80 años cumple este año el Calavera (1928-2008). Se cuentan pronto. Si a las canas se les tuviera el respeto que sugiere el dicho popular, numerosos equipos que militan y han militado en la Primera División deberían hacer una reverencia en presencia del club calaverista, entre ellos el Valladolid (1928), Zaragoza (1932) o Málaga (1948). En Sevilla capital, la longevidad del Calavera sólo es superada por el Sevilla (1905) y el Betis (1907).
La hazaña deportiva más destacada del Calavera llegó en la temporada 1945-46. Fue el ascenso a la Tercera División. Ahí permaneció las dos campañas siguientes. "Creo recordar que en aquel equipo jugaba el padre de Rafael Gordillo", explica José, vecino de la calle Éfeso y veterano seguidor del Calavera. "Yo entonces vivía en la calle Imagen y los domingos íbamos a animar al equipo del barrio. Era muy chaval, pero todavía tengo presente aquellos partidos en el campo de los Salesianos de la Trinidad ", comenta.
"De aquel campo salimos escopetados", recuerda Valeriano Amaya, presidente calaverista desde 1967. "Un día, cuando íbamos a entrenar, nos encontramos el campo sin porterías. Al nuevo director del colegio no le agradaba el fútbol y se tomó la justicia por su mano, uno de los muchos obstáculos a los que nos hemos enfrentado en la familia calaverista", explica el presidente.
Familia es una palabra repetida entre los congregados en el II Encuentro Calaverista. Este singular club es una gran familia en el que cada miembro tiene asignada una labor y se le exige unas mínimas normas de comportamiento. "Preferimos a un jugador respetuoso y bien educado con el adversario que a un figura que genere mal ambiente", asegura José Lora, que ostenta, entre otras labores, las funciones de gabinete de prensa. "Es un equipo de amigos, pretendemos que reine la armonía. Si alguno de los nuestros reincide en el insulto o en el juego malintencionado, es expulsado inmediatamente. Más aun si la víctima es el colegiado, a quienes deberíamos cuidar más en estas categorías. Nadie se atreve ya a arbitrar partidos de fútbol provincial", lamenta Lora.
Haya sido en la Primera Provincial, en Preferente o en Tercera, el color negro fue uno de los identificativos del Calavera. "Ésa fue otra de las grandes peleas", rememora Valeriano Amaya hijo, el vicepresidente. "En estos 80 años, el Calavera ha llegado a combinar el negro y el blanco de todas las formas posibles, obligados por el reglamento y con objeto de no confundirlo con el árbitro. La cuestión es que el Calavera es más antiguo que el Colegio de Árbitros, por lo que no tuvieron otra que darnos la razón. Cada domingo, llevábamos varias equipaciones de colores distintos al negro, para que el colegiado eligiese", dice el vicepresidente.
La mitología habla de una supuesta identidad filial bética del Calavera. "Es algo que nos gustaría aclarar", afirma el presidente, "el Calavera nunca fue un equipo de la cantera del Betis. Simplemente ocurrió que José María de la Concha, presidente del Calavera durante muchos años, estuvo también muy vinculado al Betis en el tiempo de la travesía en el desierto. Hubo algún intercambio de jugadores. Sólo eso. Aunque sí es verdad que ha habido canteranos calaveristas que han jugado en la primera plantilla bética". Antonio Reyes es un ejemplo. El ex bético hace memoria: "Aquel era otro Betis. Hoy día, hasta el Calavera tiene mejor organización y estructura que el Betis".
http://www.diariodesevilla.es/articl...togenario.html
La hazaña deportiva más destacada del Calavera llegó en la temporada 1945-46. Fue el ascenso a la Tercera División. Ahí permaneció las dos campañas siguientes. "Creo recordar que en aquel equipo jugaba el padre de Rafael Gordillo", explica José, vecino de la calle Éfeso y veterano seguidor del Calavera. "Yo entonces vivía en la calle Imagen y los domingos íbamos a animar al equipo del barrio. Era muy chaval, pero todavía tengo presente aquellos partidos en el campo de los Salesianos de la Trinidad ", comenta.
"De aquel campo salimos escopetados", recuerda Valeriano Amaya, presidente calaverista desde 1967. "Un día, cuando íbamos a entrenar, nos encontramos el campo sin porterías. Al nuevo director del colegio no le agradaba el fútbol y se tomó la justicia por su mano, uno de los muchos obstáculos a los que nos hemos enfrentado en la familia calaverista", explica el presidente.
Familia es una palabra repetida entre los congregados en el II Encuentro Calaverista. Este singular club es una gran familia en el que cada miembro tiene asignada una labor y se le exige unas mínimas normas de comportamiento. "Preferimos a un jugador respetuoso y bien educado con el adversario que a un figura que genere mal ambiente", asegura José Lora, que ostenta, entre otras labores, las funciones de gabinete de prensa. "Es un equipo de amigos, pretendemos que reine la armonía. Si alguno de los nuestros reincide en el insulto o en el juego malintencionado, es expulsado inmediatamente. Más aun si la víctima es el colegiado, a quienes deberíamos cuidar más en estas categorías. Nadie se atreve ya a arbitrar partidos de fútbol provincial", lamenta Lora.
Haya sido en la Primera Provincial, en Preferente o en Tercera, el color negro fue uno de los identificativos del Calavera. "Ésa fue otra de las grandes peleas", rememora Valeriano Amaya hijo, el vicepresidente. "En estos 80 años, el Calavera ha llegado a combinar el negro y el blanco de todas las formas posibles, obligados por el reglamento y con objeto de no confundirlo con el árbitro. La cuestión es que el Calavera es más antiguo que el Colegio de Árbitros, por lo que no tuvieron otra que darnos la razón. Cada domingo, llevábamos varias equipaciones de colores distintos al negro, para que el colegiado eligiese", dice el vicepresidente.
La mitología habla de una supuesta identidad filial bética del Calavera. "Es algo que nos gustaría aclarar", afirma el presidente, "el Calavera nunca fue un equipo de la cantera del Betis. Simplemente ocurrió que José María de la Concha, presidente del Calavera durante muchos años, estuvo también muy vinculado al Betis en el tiempo de la travesía en el desierto. Hubo algún intercambio de jugadores. Sólo eso. Aunque sí es verdad que ha habido canteranos calaveristas que han jugado en la primera plantilla bética". Antonio Reyes es un ejemplo. El ex bético hace memoria: "Aquel era otro Betis. Hoy día, hasta el Calavera tiene mejor organización y estructura que el Betis".
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