Buenas, buscando en google he encontrado este artículo de opinión sobre la construcción de estadios. Merece la pena leerlo y pararse a pensar.
En el fútbol patrio (tanto central como periférico) no se aprende ni de los errores propios ni de los ajenos, tanto de los clubs mismos como de la economía española en general. Lo digo a colación por las portadas de los principales medios de ambos lados del Ebro en relación con las reformas o traslados de los estadios de los dos grandes, Madrid y Barcelona. A los cuales ya se les anticiparon otros, como el Atlético de Madrid (pendiente de una operación urbanística para trasladarse a La Peineta), o el Valencia, con un nuevo estadio cuyas obras llevan paralizadas varios años por la imposibilidad de vender su patrimonio actual en Mestalla.
El sector de la construcción en España siempre ha tenido mucho peso, de hecho hasta hace poco era omnipresente y omnipotente. Pero ahora apenas tiene negocio, fagocitado por sus propios excesos. Sin embargo todavía tienen una notable influencia en muchos círculos de poder social, político y económico .
Solamente en este contexto se pueden entender cómo en determinados diarios deportivos de Madrid y Barcelona se esté metiendo tanta baza en estos últimos días con las reformas integrales o incluso traslados de sitio del Camp Nou y el Santiago Bernabéu. Reformas multimillonarias que intentan envolver con centros comerciales de caro diseño envueltos en un ambiente consumista irreal y más en el actual contexto socio-económico. Y sobre todo y ante todo, con la “amenaza” de que el respectivo eterno rival lo haga antes. En el caso del Camp Nou, con el agravante de que las caras y eternas obras del metro barcelonés se pensaron, entre otras cosas para acercar mucho más la boca de metro que la de su actual emplazamiento de Collblanc, cosa que se pone en entredicho con un hipotético traslado a un nuevo Estadi con el que se ha especulado en estas últimas semanas.
Los argumentos para estas obras no terminan de justificar nada, que si el hormigón no es eterno, como si no hubiera construcciones de varios siglos con materiales menos resistentes, que si no es moderno, como si los dos grandes estadios han sufrido varias remodelaciones recientes, algunas nada despreciables. Que si la comodidad cuando todos los estadios suprimieron los asientos de pie o ampliar los palcos VIPs, diseñados para la minoría más absoluta. En el fondo, no es más que un simple llamamiento a los sentimientos más pretenciosos de aficionados y directivos. Llamamiento que responde más a intereses de constructoras ávidas de grandes contratas que a necesidades reales, lo cual no es de extrañar, vista la actividad empresarial de ciertos dirigentes.
Caer en ciertas tentaciones pretenciosas, además de hipotecar al club de turno, supone volver a incurrir en el mismo error que muchas grandes obras en España, y es el gusto de construir por construir, en lugar de responder a las necesidades reales, las cuales probablemente podrían satisfacerse con un costo exponencialmente menor. Y es que atender a según que cantos de sirena es volver al mismo error de estos últimos años. O sea a la ruina económica solamente para satisfacer el ego de unos y el bolsillo de otros.
fuente: Primera división: ¿Realmente es necesario?. Fútbol - Opinión. PlanetaDeporte.net
Mi conclusión es que es absurdo decir que un estadio está anticuado, que se puede caer...¿cuanto duran las catedrales? ¿y la Giralda cuanto tiempo lleva ahí?
En el fútbol patrio (tanto central como periférico) no se aprende ni de los errores propios ni de los ajenos, tanto de los clubs mismos como de la economía española en general. Lo digo a colación por las portadas de los principales medios de ambos lados del Ebro en relación con las reformas o traslados de los estadios de los dos grandes, Madrid y Barcelona. A los cuales ya se les anticiparon otros, como el Atlético de Madrid (pendiente de una operación urbanística para trasladarse a La Peineta), o el Valencia, con un nuevo estadio cuyas obras llevan paralizadas varios años por la imposibilidad de vender su patrimonio actual en Mestalla.
El sector de la construcción en España siempre ha tenido mucho peso, de hecho hasta hace poco era omnipresente y omnipotente. Pero ahora apenas tiene negocio, fagocitado por sus propios excesos. Sin embargo todavía tienen una notable influencia en muchos círculos de poder social, político y económico .
Solamente en este contexto se pueden entender cómo en determinados diarios deportivos de Madrid y Barcelona se esté metiendo tanta baza en estos últimos días con las reformas integrales o incluso traslados de sitio del Camp Nou y el Santiago Bernabéu. Reformas multimillonarias que intentan envolver con centros comerciales de caro diseño envueltos en un ambiente consumista irreal y más en el actual contexto socio-económico. Y sobre todo y ante todo, con la “amenaza” de que el respectivo eterno rival lo haga antes. En el caso del Camp Nou, con el agravante de que las caras y eternas obras del metro barcelonés se pensaron, entre otras cosas para acercar mucho más la boca de metro que la de su actual emplazamiento de Collblanc, cosa que se pone en entredicho con un hipotético traslado a un nuevo Estadi con el que se ha especulado en estas últimas semanas.
Los argumentos para estas obras no terminan de justificar nada, que si el hormigón no es eterno, como si no hubiera construcciones de varios siglos con materiales menos resistentes, que si no es moderno, como si los dos grandes estadios han sufrido varias remodelaciones recientes, algunas nada despreciables. Que si la comodidad cuando todos los estadios suprimieron los asientos de pie o ampliar los palcos VIPs, diseñados para la minoría más absoluta. En el fondo, no es más que un simple llamamiento a los sentimientos más pretenciosos de aficionados y directivos. Llamamiento que responde más a intereses de constructoras ávidas de grandes contratas que a necesidades reales, lo cual no es de extrañar, vista la actividad empresarial de ciertos dirigentes.
Caer en ciertas tentaciones pretenciosas, además de hipotecar al club de turno, supone volver a incurrir en el mismo error que muchas grandes obras en España, y es el gusto de construir por construir, en lugar de responder a las necesidades reales, las cuales probablemente podrían satisfacerse con un costo exponencialmente menor. Y es que atender a según que cantos de sirena es volver al mismo error de estos últimos años. O sea a la ruina económica solamente para satisfacer el ego de unos y el bolsillo de otros.
fuente: Primera división: ¿Realmente es necesario?. Fútbol - Opinión. PlanetaDeporte.net
Mi conclusión es que es absurdo decir que un estadio está anticuado, que se puede caer...¿cuanto duran las catedrales? ¿y la Giralda cuanto tiempo lleva ahí?
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