La fase común del concurso de acreedores del Betis va a finalizar la semana que viene, cuando los administradores consursales (Antonio González, Francisco Tato y Gerardo Narbona) presenten el informe modificado, que será elaborado esta semana, y el juez de lo Mercantil número 1 de Sevilla, Eduardo Gómez López, dé por cerrada esta fase y por abierta la de convenio, la más importante de todo este proceso.
La fase común no podía concluir hasta que se solucionaran los últimos incidentes concursales, ya resueltos la semana pasada, y la de convenio implica una negociación del Betis con los acreedores para sentar las bases del plan de pagos, la quita y la viabilidad. Es la parte más dura y decisiva de toda esta historia, que debe estar finalizada en dos meses a partir de la resolución del juez (por lo tanto, en mayo), fecha en la cual se da por finalizada la intervención concursal del club y se pasa a los pagos de las cantidades que se fijen a los acreedores en función del acuerdo.
La fase común la ha finalizado la administración concursal tras solucionar los últimos incidentes, que eran considerados como trámites. Entre ellos estaban los del exempleado Jorge Vázquez y los del futbolista Edu, que se unen a los anteriores contra el Ayuntamiento (0,5 millones de ahorro para el club), el despacho de abogados que introdujo Luis Oliver (35.000 euros), Hacienda (3,15 millones devueltos) y hasta una docena, la mayoría felizmente resueltos. Una vez se concretaba el mapa de los acreedores y las cantidades justas que adeuda el club, los administradores concursales han de modificar el informe que presentaron el pasado mes de junio. Este listado corregido y actualizado y el texto definitivo que le acompaña lo elaborará ya durante estos días y está previsto que la semana próxima llegue al Juzgado de lo Mercantil número 1 para que se abra el convenio.
Esta nueva fase, como decimos, dura, por ley, dos meses. Es el tiempo en el que el club debe negociar con los acreedores este convenio que regirá qué hay que pagar, cómo y cuándo en los próximos años. Lo normal es que los propios administradores presenten una propuesta anticipada de convenio para que ningún acreedor se les adelante y éstos vayan adhiriéndose durante estas semanas presentando un escrito en el juzgado una vez alcanzados acuerdos en la negociación. No es de esperar que se convoque una junta de acreedores. Una vez que se llegue a mayo con el convenio cerrado, se acabará la fase concursal en el club y cesarán los administradores, aunque lo normal es que se quede uno de ellos para hacer un seguimiento de los acuerdos alcanzados para que éstos se cumplan convenientemente. De hecho, si hay incumplimiento, el club iría a causa de disolución.
La negociación
Durante estos dos meses el club hablará, principalmente, con Hacienda, que es el principal acreedor, aunque tiene una consideración especial ya que forma parte de los créditos privilegiados (no entran en convenio), tando de los especiales (los vinculados a hipotecas: derechos de futbolistas, locales del estadio...) como los generales (IVA). El resto son los llamados créditos ordinarios, y ahí entran los futbolistas y los clubes, por lo que la negociación principal se llevará con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una vez que se alcance un acuerdo con el 51 por ciento de la masa de acreedores, el resto debe asumir estas condiciones, estas reglas del juego.
Se entiende que esta fase de convenio es mucho más corta que la anterior, que se ha prolongado durante ocho meses después de los tres que tuvieron los administradores concursales para elaborar su informe de la situación del club con respecto a sus acreedores. Sin embargo, es la fase decisiva para conocer cuál será finalmente el calendario de pagos (se había anunciado que habría dos posibilidades en función de si el equipo está en Primera, más corto, o en Segunda, mayor), de dónde saldrá el dinero necesario para afrontarlos (eso tienen que explicarlo con detalle para que se deduzca la viabilidad) y la quita (el dinero al que deben renunciar, que se valora en un porcentaje de entre el 30 y el 50 por ciento).
Casos no concursales
La fase común ha finalizado sin que se conozcan las resoluciones sobre los casos Sogecable (los diez millones que están en litigio por las divergencias en la interpretación de la redacción del contrato televisivo) y Green Sport (la empresa que comercializa RBB, la marca que hoy viste al Betis pero no seguirá haciéndolo la temporada que viene, ya que lo hará la italiana Macron), pero es que estos dos casos no son incidentes concursales y siguen su curso en los juzgados de forma independiente. Por cierto, el retraso con la aparición de la sentencia sobre la operadora televisiva no preocupa en exceso en el Betis, puesto que se confía en que lo que han defendido llegue a buen puerto y recuperen los diez millones.
Al final de la Palmera
La fase común no podía concluir hasta que se solucionaran los últimos incidentes concursales, ya resueltos la semana pasada, y la de convenio implica una negociación del Betis con los acreedores para sentar las bases del plan de pagos, la quita y la viabilidad. Es la parte más dura y decisiva de toda esta historia, que debe estar finalizada en dos meses a partir de la resolución del juez (por lo tanto, en mayo), fecha en la cual se da por finalizada la intervención concursal del club y se pasa a los pagos de las cantidades que se fijen a los acreedores en función del acuerdo.
La fase común la ha finalizado la administración concursal tras solucionar los últimos incidentes, que eran considerados como trámites. Entre ellos estaban los del exempleado Jorge Vázquez y los del futbolista Edu, que se unen a los anteriores contra el Ayuntamiento (0,5 millones de ahorro para el club), el despacho de abogados que introdujo Luis Oliver (35.000 euros), Hacienda (3,15 millones devueltos) y hasta una docena, la mayoría felizmente resueltos. Una vez se concretaba el mapa de los acreedores y las cantidades justas que adeuda el club, los administradores concursales han de modificar el informe que presentaron el pasado mes de junio. Este listado corregido y actualizado y el texto definitivo que le acompaña lo elaborará ya durante estos días y está previsto que la semana próxima llegue al Juzgado de lo Mercantil número 1 para que se abra el convenio.
Esta nueva fase, como decimos, dura, por ley, dos meses. Es el tiempo en el que el club debe negociar con los acreedores este convenio que regirá qué hay que pagar, cómo y cuándo en los próximos años. Lo normal es que los propios administradores presenten una propuesta anticipada de convenio para que ningún acreedor se les adelante y éstos vayan adhiriéndose durante estas semanas presentando un escrito en el juzgado una vez alcanzados acuerdos en la negociación. No es de esperar que se convoque una junta de acreedores. Una vez que se llegue a mayo con el convenio cerrado, se acabará la fase concursal en el club y cesarán los administradores, aunque lo normal es que se quede uno de ellos para hacer un seguimiento de los acuerdos alcanzados para que éstos se cumplan convenientemente. De hecho, si hay incumplimiento, el club iría a causa de disolución.
La negociación
Durante estos dos meses el club hablará, principalmente, con Hacienda, que es el principal acreedor, aunque tiene una consideración especial ya que forma parte de los créditos privilegiados (no entran en convenio), tando de los especiales (los vinculados a hipotecas: derechos de futbolistas, locales del estadio...) como los generales (IVA). El resto son los llamados créditos ordinarios, y ahí entran los futbolistas y los clubes, por lo que la negociación principal se llevará con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una vez que se alcance un acuerdo con el 51 por ciento de la masa de acreedores, el resto debe asumir estas condiciones, estas reglas del juego.
Se entiende que esta fase de convenio es mucho más corta que la anterior, que se ha prolongado durante ocho meses después de los tres que tuvieron los administradores concursales para elaborar su informe de la situación del club con respecto a sus acreedores. Sin embargo, es la fase decisiva para conocer cuál será finalmente el calendario de pagos (se había anunciado que habría dos posibilidades en función de si el equipo está en Primera, más corto, o en Segunda, mayor), de dónde saldrá el dinero necesario para afrontarlos (eso tienen que explicarlo con detalle para que se deduzca la viabilidad) y la quita (el dinero al que deben renunciar, que se valora en un porcentaje de entre el 30 y el 50 por ciento).
Casos no concursales
La fase común ha finalizado sin que se conozcan las resoluciones sobre los casos Sogecable (los diez millones que están en litigio por las divergencias en la interpretación de la redacción del contrato televisivo) y Green Sport (la empresa que comercializa RBB, la marca que hoy viste al Betis pero no seguirá haciéndolo la temporada que viene, ya que lo hará la italiana Macron), pero es que estos dos casos no son incidentes concursales y siguen su curso en los juzgados de forma independiente. Por cierto, el retraso con la aparición de la sentencia sobre la operadora televisiva no preocupa en exceso en el Betis, puesto que se confía en que lo que han defendido llegue a buen puerto y recuperen los diez millones.
Al final de la Palmera