El Lleida puede hacer saltar la banca
Un juez podría borrar de un plumazo la deuda con la Administración del fútbol español.
Acusa a Hacienda y a la Seguridad Social como culpable de su ruina económica.
¿Se imaginan que al final los club no paguen los casi 1.000 millones de euros que deben a Hacienda y a la Seguridad Social y que encima ambas administraciones fueran corresponsables? Pues ese podría ser el resultado de un pleito audaz, valiente, ingenioso e histórico planteado por uno de esos clubs, uno tan modesto como la extinta -al menos deportivamente- Unió Esportiva Lleida que, en su liquidación final, ha decidido jugar una última y desesperada carta, solicitando al juez la exención de sus deudas por 12 y 3 millones respectivamente a Hacienda y a la Seguridad Social.
De la mano de un bufete barcelonés, additio.group, los actuales administradores judiciales consideran que la actuación de la AEAT ha sido de complicidad, pues el Lleida ni pagó impuestos ni liquidó retenciones desde 2005 a 2010, básicamente el grueso de ese pasivo que creció hasta ahogarlo.
Se argumenta la pasividad de ambos organismos, que no reclamaron la deuda ni al Lleida (28 millones) ni a nadie del fútbol, permitiendo su aumento y la insolvencia total y absoluta. El informe habla de una situación de impunidad ante la administración, que desde luego es un desagravio en relación al resto de sociedades y de los ciudadanos. Explicado de otro modo, los clubs no estarían tan mal si en su momento y regularmente Hacienda y la Seguridad Social no hubieran mirado a otro lado. La deuda con Hacienda de los clubs asciende a 752 millones.
Una broma y un desagravio
Si el juez estima el caso crearía jurisprudencia y reduciría los números rojos del fútbol a una broma que socialmente sugiere un trato de favor injustificado. Si es legítima la reflexión de que los clubs han de pagar al fisco como todo hijo de vecino puede serlo esta argucia jurídica basada en ausentismo y dejación de funciones.
El caso, sin embargo, deja a clubs como el Barça, que está al día de pago y que además ha sido históricamente perseguido por Hacienda, en una situación curiosa. Cuando el Barça buscó fórmulas imaginativas y legales para abaratar el IRPF y pagar una parte en derechos de imagen, Hacienda removió cielo y tierra para oponerse.
Además de forzar una ley que limitara al 15% el derecho de imagen de los futbolistas, el fisco no admitió la fórmula azulgrana. En una sentencia 'sui generis' y controvertida, el Supremo acabó admitiendo que no había nada ilegal pero que igualmente pagara lo que le tocaba pagar a los jugadores a través de sus propias sociedades y luego se lo reclamara a ellos, algo completamente imposible.
¿Qué deberá hacer el Barça si prospera el pleito del Lleida? ¿Reclamar a Hacienda que le devuelva el dinero? ¿Con intereses? ¿Por qué no? Habría, en esta segunda fase, un tratamiento discriminatorio respecto a los clubs que se librarían de pagar. Alucinante todo.
El Lleida puede hacer saltar la banca
Un juez podría borrar de un plumazo la deuda con la Administración del fútbol español.
Acusa a Hacienda y a la Seguridad Social como culpable de su ruina económica.
¿Se imaginan que al final los club no paguen los casi 1.000 millones de euros que deben a Hacienda y a la Seguridad Social y que encima ambas administraciones fueran corresponsables? Pues ese podría ser el resultado de un pleito audaz, valiente, ingenioso e histórico planteado por uno de esos clubs, uno tan modesto como la extinta -al menos deportivamente- Unió Esportiva Lleida que, en su liquidación final, ha decidido jugar una última y desesperada carta, solicitando al juez la exención de sus deudas por 12 y 3 millones respectivamente a Hacienda y a la Seguridad Social.
De la mano de un bufete barcelonés, additio.group, los actuales administradores judiciales consideran que la actuación de la AEAT ha sido de complicidad, pues el Lleida ni pagó impuestos ni liquidó retenciones desde 2005 a 2010, básicamente el grueso de ese pasivo que creció hasta ahogarlo.
Se argumenta la pasividad de ambos organismos, que no reclamaron la deuda ni al Lleida (28 millones) ni a nadie del fútbol, permitiendo su aumento y la insolvencia total y absoluta. El informe habla de una situación de impunidad ante la administración, que desde luego es un desagravio en relación al resto de sociedades y de los ciudadanos. Explicado de otro modo, los clubs no estarían tan mal si en su momento y regularmente Hacienda y la Seguridad Social no hubieran mirado a otro lado. La deuda con Hacienda de los clubs asciende a 752 millones.
Una broma y un desagravio
Si el juez estima el caso crearía jurisprudencia y reduciría los números rojos del fútbol a una broma que socialmente sugiere un trato de favor injustificado. Si es legítima la reflexión de que los clubs han de pagar al fisco como todo hijo de vecino puede serlo esta argucia jurídica basada en ausentismo y dejación de funciones.
El caso, sin embargo, deja a clubs como el Barça, que está al día de pago y que además ha sido históricamente perseguido por Hacienda, en una situación curiosa. Cuando el Barça buscó fórmulas imaginativas y legales para abaratar el IRPF y pagar una parte en derechos de imagen, Hacienda removió cielo y tierra para oponerse.
Además de forzar una ley que limitara al 15% el derecho de imagen de los futbolistas, el fisco no admitió la fórmula azulgrana. En una sentencia 'sui generis' y controvertida, el Supremo acabó admitiendo que no había nada ilegal pero que igualmente pagara lo que le tocaba pagar a los jugadores a través de sus propias sociedades y luego se lo reclamara a ellos, algo completamente imposible.
¿Qué deberá hacer el Barça si prospera el pleito del Lleida? ¿Reclamar a Hacienda que le devuelva el dinero? ¿Con intereses? ¿Por qué no? Habría, en esta segunda fase, un tratamiento discriminatorio respecto a los clubs que se librarían de pagar. Alucinante todo.
El Lleida puede hacer saltar la banca
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