A la Premier League se le acaba la paciencia
Los banquillos de la Premier League ya se han cobrado su primera víctima. Paolo Di Canio ha dejado de ser entrenador del Sunderland después de un nefasto inicio de temporada (1 punto de 15 posibles). Los ‘Black Cats’ son colistas de la liga inglesa y el equipo, que ha remodelado el técnico italiano de arriba abajo gastándose 26 millones de euros, no responde sobre el césped. Sus polémicas declaraciones y sus violentos gestos han pesado más que su pizarra. Los resultados y la dinámica negativa de su ex-conjunto le han enterrado. El Sunderland ha roto un matrimonio que comenzó dividido por sus inclinaciones políticas. En una de las ciudades más obreras de las Islas Británicas, la extrema derecha no es bien recibida.
Di Canio es el primer entrenador despedido en la Premier League. Una competición que ha perdido la paciencia con sus proyectos. Los millones y la necesitad de lograr resultados inmediatos para rentabilizar las cuantiosas inversiones realizas han desmitificado al fútbol inglés. Los jeques, los oligarcas, los futbolistas y técnicos extranjeros y las finanzas han globalizado al balón británico.
Las prisas de España e Italia se han trasladado a Inglaterra. La guillotina ha cortado, futbolísticamente, la cabeza de Di Canio en la quinta jornada, aún en el mes de septiembre. El despido más temprano desde 2009. En las últimas seis campañas el entrenador que menos duró en su cargo, de cuantos empezaron la temporada, fue Juande Ramos. El Tottenham le destituyó en la octava jornada, el 25 de octubre, tras un errático inicio y un motín en el vestuario. Desde entonces, los técnicos han aguantado hasta, al menos, noviembre. En 2010, el Portsmouth despidió a Paul Hart en la decimotercera jornada. En 2011, el Newcastle a Chris Hughton en la quince, el Sunderland a Steve Bruce en 2012 en la trece y la pasada temporada el Chelsea echó a Roberto Di Matteo en la doce. Sus cabezas rodaron tras haberse consumido un tercio de la competición. Su valía y su rendimiento ya estaban testados. Ahora, la presión de los resultados marchita antes los proyectos.
Arsene Wenger es el último de una especie de mánagers longevos en sus cargos, que se mimetizaban con su club y se convierten en parte de él. Primero en Highbury y después en el Emirates, el técnico francés lleva 18 campañas dirigiendo a los ‘Gunners’. Sir Alex Ferguson (27 años en el cargo) cedió su sitio a David Moyes (diez) y ambos dejaron ‘solo’ a Wenger.
En la actualidad, el preparador que más temporadas lleva al mando de un equipo, tras el eterno entrenador del Arsenal, es Alan Pardew. Desde el año 2010 maneja al Newcastle.
El Sunderland es el máximo exponente de esta nueva corriente en los banquillos de la Premier League. En los últimos tres años ha sido el primero en despedir al técnico que comenzó la temporada. La paciencia se ha acabado.
A la Premier League se le acaba la paciencia | Kick and Pass
Los banquillos de la Premier League ya se han cobrado su primera víctima. Paolo Di Canio ha dejado de ser entrenador del Sunderland después de un nefasto inicio de temporada (1 punto de 15 posibles). Los ‘Black Cats’ son colistas de la liga inglesa y el equipo, que ha remodelado el técnico italiano de arriba abajo gastándose 26 millones de euros, no responde sobre el césped. Sus polémicas declaraciones y sus violentos gestos han pesado más que su pizarra. Los resultados y la dinámica negativa de su ex-conjunto le han enterrado. El Sunderland ha roto un matrimonio que comenzó dividido por sus inclinaciones políticas. En una de las ciudades más obreras de las Islas Británicas, la extrema derecha no es bien recibida.
Di Canio es el primer entrenador despedido en la Premier League. Una competición que ha perdido la paciencia con sus proyectos. Los millones y la necesitad de lograr resultados inmediatos para rentabilizar las cuantiosas inversiones realizas han desmitificado al fútbol inglés. Los jeques, los oligarcas, los futbolistas y técnicos extranjeros y las finanzas han globalizado al balón británico.
Las prisas de España e Italia se han trasladado a Inglaterra. La guillotina ha cortado, futbolísticamente, la cabeza de Di Canio en la quinta jornada, aún en el mes de septiembre. El despido más temprano desde 2009. En las últimas seis campañas el entrenador que menos duró en su cargo, de cuantos empezaron la temporada, fue Juande Ramos. El Tottenham le destituyó en la octava jornada, el 25 de octubre, tras un errático inicio y un motín en el vestuario. Desde entonces, los técnicos han aguantado hasta, al menos, noviembre. En 2010, el Portsmouth despidió a Paul Hart en la decimotercera jornada. En 2011, el Newcastle a Chris Hughton en la quince, el Sunderland a Steve Bruce en 2012 en la trece y la pasada temporada el Chelsea echó a Roberto Di Matteo en la doce. Sus cabezas rodaron tras haberse consumido un tercio de la competición. Su valía y su rendimiento ya estaban testados. Ahora, la presión de los resultados marchita antes los proyectos.
Arsene Wenger es el último de una especie de mánagers longevos en sus cargos, que se mimetizaban con su club y se convierten en parte de él. Primero en Highbury y después en el Emirates, el técnico francés lleva 18 campañas dirigiendo a los ‘Gunners’. Sir Alex Ferguson (27 años en el cargo) cedió su sitio a David Moyes (diez) y ambos dejaron ‘solo’ a Wenger.
En la actualidad, el preparador que más temporadas lleva al mando de un equipo, tras el eterno entrenador del Arsenal, es Alan Pardew. Desde el año 2010 maneja al Newcastle.
El Sunderland es el máximo exponente de esta nueva corriente en los banquillos de la Premier League. En los últimos tres años ha sido el primero en despedir al técnico que comenzó la temporada. La paciencia se ha acabado.
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