Bosch y Guillén coinciden en desarrollar el patrón de la Bundesliga
El presente del Betis se discute en ardores intestinos, en intrigas palaciegas. El futuro se aborda desde una idea firme, un plan guía hacia el destino elegido. Porque no es suficiente escapar de la miseria. Luego hay que ir hacia algún lado. El Betis ha decidido tirar para Alemania.
"Nuestra fuente de inspiración es el modelo alemán. Se trata del fútbol más seguido, más saneado y, a decir de los expertos, el que se impondrá en Europa en los próximos años". Habla José Antonio Bosch, el patrón judicial del club verdiblanco, ahora escoltado por el nuevo presidente, Miguel Guillén, con quien comparte visión. "Le damos prioridad a lo económico. Sólo así el Betis podrá recuperar una posición dominante".
El aficionado representa la piedra filosofal de todo el sistema. No hay fútbol con entradas más baratas ni mayores facilidades para el hinchaEn los últimos años, efectivamente, no ha dejado de extenderse la idea de un cambio de ciclo que conllevaría el dominio del formato alemán. En cierta medida, se trata de un cambio natural, pues con el poder va el vicio.
Los datos que refuerzan la tesis sobre el nuevo imperio dominante los ratifica Christian Seifert, el jefe de operaciones de la Liga germana. La Bundesliga acumula ingresos de 1.700 millones de euros anuales y beneficios de 30 millones. El aficionado representa la piedra filosofal de todo el sistema. No hay fútbol con entradas más baratas ni mayores facilidades para el hincha. El pase más caro para la tribuna más grande del mundo, en el espléndido Westfalenstadion del Borussia Dortmund, no pasa de 15 euros. Como resultado, cada partido cuenta con una media de 41.904 aficionados (datos de 2009), por los 35.592 de la Premier o los 28.478 de la Liga.
Las estrictas reglas de gestión (en buena parte copiadas ahora por la UEFA) no han supuesto la pérdida de competitividad del fútbol alemán, que, al contrario, goza de una estupenda salud tanto en clubes como en selecciones. Pese a ello, gasta menos del 50% de sus ingresos en los salarios de sus futbolistas. En la Premier pasan del 62%. Ni siquiera su mejorable modelo televisivo les impide contar con el fútbol más saneado de Europa.
Pero, de entre todas las regulaciones, la más llamativa es la regla del '50+1', que establece que los miembros (o socios) de un club deben tener como mínimo el 51% de su propiedad. Previenen así que una sola persona o entidad tome el mando con ánimo especulativo. «El aficionado es el rey». Sólo existen dos excepciones a esta regla, el Bayer Leverkusen y el Wolfsburgo, controlados por los laboratorios farmacéuticos y la automovilística Volkswagen, compañías que llevan más de 20 años sosteniendo al club. «Creemos que ese tiempo es prueba suficiente para los aficionados de que el compromiso de la empresa con la Bundesliga y el fútbol es serio, y no un juguete de lujo o una manera alternativa de inyectar dinero (sucio) de sus propias compañías», dice Seifert.
Fuente: El Mundo.
El presente del Betis se discute en ardores intestinos, en intrigas palaciegas. El futuro se aborda desde una idea firme, un plan guía hacia el destino elegido. Porque no es suficiente escapar de la miseria. Luego hay que ir hacia algún lado. El Betis ha decidido tirar para Alemania.
"Nuestra fuente de inspiración es el modelo alemán. Se trata del fútbol más seguido, más saneado y, a decir de los expertos, el que se impondrá en Europa en los próximos años". Habla José Antonio Bosch, el patrón judicial del club verdiblanco, ahora escoltado por el nuevo presidente, Miguel Guillén, con quien comparte visión. "Le damos prioridad a lo económico. Sólo así el Betis podrá recuperar una posición dominante".
El aficionado representa la piedra filosofal de todo el sistema. No hay fútbol con entradas más baratas ni mayores facilidades para el hinchaEn los últimos años, efectivamente, no ha dejado de extenderse la idea de un cambio de ciclo que conllevaría el dominio del formato alemán. En cierta medida, se trata de un cambio natural, pues con el poder va el vicio.
Los datos que refuerzan la tesis sobre el nuevo imperio dominante los ratifica Christian Seifert, el jefe de operaciones de la Liga germana. La Bundesliga acumula ingresos de 1.700 millones de euros anuales y beneficios de 30 millones. El aficionado representa la piedra filosofal de todo el sistema. No hay fútbol con entradas más baratas ni mayores facilidades para el hincha. El pase más caro para la tribuna más grande del mundo, en el espléndido Westfalenstadion del Borussia Dortmund, no pasa de 15 euros. Como resultado, cada partido cuenta con una media de 41.904 aficionados (datos de 2009), por los 35.592 de la Premier o los 28.478 de la Liga.
Las estrictas reglas de gestión (en buena parte copiadas ahora por la UEFA) no han supuesto la pérdida de competitividad del fútbol alemán, que, al contrario, goza de una estupenda salud tanto en clubes como en selecciones. Pese a ello, gasta menos del 50% de sus ingresos en los salarios de sus futbolistas. En la Premier pasan del 62%. Ni siquiera su mejorable modelo televisivo les impide contar con el fútbol más saneado de Europa.
Pero, de entre todas las regulaciones, la más llamativa es la regla del '50+1', que establece que los miembros (o socios) de un club deben tener como mínimo el 51% de su propiedad. Previenen así que una sola persona o entidad tome el mando con ánimo especulativo. «El aficionado es el rey». Sólo existen dos excepciones a esta regla, el Bayer Leverkusen y el Wolfsburgo, controlados por los laboratorios farmacéuticos y la automovilística Volkswagen, compañías que llevan más de 20 años sosteniendo al club. «Creemos que ese tiempo es prueba suficiente para los aficionados de que el compromiso de la empresa con la Bundesliga y el fútbol es serio, y no un juguete de lujo o una manera alternativa de inyectar dinero (sucio) de sus propias compañías», dice Seifert.
Fuente: El Mundo.
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