re: NUEVO AUDIO MIGUEL GUILLEN: Los fieles no pintamos nada para el consejo actual.
La primera razón a considerar sería saber qué le interesa al club como club de la propia federación. A mi modo de ver es que no molesten mucho. Por lo menos así lo veo yo. Si al club no le resulta gravosa ni en cuestiones de reivindicaciones ni en cuestiones de puntos sobre íes... qué mejor que lo que está?
Recuerdo, a modo de historia reciente, que la federación de peñas fue el empeño de unas cuantas peñas de resucitar un peñismo que estaba más que en coma y que gracias al empuje de una serie de peñas que pasaron a engrosar una lista negra y sus presidentes declarados "non gratos" los anteriores dirigentes movieron lo que pudieron para no hacer de esa federación el caldo de cultivo de lo que después, como todos sabemos, pasó.
Hubo sospechas más que fundadas de cambios en estatutos (ese artículo gracioso de cómo el consejo puede acabar con la directiva, alucinante) sin respetar lo que se votó. Y a pesar de que personalmente viví situaciones en la que los peñistas críticos te decían que no podían jugar con los abonos infantiles (una manera de tenerlas atadas) en las votaciones vimos los resultados (incluso alguno se podía pasar por esos post a ver qué opinaba entonces de esos que perdieron por una mayoría aplastante).
Por eso, aparte de respetar a los que opinan sin tener nada que ver, me reitero, para cambiar lo que hay no se trata de que se quiera cambiar, también hay que tener una idea de lo que se quiere conseguir. Y eso es un proyecto.
Y aunque no comulgo por muchas razones con el presidente actual, para cambiarlo tiene que haber voluntad de cambio. Y bueno, eso es cosa de las peñas.
Originalmente publicado por Frank Miller
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Recuerdo, a modo de historia reciente, que la federación de peñas fue el empeño de unas cuantas peñas de resucitar un peñismo que estaba más que en coma y que gracias al empuje de una serie de peñas que pasaron a engrosar una lista negra y sus presidentes declarados "non gratos" los anteriores dirigentes movieron lo que pudieron para no hacer de esa federación el caldo de cultivo de lo que después, como todos sabemos, pasó.
Hubo sospechas más que fundadas de cambios en estatutos (ese artículo gracioso de cómo el consejo puede acabar con la directiva, alucinante) sin respetar lo que se votó. Y a pesar de que personalmente viví situaciones en la que los peñistas críticos te decían que no podían jugar con los abonos infantiles (una manera de tenerlas atadas) en las votaciones vimos los resultados (incluso alguno se podía pasar por esos post a ver qué opinaba entonces de esos que perdieron por una mayoría aplastante).
Por eso, aparte de respetar a los que opinan sin tener nada que ver, me reitero, para cambiar lo que hay no se trata de que se quiera cambiar, también hay que tener una idea de lo que se quiere conseguir. Y eso es un proyecto.
Y aunque no comulgo por muchas razones con el presidente actual, para cambiarlo tiene que haber voluntad de cambio. Y bueno, eso es cosa de las peñas.
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