me ha sacado vd. dos ejemplos de los que hacen los hombres de futbol... pero ahi mas ejemplos de lo que hacen otros consejos por la primera division y no hay que recurrir siempre a los mismos... en el getafe hay un hombre de futbol que no conoce aun un descenso... los dirigentes del otro equipo de la ciudad creo son hombres curtidos y hechos en esto del futbol... y luego estan los nuestros, los que firmaron la peor temporada que se recuerda en verdiblanco... alla tu si no quieres que se mueva ni un varal en este Betis... pero los que queremos un puñetero cambio... que se deje de hablar de lo judicial y que el futuro del betis se aclare de una puñetera, estamos deseando que llegue el 23 S y se pongan todas las cartas encima de la mesa...

los que firmaron la peor temporada que se recuerda en verdiblanco... alla tu si no quieres que se mueva ni un varal en este Betis...

pero los que queremos un puñetero cambio... que se deje de hablar de lo judicial y que el futuro del betis se aclare de una puñetera, estamos deseando que llegue el 23 S y se pongan todas las cartas encima de la mesa...

De sus declaraciones de ayer entiendo que éste hombre no vale y no da para más.

Dice que aguantó 75` compitiendole al Atlético mientras el físico aguantó. Entonces, porqué no entrenas el físico? O es que los del Atlético son extraterrestres?

Dice que la diferencia entre ambos es que ellos pueden gastarse 40 millones en un jugador. Sí, y gana calidad, pero con más físico aguantas más de los 75` que el hombre comenta. El Atco. saca canteranos y los hace trabajar como al que vale 40 millones.



Éste hombre se contradice, todo para llegar a la conclusión de que no trabaja el físico. Cada partido igual: primera parte bien, la segunda mal,o viceversa, los últimos 15` , que si el comienzo del partí........aquí la puñetera cuestión es que los 90minutos NUNCA SE RINDEN. A eso nuestro entrenador no llega......pues macho, si nos marcan jugando bien, en el momento de bajón ni te cuento. Ni con que te traigan a Messi de esta forma señor Mel.....Cada día lo tengo más claro.

Hay una cosa que sí veo que ha cambiado en Mel. ¿Conocéis la frase "Un rey no sólo debe serlo sino también parecerlo"? Pues Pepe había sido hasta ahora el máximo exponente de esa máxima. Da igual cómo salieran las cosas, siempre parecía (según sus palabras) que era parte de su plan. Da igual si se contradecía, si el equipo jugaba bien o mal, si salíamos goleados... era exactamente lo que quería hacer y era buena idea; si no funcionaba, pues había que buscar otros culpables, pero él hacía lo que podía con lo que había y lo mejor que se podía. Ese fue siempre su discurso.

Yo siempre consideré a Mel un entrenador limitado, pero durante mucho tiempo lo defendí con vehemencia. Con sus taras y fallos, lo veía un tío auténtico y con carácter. Y de hecho creo que durante un tiempo lo fue, pero llego el día en el que se dio cuenta de la magnitud de lo que representaba en buena parte del beticismo, ese fue el mismo día en que definitivamente confundió persona y personaje. Ya no era José Mel Pérez, sino Pepe Mel, el míster, el bético, el sufridor, el mártir y adalid de las treces barras... el intocable.

Así ha estado mucho tiempo, pero me da la impresión de que, por primera vez, está dejando de creerse ese personaje. No se le ve seguro, sino desesperado. No fanfarronea, ataca sin precisión a todos lados, como un animal malherido y enjaulado. Y no lo entiendo, acaba de ascender con gran apoyo de la afición y en teoría se le está mejorando el equipo. Tiene muchos elementos a su favor para seguir adelante consigo mismo. En cambio, cada vez son más los que recelan de Mel (aún manteniendo un fuerte apoyo y seguimiento). Da la impresión de que su figura empieza a resquebrajarse.

Estos últimos días, además, parece haber dado un paso más. Primero mencionando que ya hubo un entrenador cesado en el Colombino. Luego, diciendo que tal vez en enero estuviese en La India. Tal vez sienta que la guadaña de un deseado despido se cierne sobre él. Quizá, todo lo contrario, sea él el que quiera marcharse y no sea cómo enfrentarse ante la única afición que ha confiado de manera generalizada y constante en él. Creo que en esto último su escueto paso por Inglaterra ha causado un efecto mayor del que jamás vaya a admitir. A su ego como mínimo, pero quizás también a su autoestima.

Y me preocupa, porque Mel no es de los que apuestan por una retirada a tiempo, sino de los que, par bien o para mal, mueren matando. Y si estuviera dispuesto a morir, puede que nosotros seamos, de nuevo, sus víctimas fatales.

Hay una cosa que sí veo que ha cambiado en Mel. ¿Conocéis la frase "Un rey no sólo debe serlo sino también parecerlo"? Pues Pepe había sido hasta ahora el máximo exponente de esa máxima. Da igual cómo salieran las cosas, siempre parecía (según sus palabras) que era parte de su plan. Da igual si se contradecía, si el equipo jugaba bien o mal, si salíamos goleados... era exactamente lo que quería hacer y era buena idea; si no funcionaba, pues había que buscar otros culpables, pero él hacía lo que podía con lo que había y lo mejor que se podía. Ese fue siempre su discurso.

Yo siempre consideré a Mel un entrenador limitado, pero durante mucho tiempo lo defendí con vehemencia. Con sus taras y fallos, lo veía un tío auténtico y con carácter. Y de hecho creo que durante un tiempo lo fue, pero llego el día en el que se dio cuenta de la magnitud de lo que representaba en buena parte del beticismo, ese fue el mismo día en que definitivamente confundió persona y personaje. Ya no era José Mel Pérez, sino Pepe Mel, el míster, el bético, el sufridor, el mártir y adalid de las treces barras... el intocable.

Así ha estado mucho tiempo, pero me da la impresión de que, por primera vez, está dejando de creerse ese personaje. No se le ve seguro, sino desesperado. No fanfarronea, ataca sin precisión a todos lados, como un animal malherido y enjaulado. Y no lo entiendo, acaba de ascender con gran apoyo de la afición y en teoría se le está mejorando el equipo. Tiene muchos elementos a su favor para seguir adelante consigo mismo. En cambio, cada vez son más los que recelan de Mel (aún manteniendo un fuerte apoyo y seguimiento). Da la impresión de que su figura empieza a resquebrajarse.

Estos últimos días, además, parece haber dado un paso más. Primero mencionando que ya hubo un entrenador cesado en el Colombino. Luego, diciendo que tal vez en enero estuviese en La India. Tal vez sienta que la guadaña de un deseado despido se cierne sobre él. Quizá, todo lo contrario, sea él el que quiera marcharse y no sea cómo enfrentarse ante la única afición que ha confiado de manera generalizada y constante en él. Creo que en esto último su escueto paso por Inglaterra ha causado un efecto mayor del que jamás vaya a admitir. A su ego como mínimo, pero quizás también a su autoestima.

Y me preocupa, porque Mel no es de los que apuestan por una retirada a tiempo, sino de los que, par bien o para mal, mueren matando. Y si estuviera dispuesto a morir, puede que nosotros seamos, de nuevo, sus víctimas fatales.

Hay una cosa que sí veo que ha cambiado en Mel. ¿Conocéis la frase "Un rey no sólo debe serlo sino también parecerlo"? Pues Pepe había sido hasta ahora el máximo exponente de esa máxima. Da igual cómo salieran las cosas, siempre parecía (según sus palabras) que era parte de su plan. Da igual si se contradecía, si el equipo jugaba bien o mal, si salíamos goleados... era exactamente lo que quería hacer y era buena idea; si no funcionaba, pues había que buscar otros culpables, pero él hacía lo que podía con lo que había y lo mejor que se podía. Ese fue siempre su discurso.

Yo siempre consideré a Mel un entrenador limitado, pero durante mucho tiempo lo defendí con vehemencia. Con sus taras y fallos, lo veía un tío auténtico y con carácter. Y de hecho creo que durante un tiempo lo fue, pero llego el día en el que se dio cuenta de la magnitud de lo que representaba en buena parte del beticismo, ese fue el mismo día en que definitivamente confundió persona y personaje. Ya no era José Mel Pérez, sino Pepe Mel, el míster, el bético, el sufridor, el mártir y adalid de las treces barras... el intocable.

Así ha estado mucho tiempo, pero me da la impresión de que, por primera vez, está dejando de creerse ese personaje. No se le ve seguro, sino desesperado. No fanfarronea, ataca sin precisión a todos lados, como un animal malherido y enjaulado. Y no lo entiendo, acaba de ascender con gran apoyo de la afición y en teoría se le está mejorando el equipo. Tiene muchos elementos a su favor para seguir adelante consigo mismo. En cambio, cada vez son más los que recelan de Mel (aún manteniendo un fuerte apoyo y seguimiento). Da la impresión de que su figura empieza a resquebrajarse.

Estos últimos días, además, parece haber dado un paso más. Primero mencionando que ya hubo un entrenador cesado en el Colombino. Luego, diciendo que tal vez en enero estuviese en La India. Tal vez sienta que la guadaña de un deseado despido se cierne sobre él. Quizá, todo lo contrario, sea él el que quiera marcharse y no sea cómo enfrentarse ante la única afición que ha confiado de manera generalizada y constante en él. Creo que en esto último su escueto paso por Inglaterra ha causadsaruman también er
a bueno hasta que cayó eo un efecto mayor del que jamás vaya a admitisr. A su ego como mínimo, pero quizás también a su autoestima.

Y me preocupa, porque Mel no es de los que apuestan por una retirada a tiempo, sino de los que, par bien o para mal, mueren matando. Y si estuviera dispuesto a morir, puede que nosotros seamos, de nuevo, sus víctimas fatales.

a mel le han traido a maciá, que bien o mal, lleva en lo alto la vitola de PROFESIONAL.
y ahora tiene que cargar con eso, con que hay un profesional que le va a pedir que sea un profesional. o quizás no, pero la mera sospecha ya le vale pa mearse encima.
y no nos engañemos, pepito es el primero que sabe que no vale ni pa estar escondio.
de ahí los tembliques y el no saber ni donde está de pie.

No iba por ahí Paleto. Ya sé que Mel sabe lo que tú y yo sabemos que sabe, pero hasta ahora siempre había conseguido ocultarlo con un alto porcentaje de éxito, y siempre había sido el mejor embajador de sí mismo. Últimamente hasta en eso le veo perdido.