El club negoció hace días en Bolonia un contrato con Macron, que lo vestirá desde la próxima temporada · Nuevo convenio con la banca y acuerdo de patrocinio con una aseguradora
El Betis invisible también avanza. Si en lo deportivo la marcha del equipo es intachable a la fecha, en los despachos la gestión continúa con la misma intensidad que desde que el pasado 13 de diciembre el nuevo consejo de administración se hiciera cargo de los designios del club.
O más bien habría que decir desde que halló en quien hoy es su presidente, Miguel Guillén, a una fuente inagotable de hallar recursos con los que paliar la delicada situación económica que atraviesa la entidad. El joven empresario sevillano no ha dejado sus labores de consejero encargado de las labores de márketing desde la asunción de su nuevo cargo y, al contrario, compatibiliza esta tarea, en la que es auxiliado por el jefe del departamento en el club, Ignacio Lasa, con las labores propias y más representativas del cargo principal que hoy ostenta.
Así, hace unos días dejó prácticamente cerrado un acuerdo con la marca de ropa deportiva Macron, que se firmará en breve y se alargará, en principio, por cuatro temporadas, es decir, hasta 2016. Guillén y el consejero y administrador judicial, José Antonio Bosch, visitaron el pasado jueves, 14 de septiembre, la sede de la firma en Bolonia.
Macron viste, entre otros muchos, a Nápoles, Bolonia, West Ham, Leeds United, AZ Alkmaar, Willen II, Lorient, Mónaco y Sporting de Braga, amén de a diversos equipos de baloncesto, voleibol, rugby, balonmano y béisbol. El Betis se convertirá, a la firma del contrato, en la principal imagen de la firma italiana en España, toda vez que hoy sólo viste al Mallorca, un club, entre otras cosas, con un número de socios cuatro veces inferior al de los heliopolitanos.
Mientras, habrá unos meses de litigio con Green Sport S.L., la creadora de la marca RBB y que no ha sabido adaptarse a las necesidades del Betis, por lo que la relación que unía a ambos hasta 2016 será finiquitada y resuelta en los tribunales, para lo que el Betis lleva ya tiempo en un período de constitución de pruebas por el deficiente servicio que, a su juicio, le presta la empresa con sede en Vitoria. Ésta, por supuesto, ya ha sido notificada por el propio Betis a fin de evitar que pueda argüir en un juicio que ya trabajaba en el proyecto para la próxima temporada.
Junto a este relevante acuerdo, que verá la luz próximamente, toda vez que Macron debe ponerse manos a la obra para diseñar las equipaciones del curso 12-13, la venidera, el departamento de márketing del club trabaja también en otras dos fuentes de ingresos.
Una de ellas consiste en firmar un nuevo convenio con la banca tras acabar la pasada campaña con La Caixa. Es más, todo hace indicar que la nueva relación será igualmente con la entidad barcelonesa. A la par, el Betis negocia un acuerdo de patrocinio con Mapfre a través de Willis Correduría. En principio, éste englobará a los dos primeros equipos de la entidad, pero la pretensión es que acabe acogiendo a todos los empleados.
Y es que el Betis, que es el equipo de moda, también comienza a serlo como club, en este caso con su vestimenta y con sus acuerdos de patrocinio, algo en lo que nunca estuvo a la última.
Fuente: Diario de Sevilla
El Betis invisible también avanza. Si en lo deportivo la marcha del equipo es intachable a la fecha, en los despachos la gestión continúa con la misma intensidad que desde que el pasado 13 de diciembre el nuevo consejo de administración se hiciera cargo de los designios del club.
O más bien habría que decir desde que halló en quien hoy es su presidente, Miguel Guillén, a una fuente inagotable de hallar recursos con los que paliar la delicada situación económica que atraviesa la entidad. El joven empresario sevillano no ha dejado sus labores de consejero encargado de las labores de márketing desde la asunción de su nuevo cargo y, al contrario, compatibiliza esta tarea, en la que es auxiliado por el jefe del departamento en el club, Ignacio Lasa, con las labores propias y más representativas del cargo principal que hoy ostenta.
Así, hace unos días dejó prácticamente cerrado un acuerdo con la marca de ropa deportiva Macron, que se firmará en breve y se alargará, en principio, por cuatro temporadas, es decir, hasta 2016. Guillén y el consejero y administrador judicial, José Antonio Bosch, visitaron el pasado jueves, 14 de septiembre, la sede de la firma en Bolonia.
Macron viste, entre otros muchos, a Nápoles, Bolonia, West Ham, Leeds United, AZ Alkmaar, Willen II, Lorient, Mónaco y Sporting de Braga, amén de a diversos equipos de baloncesto, voleibol, rugby, balonmano y béisbol. El Betis se convertirá, a la firma del contrato, en la principal imagen de la firma italiana en España, toda vez que hoy sólo viste al Mallorca, un club, entre otras cosas, con un número de socios cuatro veces inferior al de los heliopolitanos.
Mientras, habrá unos meses de litigio con Green Sport S.L., la creadora de la marca RBB y que no ha sabido adaptarse a las necesidades del Betis, por lo que la relación que unía a ambos hasta 2016 será finiquitada y resuelta en los tribunales, para lo que el Betis lleva ya tiempo en un período de constitución de pruebas por el deficiente servicio que, a su juicio, le presta la empresa con sede en Vitoria. Ésta, por supuesto, ya ha sido notificada por el propio Betis a fin de evitar que pueda argüir en un juicio que ya trabajaba en el proyecto para la próxima temporada.
Junto a este relevante acuerdo, que verá la luz próximamente, toda vez que Macron debe ponerse manos a la obra para diseñar las equipaciones del curso 12-13, la venidera, el departamento de márketing del club trabaja también en otras dos fuentes de ingresos.
Una de ellas consiste en firmar un nuevo convenio con la banca tras acabar la pasada campaña con La Caixa. Es más, todo hace indicar que la nueva relación será igualmente con la entidad barcelonesa. A la par, el Betis negocia un acuerdo de patrocinio con Mapfre a través de Willis Correduría. En principio, éste englobará a los dos primeros equipos de la entidad, pero la pretensión es que acabe acogiendo a todos los empleados.
Y es que el Betis, que es el equipo de moda, también comienza a serlo como club, en este caso con su vestimenta y con sus acuerdos de patrocinio, algo en lo que nunca estuvo a la última.
Fuente: Diario de Sevilla