Evidentemente no es la nueva Masía del Barcelona (que ya quisieran algunos hoteles de 5 estrellas tanto en dimensiones como en instalaciones), es algo mucho más modesto, pero está bastante bien y es un comienzo importante, que habrá que ir desarrollándose y evolucionando, pues es de capital importancia en el futuro de la entidad.
El mero hecho de esta noticia y de que esto vaya siendo realidad, de ver el vídeo, me dibuja una sonrisa en la cara y me hincha el pecho de orgullo.
Supongo que este post no tendrá mucho recorrido, pues hay poco que criticarle al consejo con esto, y aquí lo importante es dar leña, por cualquier cosa, no esto.
El futuro del Betis: Villa Heliópolis
EL FUTURO DEL BETIS: VILLA HELIÓPOLIS
Escrito por R. Román / L. Álvárez
Miércoles 14 de Septiembre de 2011 05:21
Colíder de Primera división. Así transcurre la semana para el Real Betis, en una posición inmejorable para olvidar dos años en el infierno de la Segunda. El ansiado ascenso se consiguió apoyándose en la cantera, algo que esta temporada también está ocurriendo. Y es que hay materia prima en Heliópolis, algo que el Betis quiere cuidar de la mejor forma posible. Por ello, desde este verano los chavales de fuera de Sevilla que despuntan en los escalafones inferiores del club verdiblanco viven juntos en una residencia situada entre el estadio y la ciudad deportiva. Es La Masía verdiblanca, la fábrica del futuro del Betis. El lugar en el que se forjan los cimientos de un club centenario. Es Villa Heliópolis.
La residencia está situada entre el estadio y la ciudad deportiva
«Comenzaron 33 niños y ahora son 27, aunque lo ideal es que nos quedemos en unos 25. La idea era que los chavales estuvieran más recogidos y controlados; ha sido un salto de calidad. Y el encargado de todo ello es José Antonio Gordillo, responsable de la cantera, que deja claro el objetivo del club con esta residencia: «La idea nuestra era tener una residencia en la que los chavales estuvieran más recogidos y tuviesen un control por parte nuestra, aparte de gente que les pudiera ayudar en el tema de comida, educación y formación».
Eso sí, no cualquier jugador de la cantera puede vivir en esta instalación: «Por nuestra cultura diferente a la del resto de comunidades, tienen que ser niños cercanos. La mayoría, a excepción de un chaval de Mérida, son de Andalucía. Históricamente, que yo recuerde, nunca ha habido un jugador de fuera de Andalucía en la cantera que haya debutado con el primer equipo. Aunque esto no quiere decir que si hay un chaval en Madrid o en Baleares que es muy bueno no vayamos a intentar traerlo. Esto es caro para un club como el nuestro en estos momentos, por lo que hay que elegir a gente que de verdad sea diferente y tenga un nivel».
Y los chavales están contentos. Se les nota unidos y se les ve haciendo cosas acordes a su edad. Comen juntos, pero luego hay tiempo para jugar al tenis de mesa, estar con los ordenadores y estudiar. Sí, estudiar, porque todos los niños que hay en esta residencia están escolarizados, aunque tanto el tutor encargado de ellos como los propios futbolistas reconocen que es la parcela que peor llevan. «Por ahora, y eso que todavía estamos en período vacacional y no tienen una rutina diaria, el comportamiento está siendo muy bueno para la edad que tienen. Empezaron 33 chavales, ahora son 27 y el departamento encargado de la cantera se encargará de reestructurar todo para que al final seamos unos 25. Yo soy el que duermo aquí con ellos, y quizás la parte más complicada es la de los estudios», explica Carlos Ferrete.
Lo corrobora el benjamín del grupo, Javier Ontiveros, que el viernes cumplió 14 años y recibió la visita de sus familiares: «Llevo dos años aquí, soy de Marbella. Mi sueño es llegar a jugar en el primer equipo, y el ejemplo más claro lo tengo cerca con Vadillo. Los estudios los llevo regular». Y es que la nueva perla de la cantera, que cumplió 17 años el lunes, también vive en la residencia, aunque se le nota bastante maduro: «La verdad es que estoy muy contento de vivir aquí. La idea de meternos juntos es muy buena, porque así nos unimos más. Somos una familia. Que haya debutado con el primer equipo no quita que no siga siendo joven, así que me gusta estar con mis amigos de la residencia. Es imprescindible que nos cuiden la comida y los estudios. Igual que es fundamental que nos formemos como personas».
Los futuros jugadores del Betis reciben atención psicológica deportiva gracias a Federico Alatriste, que explica los valores que les intentan inculcar: «Lo ideal es que se establezcan normas y que todos se apeguen a ellas. Hay diferentes categorías en la residencias, pero las normas que hay son de comportamiento y se les exigen desde el club. A ellos se les hace ver que son embajadores del Betis, por lo que tienen que tener un cierto comportamiento relacionado con la filosofía del club».
Otro de los coordinadores es Ángel Luis, que comenta que «intentamos enseñarles el camino que se deben seguir para ser futbolistas y, lo que es más importante, para formarse como personas. Estamos muy pendientes del nivel académico. Lo más complicado quizás sea el tema de los estudios. El fútbol les motiva mucho, pero lo que no tiene que ver con el deporte les cuesta más.
Como en casa
Uno de los principales objetivos de los encargados de la residencia es conseguir que los chavales noten lo menos posible que están fuera de su casa, como explica Antonio López, coach deportivo: «Los jugadores son bastante receptivos. Están muy abiertos a trabajar con nosotros. Lo que pretendemos es que en esta residencia haya la menor diferencia posible con respecto a sus hogares. Que apenas noten cambio de estar aquí a estar con sus padres. Hacemos hincapié no sólo en el tema deportivo, sino en la parcela académica o la potenciación de valores, algo muy importante para la cantera. Creo que para ser un proyecto que empieza ahora, los resultados están siendo bastante buenos. Se palpa armonía».
Y para intentar que la residencia sea lo más parecido a sus casas debe aparecer la figura de la madre. Lia trabaja como cocinera, pero aparte deja a un lado su beticismo para pensar que está con niños muy jóvenes y no con los futuros futbolistas que defenderán la camiseta de su equipo: «[Soy bética de nacimiento, pero aquí me olvido un poco del fútbol. Ellos tienen bastante fútbol fuera, mucha gente está pendiente de ellos por eso, y lo que yo hago aquí es intentar ser un poco madre y amiga. En cuanto a la comida, se lleva con mucha paciencia y tomándomelo todo con mucho humor. Lo que llevan es una dieta saludable. Les metemos pocos fritos, aunque un par de días sí los tienen; tres días tienen legumbres. Básicamente, se les trata como en el comedor de un colegio. La verdad es que protestan, pero es lo normal. Poco a poco nos acostumbramos a sus gustos y les vamos dando alternativas».
Y aparte de coordinadores, tutores, psicólogos o cocineros, los chavales se cruzan en la residencia con Gordillo. El actual presidente de la Fundación del Real Betis visita la nueva instalación bética a menudo para hablar con los canteranos y con su amigo «Mani», descubridor de numerosos futbolistas, que le espera con un plato de cocido en las manos mientras habla del nivel de los jugadores en Andalucía: «La materia prima en Andalucía es impresionante, no se acaba nunca. Yo he llevado a Barcelona a 78 futbolistas. He trabajado con gente como Manu del Moral, los hermanos Callejón, Güiza, Nolito, Iniesta, los hermanos Giovani, y el futbolista en Andalucía es de otra galaxia. Esto va a ser una cosa parecida a La Masía. Aquí se está empezando a trabajar bien. Es importante el cambio que ha habido respecto a las instalaciones que había antes, porque a los padres hay que tratarlos bien, tiene que ver que sus hijos están en un buen lugar, en el cual reciben una atención adecuada».
PD: No sabía que Germán "Mani", había vuelto al Betis, aunque fuera haciendo una pqqueña colaboración. Me alegro enormemente.
El mero hecho de esta noticia y de que esto vaya siendo realidad, de ver el vídeo, me dibuja una sonrisa en la cara y me hincha el pecho de orgullo.
Supongo que este post no tendrá mucho recorrido, pues hay poco que criticarle al consejo con esto, y aquí lo importante es dar leña, por cualquier cosa, no esto.
El futuro del Betis: Villa Heliópolis
EL FUTURO DEL BETIS: VILLA HELIÓPOLIS
Escrito por R. Román / L. Álvárez
Miércoles 14 de Septiembre de 2011 05:21
Colíder de Primera división. Así transcurre la semana para el Real Betis, en una posición inmejorable para olvidar dos años en el infierno de la Segunda. El ansiado ascenso se consiguió apoyándose en la cantera, algo que esta temporada también está ocurriendo. Y es que hay materia prima en Heliópolis, algo que el Betis quiere cuidar de la mejor forma posible. Por ello, desde este verano los chavales de fuera de Sevilla que despuntan en los escalafones inferiores del club verdiblanco viven juntos en una residencia situada entre el estadio y la ciudad deportiva. Es La Masía verdiblanca, la fábrica del futuro del Betis. El lugar en el que se forjan los cimientos de un club centenario. Es Villa Heliópolis.
La residencia está situada entre el estadio y la ciudad deportiva
«Comenzaron 33 niños y ahora son 27, aunque lo ideal es que nos quedemos en unos 25. La idea era que los chavales estuvieran más recogidos y controlados; ha sido un salto de calidad. Y el encargado de todo ello es José Antonio Gordillo, responsable de la cantera, que deja claro el objetivo del club con esta residencia: «La idea nuestra era tener una residencia en la que los chavales estuvieran más recogidos y tuviesen un control por parte nuestra, aparte de gente que les pudiera ayudar en el tema de comida, educación y formación».
Eso sí, no cualquier jugador de la cantera puede vivir en esta instalación: «Por nuestra cultura diferente a la del resto de comunidades, tienen que ser niños cercanos. La mayoría, a excepción de un chaval de Mérida, son de Andalucía. Históricamente, que yo recuerde, nunca ha habido un jugador de fuera de Andalucía en la cantera que haya debutado con el primer equipo. Aunque esto no quiere decir que si hay un chaval en Madrid o en Baleares que es muy bueno no vayamos a intentar traerlo. Esto es caro para un club como el nuestro en estos momentos, por lo que hay que elegir a gente que de verdad sea diferente y tenga un nivel».
Y los chavales están contentos. Se les nota unidos y se les ve haciendo cosas acordes a su edad. Comen juntos, pero luego hay tiempo para jugar al tenis de mesa, estar con los ordenadores y estudiar. Sí, estudiar, porque todos los niños que hay en esta residencia están escolarizados, aunque tanto el tutor encargado de ellos como los propios futbolistas reconocen que es la parcela que peor llevan. «Por ahora, y eso que todavía estamos en período vacacional y no tienen una rutina diaria, el comportamiento está siendo muy bueno para la edad que tienen. Empezaron 33 chavales, ahora son 27 y el departamento encargado de la cantera se encargará de reestructurar todo para que al final seamos unos 25. Yo soy el que duermo aquí con ellos, y quizás la parte más complicada es la de los estudios», explica Carlos Ferrete.
Lo corrobora el benjamín del grupo, Javier Ontiveros, que el viernes cumplió 14 años y recibió la visita de sus familiares: «Llevo dos años aquí, soy de Marbella. Mi sueño es llegar a jugar en el primer equipo, y el ejemplo más claro lo tengo cerca con Vadillo. Los estudios los llevo regular». Y es que la nueva perla de la cantera, que cumplió 17 años el lunes, también vive en la residencia, aunque se le nota bastante maduro: «La verdad es que estoy muy contento de vivir aquí. La idea de meternos juntos es muy buena, porque así nos unimos más. Somos una familia. Que haya debutado con el primer equipo no quita que no siga siendo joven, así que me gusta estar con mis amigos de la residencia. Es imprescindible que nos cuiden la comida y los estudios. Igual que es fundamental que nos formemos como personas».
Los futuros jugadores del Betis reciben atención psicológica deportiva gracias a Federico Alatriste, que explica los valores que les intentan inculcar: «Lo ideal es que se establezcan normas y que todos se apeguen a ellas. Hay diferentes categorías en la residencias, pero las normas que hay son de comportamiento y se les exigen desde el club. A ellos se les hace ver que son embajadores del Betis, por lo que tienen que tener un cierto comportamiento relacionado con la filosofía del club».
Otro de los coordinadores es Ángel Luis, que comenta que «intentamos enseñarles el camino que se deben seguir para ser futbolistas y, lo que es más importante, para formarse como personas. Estamos muy pendientes del nivel académico. Lo más complicado quizás sea el tema de los estudios. El fútbol les motiva mucho, pero lo que no tiene que ver con el deporte les cuesta más.
Como en casa
Uno de los principales objetivos de los encargados de la residencia es conseguir que los chavales noten lo menos posible que están fuera de su casa, como explica Antonio López, coach deportivo: «Los jugadores son bastante receptivos. Están muy abiertos a trabajar con nosotros. Lo que pretendemos es que en esta residencia haya la menor diferencia posible con respecto a sus hogares. Que apenas noten cambio de estar aquí a estar con sus padres. Hacemos hincapié no sólo en el tema deportivo, sino en la parcela académica o la potenciación de valores, algo muy importante para la cantera. Creo que para ser un proyecto que empieza ahora, los resultados están siendo bastante buenos. Se palpa armonía».
Y para intentar que la residencia sea lo más parecido a sus casas debe aparecer la figura de la madre. Lia trabaja como cocinera, pero aparte deja a un lado su beticismo para pensar que está con niños muy jóvenes y no con los futuros futbolistas que defenderán la camiseta de su equipo: «[Soy bética de nacimiento, pero aquí me olvido un poco del fútbol. Ellos tienen bastante fútbol fuera, mucha gente está pendiente de ellos por eso, y lo que yo hago aquí es intentar ser un poco madre y amiga. En cuanto a la comida, se lleva con mucha paciencia y tomándomelo todo con mucho humor. Lo que llevan es una dieta saludable. Les metemos pocos fritos, aunque un par de días sí los tienen; tres días tienen legumbres. Básicamente, se les trata como en el comedor de un colegio. La verdad es que protestan, pero es lo normal. Poco a poco nos acostumbramos a sus gustos y les vamos dando alternativas».
Y aparte de coordinadores, tutores, psicólogos o cocineros, los chavales se cruzan en la residencia con Gordillo. El actual presidente de la Fundación del Real Betis visita la nueva instalación bética a menudo para hablar con los canteranos y con su amigo «Mani», descubridor de numerosos futbolistas, que le espera con un plato de cocido en las manos mientras habla del nivel de los jugadores en Andalucía: «La materia prima en Andalucía es impresionante, no se acaba nunca. Yo he llevado a Barcelona a 78 futbolistas. He trabajado con gente como Manu del Moral, los hermanos Callejón, Güiza, Nolito, Iniesta, los hermanos Giovani, y el futbolista en Andalucía es de otra galaxia. Esto va a ser una cosa parecida a La Masía. Aquí se está empezando a trabajar bien. Es importante el cambio que ha habido respecto a las instalaciones que había antes, porque a los padres hay que tratarlos bien, tiene que ver que sus hijos están en un buen lugar, en el cual reciben una atención adecuada».
PD: No sabía que Germán "Mani", había vuelto al Betis, aunque fuera haciendo una pqqueña colaboración. Me alegro enormemente.