El Juzgado de Primera Instancia número 9 de Sevilla practicó en la mañana de ayer el embargo de las acciones de las sociedades Farusa, Encadesa, Tegasa e Incecosa, todas propiedad de Manuel Ruiz de Lopera, exconsejero delegado del Betis. Este embargo se produce en el marco del «caso Nelson», que está abierto desde hace un mes por la demanda de juicio cambiario del Benfica del último pago por el traspaso del lateral portugués, avalado en su día por Lopera y cuantificado en 1,7 millones en concepto principal más unos 500.000 euros por intereses y costas. Hace unos días esta demanda fue admitida a trámite y se le puso un plazo a Lopera para que consignara dicha cantidad. Al no hacerlo, se le practicó el embargo preventivo de las acciones de estas sociedades.
La repercusión de este caso en el Betis puede llegar a ser notable, puesto que Farusa es la empresa propietaria del paquete mayoritario de acciones del club heliopolitano, que ya fueron embargadas por el Juzgado de Instrucción número 6 y que están administradas judicialmente en la persona de José Antonio Bosch. Resulta importante en este caso diferenciar las acciones de la empresa Farusa de las que se refieren al Betis. Lo relevante es que quien tenga el mando en Farusa, poseerá el control accionarial del club cuando éste deje de estar intervenido.
El recorrido de este embargo puede ser bastante largo. Al Benfica no le interesará controlar el Betis, sino obtener los 2,2 millones de euros que reclama de esta operación. La enajenación forzosa podría finalizar, si Lopera sigue alegando que no tiene liquidez, en una subasta pública de las acciones de Farusa a través de la cual cualquiera podría hacerse con el control de la entidad. Fuentes del caso aclaran que para alcanzar este paso resta mucho, ya que Lopera podría oponerse con argumentos legales para tratar de cambiar esta situación tan delicada.
Si las acciones de Farusa llegaran a subasta pública el destino del Betis tras la administración judicial podría ser incierto. No es que entonces las acciones de Farusa, que controla el paquete mayoritario (51,34 por ciento) del club, puedan traspasarse por 2,2 millones, sino que se tasarían y serían vendidas tras una pericial que fijaría su precio real. De esa cantidad final se desglosaría el abono de las cantidades que reclama el Benfica y el resto iría para Lopera, en una venta forzosa. Por lo tanto, la importancia de este asunto ha de calibrarse en la justa medida, ya que podría abrir una nueva puerta para que el paquete mayoritario de las acciones béticas no esté en las manos de Lopera.
Las acciones de Tegasa y Encadesa, también embargadas ayer en el marco de este caso, no tienen relevancia alguna, puesto que según se ha demostrado por las investigaciones de la juez Mercedes Alaya y el primer informe pericial ya publicado se trata de sociedades instrumentales que han servido para controlar al Betis en el tiempo en que Lopera regía sus destinos y que ahora han perdido su valía y su utilidad. No es el caso de Incecosa, a cuya titularidad sí hay varias propiedades. Cabe recordar, a su vez, que la juez Alaya ya decretó el embargo de 44 fincas a nombre de Farusa en septiembre del año pasado en el marco de la investigación por presunto delito societario y apropiación indebida que se investiga en el Juzgado número 6.
El juicio Oliver-Lopera
Hace pocas semanas debió celebrarse en Madrid el juicio por la demanda que Manuel Ruiz de Lopera interpuso contra Luis Oliver por el impago de las acciones del Betis propiedad de Farusa y que fue presentada en octubre del año pasado. Sin embargo, esta vista fue suspendida por la enfermedad de una de las abogadas del exconsejero delegado bético y está a la espera de que se señale nueva fecha. Este juicio, sin valor según muchas fuentes, se refería a la falta de pago del segundo y tercer plazos por el traspaso de estas acciones, una operación «simulada», según fuentes judiciales.
fuente: afdp
La repercusión de este caso en el Betis puede llegar a ser notable, puesto que Farusa es la empresa propietaria del paquete mayoritario de acciones del club heliopolitano, que ya fueron embargadas por el Juzgado de Instrucción número 6 y que están administradas judicialmente en la persona de José Antonio Bosch. Resulta importante en este caso diferenciar las acciones de la empresa Farusa de las que se refieren al Betis. Lo relevante es que quien tenga el mando en Farusa, poseerá el control accionarial del club cuando éste deje de estar intervenido.
El recorrido de este embargo puede ser bastante largo. Al Benfica no le interesará controlar el Betis, sino obtener los 2,2 millones de euros que reclama de esta operación. La enajenación forzosa podría finalizar, si Lopera sigue alegando que no tiene liquidez, en una subasta pública de las acciones de Farusa a través de la cual cualquiera podría hacerse con el control de la entidad. Fuentes del caso aclaran que para alcanzar este paso resta mucho, ya que Lopera podría oponerse con argumentos legales para tratar de cambiar esta situación tan delicada.
Si las acciones de Farusa llegaran a subasta pública el destino del Betis tras la administración judicial podría ser incierto. No es que entonces las acciones de Farusa, que controla el paquete mayoritario (51,34 por ciento) del club, puedan traspasarse por 2,2 millones, sino que se tasarían y serían vendidas tras una pericial que fijaría su precio real. De esa cantidad final se desglosaría el abono de las cantidades que reclama el Benfica y el resto iría para Lopera, en una venta forzosa. Por lo tanto, la importancia de este asunto ha de calibrarse en la justa medida, ya que podría abrir una nueva puerta para que el paquete mayoritario de las acciones béticas no esté en las manos de Lopera.
Las acciones de Tegasa y Encadesa, también embargadas ayer en el marco de este caso, no tienen relevancia alguna, puesto que según se ha demostrado por las investigaciones de la juez Mercedes Alaya y el primer informe pericial ya publicado se trata de sociedades instrumentales que han servido para controlar al Betis en el tiempo en que Lopera regía sus destinos y que ahora han perdido su valía y su utilidad. No es el caso de Incecosa, a cuya titularidad sí hay varias propiedades. Cabe recordar, a su vez, que la juez Alaya ya decretó el embargo de 44 fincas a nombre de Farusa en septiembre del año pasado en el marco de la investigación por presunto delito societario y apropiación indebida que se investiga en el Juzgado número 6.
El juicio Oliver-Lopera
Hace pocas semanas debió celebrarse en Madrid el juicio por la demanda que Manuel Ruiz de Lopera interpuso contra Luis Oliver por el impago de las acciones del Betis propiedad de Farusa y que fue presentada en octubre del año pasado. Sin embargo, esta vista fue suspendida por la enfermedad de una de las abogadas del exconsejero delegado bético y está a la espera de que se señale nueva fecha. Este juicio, sin valor según muchas fuentes, se refería a la falta de pago del segundo y tercer plazos por el traspaso de estas acciones, una operación «simulada», según fuentes judiciales.
fuente: afdp