Como sé que desde los foros de los cristobalitos nos leen a diario, os voy a contar una anécdota entrañable:
En el pasado tuve una novia que la pobre era sevillista, de esas que sólo salen a la calle cuando ganan... bueno, lo que viene siendo un aficionado típico del Manada FC. Pues debido a esta relación, un día fui con ella y sus amistades a ver la final de la Uropalí, de esas que les han regalado cinco amigos como Villar al equipo del que vivió un tiempo en la cárcel, el Del Niu ese que es tan humilde y educado. Pues resulta que fuímos a un bar en la alameda y creo que fuí el único en toda Sevilla en llevar una prenda verde y salir a la calle (era sólo un polito, no me atreví a llevar la camiseta del primer equipo de Andalucía y a día de hoy me alegro porque seguramente me habrían violado, apuñalado o pateado la cabeza). En este bar la estamapa era curiosa: unas doscientas personas vestidas de rojo y uno de verde al que todos los de allí miraban. Antes de empezar el partido, un grupo de niños que recientemente habían hecho su primera comunión, que no llevaban camisetas y portaban un megáfono, se percataron de ese que llevaba un polito verde entre tanto rojerío, y allí se quedaron para demostrar que eran firmes candidatos a entrar en los Biris. Durante todo el partido estuvieron cantando canciones animando al Atapuerca FC, con su megáfono, sus pechitos descubiertos y sus gestos de ultras pero a menudo se les escapaban cánticos en contra del Betis y, por supuesto, insultantes. Lo más gracioso viene ahora. Y es que cada vez que empezaban con esas canciones, los demás miembros de la manada de aficionados atapuercos comenzan a gritarles: "Sevillanía, sevillanía", gesticulando con ambos brazos para calmar los ánimos de los valientes niños aspirantes a "animar" (porque los Biris sólo animan) a su campeón. Y los pobres niños se calmaban. Tenía efecto aquello. Aunque a los dos minutos volvían a empezar los cánticos y se repetía la situación.
Me alegraron la noche, entre unos y otros aquello fue más interesante que el mismo partido que, por cierto, no recuerdo ni contra qué euipo fue. Supongo que sería el temible Dnipro del gran Zozulya.
En el pasado tuve una novia que la pobre era sevillista, de esas que sólo salen a la calle cuando ganan... bueno, lo que viene siendo un aficionado típico del Manada FC. Pues debido a esta relación, un día fui con ella y sus amistades a ver la final de la Uropalí, de esas que les han regalado cinco amigos como Villar al equipo del que vivió un tiempo en la cárcel, el Del Niu ese que es tan humilde y educado. Pues resulta que fuímos a un bar en la alameda y creo que fuí el único en toda Sevilla en llevar una prenda verde y salir a la calle (era sólo un polito, no me atreví a llevar la camiseta del primer equipo de Andalucía y a día de hoy me alegro porque seguramente me habrían violado, apuñalado o pateado la cabeza). En este bar la estamapa era curiosa: unas doscientas personas vestidas de rojo y uno de verde al que todos los de allí miraban. Antes de empezar el partido, un grupo de niños que recientemente habían hecho su primera comunión, que no llevaban camisetas y portaban un megáfono, se percataron de ese que llevaba un polito verde entre tanto rojerío, y allí se quedaron para demostrar que eran firmes candidatos a entrar en los Biris. Durante todo el partido estuvieron cantando canciones animando al Atapuerca FC, con su megáfono, sus pechitos descubiertos y sus gestos de ultras pero a menudo se les escapaban cánticos en contra del Betis y, por supuesto, insultantes. Lo más gracioso viene ahora. Y es que cada vez que empezaban con esas canciones, los demás miembros de la manada de aficionados atapuercos comenzan a gritarles: "Sevillanía, sevillanía", gesticulando con ambos brazos para calmar los ánimos de los valientes niños aspirantes a "animar" (porque los Biris sólo animan) a su campeón. Y los pobres niños se calmaban. Tenía efecto aquello. Aunque a los dos minutos volvían a empezar los cánticos y se repetía la situación.
Me alegraron la noche, entre unos y otros aquello fue más interesante que el mismo partido que, por cierto, no recuerdo ni contra qué euipo fue. Supongo que sería el temible Dnipro del gran Zozulya.
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