El Real Betis volvió a protagonizar un ridículo en Europa tras dejarse remontar por el Mladá Boleslav. Los de Manuel Pellegrini saltaron al campo sin actitud, con poco fútbol y sin mostrar intención alguna de redimirse en la competición continental. Enfrente tenían a un rival modesto, undécimo en la liga checa, que hasta entonces no había ganado en la Conference League y solo había marcado un gol en el torneo.
Lo Celso intentó marcar la diferencia con una brillante ejecución de tiro libre que se coló por la escuadra, adelantando a los verdiblancos. Sin embargo, ese destello fue el único momento destacable de un Betis que, a partir de ahí, se desinfló por completo. El equipo no solo perdió el control del partido, sino que pudo haberse ido al descanso con hasta tres goles en contra, de no ser por las intervenciones de su portero.
En la segunda mitad, llegaron los dos mazazos que sellaron la remontada del conjunto checo y dejaron en evidencia las carencias de un Betis irreconocible, incapaz de competir a nivel europeo. Una derrota que es un nuevo golpe de realidad para los verdiblancos.
Vamos con el UnoxUno:
Adrián San Miguel (7): El único que plantó cara al ataque checo. Realizó paradas de gran mérito que, aunque insuficientes para evitar los goles, evitaron una debacle mayor. Sin su intervención, estaríamos hablando de una goleada.
Aitor Ruibal (3): Actuación para el olvido. En ataque no supo aportar ni profundidad ni peligro, y en defensa cometió un error clave al romper el fuera de juego en el segundo gol rival. Su falta de concentración lo convirtió en una de las piezas más débiles del equipo en un partido donde debía haber asumido más responsabilidades.
Diego Llorente (3): Desdibujado en todo momento. Aunque se espera de él liderazgo en la zaga, fue incapaz de anticiparse y sus errores contribuyeron al descontrol defensivo. Dejó la impresión de que el partido no iba con él, mostrando una pasividad impropia de un jugador de su nivel.
Natan (3): No fue su noche. Le faltó contundencia en los duelos, concentración para las segundas jugadas y presencia en el área. La falta de autoridad en su actuación lo señaló como uno de los responsables del descalabro defensivo. Una actuación muy lejos de lo que puede ofrecer.
Ricardo Rodríguez (1): Otro partido para demostrar que no está al nivel de las exigencias del club. Sin aportar en ataque y con fallos evidentes en defensa, su banda fue una invitación para el rival. Su presencia sigue siendo una preocupación constante para el equipo.
Sergi Altimira (3): A pesar de su despliegue físico, no pudo abarcar el terreno necesario para sostener al mediocampo. Le faltó compañía para ser más efectivo y terminó desbordado por la intensidad del rival. Tiene margen de mejora, pero hoy no fue suficiente.
Lo Celso (5): Intentó tirar del carro, siendo el único que mostró algo de calidad en ataque. Sin embargo, estuvo demasiado solo y condicionado por la falta de conexión con sus compañeros. Su expulsión, producto de una acción innecesaria, empañó lo que podría haber sido una actuación digna.
Assane Diao (3): La juventud no es excusa para actuaciones como esta. Mostró miedo en los duelos y no supo aprovechar las oportunidades que tuvo para destacar. Tiene talento, pero debe mostrar más decisión si quiere consolidarse.
Juanmi (2): Su actuación fue una de las más flojas de la noche. No solo no aportó peligro en ataque, sino que cometió un error en defensa habilitando al rival para el gol del empate. Urge que recupere su nivel, pues hoy fue un lastre para el equipo.
Chimy Ávila (3): No logró asociarse ni generar peligro, y su aportación en el juego colectivo fue prácticamente inexistente. Las expectativas sobre él son altas, pero en este partido quedó muy lejos de cumplirlas.
Vitor Roque (3): Lo intentó de todas las maneras, pero la falta de precisión y el aislamiento en el ataque le jugaron en contra. Su esfuerzo es innegable, pero no puede seguir siendo solo un jugador de intención; necesita ser decisivo.
Jesús Rodríguez (6): Entró con ganas y carácter, intentando cambiar el ritmo del partido. Fue de los pocos que encaró con decisión y buscó soluciones en ataque. Es preocupante que un jugador tan joven tenga que cargar con la responsabilidad de un equipo que no responde.
Bakambu (2): Su paso por el partido fue completamente intrascendente. No logró generar peligro ni justificar su rol como delantero. Su rendimiento sigue siendo una incógnita negativa.
Mateo Flores (4): Su entrada aportó algo de equilibrio defensivo y corrigió ciertos desajustes, pero no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido. Se mostró cumplidor, aunque lejos de brillar.
Sabaly (S.C.): Apenas tuvo minutos y no participó lo suficiente como para ser evaluado.
Romain Perraud (5): Aportó profundidad desde su banda y buscó conectar con Jesús Rodríguez con centros al área. Aunque sus intentos no tuvieron éxito, mostró un carácter más ofensivo que el titular Ricardo Rodríguez.
Manuel Pellegrini (1): El equipo volvió a mostrar una falta de competitividad alarmante, especialmente en Europa. La apatía y la desorganización son reflejo de un planteamiento táctico que no funcionó. Lleva varios años acumulando decepciones continentales, y este partido fue uno de los peores de su etapa. La responsabilidad recae directamente sobre sus hombros.
Juanmi Cueto
Lo Celso intentó marcar la diferencia con una brillante ejecución de tiro libre que se coló por la escuadra, adelantando a los verdiblancos. Sin embargo, ese destello fue el único momento destacable de un Betis que, a partir de ahí, se desinfló por completo. El equipo no solo perdió el control del partido, sino que pudo haberse ido al descanso con hasta tres goles en contra, de no ser por las intervenciones de su portero.
En la segunda mitad, llegaron los dos mazazos que sellaron la remontada del conjunto checo y dejaron en evidencia las carencias de un Betis irreconocible, incapaz de competir a nivel europeo. Una derrota que es un nuevo golpe de realidad para los verdiblancos.
Vamos con el UnoxUno:
Adrián San Miguel (7): El único que plantó cara al ataque checo. Realizó paradas de gran mérito que, aunque insuficientes para evitar los goles, evitaron una debacle mayor. Sin su intervención, estaríamos hablando de una goleada.
Aitor Ruibal (3): Actuación para el olvido. En ataque no supo aportar ni profundidad ni peligro, y en defensa cometió un error clave al romper el fuera de juego en el segundo gol rival. Su falta de concentración lo convirtió en una de las piezas más débiles del equipo en un partido donde debía haber asumido más responsabilidades.
Diego Llorente (3): Desdibujado en todo momento. Aunque se espera de él liderazgo en la zaga, fue incapaz de anticiparse y sus errores contribuyeron al descontrol defensivo. Dejó la impresión de que el partido no iba con él, mostrando una pasividad impropia de un jugador de su nivel.
Natan (3): No fue su noche. Le faltó contundencia en los duelos, concentración para las segundas jugadas y presencia en el área. La falta de autoridad en su actuación lo señaló como uno de los responsables del descalabro defensivo. Una actuación muy lejos de lo que puede ofrecer.
Ricardo Rodríguez (1): Otro partido para demostrar que no está al nivel de las exigencias del club. Sin aportar en ataque y con fallos evidentes en defensa, su banda fue una invitación para el rival. Su presencia sigue siendo una preocupación constante para el equipo.
Sergi Altimira (3): A pesar de su despliegue físico, no pudo abarcar el terreno necesario para sostener al mediocampo. Le faltó compañía para ser más efectivo y terminó desbordado por la intensidad del rival. Tiene margen de mejora, pero hoy no fue suficiente.
Lo Celso (5): Intentó tirar del carro, siendo el único que mostró algo de calidad en ataque. Sin embargo, estuvo demasiado solo y condicionado por la falta de conexión con sus compañeros. Su expulsión, producto de una acción innecesaria, empañó lo que podría haber sido una actuación digna.
Assane Diao (3): La juventud no es excusa para actuaciones como esta. Mostró miedo en los duelos y no supo aprovechar las oportunidades que tuvo para destacar. Tiene talento, pero debe mostrar más decisión si quiere consolidarse.
Juanmi (2): Su actuación fue una de las más flojas de la noche. No solo no aportó peligro en ataque, sino que cometió un error en defensa habilitando al rival para el gol del empate. Urge que recupere su nivel, pues hoy fue un lastre para el equipo.
Chimy Ávila (3): No logró asociarse ni generar peligro, y su aportación en el juego colectivo fue prácticamente inexistente. Las expectativas sobre él son altas, pero en este partido quedó muy lejos de cumplirlas.
Vitor Roque (3): Lo intentó de todas las maneras, pero la falta de precisión y el aislamiento en el ataque le jugaron en contra. Su esfuerzo es innegable, pero no puede seguir siendo solo un jugador de intención; necesita ser decisivo.
Jesús Rodríguez (6): Entró con ganas y carácter, intentando cambiar el ritmo del partido. Fue de los pocos que encaró con decisión y buscó soluciones en ataque. Es preocupante que un jugador tan joven tenga que cargar con la responsabilidad de un equipo que no responde.
Bakambu (2): Su paso por el partido fue completamente intrascendente. No logró generar peligro ni justificar su rol como delantero. Su rendimiento sigue siendo una incógnita negativa.
Mateo Flores (4): Su entrada aportó algo de equilibrio defensivo y corrigió ciertos desajustes, pero no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido. Se mostró cumplidor, aunque lejos de brillar.
Sabaly (S.C.): Apenas tuvo minutos y no participó lo suficiente como para ser evaluado.
Romain Perraud (5): Aportó profundidad desde su banda y buscó conectar con Jesús Rodríguez con centros al área. Aunque sus intentos no tuvieron éxito, mostró un carácter más ofensivo que el titular Ricardo Rodríguez.
Manuel Pellegrini (1): El equipo volvió a mostrar una falta de competitividad alarmante, especialmente en Europa. La apatía y la desorganización son reflejo de un planteamiento táctico que no funcionó. Lleva varios años acumulando decepciones continentales, y este partido fue uno de los peores de su etapa. La responsabilidad recae directamente sobre sus hombros.
Juanmi Cueto
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