Diciembre de 2010. Un Mago lo ha conseguido. Nadie sabe cómo, pero lo que unos meses atrás era una ruina ahora es alegría y los espectadores disfrutan del espectáculo. LLegan unos nuevos gestores que mantienen a equilibristas, trapecistas, domadores, payasos y por supuesto al claro artífice de que la cosa funcione: el Mago.
LLega el final de la temporada y por unos puntos que otorga la Federación de Circos se consigue el ascenso a la primera categoría. Debido a que los anteriores gestores habían dejado poco más que ruina, se contratan algunos números nuevos pero todos de escasa relevancia, como el 'Velocista Matilla, capaz de recorrer cien metros en una tarde. Da igual, el Mago se las apaña para conseguir que su circo mantenga la categoría, además con un número final increíble donde usa a un domador traído del País Vasco, que meses antes daba funciones en el filial y al que años más tarde venderían por una millonada.
La temporada siguiente es ya la bomba. Con un equilibrista traído de un circo israelita, un saltimbanqui portugués y algunas actuaciones prestadas, el Mago y sus compañeros se clasifican para una competición continental y además aventajan en seis puntos al circo rival de la ciudad, cuando en éste militan estrellas mundiales que al final del curso son vendidas por más de noventa millones de euros.
El nuevo curso se presenta apasionante, pero increíblemente, el mandamás de la compañía, un tío dictador y prepotente que ha confesado que ni entiende ni le gusta el circo, ayudado por personal interno y externo, empeñados en repartir falsamente los méritos del éxito, contrata unas atracciones propias de circo de tercera clase y en cuanto de la chistera no salen números asombrosos y la otra estrella, un gran ilusionista canario se resfría, el circo se tambalea peligrosamente.
El Mago hace ver que están a tiempo de todo, propone contratar cinco o seis atracciones de nivel que sustituyan a las que no sirven. La suerte está echada, ya que llegados a este punto la única obsesión es prescindir de sus servicios.
El resto de la historia ya la conocen. El circo se ha caído por completo quedando demostrado que el sostén principal de que todo funcionase era ese Mago madrileño, que a pesar de sus errores, era un tío implicado, listo y ambicioso. Una pena además viendo como el dictador y sus cómplices se han ido de rositas.
Por cierto, tras consumarse la hecatombe habló el que parece será el nuevo jefe. Tras oírlo,no descarten que el circo tenga que dar funciones en Lorca, Cartagena o Albacete en un futuro no muy lejano. Ojú, Maíto...
Diciembre de 2010. Un Mago lo ha conseguido. Nadie sabe cómo, pero lo que unos meses atrás era una ruina ahora es alegría y los espectadores disfrutan del espectáculo. LLegan unos nuevos gestores que mantienen a equilibristas, trapecistas, domadores, payasos y por supuesto al claro artífice de que la cosa funcione: el Mago.
LLega el final de la temporada y por unos puntos que otorga la Federación de Circos se consigue el ascenso a la primera categoría. Debido a que los anteriores gestores habían dejado poco más que ruina, se contratan algunos números nuevos pero todos de escasa relevancia, como el 'Velocista Matilla, capaz de recorrer cien metros en una tarde. Da igual, el Mago se las apaña para conseguir que su circo mantenga la categoría, además con un número final increíble donde usa a un domador traído del País Vasco, que meses antes daba funciones en el filial y al que años más tarde venderían por una millonada.
La temporada siguiente es ya la bomba. Con un equilibrista traído de un circo israelita, un saltimbanqui portugués y algunas actuaciones prestadas, el Mago y sus compañeros se clasifican para una competición continental y además aventajan en seis puntos al circo rival de la ciudad, cuando en éste militan estrellas mundiales que al final del curso son vendidas por más de noventa millones de euros.
El nuevo curso se presenta apasionante, pero increíblemente, el mandamás de la compañía, un tío dictador y prepotente que ha confesado que ni entiende ni le gusta el circo, ayudado por personal interno y externo, empeñados en repartir falsamente los méritos del éxito, contrata unas atracciones propias de circo de tercera clase y en cuanto de la chistera no salen números asombrosos y la otra estrella, un gran ilusionista canario se resfría, el circo se tambalea peligrosamente.
El Mago hace ver que están a tiempo de todo, propone contratar cinco o seis atracciones de nivel que sustituyan a las que no sirven. La suerte está echada, ya que llegados a este punto la única obsesión es prescindir de sus servicios.
El resto de la historia ya la conocen. El circo se ha caído por completo quedando demostrado que el sostén principal de que todo funcionase era ese Mago madrileño, que a pesar de sus errores, era un tío implicado, listo y ambicioso. Una pena además viendo como el dictador y sus cómplices se han ido de rositas.
Por cierto, tras consumarse la hecatombe habló el que parece será el nuevo jefe. Tras oírlo,no descarten que el circo tenga que dar funciones en Lorca, Cartagena o Albacete en un futuro no muy lejano. Ojú, Maíto...
Media verdad o verdad a medias es una declaración engañosa que incluye algún elemento de verdad. La declaración puede ser parcialmente verdad, puede ser totalmente cierta, pero sólo de una parte de la verdad global, o usar un elemento engañoso, como una puntuación inadecuada, o un doble sentido, sobre todo si la intención es engañar, evadir, o tergiversar la verdad
Diciembre de 2010. Un Mago lo ha conseguido. Nadie sabe cómo, pero lo que unos meses atrás era una ruina ahora es alegría y los espectadores disfrutan del espectáculo. LLegan unos nuevos gestores que mantienen a equilibristas, trapecistas, domadores, payasos y por supuesto al claro artífice de que la cosa funcione: el Mago.
LLega el final de la temporada y por unos puntos que otorga la Federación de Circos se consigue el ascenso a la primera categoría. Debido a que los anteriores gestores habían dejado poco más que ruina, se contratan algunos números nuevos pero todos de escasa relevancia, como el 'Velocista Matilla, capaz de recorrer cien metros en una tarde. Da igual, el Mago se las apaña para conseguir que su circo mantenga la categoría, además con un número final increíble donde usa a un domador traído del País Vasco, que meses antes daba funciones en el filial y al que años más tarde venderían por una millonada.
La temporada siguiente es ya la bomba. Con un equilibrista traído de un circo israelita, un saltimbanqui portugués y algunas actuaciones prestadas, el Mago y sus compañeros se clasifican para una competición continental y además aventajan en seis puntos al circo rival de la ciudad, cuando en éste militan estrellas mundiales que al final del curso son vendidas por más de noventa millones de euros.
El nuevo curso se presenta apasionante, pero increíblemente, el mandamás de la compañía, un tío dictador y prepotente que ha confesado que ni entiende ni le gusta el circo, ayudado por personal interno y externo, empeñados en repartir falsamente los méritos del éxito, contrata unas atracciones propias de circo de tercera clase y en cuanto de la chistera no salen números asombrosos y la otra estrella, un gran ilusionista canario se resfría, el circo se tambalea peligrosamente.
El Mago hace ver que están a tiempo de todo, propone contratar cinco o seis atracciones de nivel que sustituyan a las que no sirven. La suerte está echada, ya que llegados a este punto la única obsesión es prescindir de sus servicios.
El resto de la historia ya la conocen. El circo se ha caído por completo quedando demostrado que el sostén principal de que todo funcionase era ese Mago madrileño, que a pesar de sus errores, era un tío implicado, listo y ambicioso. Una pena además viendo como el dictador y sus cómplices se han ido de rositas.
Por cierto, tras consumarse la hecatombe habló el que parece será el nuevo jefe. Tras oírlo,no descarten que el circo tenga que dar funciones en Lorca, Cartagena o Albacete en un futuro no muy lejano. Ojú, Maíto...
Las medias verdades son la peor de las mentiras. Porque hay artículos a principios de agosto en los que Mipepe estaba contentísimo con la plantilla y valoraba el esfuerzo realizado. Otra cosa fue cuando empezaron a silbar las balas y empezaron a temblarle las canillas.
Pidió refuerzos de nivel, si, como Bojan, 3 kilos al año para 3 goles en una liga de chichinabo como la Eredivisie, o según comentaba hace un par de meses, Benteke, 20 milloncejos de libras de nada.
La función del mago madrileño en la pérfida Albión va a punto por partido. Una auténtica maravilla, sin duda.
Las medias verdades son la peor de las mentiras. Porque hay artículos a principios de agosto en los que Mipepe estaba contentísimo con la plantilla y valoraba el esfuerzo realizado. Otra cosa fue cuando empezaron a silbar las balas y empezaron a temblarle las canillas.
Pidió refuerzos de nivel, si, como Bojan, 3 kilos al año para 3 goles en una liga de chichinabo como la Eredivisie, o según comentaba hace un par de meses, Benteke, 20 milloncejos de libras de nada.
La función del mago madrileño en la pérfida Albión va a punto por partido. Una auténtica maravilla, sin duda.
El niño la´Encarni @FranckoMartin 20 h
@Gonzalo_BuSan @FJLEON1967 el matiz de que "el velocista Matilla" fue petición explícita del Mago, se ha obviado por algo en especial?
Abrir Responder Retwittear Favorito Más F J L L @FJLEON1967 20 h
@FranckoMartin porque ya había un director deportivo responsable de fichar,ese es el matiz. El mister a entrenar y el DD a fichar.
hay excusas para todo, como podrás comprobar compañero clyde.
Las medias verdades son la peor de las mentiras. Porque hay artículos a principios de agosto en los que Mipepe estaba contentísimo con la plantilla y valoraba el esfuerzo realizado. Otra cosa fue cuando empezaron a silbar las balas y empezaron a temblarle las canillas.
Pidió refuerzos de nivel, si, como Bojan, 3 kilos al año para 3 goles en una liga de chichinabo como la Eredivisie, o según comentaba hace un par de meses, Benteke, 20 milloncejos de libras de nada.
La función del mago madrileño en la pérfida Albión va a punto por partido. Una auténtica maravilla, sin duda.
Demasiao hace con la plantilla más mala de todas las islas y alrededores.
Diciembre de 2010. Un Mago lo ha conseguido. Nadie sabe cómo, pero lo que unos meses atrás era una ruina ahora es alegría y los espectadores disfrutan del espectáculo. LLegan unos nuevos gestores que mantienen a equilibristas, trapecistas, domadores, payasos y por supuesto al claro artífice de que la cosa funcione: el Mago.
LLega el final de la temporada y por unos puntos que otorga la Federación de Circos se consigue el ascenso a la primera categoría. Debido a que los anteriores gestores habían dejado poco más que ruina, se contratan algunos números nuevos pero todos de escasa relevancia, como el 'Velocista Matilla, capaz de recorrer cien metros en una tarde. Da igual, el Mago se las apaña para conseguir que su circo mantenga la categoría, además con un número final increíble donde usa a un domador traído del País Vasco, que meses antes daba funciones en el filial y al que años más tarde venderían por una millonada.
La temporada siguiente es ya la bomba. Con un equilibrista traído de un circo israelita, un saltimbanqui portugués y algunas actuaciones prestadas, el Mago y sus compañeros se clasifican para una competición continental y además aventajan en seis puntos al circo rival de la ciudad, cuando en éste militan estrellas mundiales que al final del curso son vendidas por más de noventa millones de euros.
El nuevo curso se presenta apasionante, pero increíblemente, el mandamás de la compañía, un tío dictador y prepotente que ha confesado que ni entiende ni le gusta el circo, ayudado por personal interno y externo, empeñados en repartir falsamente los méritos del éxito, contrata unas atracciones propias de circo de tercera clase y en cuanto de la chistera no salen números asombrosos y la otra estrella, un gran ilusionista canario se resfría, el circo se tambalea peligrosamente.
El Mago hace ver que están a tiempo de todo, propone contratar cinco o seis atracciones de nivel que sustituyan a las que no sirven. La suerte está echada, ya que llegados a este punto la única obsesión es prescindir de sus servicios.
El resto de la historia ya la conocen. El circo se ha caído por completo quedando demostrado que el sostén principal de que todo funcionase era ese Mago madrileño, que a pesar de sus errores, era un tío implicado, listo y ambicioso. Una pena además viendo como el dictador y sus cómplices se han ido de rositas.
Por cierto, tras consumarse la hecatombe habló el que parece será el nuevo jefe. Tras oírlo,no descarten que el circo tenga que dar funciones en Lorca, Cartagena o Albacete en un futuro no muy lejano. Ojú, Maíto...
El niño la´Encarni @FranckoMartin 20 h
@Gonzalo_BuSan @FJLEON1967 el matiz de que "el velocista Matilla" fue petición explícita del Mago, se ha obviado por algo en especial?
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@FranckoMartin porque ya había un director deportivo responsable de fichar,ese es el matiz. El mister a entrenar y el DD a fichar.
hay excusas para todo, como podrás comprobar compañero clyde.
Pero para colgarle la medalla de la petición de Castro no hay dudas. Con un par.
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