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El futuro es verdiblanco

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  • El futuro es verdiblanco

    Entre 1991 y 1994 nacieron los protagonistas de esta historia. Aún no han hecho nada en el fútbol, pero dibujan un futuro esperanzador. Representan el patrimonio de un club que se ha propuesto revitalizar su cantera. Son la punta de lanza de la ilusión del Betis, del hambre que contagia un grupo de chavales que se muere por triunfar en el equipo de su alma, porque llevan defendiendo esta camiseta, al menos, desde los doce años. Mel los mima y la afición deposita en ellos las mejores expectativas. Pozuelo no para de golear con el filial, Vadillo demuestra que se le queda pequeña la Segunda B y Sergio descolló en una pretemporada para enmarcar. Todos tienen una historia que contar. El futuro está en sus pies. Mientras, Sergio y Pozuelo jugarán mañana con el filial de Vidakovic y Vadillo descansará para estar en el Bernabéu.

    Vadillo: Del pasillo con los peluches al Bernabéu
    «Álvaro siempre estaba jugando con la pelota en el pasillo de casa. Vivíamos en un piso, no una mansión, y su madre se la quitaba. Entonces Álvaro cogía los peluches de su hermana y se ponía a darle patadas. Tenía seis o siete años y yo le decía que le iba a llamar Peluche por hacer eso». Quien habla es Jesús Vadillo, padre de este chaval de la generación del 94 que «siempre ha dicho que su vida es el fútbol, lo tenía claro desde pequeño». En Puerto Real los Vadillo viven frente al campo de fútbol y en más de una ocasión Álvaro se escapaba: «Un día tenía bronquitis y andaba con antibióticos y estaba en casa. Su madre y yo nos fuimos al supermercado a comprar y su hermano se quedó cuidándolo. Cuando regresamos, no estaba allí, se había ido a jugar con su equipo». Estudió Álvaro en La Salle y estuvo en la Escuela Deportiva en la que también jugó su padre. Aceptaron ir al Loreto para jugar en el alevín de primera provincial. Destacó tanto que entre los 200 niños que vio el Cádiz para ir al torneo de Brunete sobresalió él. Y el Betis se fijó en sus cualidades. Antonio Wanceulen le echó el ojo pero su padre se negaba en el primer año de infantil porque era pequeño para ir a Sevilla, pero lo convencieron. La A-4 se convirtió en el camino habitual para los Vadillo. Cuatro días a la semana iban y volvían desde Puerto Real a Sevilla durante dos años. Con doce ya se quedó a dormir en Los Bermejales. «Nos costó trabajo a su madre y a mí porque nos hemos perdido su niñez, pero estaba contento y eso era lo más importante», señala su padre, técnico en el Teatro de Puerto Real. «No era mal estudiante», dicen en su familia. Eso sí, su cuarto está lleno de recuerdos: las paredes completas de fotos de los equipos en los que ha jugado. La camiseta de su debut en la selección está enmarcada y las dos primeras con el Betis van en camino. David Ortega, su entrenador en juveniles, lo conoció cuando viajó a Mataró en la 06-07: «Era lateral derecho y sorprendía cómo atacaba». Fue campeón en la andaluza cadete con Gustavo y marcaba ya diferencias. «No le veo el límite», señala Ortega. Manuel Martínez, seleccionador de la sevillana cadete, también lo ha tenido a sus órdenes: «Es rapido, tiene regate en los dos perfiles, disparo... Cuando vino con nosotros ya tenía representante. El día antes de un partido importante se presentó con unas botas nuevas que le daba una marca. Estaba ilusionado, pero le dijimos que se dejara de esas cosas, que jugara con las de siempre. Nos hizo caso. Es importante que tenga los pies en el suelo». En la concentración del primer equipo en Irún todos recuerdan que en la charla de los nuevos se subió a la mesa y contó un chiste. El año anterior, en Menorca con el juvenil, dijo dos palabras mirando al suelo con la cara colorada. Su madurez se vio en la decisión que tenía que tomar ante la oferta de la Fiorentina. «Eligió él y le respetamos», afirma su padre. Mel no le ha dejado ir con el filial a Puertollano porque todo indica que estará en el Bernabéu.

    Pozuelo: Deshaciendo escaparates en la perfumería familiar
    El Altozano fue el terreno de juego en el que Alejandro Pozuelo dibujaba pases y buscaba goles. Partía desde la calle Valladares, el centro del campo andaba por la Plaza del Monte Pirolo y la portería se fijaba en la calle Pureza, donde echaba largos ratos en el negocio de su familia materna, Perfumerías Tello. Allí lo dejaban sus padres y tenían que ir a recogerlo antes de tiempo porque había deshecho ya el escaparate a base de pelotazos. Para competir se marchaba al Charco de la Pava o correteaba en el patio de los Salesianos, su colegio. «Todos los años pedía botas, balones y ropa del Betis», recuerda Antonio, su padre. Su primer equipo federado fue el Triana, en pre-benjamines, y estuvo en la escuela de Gordillo y Mani en el Ifni, junto al campo del Betis. Ahí lo captó Salva, el histórico portero, que ahormó un grupo de chavales que ha dado de qué hablar: Pozuelo, Gavilán, Súper, Álex Bernal... La estupenda generación del 91. Pozuelo buscaba referencias futbolísticas en Capi y Alfonso. Y tiene un divertido recuerdo con el delantero porque mientras actuaba de recogepelotas en el campo bético se tiró al banquillo para coger una paloma o un pájaro que andaba por allí y fue captado por un fotógrafo de un periódico junto a su ídolo. Antonio era quien se encargaba de llevarlo a los entrenamientos con el Betis. Está prejubilado de Astilleros tras una de las reconversiones. Su hermano mayor, de 26 años, es su mayor forofo. Alejandro tiene un museo en su cuarto, con fotos de todos los equipos en los que ha estado, pero la camiseta con la que debutó en el primer equipo se la regaló a su hermano.
    En el Betis, tras Salva, se puso en manos de David Ortega, con quien ha estado desde alevines a juveniles. «Es muy trabajador pero le gusta la guasa. Es extrovertido y desde pequeño se veía que era un espectáculo. Ve el pase que desde la grada ni se imagina. Y es muy competitivo», señala el extécnico de los escalafones inferiores del club verdiblanco. Lo que impresiona de su fútbol es que es difícil distinguir si es zurdo o diestro. En eso se parece a Álvaro Cejudo, que también salió de la cantera bética y ahora triunfa en el Osasuna. «Eso es algo suyo, genético. En el División de Honor sacaba las faltas en los dos perfiles. Ha metido goles de falta directa con ambas piernas», continúa Ortega. Su carácter se contagia y se recuerda que en Villanueva estaba un día entrenando con el Liga Nacional y le tuvieron que llamar la atención por estar bailando al son de la feria de al lado. Siempre con alegría y como buen compañero y habitual capitán. También el partidazo que hizo en Málaga con el División de Honor, cuando marcó el empate a tres después de ir perdiendo 3-0 al descanso. O el que jugó en Almería. Su agente, Enrique Rosado, lo descubrió en el campo del Algabeño hace tres años. «Está muy centrado. Tiene valores como la humildad, el trabajo y la sinceridad. Y en el campo, desparpajo». Se estrenó frente al Levante en la segunda parte y dejó buena impresión. Mañana juega contra el filial en Puertollano. «Es mi equipo», dice Pozuelo. Humilde, como siempre.

    Sergio: El niño tímido que jugaba con los mayores y respondía a los pases antiguos
    En la vida de Sergio Rodríguez, su tío, también Sergio, es un referente imprescindible. De niño no jugaba con los chavales de su edad, sino que lo hacía con los amigos de su tío, que es futbolista. Entonces jugaba en el San José en Tercera y se llevó al pequeño Sergio para que probara con los pequeños. «Hizo lo mismo que cuando llegó al División de Honor y ahora al primer equipo. Me dejó alucinado. No sabía cómo iba a reaccionar, pero se salió», recuerda su tío. Sergio se fijó siempre en el fútbol de Iniesta, mientras otros miraban a Messi o Ronaldo. Entre sus manías estaban las botas, ya que si notaba algo extraño en ellas, no se las ponía. Bien calzado, jugaba como los mejores y sus dos hermanos mayores y su tío siempre bromeaban con él: «Vaya que siempre estás con los pases antiguos, los regates antiguos...». Y se enfadaba, aunque su tío reconoce que es su ojito derecho: «Yo le admiro. Es un orgullo que no te puedes ni imaginar. Cuando lo vi en el campo debutando me moría, me quedaba sin palabras. Mi sueño era verlo ahí porque soy muy bético». Creció Sergio en la avenida de Emilio Lemos, en Sevilla Este, y tras el San José recaló en el Betis de la mano de David Ortega. Su timidez ha sido rasgo característico. «Es sensible y detallista. Conmigo se ha portado de matrícula. Es tímido a más no poder. Vamos, que ha estado lesionado y no ha dicho nada. El año pasado tuvo un problema de piedras en el riñón y no decía nada, aguantaba el dolor y hasta estuvo hospitalizado», afirma David Ortega, que lo tuvo desde los ocho años. «Es más tranquilo que la mar. Su abuela y mi hermana dicen que se parece a mí. Yo no soy de mucho hablar, pero es que él no sabes si está contento o cortadillo. Cuando debutó le preguntaba qué tal había ido todo y me decía “bien, bien”. Sólo eso», continúa su tío. La famila de Sergio es humilde y la mayoría se dedica a la construcción. Él está a la espera de apuntarse a algún módulo para garantizarse un futuro después del fútbol. Su ascenso ha sido meteórico, pero eso no impide que tenga los pies en el suelo. Ha pasado del juvenil al primer equipo, casi sin pasar por el C ni el B. Se recuerda su partido en Valencia con el División de Honor, cuando tuvieron que cambiar al lateral rival porque le estaba dando un baño. Para Ortega, Sergio es un fuera de serie: «Tiene un talento innato, con creatividad, velocidad, inteligencia, trabaja sin balón, toma buenas decisiones... El año pasado decíamos que podía haber jugado en el Barça y no hubiera desentonado. Tiene un futuro brutal».

    http://www.alfinaldelapalmera.com/no...o-pozuelo.html

  • #2
    Re: El futuro es verdiblanco

    Hola. Indicad por favor el autor del escrito.

    Gracias!!

    Muy bueno por cierto

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    • #3
      Re: El futuro es verdiblanco

      Originalmente publicado por Cuper Ver Mensaje
      Hola. Indicad por favor el autor del escrito.

      Gracias!!

      Muy bueno por cierto
      añadido

      Comentario


      • #4
        Re: El futuro es verdiblanco

        Gracias, y lo siento, siempre seme pasa, jeje, a ver si pongo mas atención.

        Originalmente publicado por Pelusa97 Ver Mensaje
        añadido

        Comentario


        • #5
          Re: El futuro es verdiblanco

          Ojalá esten bien atados los tres,porque van a dar que hablar y mucho,en el mundo del fútbol

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