La grada del Villamarín corea su apellido como grito de guerra. «I-ri-ney, I-ri-ney». Y él aprieta los puños y engrandece su brazalete de capitán. La comunión con su gente se fraguó en la temporada del ascenso y ahora no hay once del Betis posible sin su concurso. Sin embargo, los aficionados béticos pueden ir haciéndose el cuerpo para dejar de ver a Iriney a partir de junio de 2012.
Entonces finalizará su relación contractual con el club de Heliópolis y todo apunta a que el brasileño y el Betis seguirán caminos distintos. A partir de mañana el jugador es libre para negociar su futuro y hasta ahora no ha habido oferta y ni siquiera acercamiento de la dirección deportiva para tratar su caso. El club se planteaba hacerle una renovación a la baja, ya que el sueldo del mediocampista, que ha cumplido los 30 años, es de los más altos de la plantilla, pero Iriney comienza a manejar ofertas opuestas: que harán crecer sus emolumentos en otro club. El jugador seguirá como siempre, siendo un ejemplo de profesionalidad y centrándose sólo en el fútbol, pero su porvenir está marcado fuera del Betis.
Vlada Stosic ha hecho aproximaciones muy tibias al futbolista y su entorno para expresarles su intención de que continúe. Sí lo ha hecho con mayor firmeza en declaraciones públicas, pero no hay propuesta concreta, ni mucho menos. A pesar de ser un jugador clave en la plantilla no sólo en el campo, sino fuera de él como referente y unificador de elementos, el club no ha hecho aún el esfuerzo que se presuponía para un futbolista de esta trascendencia. Y no se espera que lo haga durante 2012.
De todas formas, aunque lo hiciera, parece que la determinación del futbolista está clara. Iriney apostó sobremanera por el Betis cuando fichó en el verano de 2009. Tenía un precontrato con el club pero el inesperado descenso lo disolvió. El Betis insistió en incorporarlo a pesar de estar en Segunda y la negociación fue larga. Iriney se lo pensó mucho para dar ese paso tan complicado y al final aceptó. Lo pasó mal, como todo el Betis, pero también por ver cómo su apuesta por el club tuvo como respuesta la entrada en Ley Concursal y el impago de su salario, ahora a expensas de la quita. Aquello no impidió que fuera de los mejores y un ejemplo de compromiso para la afición. Después de una dilatada trayectoria en equipos menores como Rayo, Celta y Almería, quería solucionar su futuro con la vinculación en el Betis y no iba a ser así, por lo que ahora sí aspira a hacer su último contrato importante en el mundo del fútbol. Y a ello no puede alcanzar Stosic, atado por la realidad de contención económica de un club con una limitación salarial muy marcada. Así, aunque Iriney seguirá siendo el de siempre con su lucha, raza y entrega, su futuro tiene pinta de estar lejos de Heliópolis a partir del mes de julio.
Fuente Alfinal de la Palmera
Entonces finalizará su relación contractual con el club de Heliópolis y todo apunta a que el brasileño y el Betis seguirán caminos distintos. A partir de mañana el jugador es libre para negociar su futuro y hasta ahora no ha habido oferta y ni siquiera acercamiento de la dirección deportiva para tratar su caso. El club se planteaba hacerle una renovación a la baja, ya que el sueldo del mediocampista, que ha cumplido los 30 años, es de los más altos de la plantilla, pero Iriney comienza a manejar ofertas opuestas: que harán crecer sus emolumentos en otro club. El jugador seguirá como siempre, siendo un ejemplo de profesionalidad y centrándose sólo en el fútbol, pero su porvenir está marcado fuera del Betis.
Vlada Stosic ha hecho aproximaciones muy tibias al futbolista y su entorno para expresarles su intención de que continúe. Sí lo ha hecho con mayor firmeza en declaraciones públicas, pero no hay propuesta concreta, ni mucho menos. A pesar de ser un jugador clave en la plantilla no sólo en el campo, sino fuera de él como referente y unificador de elementos, el club no ha hecho aún el esfuerzo que se presuponía para un futbolista de esta trascendencia. Y no se espera que lo haga durante 2012.
De todas formas, aunque lo hiciera, parece que la determinación del futbolista está clara. Iriney apostó sobremanera por el Betis cuando fichó en el verano de 2009. Tenía un precontrato con el club pero el inesperado descenso lo disolvió. El Betis insistió en incorporarlo a pesar de estar en Segunda y la negociación fue larga. Iriney se lo pensó mucho para dar ese paso tan complicado y al final aceptó. Lo pasó mal, como todo el Betis, pero también por ver cómo su apuesta por el club tuvo como respuesta la entrada en Ley Concursal y el impago de su salario, ahora a expensas de la quita. Aquello no impidió que fuera de los mejores y un ejemplo de compromiso para la afición. Después de una dilatada trayectoria en equipos menores como Rayo, Celta y Almería, quería solucionar su futuro con la vinculación en el Betis y no iba a ser así, por lo que ahora sí aspira a hacer su último contrato importante en el mundo del fútbol. Y a ello no puede alcanzar Stosic, atado por la realidad de contención económica de un club con una limitación salarial muy marcada. Así, aunque Iriney seguirá siendo el de siempre con su lucha, raza y entrega, su futuro tiene pinta de estar lejos de Heliópolis a partir del mes de julio.
Fuente Alfinal de la Palmera
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