El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla hizo pública el pasado 19 de diciembre su sentencia acerca de la acción de rescisión concursal solicitada por los administradores concursales del Betis (Antonio González, Francisco Tato y Gerardo Narbona), que reclamaban la reintegración a la entidad de 2.052.351,81 euros que el club adelantó a la Agencia Tributaria el 5 de julio de 2010 en pleno final de la negociación entre Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver para el traspaso de acciones de Farusa a Bitton y que liberaban al empresario de El Fontanal de los avales que le vinculaban, algo que se hizo en varias operaciones más durante las primeras semanas del navarro en el club bético. El caso es que el Betis había pactado con Hacienda un calendario de aplazamiento-fraccionamiento del pago de estas cantidades pero entre Oliver y Lopera decidieron saldarla de inmediato en el marco de esas conversaciones para dejar a este último liberado, algo que a su vez limitó la liquidez del Betis, que recibirá de manera «inmediata», según la sentencia, esta cantidad que le supondrá un necesario alivio para sus depauperadas arcas.
El caso se remonta a los 20 acuerdos entre el Betis y la delegación especial de Andalucía de la Agencia Tributaria adoptados entre ambas partes entre febrero de 2008 y diciembre de 2009. Eran deudas generadas del club del IVA e Impuesto de Sociedades, entre otras cuestiones. En cada acuerdo se determinaba una garantía en forma de aval bancario, ante el que debía responder La Caixa pero con el contraaval de Tegasa, sociedad manejada por Lopera. La cantidad total ascendía a los citados 2.052.351,81, que fueron cancelados y abonados anticipadamente por parte del Betis y los avales fueron devueltos. La administración concursal argumentó la ineficacia de esta cancelación y solicitó la reintegración de esa cantidad y la rehabilitación de los avales, mientras que la Agencia Tributaria se opuso al considerar que no suponía un perjuicio para los acreedores. Sin embargo, el juez considera que el perjuicio patrimonial es evidente al pagar a uno de los acreedores más de lo debido sin causa justificada y «hurtando así la posibilidad de pagar a otros acreedores o de que hubiera más masa activa en el concurso».
El fallo del juez Eduardo Gómez, titular de esta sala de lo Mercantil, estima la demanda de la administración concursal y dicta que la Agencia Tributaria «habrá de rehabilitar y reponer los acuerdos de concesión de aplazamiento-fraccionamiento que quedaron cumplidos y sin efecto con motivo de la cancelación anticipada de la deuda que en virtud de los mismos quedaba fraccionada». Además, señala que Hacienda debe reintegrar y abonar al Betis «los intereses legales correspondientes a dicho total importe, 2.052.351,81 euros, que se devenguen desde la fecha en que fue abonada de forma anticipada esta suma, 5 de julio de 2010, y hasta el día en que se haga efectiva su restitución». También la restitución de los avales de La Caixa y, evidentemente, los contraavales de Tegasa y no condena en costas a la Agencia Tributaria.
Se trata, pues, de una de las operaciones de reversión que ya anunciaba el club que podía beneficiarle a su economía tras su acogimiento en la Ley Concursal, y que ya fueron avanzadas por ABC en febrero de este año. La de Hacienda era la intervención con más opciones de prosperar, ya que también se estudió las de Sergio García o la due dilligence de Orión. Con el reintegro de estas cantidades, el club disfruta ahora de una especie de financiación sin intereses de esos dos millones de manera inmediata, aunque no elude su pago, ya que la deuda se mantiene. Eso sí, se demuestra de nuevo que la intención inicial de Luis Oliver nada más llegar al Betis fue salvar a Lopera de los avales y contraavales que le ligaban a la entidad a pesar de que pudieran afectar a las arcas verdiblancas, mermadas entonces y menos ágiles después. El único aval que se les escapó fue el del traspaso de Nelson y por ello las acciones de la sociedad Farusa se encuentran embargadas en favor del Benfica, club al que el Betis le adeuda 2,2 millones, una cantidad que se encuentra recogida en el concurso.
El juez de lo Mercantil decide que Hacienda devuelva los dos millones
El caso se remonta a los 20 acuerdos entre el Betis y la delegación especial de Andalucía de la Agencia Tributaria adoptados entre ambas partes entre febrero de 2008 y diciembre de 2009. Eran deudas generadas del club del IVA e Impuesto de Sociedades, entre otras cuestiones. En cada acuerdo se determinaba una garantía en forma de aval bancario, ante el que debía responder La Caixa pero con el contraaval de Tegasa, sociedad manejada por Lopera. La cantidad total ascendía a los citados 2.052.351,81, que fueron cancelados y abonados anticipadamente por parte del Betis y los avales fueron devueltos. La administración concursal argumentó la ineficacia de esta cancelación y solicitó la reintegración de esa cantidad y la rehabilitación de los avales, mientras que la Agencia Tributaria se opuso al considerar que no suponía un perjuicio para los acreedores. Sin embargo, el juez considera que el perjuicio patrimonial es evidente al pagar a uno de los acreedores más de lo debido sin causa justificada y «hurtando así la posibilidad de pagar a otros acreedores o de que hubiera más masa activa en el concurso».
El fallo del juez Eduardo Gómez, titular de esta sala de lo Mercantil, estima la demanda de la administración concursal y dicta que la Agencia Tributaria «habrá de rehabilitar y reponer los acuerdos de concesión de aplazamiento-fraccionamiento que quedaron cumplidos y sin efecto con motivo de la cancelación anticipada de la deuda que en virtud de los mismos quedaba fraccionada». Además, señala que Hacienda debe reintegrar y abonar al Betis «los intereses legales correspondientes a dicho total importe, 2.052.351,81 euros, que se devenguen desde la fecha en que fue abonada de forma anticipada esta suma, 5 de julio de 2010, y hasta el día en que se haga efectiva su restitución». También la restitución de los avales de La Caixa y, evidentemente, los contraavales de Tegasa y no condena en costas a la Agencia Tributaria.
Se trata, pues, de una de las operaciones de reversión que ya anunciaba el club que podía beneficiarle a su economía tras su acogimiento en la Ley Concursal, y que ya fueron avanzadas por ABC en febrero de este año. La de Hacienda era la intervención con más opciones de prosperar, ya que también se estudió las de Sergio García o la due dilligence de Orión. Con el reintegro de estas cantidades, el club disfruta ahora de una especie de financiación sin intereses de esos dos millones de manera inmediata, aunque no elude su pago, ya que la deuda se mantiene. Eso sí, se demuestra de nuevo que la intención inicial de Luis Oliver nada más llegar al Betis fue salvar a Lopera de los avales y contraavales que le ligaban a la entidad a pesar de que pudieran afectar a las arcas verdiblancas, mermadas entonces y menos ágiles después. El único aval que se les escapó fue el del traspaso de Nelson y por ello las acciones de la sociedad Farusa se encuentran embargadas en favor del Benfica, club al que el Betis le adeuda 2,2 millones, una cantidad que se encuentra recogida en el concurso.
El juez de lo Mercantil decide que Hacienda devuelva los dos millones
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