El Betis ganó un partido donde por técnica y talento fue netamente superior que su rival, pero que pudo perderlo porque en ocasiones el rival tuvo más e, incluso, mejores que los verdiblancos. Los de Pellegrini salvan un Match Ball en Europa League, pero siguen mostrando demasiadas dudas futbolísticas en ataque y una debilidad enorme en defensa. Abde en ataque y Pezzella en defensa sostuvieron al equipo.
El partido se tenía que ganar y se ganó, pero costó mucho más de lo esperado. Y es que este equipo no mejora, da síntomas negativos como esa falta de verticalidad o, a veces, de sangre y actitud y está viviendo siempre en el alambre de los centímetros tanto en ataque como en defensa. Y hoy tenía a uno de los rivales más flojos de la temporada delante.
El Betis sabía contra quién se enfrentaba: un equipo sin complejos, poco técnico, replegado atrás, pero que corría a los espacios a la mínima ocasión que podía. Y a la primera que tuvo el rival, fue Pezzella quien salvó en línea de gol, tras un desajuste muy claro de la defensa verdiblanca y una salida terrible de Rui Silva. Y es que los de Pellegrini intentaron controlar el balón y mantener la posesión con un ritmo lento, pero sumaron muchas pérdidas incompresibles en los primeros minutos.
A partir del minuto 10, el Betis, tras sumar dos acercamientos de sus dos extremos Abde y Luiz Henrique, se serenó, empezó a ganar mucho más terreno con el balón y a encerrar claramente al rival en su campo gracias a que Carvalho se hizo con el partido. Tuvo varias ocasiones, pero no llegó a finalizar de la mejor manera posible porque volvió a penalizarle no tener más paciencia al mover el balón, mayor claridad en los metros finales y jugadores que rompieran a la espalda de los defensas.
El partido continuó el mismo guion la primera mitad, el Betis con balón, pero sin acierto y Pezzella apagando los incendios cuando el Aris salía con velocidad. Tenía el equipo verdiblanco el camino a la victoria por las bandas, sobre todo tras la lesión del lateral izquierdo rival, lo explotó bien, pero no estuvo nada acertado, como habitúa esta temporada, dentro del área.
El partido se fue al descanso con empate a cero con la sensación de que el Betis era netamente superior al rival, pero que parecía estar demasiado lejos de ganar el partido.
La segunda mitad comenzó con la oportunidad más clara del equipo. Marc Roca, el único capaz de lanzar pases a la espalda de los defensas, encontró a Abner libre entrando al área pero el brasileño, fiel reflejo del equipo hoy, fue demasiado blando en la finalización.
Corrían los minutos y al Betis le seguía faltando sangre, cuchillo en ataque ante una defensa terriblemente débil y muchísima más velocidad y criterio con y sin balón. Solo Abde supo leer el partido en la segunda parte y no paró de encarar e irse de su marca.
Y llegó el punto de inflexión del partido. El Betis se olvidó de defender, solo buscó el gol, y lo encontró, casualmente, cuando el Aris tuvo su ocasión más clara del partido. Salió a la contra los chipriotas en un descuido táctico del equipo de Pellegrini, su ataque fue al palo y a la contra, Abde encontró autopista y Ayoze el gol que llevaba buscando todo el partido.
El Betis ganó porque debía y era mejor, pero este camino y esta temporada va a requerir muchísimo más de los verdiblancos para optar a cotas de temporadas pasadas.
El uno a uno:
Borja Martin
https://www.betisweb.com/web/unoxuno...vs-real-betis/
El partido se tenía que ganar y se ganó, pero costó mucho más de lo esperado. Y es que este equipo no mejora, da síntomas negativos como esa falta de verticalidad o, a veces, de sangre y actitud y está viviendo siempre en el alambre de los centímetros tanto en ataque como en defensa. Y hoy tenía a uno de los rivales más flojos de la temporada delante.
El Betis sabía contra quién se enfrentaba: un equipo sin complejos, poco técnico, replegado atrás, pero que corría a los espacios a la mínima ocasión que podía. Y a la primera que tuvo el rival, fue Pezzella quien salvó en línea de gol, tras un desajuste muy claro de la defensa verdiblanca y una salida terrible de Rui Silva. Y es que los de Pellegrini intentaron controlar el balón y mantener la posesión con un ritmo lento, pero sumaron muchas pérdidas incompresibles en los primeros minutos.
A partir del minuto 10, el Betis, tras sumar dos acercamientos de sus dos extremos Abde y Luiz Henrique, se serenó, empezó a ganar mucho más terreno con el balón y a encerrar claramente al rival en su campo gracias a que Carvalho se hizo con el partido. Tuvo varias ocasiones, pero no llegó a finalizar de la mejor manera posible porque volvió a penalizarle no tener más paciencia al mover el balón, mayor claridad en los metros finales y jugadores que rompieran a la espalda de los defensas.
El partido continuó el mismo guion la primera mitad, el Betis con balón, pero sin acierto y Pezzella apagando los incendios cuando el Aris salía con velocidad. Tenía el equipo verdiblanco el camino a la victoria por las bandas, sobre todo tras la lesión del lateral izquierdo rival, lo explotó bien, pero no estuvo nada acertado, como habitúa esta temporada, dentro del área.
El partido se fue al descanso con empate a cero con la sensación de que el Betis era netamente superior al rival, pero que parecía estar demasiado lejos de ganar el partido.
La segunda mitad comenzó con la oportunidad más clara del equipo. Marc Roca, el único capaz de lanzar pases a la espalda de los defensas, encontró a Abner libre entrando al área pero el brasileño, fiel reflejo del equipo hoy, fue demasiado blando en la finalización.
Corrían los minutos y al Betis le seguía faltando sangre, cuchillo en ataque ante una defensa terriblemente débil y muchísima más velocidad y criterio con y sin balón. Solo Abde supo leer el partido en la segunda parte y no paró de encarar e irse de su marca.
Y llegó el punto de inflexión del partido. El Betis se olvidó de defender, solo buscó el gol, y lo encontró, casualmente, cuando el Aris tuvo su ocasión más clara del partido. Salió a la contra los chipriotas en un descuido táctico del equipo de Pellegrini, su ataque fue al palo y a la contra, Abde encontró autopista y Ayoze el gol que llevaba buscando todo el partido.
El Betis ganó porque debía y era mejor, pero este camino y esta temporada va a requerir muchísimo más de los verdiblancos para optar a cotas de temporadas pasadas.
El uno a uno:
- Rui Silva (5): Mostró numerosas dudas en las pocas acciones que intervino, sobre todo, en esa que todos tenemos en mente a los cinco minutos del partido.
- Aitor Ruibal (5): No está teniendo la mejor temporada. Se le vio muy poco en ataque y en defensa no estuvo especialmente expeditivo.
- Pezzella (9): Auténtico amo y señor de la defensa verdiblanca. Hizo un partido titánico y sobresaliente. Ganó todos los duelos a sus rivales y despejó de manera brillante cada acción destacada del rival.
- Marc Roca (7): Fue quien dio más pases con intención de hacer daño a la espalda de los defensas y estaba de central. Con Pezzella al lado, todo es mucho más fácil, pero hizo un buen partido. Sufrió a veces por la velocidad del costado izquierdo intentando llegar a la ayuda de Abner.
- Abner (5): No suma malos minutos, pero ser lateral izquierdo del Betis, y más tras la marcha de Alex, pide muchísimo más de lo que da el brasileño. No estuvo mal en general, aunque sufrió con la velocidad del extremo rival. Volvió a estar muy blando en ataque en esa ocasión tan clara al comienzo de la segunda mitad.
- Guido (5): Flojísimo partido del argentino con y sin balón llegando tarde a coberturas y sin tener capacidad de movimiento del balón en salida.
- William Carvalho (6): Le sigue faltando ritmo competitivo. Con balón, le falta tener mucha más precisión en sus envíos y sin él, está muy lento aún para llegar a cubrir ataques rivales. Aun así, con él en el campo el Betis tiene mucho más control.
- Luiz Henrique (5): Comenzó siendo el más incisivo, pero la gasolina y la actitud se le apagaron muy pronto. Su segunda parte fue un visto y no visto, no apareció ni intervino en un partido que pedía a gritos atacar y encarar por banda.
- Ayoze (7): Se movió, no dejo de aparecer en todas las posiciones de ataque y de intentar buscar el gol que lo encontró por azar en el rebote del larguero de Assane.
- Abde (9): Una segunda parte para creer en él. Comenzó tímido, como lleva toda la temporada, pero al final de la primera parte y, sobre todo en la segunda, se soltó, creyó en su calidad y rompió totalmente la cadena que le agarrotaba. No paró de encarar e irse de la marca. Algo que pedía y necesita este equipo. Velocidad y atrevimiento.
- Willian José (6): Es el paradigma perfecto de este equipo. Hace cosas muy bien, pero le falta sangre para hacer mucho más daño al rival, sobre todo, desde la posición de delantero centro. Mejoró a sus compañeros arriba aunque le faltó ser mucho más directo y pegarle a puerta.
- Assane (5): Tuvo pocos minutos, pero en un contexto con el rival cansado debió aportar mucho más. Apenas se le vio y terminó por perder las mayorías de pelotas que le llegaron.
- Isco (5): Como Assane, apenas intervino y mejoró el juego del equipo.
- Guardado (6): Salió para acumular jugadores en el medio del campo y tener un mayor control del juego.
- Borja Iglesias (SC): Apenas intervino ni generó nada relevante en el encuentro.
- Rodri (SC): Al igual que los que salieron al campo, no tuvo oportunidad de tener el balón.
Borja Martin
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