El Betis dice que quiere "premiar a la afición" contra el Getafe y para ello ha abaratado las entradas para los acompañantes de los abonados y ha creado un lema que, todo hay que decirlo, es bonito y bastante ingenioso. Ahora bien, ¿A quién beneficia esta medida populista? Al socio, desde luego que no. Al menos, no directamente. Los manidos descuentos serán para sus parejas, padres, hijos, hermanos, sobrinos, tíos, amigos, primos, conocidos...
En definitiva, para todos aquellos béticos que, por los motivos que sean, no se sacaron el carnet. Mientras tanto, los que pagan religiosamente su asiento para todo el año en el Benito Villamarín siguen esperando que el club, de una vez por todas, tenga un detalle con ellos.
Vaya por delante que no me parece mal que se pongan en marcha este tipo de iniciativas. Lo que critico es que el club lo venda como una recompensa a la fidelidad, cuando en realidad no es más que una estrategia de marketing para hacer caja. Además, la oferta tiene agujeros por todas partes. Un ejemplo: ¿Qué ganan los abonados de Gol Norte y Gol Sur con todo esto? Al no haber entradas disponibles en estas gradas, sus 'acompañantes' tendrían que ubicarse en otra zona del estadio. El caso es que al socio verdiblanco se le viene machacando desde la época 'loperiana' y en este sentido no hay nada nuevo bajo el sol. Le hacen pasar por taquilla en el bolo veraniego contra el Portsmouth, en el absurdo amistoso contra el Dinamo de Moscú y en cualquier partido del filial, y encima, le sueltan el globo sonda de que más pronto que tarde se recuperará el extinto 'Día del Club'. Ya está bien de hipocresía. Esto es como si el dueño de una tienda decide gratificar a un cliente habitual dándole un vale de 20 euros que puede ser utilizado por cualquier persona menos por él.
El beticismo es consciente de que las arcas del club están vacías, pero al parecer, la directiva no entiende que los bolsillos de los abonados béticos también lo están. Parece que la condescendencia se agotó con los aficionados del Granada, a los que no se les fijó los mismos precios abusivos que sufrieron los béticos que visitaron Los Cármenes. Si hace falta de urgencia, habrá que buscarlo en otra parte. El socio no tiene culpa de que la dirección deportiva haya sido incapaz de librarse de algunos jugadores que apenas juegan y tienen salarios astronómicos. Tampoco es responsable de que Juanito Calahorro, es un hecho sin precedentes, se haya marchado al Xerez cedido asumiendo el Betis prácticamente toda su ficha. Si este tipo de situaciones se hubieran resuelto de otra manera, a lo mejor no habría sido necesario cobrar entre 5 y 10 euros a los abonados para que los rusos pudieran ponerse en forma. El resultado fue una taquilla de unos 7.000 euros y un estadio completamente vacío. ¿Valió la pena? Si pretenden recompensar al socio con esta nueva medida, apaga y vámonos.
Artículo extraído de ED, escrito por David Díaz.
En definitiva, para todos aquellos béticos que, por los motivos que sean, no se sacaron el carnet. Mientras tanto, los que pagan religiosamente su asiento para todo el año en el Benito Villamarín siguen esperando que el club, de una vez por todas, tenga un detalle con ellos.
Vaya por delante que no me parece mal que se pongan en marcha este tipo de iniciativas. Lo que critico es que el club lo venda como una recompensa a la fidelidad, cuando en realidad no es más que una estrategia de marketing para hacer caja. Además, la oferta tiene agujeros por todas partes. Un ejemplo: ¿Qué ganan los abonados de Gol Norte y Gol Sur con todo esto? Al no haber entradas disponibles en estas gradas, sus 'acompañantes' tendrían que ubicarse en otra zona del estadio. El caso es que al socio verdiblanco se le viene machacando desde la época 'loperiana' y en este sentido no hay nada nuevo bajo el sol. Le hacen pasar por taquilla en el bolo veraniego contra el Portsmouth, en el absurdo amistoso contra el Dinamo de Moscú y en cualquier partido del filial, y encima, le sueltan el globo sonda de que más pronto que tarde se recuperará el extinto 'Día del Club'. Ya está bien de hipocresía. Esto es como si el dueño de una tienda decide gratificar a un cliente habitual dándole un vale de 20 euros que puede ser utilizado por cualquier persona menos por él.
El beticismo es consciente de que las arcas del club están vacías, pero al parecer, la directiva no entiende que los bolsillos de los abonados béticos también lo están. Parece que la condescendencia se agotó con los aficionados del Granada, a los que no se les fijó los mismos precios abusivos que sufrieron los béticos que visitaron Los Cármenes. Si hace falta de urgencia, habrá que buscarlo en otra parte. El socio no tiene culpa de que la dirección deportiva haya sido incapaz de librarse de algunos jugadores que apenas juegan y tienen salarios astronómicos. Tampoco es responsable de que Juanito Calahorro, es un hecho sin precedentes, se haya marchado al Xerez cedido asumiendo el Betis prácticamente toda su ficha. Si este tipo de situaciones se hubieran resuelto de otra manera, a lo mejor no habría sido necesario cobrar entre 5 y 10 euros a los abonados para que los rusos pudieran ponerse en forma. El resultado fue una taquilla de unos 7.000 euros y un estadio completamente vacío. ¿Valió la pena? Si pretenden recompensar al socio con esta nueva medida, apaga y vámonos.
Artículo extraído de ED, escrito por David Díaz.
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