevilla están locos por que juegue los partidos que le faltan para que caduque su cláusula de 12 millones de euros.
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