Demagogias invernales
Desconcierta escuchar a reconocidos hombres de fútbol, ex futbolistas que se desempeñan actualmente en banquillos y secretarías técnicas, calificando al mercado invernal de arriesgado y carente de garantías. Imagino que conocerán una realidad: desde hace ya dos temporadas no existe la tradicional limitación que impedía moverse en la misma categoría a los futbolistas que hubiesen disputado cinco partidos oficiales o más en esa campaña. Sin tamaña traba, los condicionantes son muy similares a los que gobiernan el proceso de selección en verano, por lo que los clubes atisban un ‘target’ prácticamente idéntico.
Por eso, la cantinela de que los únicos jugadores accesibles en enero son suplentes o lesionados en vías de recuperación rechina más que nunca. Si la cuestión es que las nuevas reglas favorecen a los más poderosos, que pueden arrancar ahora al ‘crack’ de turno de su equipo a golpe de talonario (aunque haya sido indiscutible), lo acepto. Pero convinamos también que el Betis, por ejemplo, podría contratar para 2012 al mismo tipo de pelotero que reclutó en el arranque del curso. Porque no nos engañemos: la mayoría de los nueve fichajes, salvo Amaya y Fabricio, era reserva en sus clubes de origen.
Entiendo, por otra parte, que no se puede esperar un regalo de Reyes como quien aguarda el maná que cae del cielo. El Betis está ‘tieso’ y, por mucho que la venta de Emana dejase unos cientos de miles de euros para un ‘petisú’, no creo que Tévez esté por la labor de rebajarse el sueldo para vestir de verdiblanco. Además, si la caída libre se prolonga, ya les aviso de que la inamovible postura de los técnicos y directivos verdiblancos se suavizará sobremanera. Fichar, aunque no venga ningún ‘crack’, será casi una obligación. Porque el Betis no puede permitirse un descenso en el próximo trienio si quiere que sus depauperadas arcas se alivien lo suficiente para garantizar la supervivencia. El dinero de la televisión, ésa que marea a los heliopolitanos con tanta reubicación horaria, sí que es el maná de los dioses.
Ojalá que Stosic y Mel, pese a su discurso público, tengan trabajo adelantado para enero. Antes, urgen otras medidas, especialmente extradeportivas. No me creo que a medio Betis se le haya olvidado jugar al fútbol. A ver si alguien, técnico o psicólogo, convence a Rubén, Salva, Beñat o Molina de que sus complejos de inferioridad son infundados. Nadie regala camisetas titulares, por lo que, si están, es porque lo merecen.
::::.....estadiodeportivo.com.....::::
Desconcierta escuchar a reconocidos hombres de fútbol, ex futbolistas que se desempeñan actualmente en banquillos y secretarías técnicas, calificando al mercado invernal de arriesgado y carente de garantías. Imagino que conocerán una realidad: desde hace ya dos temporadas no existe la tradicional limitación que impedía moverse en la misma categoría a los futbolistas que hubiesen disputado cinco partidos oficiales o más en esa campaña. Sin tamaña traba, los condicionantes son muy similares a los que gobiernan el proceso de selección en verano, por lo que los clubes atisban un ‘target’ prácticamente idéntico.
Por eso, la cantinela de que los únicos jugadores accesibles en enero son suplentes o lesionados en vías de recuperación rechina más que nunca. Si la cuestión es que las nuevas reglas favorecen a los más poderosos, que pueden arrancar ahora al ‘crack’ de turno de su equipo a golpe de talonario (aunque haya sido indiscutible), lo acepto. Pero convinamos también que el Betis, por ejemplo, podría contratar para 2012 al mismo tipo de pelotero que reclutó en el arranque del curso. Porque no nos engañemos: la mayoría de los nueve fichajes, salvo Amaya y Fabricio, era reserva en sus clubes de origen.
Entiendo, por otra parte, que no se puede esperar un regalo de Reyes como quien aguarda el maná que cae del cielo. El Betis está ‘tieso’ y, por mucho que la venta de Emana dejase unos cientos de miles de euros para un ‘petisú’, no creo que Tévez esté por la labor de rebajarse el sueldo para vestir de verdiblanco. Además, si la caída libre se prolonga, ya les aviso de que la inamovible postura de los técnicos y directivos verdiblancos se suavizará sobremanera. Fichar, aunque no venga ningún ‘crack’, será casi una obligación. Porque el Betis no puede permitirse un descenso en el próximo trienio si quiere que sus depauperadas arcas se alivien lo suficiente para garantizar la supervivencia. El dinero de la televisión, ésa que marea a los heliopolitanos con tanta reubicación horaria, sí que es el maná de los dioses.
Ojalá que Stosic y Mel, pese a su discurso público, tengan trabajo adelantado para enero. Antes, urgen otras medidas, especialmente extradeportivas. No me creo que a medio Betis se le haya olvidado jugar al fútbol. A ver si alguien, técnico o psicólogo, convence a Rubén, Salva, Beñat o Molina de que sus complejos de inferioridad son infundados. Nadie regala camisetas titulares, por lo que, si están, es porque lo merecen.
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