"Después de dos años, es un alivio que el Girona-Elche me importe un ****** #Betis" era el texto que ayer me regalaba en twiter mi brodel, un madrileño nacido bético aunque no lo supiera hasta cruzarse con alguien que hoy llorará de felicidad viendo a su Betis debutar en Granada desde la tele de su palco VIP del cuarto anillo.

Y es que, han pasado nada más y nada menos que 2 años, 2 meses y 27 días desde que Gil Manzano certificase con el pitido final de aquel Betis-Valladolid la condena que ha sufrido la Primera división al no poder contar con el Betis en su lista de participantes.

Desde aquella aciaga tarde en la que el sol creó nubes evaporando las lágrimas de todos los que sentíamos en verdiblanco mientras los aledaños de nuestra casa se convirtieran en la previa de aquel 15J que demostraba de que la curación había comenzado ("and the healin has begun", beticohelvético!!) , han pasado tantas cosas que resulta difícil creerlo.

Porque 818 días después, las cosas se hacen en este nuevo Betis a veces bien y a veces mal (díganme en qué club del mundo se tiene la infabilidad papal) pero lo importante es que la dignidad ha vuelto a la entidad y empezamos a parecernos a quien ni el propio Betis reconocía cuando se miraba al espejo.

Y lo que es mejor: algunos hemos vuelto a creer en la justicia al comprobar que el vacuo discurso de los falsos mesías o de béticos por generación espontanea al sentir el verde del deslizante de una hoja de Gilette no son suficientes para no tener que pagar si le hacen daño a algo tan sagrado como lo es el Betis.

También cambió que ya no manchan la fachada de nuestro estadio las letras que formaban el nombre de un ***********; pero sobre todo, que Mel y el Betis se reencontraron y que como ya dije cuando volvió Serra para escribir junto a la de "El Padrino" la mejor segunda parte que se recuerde, este técnico y el Betis parecen hechos el uno para el otro y necesitarse para dar lo mejor de cada uno. The perfect fit, que volvería a decir Van Morrison.

Y después de que la vida y el tiempo nos hayan cambiado a todos (al Betis para muy bien), hoy, cuando sean las 22:00h en todos los relojes, la larguísima condena para la que fue Primera y hoy es BBVA- que hasta eso ha cambiado en este tiempo- habrá sido cumplida. Y el Betis, al que tantos intentaron alancear y matar desde dentro y desde fuera sin éxito, habrá vuelto para quedarse. Habrá vuelto al sitio de donde nunca debió irse. Habrá vuelto, en definitiva, para volver a hacer a la Primera División española, la mejor liga del mundo. Para permitir que vuelva a ser la división de Honor. (que siempre será donde milite el Betis, claro)

Enhorabuena, Primera!